Eran las 10:40 am del 12 de enero de
1997; mi madre conversando con su hija
‘’Pronto vas a llegar a este mundo, para
hacerme compañía y llenar el hogar de
felicidad’’, adolorida por las contracciones
cada vez mas constantes, parte a la
clínica San Pedro Claver junto con mi
padre, a las 11:40 am; luego de una gran
espera y un arduo trabajo de parto Emma
Patricia Pinzón da a luz a Natalia García
Pinzón, una hija por mucho tiempo
esperada , a quien dedicaría todo su
tiempo y amor; junto con su esposo Jairo
Emilio García y así concederle el deseo de
tener una familia maravillosa.
Mis padres ya corrían con una nueva
responsabilidad, y además de ello adquirían
nuevas cualidades para lograr comprender lo
que yo quería expresar, descifrar llantos de
hambre o de dolor, movimientos que
caracterizaran incomodidad o felicidad, y
luego de esto buscar estrategias para lograr
en todos los aspectos el buen desarrollo de
su hija.
Aproximadamente a los nueve meses estaba
desarrollando en su totalidad mi actividad
motriz, comencé a caminar, bailar, y correr a
los brazos de mis padres cuando quería
comunicar y transmitir el cariño y la felicidad
que sentía al estar junto a ellos.
Ya cumplido un año comenzó la etapa del
palabreo donde inicio mi apropiación directa
de los términos y vocablos para comunicarme
con mas claridad y así mismo lograr que los
demás captaran las ideas de lo que
expresaba, ya no existía la necesidad de
adivinar o descifrar mis acciones o
movimientos, ya era mucho mas claro
entender lo que pretendía y deseaba.
En los primeros años de jardín me
caracterice como una niña muy activa y
creativa, era notable la felicidad que
transmitía cuando realizaba actividades de
carácter artístico, pintando con las manos
y realizando trazos para dar a conocer mis
sentimientos, pensamientos e ideas, que
aunque para muchos podría ser un trabajo
insignificante, mi maestra y mis padres lo
valoraban tal como una gran e importante
creación artística.
Pero no me expresaba solamente con
dibujos y creaciones plasmadas en el
papel, también adoraba manifestarme a
través de mi corporalidad, cantaba, bailaba
y hasta hacia representaciones de los
cuentos infantiles que mis padres leían
para mi.
La época del kínder y pre-kínder fueron significativas y fructíferas para mi, tanto
que al pasar a transición, la lectura, caligrafía y actividades matemáticas como las
sumas y restan ya las realizaba con fluidez lo que causo mi ascenso de kínder a
primero de primaria, aunque comprendía estas actividades escolares pienso que
habría sido lindo tener siquiera un recuerdo de una graduación formal de jardín a la
escuela.
Al momento de ingresar a la escuela mis cualidades fueron ampliándose, y cada vez
supe tomar adecuadamente las características y elementos del entorno para crear
espacios y objetos que me hicieran sentir a gusto, además de ello hacer que los demás
entendieran y comprendieran mi estado e animo y la esencia de lo que anhelaba
comunicar
Con ayuda de las
maestras de mi escuela y
con el acompañamiento
incondicional de mis
padres emprendí un viaje
hacia el progreso,
mejorando y modificando
mis técnicas de lecto-
escritura, operaciones
matemáticas, y
memorización de
elementos típicos del
ambiente; que en resumen
serian las ciencias
naturales.
Mi padre jugo y protagonizo un papel muy
importante en el desarrollo de mis
capacidades escolares, recuerdo mucho
como por las tardes estudiábamos y
analizábamos lecturas de mi cartilla
infantil, siendo mi padre muy meticuloso
con la ejecución de mi lectura, pendiente
en revisar mi manera de pronunciar
palabras debidamente, entonar las tildes y
saber la duración de un signo de
puntuación y demás reglas de la recitación,
cosa que dio paso a mi buen desempeño e
interés por la comunicación y ejecución de
un correcto lenguaje, prestaba mucha
atención a los apuntes que hacia mi
maestra de español y memorizando y
tomando en cuenta cada pauta y cada
saber expuestos en el área; para lograr
un mejor dominio de todas las series de
códigos y normas que debía adquirir para
desenvolverme de la mejor manera en la
sociedad , permitiéndome entender a los
demás y hacer que ellos me comprendan.
Es típico de un niño, expresar sus sentimientos; principalmente con sus padres, y yo no
soy la excepción, una de mis grandes actividades era escribir cartas para mis padres
comunicándoles e informándoles cuanto los amaba y agradecía por todo lo que con
grandes esfuerzos me habían brindado, también les ofrecía disculpas por los actos de
rebeldía, cosa que agradaba mucho a mis padres y con regocijo y cariño me
recordaban con abrazos y besos que era yo lo mas importante y significativo en sus
vidas, aunque también me lo hacían saber obsequiándome presentes que valoraba y
atesoraba, pero como buen niño, perdí casi la mayoría.
Cada vez mi interés por el estudio
creció, con el paso de los días me
involucraba mas en la exploración de
temas que fueren de mi interés, solía
comunicarme mucho con mis maestras y
compañeros, relatándoles las actividades
que realizaba fuera de la escuela, y
establecíamos relaciones entre estos
sucesos propios de cada uno y nos
divertíamos creando y representando
historias de carácter fantástico; además
habitualmente narraba como eran mis
relaciones interpersonales, y adulaba
mucho las cualidades y actitudes que mis
padres tenían con migo, si; era aquella
época cuando yo era la consentida.
A mi modo de ver mi interés por el
estudio me ha dejado muchas
recompensas, cuando ya me encontraba
en la edad en la que el niño comienza a
tener conciencia de sus actos; entendí
que la mejor manera de agradecer a mis
padres su gran esfuerzo; era a partir de
estos logros propios de orgullo y
regocijo.
Básicamente, mi proceso de comunicación
y lenguaje fue continuo, muy interesante
y agradable, encontré gran apoyo en mis
padres y maestro/as quienes pusieron a
mi disposición sus métodos de enseñanza,
además nunca abandonaron o desistieron
al deber de educar y enseñar que
obviamente no es un proceso simple, ya
que en este transcurso no todo son
aciertos, todo lo contrario, también hay
numerosas equivocaciones de las cuales la
mente y el conocimiento aprenden y se
fortalecen.
Según mi concepto la transmisión y
ejecución de la comunicación y el lenguaje
es un proceso que se lleva a cabo en
conjunto, donde todos recibimos y
ofrecemos apoyo, para lograr analizar y
comprender a los demás (sus acciones,
actos, expresiones, etc.) así mismo
conseguir que también seamos
interpretados y entendidos por los demás
seres presentes en nuestro diario vivir.