1. Cómo nacieron los delfines
(Leyenda selknam - adaptación)
En la tierra del fin del mundo sus pobladores encendieron fueguitos
para calentarse.
Esperaban ballenas y peces, a quienes pescaban para alimentarse.
De pronto les pareció ver una ballena pero no lo era. Se trataba de
algo muy grande, nunca nadie había visto semejante cosa… ¡era un
barco!
En él viajaban hombres que bautizaron a este lugar como Tierra del
Fuego fascinados por los fueguitos que veían de lejos.
También los atrajo la gente del lugar y apresaron a algunos para
llevarlos a España, convencidos de que los onas podrían divertir a sus
reyes.
Una terrible tormenta se desató en alta mar.
Aprovechando la tempestad y deseosos de regresar a su tierra los
onas se arrojaron al mar.
Valientes, comenzaron a nadar. Rápido, fuerte, ansiosamente…
Pero ¡Ay! La tierra del fin del mundo estaba muy lejos…
demasiado…
Empezaron a agotarse, a desear no haberse tirado al agua, creyeron
que pronto morirían…
Entonces Kenós, su creador, se apiadó de ellos y los transformó. Las
piernas se les juntaron y se les pegaron, los pies se les convirtieron en
aletas igual que los brazos, la cabeza se les alargó y todo su cuerpo
adquirió una forma ideal para nadar.
Se convirtieron en los primeros delfines del mundo y de esa forma
pudieron volver a su tierra.