Los dientes están compuestos de varios tejidos como el esmalte, la dentina, el cemento y la pulpa. El esmalte es el tejido más duro del cuerpo y protege al diente, mientras que la dentina es responsable del color y proporciona elasticidad. El cemento recubre la raíz del diente y lo une a los huesos de la mandíbula. La pulpa contiene vasos sanguíneos, nervios y células que mantienen la vitalidad del diente. Juntos, estos tejidos permiten a los dientes