1. Este trimestre vamos a hablaros sobre algunos mitos/creencias que,
generalmente, son malinterpretados por la gente.
Estos van a tratar sobre animales que podemos tener como mascotas o
de los algunos que podemos ver en la vida salvaje.
1. A LOS RATONES LES ENCANTA EL QUESO
El mito dice que a los ratones les encanta el queso y que sirven de cebo para las
trampas de ratones, pero es falso; no les gusta el queso en absoluto e incluso
evitan ciertos tipos de queso, dado que tienen un sentido del olfato muy sensible
y determinados quesos emiten olores que son desagradables para muchos tipos
de ratones.
Mientras los ratones tengan mucha hambre, comerán casi cualquier
cosa (incluso morderán a personas, cartón, lo que sea), pero la mayoría de los
ratones prefieren los granos, las frutas y las cosas dulces, ciertos tipos de
ratones también se alimenta de insectos y otros animales pequeños.
Básicamente, les gusta comer lo que han estado acostumbrados a comer desde
antes que los humanos comenzaran a hacer queso hace 10.000 años atrás.
Fotograma de la película “Ratatouille”
2. ¿Cómo empezó el mito de que a los ratones le gusta el queso? Nadie lo sabe, ha
existido desde hace mucho tiempo.
La teoría más aceptada sobre el origen del mito del ratón y el queso no está
basada en ninguna prueba real, pero se piensa que tuvo que ver con las
personas que hace miles de años atrás que almacenaban granos, carnes muy
saladas y queso como alimentos de uso frecuente.
Los granos y las carnes las almacenaban para mantener a los bichos alejados,
pero el queso, que necesita “respirar”, tal vez no estaba tan bien resguardado,
por lo que tienen mejor acceso para incarle el diente.
2. “BUGTS BUNNY TE MINTIÓ”
En realidad las zanahorias son malas para los conejos. La falsa idea de que a los
conejos les gusta la zanahoria surgió con la caricatura de Bugs Bunny.
Solamente el 8% de aquellos que tienen conejos como mascota saben
alimentarlos correctamente.
Según una investigación en la Universidad de Bristol, el 11% de los conejos
domésticos sufren de caries, y otro 11% tiene problemas digestivos. En realidad
el alimento básico de los conejos es el heno pero, la gente cree que también
comen zanahorias porque lo hace Bugs Bunny.
Bugs Bunny comiendo zanahoria
3. 3. LOS PECES SON DESMEMORIADOS
Todos hemos escuchado aquello de que los peces solo tienen 3 segundos de
memoria. Pero no es cierto: tienen una memoria que puede remontarse a varios
meses en el pasado, y hasta pueden aprender algunos trucos de un entrenador
con paciencia.
Fotograma de la película “Buscando a Nemo” (Dori, pez a la que se le olvidaba todo)
4. LOS AVESTRUCES ENTIERRAN LA CABEZA
PARA IGNORAR EL PELIGRO
Los dibujos animados nos han enseñado que, en caso de peligro, un avestruz
entierra su cuello en la arena o suelo. Algo completamente falso.
Supuestamente el avestruz espera que, conservando la cabeza a ras del suelo, su
enemigo lo confunda con un arbusto bajo. Los avestruces machos también usan
sus picos para excavar oquedades poco profundas en la arena y hacer sus nidos,
de este modo sus huevos no se escapan rodando. Desde cierta distancia, esto
podría hacer parecer que la cabeza del avestruz desaparece en la arena.
Avestruz enterrando la cabeza para intentar ocultarse
4. 5. LOS CAMALEONES CAMBIAN DE COLOR PARA
ADAPTARSE A SU ENTORNO
La verdad es que los camaleones cambian de color no por adaptarse con el
entorno o escabullirse de las amenazas sino por su salud, la temperatura, la luz
y el humor que tengan. El camaleón pantera, por ejemplo, cambia a amarillo si
se enfurruña. Otros que adquieren colores brillantes para atraer a la hembra.
Otros, adquieren un color negro cuando hace frío (para absorber mejor la luz
del sol) o blanco si tienen calor (para reflejar esta misma luz).
Camaleón pantera
6. LOS TOROS SOLO VEN EL ROJO Y LOS PERROS,
EN BLANCO Y NEGRO
Siempre se ha creído que el color rojo del capote de los toreros es lo que
embravece al toro. Pero no es así; es el movimiento del capote lo que le excita
realmente y no su color. La muleta es roja simplemente para disimular mejor la
sangre.
Solamente los animales e insectos que se alimentan de frutos, plantas o flores o
que sus antepasados lo hacían son los que distinguen los colores, pues lo
necesitan para distinguir unos de otros.
5. Los perros, por ejemplo, pueden distinguir, además del blanco y el negro, dos
colores distintos: probablemente el azul y el verde, pero lo hacen en un margen
de longitudes de onda muy estrecho.
Espectáculo de toreo