Este poema describe las bendiciones que recibirán aquellos que viven humildemente y con compasión, como los pobres, los mansos, los que lloran y los de corazón compasivo. Promete que estos individuos gozarán de los cielos, poseerán la tierra, verán saciadas su hambre y sed de justicia y hallarán compasión en Dios. Concluye que quienes siembren paz y sean perseguidos sin causa heredarán el Reino de los Cielos.