1. Casa Templaria, 21 de diciembre de 2011
En una empresa muy importante, la más grande del planeta,
daban un premio muy grande, pero se necesitaban muchos años de
experiencia y llegó un joven y le dijo al director:
“Quiero obtener ese premio, pero no tengo tiempo
que perder y no quiero pasarme años a trabajar
para tener su experiencia”. Entonces el director le
dijo: “¿Donde ha trabajado usted?” y contesto:
“Solo juego al ajedrez pues mi familia es muy rica
y acomodada. Entonces el director dijo: “Vamos a
practicar esa experiencia”. Llamo al siguiente joven que se presentó
para el mismo puesto y dijo: “Que traigan una mesa de ajedrez” y los
puso frente a frente. Así que le dijo al rico que nunca había trabajado
que si él perdía le enviaría a la cárcel para toda la vida y si perdía su
adversario, seria él quien iría a la cárcel toda la vida. Acepto y estando
jugando el rico iba perdiendo… el otro chico que necesitaba ese trabajo
iba ganando, pero de pronto se distrajo y entonces el chico del ajedrez
aprovecho para poder ganar. De nuevo,
cometió un error el que necesitaba el trabajo
y el chico que no quería pasar años
trabajando aprovecho.
Cuando vio que se iba acercando el
final e iba a ganar se conmovió su corazón y
pensó: “Si yo gano, pasará toda su vida en la
cárcel. No podrá tener una vida normal, no podrá conocer la vivencia de
una familia, hijos y será la tristeza para sus padres, al igual que nunca
mas podrá ver la naturaleza, vivirá y morirá en una cárcel donde la
obscuridad será eterna”. Iba pasando en la mente de este chico que no
quería trabajar pero si quería ser un gran director y tenerlo todo a corto
plazo y fácil. “Sera su muerte pensó, ¿quien soy yo para decidir sobre
él?”. Tanto pensaba, que se reflejaba en su cara y a medida que pasaba
el tiempo, el director vio que su cara ya estaba arrugada y que el
sufrimiento empezaba a surgir en ese chico que vino y quería ser el
número uno. Entonces el director dijo: “¡Basta!” tiro la tabla de ajedrez
y dijo: “Desde este momento ya tienes la respuesta, en la vida se
necesita concentración y piedad, esas son las cosas que necesitas y has
mostrado que en este juego tenias los sentimientos pero escondidos. No
habrá cárcel ni para ti ni para el otro chico” y respondió el jugador de
2. ajedrez: “Quien ha ganado el puesto y el premio es él pues sabiendo que
se estaba jugando la vida, su libertad, acepto. Y yo por tenerlo todo y no
apreciar lo que he tenido y lo que tengo me he dado cuenta que nunca
he tenido nada y lo que me faltaba es ver que no soy yo solo el que vivo
en el planeta que hay muchos mas seres mejores que yo. La vanidad de
nada me sirve, ni me ha servido. El dinero, el confort, todo lo que poseo
tampoco me ha llenado y he visto que aquél que nada tenía era más
feliz que yo”. Se levantó, saludo al director y se fue.
Al salir de la empresa le estaba
esperando el chofer abriéndole la puerta de su
mega coche. Se quito su chaqueta, la tiro al
suelo y se fue andando. Hoy después de 20
años, continúa andando con un rostro feliz,
lleno de arrugas, de sonrisas y de felicidad.
Desde entonces va explicando su experiencia y
lo que hay que tener. Ese Amor infinito, la Fe
que te hace creer que existe, teniendo piedad
de los otros, tienes piedad de ti mismo. Es el hombre más feliz de la
tierra porque no necesitaba todo lo que tenía, no lo apreciaba y hoy
tiene la paz, el conocimiento y la serenidad. Delante de su casa están
sentadas miles y miles de personas pidiendo que salga y que les hable.
Ese es su éxito, esa es su riqueza.
Mis queridas semillas vosotros estáis llenos de
riqueza, de conocimiento y de saber trasmitirlo,
veréis que felices os sentiréis. Una vez más terminad
de limpiar vuestra casa, vuestro armario, tenéis aún
zapatos, demasiados, que no los usaréis. Regenerar
esas energías dejando el minimalismo, lo estricto
necesario, porque vuestra riqueza ya esta dentro de
vosotros mismos y veréis que felices.
Seáis prudentes en estas fiestas, no comer más de lo debido, no
sirve para nada que el día de Navidad o de Año Nuevo
hagamos un exceso para después estar enfermos.
Tampoco es necesario reunirse porque sabemos que
siempre terminaremos enfadados. Cuando hay multitud,
siempre hay un pequeño enfado. Vale más que vayáis a
ver la familia de tanto en tanto y a menudo, que no
solamente una vez al año.
Si queréis verdaderamente hacerles feliz hacerles
una visita y otra a los hospitales y a los centros a donde están
3. muchísimos animales abandonados, eso si que es una feliz navidad. La
familia os ve cada día y cada día es el mismo problema, gastos de
comida, de juguetes, que tienen demasiado y los niños con un juguete
sorpresa serán muy felices. Y con ese dinero ahorrado podréis hacer un
gran viaje, los podréis llevar a ver esos parques temáticos de Walt
Disney o quizás un viaje a Europa o a Tierra Santa o a unas islas, os lo
agradecerán.
Tenéis demasiado en la mente la palabra tradición, navidades
¿que hay de diferente? es un día más. Ir a respirar a la montaña o al
mar, vuestro cuerpo y vuestra mente os lo agradecerá.
Con todo mi amor
La Jardinera