1. Cómo preparar café con espuma, por Nora Graciela Modolo
“¡Oh, espuma del café, tan esquiva!” dejó escrito algún poeta. Como no lo recuerdo completo,
no estoy seguro de a qué se refería pero bien pudiera tratarse de la dificultad que a veces existe
para preparar por medios caseros un buen café con espuma, con esa deliciosa espuma beige que
corona una buena taza.
De todos modos, no es nada del otro mundo. Es más cuestión de maña que de fuerza aunque
también un poco de fuerza se necesita.
La forma más sencilla de preparar sin máquinas ni accesorio alguno –al más puro estilo
cavernícola- una taza de café con espuma es utilizando café instantáneo en lugar de café de
cafetera. Quizás a algunos puristas no les guste pero es así.
Así que manos a la obra. Comenzaremos como si fuéramos a prepararnos el café de todos los
días: ponemos en la taza el café, el azúcar (si endulzas con miel o edulcorante, puede ir al final)
y… agua, como siempre, pero esta vez apenas un chorrito.
Y este “barro” será el plasma primordial del cual surja nuestro delicioso café con espuma. Se
trata de batirlo enérgicamente durante varios minutos hasta que se forme una especie de crema,
luego le agregaremos más agua caliente hasta completar la taza y listo, estará listo, nuestro café
con espuma estará listo para que lo disfrutemos.