3. Un día decidí usar cepillos medianos, en vez de duros;
después suaves, en vez de medianos.
Pero la sangre seguía apareciendo.
4. Siempre me dolió el agua fría en la boca y odiaba
lavarme los dientes, cosa que pagué con creces.
5. El altísimo
costo de mi
negligencia
finalmente me
empujó a ir
cada seis meses
a la dentista.
6. Cuando viví en Estados Unidos, llevaba
a mi primera visita al dentista
la conciencia prístina de una niña bien portada.
7. El Dr. comenzó
a revisarme y
aunque mi inglés
era malísimo y él
más que hablar,
gruñía, era obvio
que me regañaba
con todo su
repertorio.
8. Esa vez, el doctor comenzó a rascar hasta la raíces de
mi dentadura y, como si el dolor fuera poco, él seguía
echando pestes en su feo inglés mascullado.
9. Midió alrededor de cada pieza y al final me dijo que tenía
que hacerme un tratamiento de limpieza profunda porque
mi boca estaba entre muy mal y desastrosa, cosa que
echó por la borda mis años de buena conducta.
10. Durante las cuatro
sesiones que
siguieron, mientras
el Dr. se ensañaba
con el sarro de toda
mi vida, yo trataba de
mantenerme pegada
al asiento y no
debatirme inútilmente
tratando de resistir
las intensísimas
sensaciones que
venían de mi boca.
11. Supongo que aluciné, pero al aceptar el dolor, sentí cómo todos
los seres del mundo estamos conectados por una especie de
vasos comunicantes y el dolor es una de las varias sustancias
que se transmiten entre estos, y el océano profundo a donde
todos los dolores van a dar. Mi gotita de dolor tocó a los demás,
y se disolvió en ese enorme mar.
12. Yo salía con la boca
hinchada, pulsante,
sangrando, y
largamente regañada.
Era época de lluvias,
hacía frío, tenía que
caminar 15 cuadras
para llegar a la
parada (más que
suficiente para que
mis botas hicieran
agua,) y esperar un
camión que pasaba
cada 45 minutos.
13. Lo interesante,
es que después de mis
"viajes místico-dentales"
sentía una entrañable
compasión por todo el vasto
e incalculable sufrimiento
que había visto, y mi dolor
-aunque real-
no era más que un
detalle insignificante.