El documento habla sobre cómo las escuelas matan la creatividad de los estudiantes según Sir Ken Robinson. Robinson argumenta que los sistemas educativos modernos se enfocan demasiado en lo académico y técnico, olvidándose de inculcar valores y desarrollar la creatividad de los estudiantes, lo cual es necesario para su desarrollo personal y profesional. El documento también menciona que antes no se necesitaban especializaciones específicas para conseguir trabajo.