Los físicos Willard Boyle y George Smith recibieron el Premio Nobel de Física 2009 por desarrollar la tecnología CCD que permite convertir la luz en señales eléctricas y que se usa en cámaras, telescopios como Hubble, escáneres y sondas espaciales para transmitir imágenes desde Marte. La tecnología CCD se basa en el efecto fotoeléctrico descubierto por Einstein y premio Nobel en 1921, acumulando una carga eléctrica proporcional a la intensidad lum
Presentación guía sencilla en Microsoft Excel.pptx
CCD Tecnología clave para Hubble y cámaras
1. UN NOBEL PARA LOS PADRES DE LA LUZ Las imágenes transmitidas por el telescopio espacial Hubble sobre el Universo han sido posibles gracias a la tecnología CCD (Charged Coupled Device o dispositivo de carga acoplada)”. Esta es la aplicación más notoria que el físico Leonardo Bacile, profesor de la Politécnica Nacional, identifica del trabajo realizado por los galardonados con el Nobel de Física 2009. Bacile considera un impacto importante de la ciencia básica al desarrollar esta tecnología que hoy está integrada no solo en telescopios como el Hubble, sino también en cámaras fotográficas, escáneres y otros dispositivos. Para Willard Boyle, uno de los científicos galardonados, uno de los momentos más emocionantes fue cuando una sonda espacial transmitió a la Tierra las primeras imágenes de la superficie de Marte. “La sonda estaba sobre la superficie del ‘Planeta Rojo’ y usó una cámara como la nuestra. Esto no hubiese sido posible sin nuestro invento”. La tecnología CCD hace uso del efecto fotoeléctrico, teorizado por Albert Einstein, por el que fue galardonado con el Nobel de 1921. Esto significa que la luz se transforma en señales eléctricas En la actualidad los sensores o chips CCD son capaces de acumular una carga eléctrica en cada celda de esta matriz (pixel) en proporción a la intensidad de la luz que incide sobre ella localmente. A mayor intensidad luminosa, mayor carga acumulada. Según el diario La Jornada, en la actualidad se han colocado más de 1 000 millones de kilómetros de fibra óptica en todo el mundo, lo que equivaldría a dar 25 mil vueltas alrededor del planeta. Y cada hora se agregan algunos miles de kilómetros más.