3. Quería vender una
cámara de fotos y…¡casi
le toca pagar!
Carlos quería vender su cámara de fotos en un portal de
compraventa. Una posible interesada contactó con él. Esta, se
presentó como Laura Sheffry y le propuso un método de pago muy
concreto:
- Laura ingresaría el pago en una cuenta de “Yorkshire Bank”.
- Carlos enviaría el paquete a Bélgica, donde residía la
compradora.
- En cuanto Carlos facilitase el nº del envío del paquete, Yorkshire
Bank realizaría la transferencia a la cuenta bancaria que Carlos
indicase.
Al concretar los términos del pago, Laura facilitó un contacto de
“Yorkshire Bank” para coordinarse con él. Este le mandó a Carlos un
correo detallando cómo terminar la operación de venta con su
compradora Laura Sheffry y recibir el importe de la venta en su
cuenta.
4.
5. Hizo lo anteriormente
dicho,
sin ningún tipo de
problema.
Poco después, Laura contactó con
Carlos debido a un problema
“inesperado”, ya que Yorkshire
Bank tenía una política interna que
le impedía efectuar transferencias
internacionales inferiores a 500€.
Para llevar a cabo la operación,
Laura pedía a Carlos que enviase
270€ a nombre de otra persona
que, según ella, desempeñaba las
funciones de supervisor de sus
cuentas bancarias. El envío de esta
cantidad debía hacerse a través de
Western Union y lo antes posible.
Esta extraña petición de la
compradora, puso a Carlos en
guardia.
6. Más tarde, recibió un correo en el que el banco confirmaba lo dicho
por Laura. En él se le indicaba que una vez realizado el envío del
dinero, le transferiría a Carlos el total del ingreso, 230€ del coste de
la cámara y los 270€ solicitados.
Ahí Carlos confirmó sus sospechas: estaba siendo víctima de un
fraude. Evidentemente, no envió los 270€ adicionales y buscó
información sobre Laura Sheffry y el supuesto empleado del banco
“Yorkshire Bank”, encontrando que ambos datos habían sido
utilizados en más fraudes del mismo tipo.
Los estafadores continuaron enviándole correos para conseguir
dicho dinero, solicitando su avidez con el envío, llegando a
amenazar exigiendo el dinero de forma inmediata o sino…
7. Carlos hizo caso omiso y no contestó
ningún correo más.
Intentó recuperar su cámara,
primeramente denunciando el caso en
Correos, dónde le dijeron que el
paquete ya estaba camino a Bélgica.
Se mostraron muy colaboradores y le
comunicaron que intentarían recuperar
el paquete. Sin ninguna garantía,
Carlos quedó a la espera de noticias.
A los diez días aprox. Carlos recibió
una llamada del servicio postal en la
que le informaban que su cámara había
sido devuelta… ¡por llevar dos pilas en
su interior! Según le informaron no se
permite el envío de artefactos en avión
si tienen baterías, ¡por fin un golpe de
suerte!
9. Casi pierde dinero al
intentar vender unos
muebles
Amanda publica en un conocido portal de anuncios unos muebles que
quiere vender.
10. Un tal Jagroo John se interesa por los
artículos. Tras varios correos, las dos
partes acuerdan y fijan un precio:
1.400€. Jagroo le pide a Amanda sus
datos bancarios para hacerle una
transferencia.
El comprador, supuestamente
oceanógrafo y se encontraba en
medio del mar, le dice que es
necesario contratar una empresa de
transportes para la recogida y envío
de los muebles. Esto no sería ningún
problema si no fuera porque Jagroo le
pide a Amanda que sea ella quien
envíe 280€ a través de Western Union
a dicha empresa. Por supuesto, le
explica que el coste se lo transferiría
junto al importe total de los muebles.
En resumen, se manejaban 1.400€ de
los muebles, 280€ para gastos de
gestión con la empresa y 100€ más
que ingresaría el comprador por
iniciativa propia para cubrir las
posibles tasas. La suma de todo hacía
un total de 1.780€.
