1. Oswaldo Anduz C.I 19793355 .ESC:46
El colegio de ingenieros de Venezuela nació como un organismo puramente
científico dependiente del estado y al servicio de este como órgano de consulta,
adscrito al ministerio de guerra y marina, pues el ejerció de la ingeniería constituyo
siempre una actividad de carácter militar hasta el año 1881 en que fue adscrito al
ministerio de educación pasando así a integrarse a las organizaciones nacionales,
pasando hacer una institución desligada directamente a los servicios militares.
En 1922 fue reactivado el CIV por la iniciativa de German Jimenez ingeniero de la
era de los ferrocarriles en Venezuela, se aprueba el primer proyecto de ley de
ejercicio de la ingeniería estatuto en que se establece la facultad de colegio de
ingenieros de Venezuela para formular los aranceles y honorarios profesionales
para velar por los más altos intereses del gremio, que convierte en fiel celador de
la ética profesional. A partir de ese momento se inicia una etapa de crecimiento de
CIV y su importancia se consolida sin desmayo en resguardo del crédito
profesional y de la aplicación rigurosa de las mejoras técnicas en las obras
públicas y privadas.
El colegio de ingenieros de Venezuela tiene como fin principal, servir como
guardián del interés público y actuar como asesor del estado en asuntos de su
competencia, fomentando el progreso de la ciencia y la tecnología, vigilando el
ejercicio profesional y velando por los intereses generales de los profesionales que
agrupan en su ceno y en especial por dignidad los derechos y el mejoramiento de
sus agremiados
El CIV está regido por un código de ética lo cual es una serie de normativas y
principios fundamentales que guían el deber y la buena ejecución que deben
cumplir los profesionales, colegiados e ingenieros en el ejercicio de su profesión y
actos relacionados con la misma, tomando en cuenta los mandamientos y valores
por los que se rige este código, como se plantea un ingeniero no debe actuar ni
ceder para el soborno, el fraude y la corrupción. Estos actos que no están
apegados a la ética profesional y generan un aspecto muy negativo al ejercicio de
su profesión y hasta sus propios colegas, por estas acciones pueden tener
sanciones administrativas y penales por la violación de las leyes y reglamentos.
Todos los ingenieros tenemos la responsabilidad de cumplir con el código de
ética profesional , dar lo mejor de nosotros como profesionales y cada dia ir
creciendo como personas, facilitando modalidades organizativas necesarias para
desarrollar una opinión especializada desde el ámbito tecnológico, sobre la
posición del país ante el proceso de globalización mundial, impulsando procesos
de evaluación y de relanzamiento de la instituciones internas del CIV.