Este soneto de Garcilaso de la Vega expresa el deseo del poeta de ver el interior del pecho de su amada para determinar si su belleza interna coincide con su belleza externa. Sin embargo, su mirada no puede penetrar tan profundamente y queda triste en la puerta, dándose cuenta de que su esperanza está muerta y de que el amor no ha podido ir más allá de la apariencia superficial.