2. JULIO ALFREDO JARAMILLO
LAURIDO
Nació el 1 de octubre de 1935 en un
departamento en Gómez Rendón y
Villavicencio en la ciudad de Santiago de
Guayaquil. Sus padres eran pichinchanos de
la población de Machachi, habían emigrado a
Guayas en busca de mejores oportunidades.[1]
Sólo Julio, Pepe y una niña que falleció a los 5
años fueron hijos de Apolonia Laurido.
3. Cuando su hermano Pepe cumplió 15 años,
ganó en un concurso radial cuyo premio era
una presentación en un centro nocturno, y
este hecho fue el inicio de su carrera artística.
Pese a ello, Pepe fue disciplinado, terminó sus
estudios y más tarde en Colombia siguió una
carrera de filosofía y letras, se convirtió en
educador y olvidó el canto. No sucedió lo
mismo con Julio, que quiso emular a su
hermano, pese a que éste lo desestimulaba.
4. Con el auge del banano ecuatoriano, los
músicos se volvieron prósperos, y esa
bonanza coincidió con el comienzo de la
carrera de Julio. A los 18 años alquiló una
habitación para vivir con una chica llamada
Irene. Con ella tuvo a su primer hijo, que
murió a los ocho meses. En esa época él
trabajaba en una zapatería, mientras seguía
insistiendo por volverse cantante, sin
resultado positivo.
5. En sus inicios bohemios, solía frecuentar La
Lagartera ,una esquina donde hoy todavía
van músicos a ofrecer serenatas por un valor
acordado entre el cliente y ellos. Poco a poco,
la gente del medio artístico se fue
acostumbrando a su presencia. Primero le
permitieron que los acompañara con la
guitarra y luego, a regañadientes, lo dejaban
cantar. Su primera intervención la hizo en
Radio Cóndor. Allí conoció a Rosalino
Quintero, quien se convertiría más tarde en
su compañero de fórmula, su arreglista y
quien le tocaba la guitarra y el requinto.
6. En sus inicios bohemios, solía frecuentar La
Lagartera ,una esquina donde hoy todavía
van músicos a ofrecer serenatas por un valor
acordado entre el cliente y ellos. Poco a poco,
la gente del medio artístico se fue
acostumbrando a su presencia. Primero le
permitieron que los acompañara con la
guitarra y luego, a regañadientes, lo dejaban
cantar. Su primera intervención la hizo en
Radio Cóndor. Allí conoció a Rosalino
Quintero, quien se convertiría más tarde en
su compañero de fórmula, su arreglista y
quien le tocaba la guitarra y el requinto.