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HOMENAJE POSTUMO AL DR. JAIME RAMIRO PAZ RUIZ
La muerte es el comienzo de una historia de amor que
viviremos eternamente con Dios y con los seres que
amamos. Muchas personas fallecen diariamente en el
mundo, pero aquellas que por sus obras trascienden y
nos reconcilian con la humanidad, son pocas.
La Asociación Panameña de Médicos Veterinarios tiene
la reconfortante, pero difícil misión de rendir homenaje
póstumo a un hombre destacado, sensible y especial,
médico veterinario de genuina vocación y rigor científico
indiscutible.
El día 13 de mayo del presente año, falleció en la
ciudad de Panamá, nuestro amigo y colega Jaime Ramiro Paz Ruiz. Su deceso se
lamentó en todo el ámbito médico local y más allá de nuestras fronteras, porque la vida y
la obra de Jaime, trascendió y atravesó nuestro círculo patrio y su partida se lamenta,
porque esperábamos más frutos de su labor intelectual y de sus características como
persona.
Recibió reconocimiento por su destacada trayectoria y ejecutorias como una de las figuras
prominentes de la Salud Pública Veterinaria en Latinoamérica.
Autor y Co-autor de varias obras, colaboró con la compilación de la Historia de la
Medicina Veterinaria en el Istmo de Panamá, Capítulo III, la Salud Pública Veterinaria.
Contaba con varias publicaciones científicas tanto en revistas médicas nacionales como
extranjeras y había participado en múltiples eventos y congresos nacionales e
internacionales en calidad de asistente, expositor y organizador.
El Dr. Paz se desempeño como Salubrista en el Ministerio de Salud por más de 40 años y
fue profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, además de ser
parte de grupo fundador de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de
Panamá.
Los miembros de la Asociación Panameña de Médicos Veterinarios, tenemos el honor de
rendirle este humilde pero sincero homenaje a quien en vida fue nuestro colega y profesor
y al amigo que en los últimos años de su vida nos demostró que podíamos confiar en él, y
en la situaciones difíciles contar con su ayuda desinteresada natural y espontánea.

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Homenaje postumo al Dr Paz

  • 1. HOMENAJE POSTUMO AL DR. JAIME RAMIRO PAZ RUIZ La muerte es el comienzo de una historia de amor que viviremos eternamente con Dios y con los seres que amamos. Muchas personas fallecen diariamente en el mundo, pero aquellas que por sus obras trascienden y nos reconcilian con la humanidad, son pocas. La Asociación Panameña de Médicos Veterinarios tiene la reconfortante, pero difícil misión de rendir homenaje póstumo a un hombre destacado, sensible y especial, médico veterinario de genuina vocación y rigor científico indiscutible. El día 13 de mayo del presente año, falleció en la ciudad de Panamá, nuestro amigo y colega Jaime Ramiro Paz Ruiz. Su deceso se lamentó en todo el ámbito médico local y más allá de nuestras fronteras, porque la vida y la obra de Jaime, trascendió y atravesó nuestro círculo patrio y su partida se lamenta, porque esperábamos más frutos de su labor intelectual y de sus características como persona. Recibió reconocimiento por su destacada trayectoria y ejecutorias como una de las figuras prominentes de la Salud Pública Veterinaria en Latinoamérica. Autor y Co-autor de varias obras, colaboró con la compilación de la Historia de la Medicina Veterinaria en el Istmo de Panamá, Capítulo III, la Salud Pública Veterinaria. Contaba con varias publicaciones científicas tanto en revistas médicas nacionales como extranjeras y había participado en múltiples eventos y congresos nacionales e internacionales en calidad de asistente, expositor y organizador. El Dr. Paz se desempeño como Salubrista en el Ministerio de Salud por más de 40 años y fue profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, además de ser parte de grupo fundador de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Panamá. Los miembros de la Asociación Panameña de Médicos Veterinarios, tenemos el honor de rendirle este humilde pero sincero homenaje a quien en vida fue nuestro colega y profesor y al amigo que en los últimos años de su vida nos demostró que podíamos confiar en él, y en la situaciones difíciles contar con su ayuda desinteresada natural y espontánea.