La profesora describe un día típico en su vida como docente de literatura, abriendo puertas para que sus estudiantes exploren caminos imaginativos y sensibles a través de la lectura, provocando en ellos el deseo de aventura. Ella cita a J. Saramago para enfatizar que la lectura es una herramienta para llegar a nuevos entendimientos más que un fin en sí misma.