Robert no disfrutaba de las matemáticas porque no las entendía completamente. Una noche, soñó con un diablillo que quería enseñarle sobre los números. Aunque pensó que era otra pesadilla, resultó ser el comienzo de un viaje apasionante a través del mundo de las matemáticas mientras soñaba con sistemas numéricos cada vez más increíbles. Los números cobraron vida propia de una manera misteriosa que ni siquiera el diablo podía explicar del todo.