2. Respete las reglas de "netiqueta": los buenos
modales también se aprecian en Internet
No por anárquica, anónima y expansiva, la red
de redes carece de normas de protocolo. Todo
lo contrario. Basado en la practicidad, el
decálogo universal de los buenos modales
digitales apunta, justamente, a preservar el
espíritu de Internet, donde difundir datos de
terceros y escatimar información son rasgos de
mala educación. Y ser claro para expresarse y
tolerar los errores de tipeo, ejemplos de buena
conducta virtual. A ver...
3. Mientras que, en la mesa, las normas de
buenos modales debutaron en el siglo XV
de la mano de la realeza europea, la
"netiqueta" empezó a imperar en los
últimos años, cuando, alterados por las
mismas incivilizadas conductas de un
creciente número de navegantes, un
grupo de usuario de Internet empezó a
bocetar una especie de manual no
escrito de buenos modales para impulsar
la feliz convivencia en el ciberespacio.
4. Claro está que la "netiqueta" no llegó para
complicarnos la existencia con pretenciosas
cuestiones de estatus, sino, en todo caso, a
impulsar la practicidad, un "bien" cada vez
más necesario en la red. Así lo explicita la
regla madre del decálogo, que reza: "No
moleste al prójimo" (léase, el destinatario de
nuestros e-mails o mensajes instantáneos).
Las principales propulsoras de este curioso
fenómeno son dos mujeres. Y, si de
aventurarse al mundo de la "netiqueta"
(castellanización del neologismo inglés
"netiquette") se trata, la página inicial es
www.albion.com/netiquette/index.html.