Antes de ningún trámite, Amanda le
propuso ingresar la mitad de lo
pactado al principio, y la otra mitad al
recoger los muebles por si deseaba
comprobar que todo estuviese en
orden. Pero Jagroo insistió en
comenzar la compra lo antes posible
sin tener en cuenta esta facilidad, así
que Amanda se mantuvo a la espera
de recibir los 1.780€ acordados, para
comenzar los trámites del envío de los
muebles.
11.
12. Un tal Jagroo John se interesa por los
artículos. Tras varios correos, las dos
partes acuerdan y fijan un precio:
1.400€. Jagroo le pide a Amanda sus
datos bancarios para hacerle una
transferencia.
El comprador, supuestamente
oceanógrafo y se encontraba en
medio del mar, le dice que es
necesario contratar una empresa de
transportes para la recogida y envío
de los muebles. Esto no sería ningún
problema si no fuera porque Jagroo le
pide a Amanda que sea ella quien
envíe 280€ a través de Western Union
a dicha empresa. Por supuesto, le
explica que el coste se lo transferiría
junto al importe total de los muebles.
En resumen, se manejaban 1.400€ de
los muebles, 280€ para gastos de
gestión con la empresa y 100€ más
que ingresaría el comprador por
iniciativa propia para cubrir las
posibles tasas. La suma de todo hacía
un total de 1.780€.
Antes de ningún trámite, Amanda le
propuso ingresar la mitad de lo
pactado al principio, y la otra mitad al
recoger los muebles por si deseaba
comprobar que todo estuviese en
orden. Pero Jagroo insistió en
comenzar la compra lo antes posible
sin tener en cuenta esta facilidad, así
que Amanda se mantuvo a la espera
de recibir los 1.780€ acordados, para
comenzar los trámites del envío de los
muebles.
13. Cada pocas horas, Jagroo le mandaba un email preguntándole si
había recibido la transferencia, y Amanda le respondía que no.
Hasta que en uno de los correos le indicaba que comprobara su
email ya que tendría que haber recibido una notificación del banco
informándole de que la transferencia se había realizado con éxito.
Tras revisar el buzón, Amanda vio que tenía varios correos de esto,
los cuales parecían bastante reales. Pero cuando los revisó
minuciosamente, estaban mal redactados, con erratas y faltas de
ortografía. Pero esto no es todo, porque en varios de los mensajes
se le indicaba que debía realizar el pago de los 280€ a través
Western Union para gestionar el envío de la mercancía y hasta que
no hiciese dicho envío de dinero, el banco retendrían los 1.780€
que supuestamente Jagroo había ordenado…
Tras este último movimiento, Amanda decidió cancelar la venta. Al
buscar en Internet encontró varios artículos de estafas muy
similares.
15. Email de Correos de una
carta certificada
Darío al consultar su email tenía uno cuyo asunto era: «Carta
certificada no entregada».
Este decía que habían intentado entregarle una carta certificada
pero que no había sido posible y debía descargar e imprimir la
información correspondiente al envío para poder recogerla en la
oficina de correos.Llevaba una semana
esperando un regalo que
había comprado para su
novia, por lo que no le
sorprendió excesivamente la
notificación, aunque estaba
más acostumbrado a
recibirlas vía SMS.
Al pulsar en el enlace accedió
a una página web con el
siguiente aspecto:
16. Para poder consultar el estado detallado del envío debía introducir
el código captcha mostrado y pulsar el botón «Consultar». Después
comenzó la descarga del fichero pdf carta_certificada_XXXX. Al
ejecutarlo lo sorprendió con un mensaje que decía que sus ficheros
habían sido cifrados y para recuperarlos debía pagar 299€ en
bitcoins. Sorprendido, decidió buscar en Internet y se dio cuenta
que había mucha más gente que había caído en la trampa. Uno de
los enlaces que le apareció fue el aviso que publicamos en nuestro
portal, en el que alertábamos del engaño. En él indicábamos que si
un usuario había caído en la trampa podía contactar con nosotros
para tratar de ayudarle, y es justo lo que hizo. Afortunadamente,
Darío tenía el buen hábito de hacer copias de seguridad, de no ser
así lo más probable es que hubiera perdido información muy
importante para él.