El documento argumenta que el infierno es real y eterno según la Biblia. Describe el infierno como un lugar de tormento eterno con fuego y azufre donde los impíos serán atormentados por toda la eternidad como castigo justo por sus pecados. También señala que a través de la fe en Jesucristo podemos escapar de este destino eterno en el infierno.