El documento es una carta de bienvenida escrita por "La Jardinera" a las semillas de diferentes países que han llegado al lago Tiberiades. La carta habla de la unión de las naciones para trabajar por la paz mundial siguiendo el lema "Uno para todos, todos para uno". También reflexiona sobre la riqueza del alma en comparación con la riqueza material y ofrece frutos como dátiles, higos, olivas y granadas en bienvenida a los estudiantes.
Discurso inspirador sobre la paz y la unión entre las naciones
1. Tiberiades, 27 Octubre de 2011
¡Aleluya, Aleluya, Aleluya!
Primer día de curso, acariciando Tiberiades.
Las semillas de todos los países, hay una o más que han venido de cada uno y
aquí están, una vez más, las naciones a encontrar lo que en otras vidas dejaron: esas
emanaciones, a recordar quiénes fueron y unirse hoy para la paz del mundo
Cada nación dará su mano y un trocito de su corazón, nos uniremos y
daremos la vuelta al planeta abrazándolo con este gran amor de la Enseñanza.
Tenemos ese lema, que vosotros sabéis muy bien,
“UNO PARA TODOS, TODOS PARA UNO”
y con él nos uniremos para el perdón, para mover la conciencia de los grandes
dirigentes y muy especialmente para los jóvenes y adolescentes que tanto lo necesitan.
¡Benditos seáis vosotros que habéis llegado y que vinisteis desde hace años!
Siempre es volver a la Tierra de vuestros ancestros, de esta Tierra nacisteis y os
llevaréis siempre la Chispa de Luz que os acompañará toda la vida.
No sé quién es más pobre, el que todo tiene o el que no tiene nada. El que todo
tiene se aburre porque le falta lo que tiene el pobre. Y el pobre como no tiene nada,
no sufre porque nada puede perder pero siempre anhela y desea lo que tiene el que
tiene todo, ¿qué es más importante, lo material o el alma? Reflexionar en estas dos
palabras y comprenderéis que no es suficiente ser el hombre más rico del planeta si
no tiene salud. En los cementerios no hay gente rica, simplemente restos de una
materia. En la vida, aquel ser humano que encontró la razón de su existencia y la
alegría de vivirla, ese es, el más rico del mundo.
Mis queridas semillas, seáis como ellos que poseéis todo porque tenéis la
Enseñanza y sabéis que con ella es el tesoro más grande y es el Camino de la Luz, de
la esperanza y la alegría.
Hoy comparto con vosotros un puñado de dátiles, están las palmeras
llenísimas y cuelgan esos racimos tan hermosos.
2. ¡Os ofrezco higos, porque es el país de los higos!
¡Os ofrezco olivas que están como perlas colgando de sus árboles!
Y si vierais las granadas ¡son como rubís! También os las ofrezco!
3. Lo más grande es el amor, la paciencia y la comprensión y el ejemplo que nos
dejó Nuestro Maestro, El Único que Fue, Es y Será: ¡JESUS!
Aquí estamos esperando en la orilla de Tiberiades que venga a buscarnos en
su barca.
Con todo mi amor
La Jardinera