2. La madre, Margaret Keanen, es
una pintora por vocación con
un estilo especial que
representaba en sus cuadros
a las ‘ventanas del alma' en
grandes dimensiones: destaca
los ojos de personajes para
transmitir emociones de
éstos.
3.
4. El padre, Walter Keanen, un
negociador inmobiliario, cerró su
empresa y, un día, se le dio la
oportunidad de que él pasase
a ser el autor de los cuadros
de Margaret, ya que ella
siempre los firmaba con el
apellido de ambos (Keanen), y
no con su nombre.
5. Los cuadros causaron mucha fama y rebelión en su
ciudad. Walter se hizo famoso a posta del arte de su
mujer y la engañaba para que siguiera haciendo más.
6. Margaret pintaba noche y día en su taller, donde su hija,
Jane, tenía prohibida la entrada. Margaret se dio cuenta del
engaño de tantos años de su marido, pero ella siguió
vendiendo cuadros por necesidad para su familia.
7. Pero un día, Jane descubrió su
taller y Margaret se dejó
ayudar por su hija para
denunciar a Walter.
En el juicio, nadie tenía motivos
para desconfiar de Walter y
de aprobar la denuncia, pero el
juez, optó por darle a los dos
materiales de pintura y hacer
un cuadro.
8. Margaret terminó el
cuadro, como hizo con
todos los demás, y
Walter, actuó como si
necesitara muchas
horas para 'encontrar la
inspiración' y no
entregó ningún cuadro.
9. El juez no pudo acusar a nadie, pero Margaret se sintió
libre y sus amistades más cercanas le creyeron,
haciendo que se revelara la verdadera autora de 'los
ojos grandes'.