Los animales domésticos se dividen en mamíferos como perros, gatos y caballos que nacen de madres y se alimentan de leche, aves como gallinas y palomas que nacen de huevos, y herbívoros, carnívoros y omnívoros. Los gatos son carnívoros estrictos y su dieta debe consistir principalmente en carne, vísceras y huesos, a diferencia de los perros que también comen frutas y verduras. Los egipcios probablemente fueron los primeros en domesticar gatos hace unos
3. Características de los animales domésticos Entre los animales
domésticos podemos encontrar diferentes clases. Los mamíferos
nacen del vientre de su madre que los amamanta cuando son
muy pequeños, su cuerpo está cubierto de pelo y en la boca
tienen dientes como el perro, el gato, el caballo, la vaca, el
cerdo. Las aves nacen de huevos, su cuerpo está cubierto de
plumas y tienen alas que les permite volar, aunque las gallinas
tienen el vuelo muy corto. Se apoyan en dos patas y tienen
pico, como el canario, la paloma, el pavo. Los animales
domésticos pueden ser herbívoros como la vaca y la oveja que
comen vegetales, carnívoros que necesitan comer carne y
productos de otros animales como el gato y el perro, y
omnívoros que pueden comer vegetales y carne como el
cerdo.
Los animales domésticos viven en la granja o en las casa con los
seres humanos
4. Los alimentos que SI debes darle y debe constituir la base
de su dieta son: carne
(pollo, pavo, ternera, pescado...), vísceras
(hígado, corazón, riñones y sesos) y huesos
crudos, además de leche, huevos y otros lácteos. Al
menos el 75% de su comida lo deben componer estos
alimentos.
La proporción ideal es un 50% carne y un 50% pasta de
mezcla compuesta por un 80 - 90% carne picada con o
sin huesos, huevos y lácteos, un 10 - 15% de verduras y un
0 - 5% de frutas.
5. Muchas personas no saben realmente qué comen los gatos ya que creen
que comen lo mismo que los perros. El gato, cómo felino, es carnívoro
estricto y a diferencia de los canidos, no come tantas frutas y verduras y
mucho menos cereales u otros alimentos a base de almidón. Darle estos
alimentos le producirá una salud pobre.
Por tanto, no le des arroz, patatas, pasta ni otros cereales y menos alimentos
comerciales, pues llevan muchos de estos ingredientes ricos en
carbohidratos (azúcares)
Sin embargo, de vez en cuando es bueno que le des un poco de verduras y
frutas (crudas y picadas finas al igual que para los perros), pues recuerda
que si a tu gato le dejaras cazar cómo a un tigre, leopardo o león, comería
el contenido gástrico e intestinal de su presa, incluyendo las heces.
6. No se sabe exactamente cuál fue la primera cultura en
domesticarlos, aunque siempre se ha asociado su domesticación a los
egipcios, los asirios o alguna cultura predecesora a partir del gato salvaje
africano.[3] Se han descubierto restos de domesticación de F. silvestres en
Chipre que datan de hace 9.500 años. Se cree que los egipcios empezaron
a domesticarlos en torno al año 4000 a.C. para mantener a las ratas y
ratones fuera de sus graneros. Para los egipcios eran animales sagrados
y, como tales, el castigo por matar a uno de estos era la muerte. La diosa
Bastet era representada con cabeza de gato. Cuando uno moría, a veces
se le momificaba. Sin embargo, durante la Edad Media, se pensaba que
eran familiares de las brujas. A veces se los quemaba vivos o se los tiraba
desde la cumbre de edificios altos durante las festividades. En el mundo
occidental es común la creencia de asociar al gato negro con la mala
suerte (aunque hay excepciones, por ejemplo, en el Reino Unido). Para las
personas supersticiosas, que se cruce un gato negro de forma súbita, es
augurio de infortunas. De hecho, se dio el caso de culpar a los gatos de
transmitir la peste bubónica, con lo que fueron exterminados en masa en
pueblos y ciudades (contribuyendo a que se multiplicara la población de
ratas, auténticos propagadores de la plaga).
7. El iris característico de los gatos durante la exposición de un espécimen a la luz del día. En el extremo
inferior izquierdo, se puede apreciar parte de la membrana nictitante.
Diferentes análisis indican que su visión es superior durante la noche a la de los humanos, e inferior a la
de estos durante el día. Como los perros, poseen un tapetum lucidum que refleja la luz adicional
hacia la retina. Aunque el tapete lucidum le otorga la capacidad de ver con poca luz, parece
reducir su precisión visual. En presencia de luz abundante, el iris del ojo del gato se cierra
considerablemente, reduciendo la cantidad de luz en la retina y mejorando la profundidad de
campo. El tapetum lucidum y otros mecanismos hacen que posea un umbral de detección de luz
siete veces menor que el de los humanos. La variación en el color de los ojos de un gato producido
por el flash fotográfico se debe a la interacción de la luz emitida por el dispositivo y la reflejada por el
tapetum lucidum. El gato tiene la capacidad de utilizar al máximo la tenue luz visible y además existe
la certeza de que pueden ver en el infrarrojo cercano. Un experimento realizado por científicos en
que se buscaba determinar si era el movimiento o el calor lo que les atraía la atención a los gatos en
la oscuridad, determinó que estos fundamentalmente eran atraídos por el calor de cuerpo, más que
por el movimiento.