Abraham le pide a su siervo más viejo que jure encontrar una esposa para su hijo Isaac entre las mujeres de la familia de Abraham en su tierra natal, y no entre las mujeres cananeas donde vivían. El siervo acepta buscar la esposa con la ayuda del ángel de Dios.
8. Esposas y madres
►Un hombre, una mujer
Abraham era ya muy viejo, y el Señor lo había bendecido en todo. Un
día llamó al más viejo de sus siervos, el que estaba a cargo de todo lo
suyo, y le dijo: —Pon tu mano debajo de mi muslo, y júrame por el
Señor, el Dios del cielo y de la tierra, que no dejarás que mi hijo Isaac
se case con una mujer de esta tierra de Canaán, donde yo vivo, sino
que irás a mi tierra y escogerás una esposa para él entre las mujeres
de mi familia. El siervo le contestó: —Pero si la mujer no quiere venir
conmigo, ¿qué hago? ¿Debo entonces llevar a su hijo a la tierra de
donde usted salió? Abraham le dijo: —No, no lleves allá a mi hijo! El
Señor, el Dios del cielo, que me sacó de la casa de mi padre y de la
tierra de mis parientes y me prometió dar esta tierra a mis
descendientes, también enviará su ángel delante de ti para que traigas
de allá una esposa para mi hijo. Si la mujer no quiere venir contigo,
quedarás libre de este compromiso, pero- ¡de ninguna manera lleves
allá a mi hijo!
Génesis 24.1-8
9. •
Qué tiempos tan maravillosos para la maternidad! Con todos los adelantos existentes,
opciones educativas, avances médicos, productos e información, las mamás de hoy
tenemos más oportunidades que nunca. Pero, ¿hemos perdido a cambio algunas de las
ventajas del pasado?
•
Nuestras mamás y abuelas hubieran dado cualquier cosa por proteger a los niños de
enfermedades que hoy se pueden prevenir y curar, o por darse lujos cotidianos como los
pañales desechables. Pero también es cierto que no tenían que preocuparse —al menos
no tanto —por la violencia en la televisión, los riesgos medioambientales o, en muchos
casos, cómo equilibrar el trabajo fuera de casa con la vida familiar.
•
Parece que prácticamente cada beneficio de los tiempos actuales tiene algún efecto
negativo que lo contrarresta. Los teléfonos celulares nos sirven para estar conectadas,
pero a cambio tenemos mucho menos tiempo para estar con la familia y los amigos; los
microondas y la comida preparada nos permiten preparar una cena rápida, pero no pueden
compararse con esos frijoles cocinados durante horas que tan sabrosos le salían a nuestra
mamá; con el dinero que ganamos trabajando podemos pagar la clase de arte o la
guardería de nuestros niños, sin embargo no nos ayuda a comprar todo el tiempo que nos
gustaría pasar con ellos.
•
La lista de pros y contras es interminable y para conocer a fondo los retos y alegrías de ser
madre en estos tiempos, hemos preguntado al mejor equipo de expertas posibles: las más
de 4.000 mamás que participaron en nuestra encuesta.