Cada mañana trae consigo el comienzo de la vida, ya que cada gota de rocío inicia el continuo movimiento de nacer, crecer, transformarse y multiplicarse entre las plantas. La vida florece en la mañana extendiendo sus ramas hacia el cielo para reproducirse y expresarse buscando parejas para encontrarse, entregarse y manifestarse de mil formas diferentes y maravillosas, reinventando así el milagro infinito de comenzar una nueva mañana.