Este documento habla sobre la espiritualidad de la interioridad versus la exterioridad. Sugiere que todos los humanos buscan aprobación y aplausos de los demás, pero que Jesús nos invita a buscar a Dios en lo secreto y escondido en lugar de atención externa. La espiritualidad de la interioridad, según Juan de la Cruz, es como el mar tranquilo por dentro aunque haya tormentas en la superficie, porque el Padre está en lo secreto.