1. Terminaron las elecciones municipales en Chile, con DIEZ MIL SETECIENTOS candidatos a alcaldes y
concejales.
Al final, ningún conglomerado parece haber perdido, lo que hace honor al viejo dicho que remarca:
"Las elecciones no se ganan... se explican".
Según las huestes oficialistas, se mantuvo la ventaja y " en lugar de vencer 4-0, triunfamos por 3-
1, siendo el gol en contra... un autogol", en versión de su principal vocero.
Según los opositores, por primera vez desde 1990 se ganó en alcaldes, lo que es verdad.
Pero en las huestes oficiales dicen que es holgada la victoria en concejales... lo que también es
verdad.
En pactos alternativos hubo euforia por "la alta votación obtenida".
Al igual como se dice que "mientras más conozco a los hombres, más quiero a mi
perro", personalmente yo diría "mientras más escucho a los políticos, más quiero el fútbol".
En el deporte llamado Rey, termina el partido y todos saben quién venció realmente.
En cambio, en política, parece que no necesariamente cinco más cinco son diez.
En realidad "en este mundo traidor nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con
que se mira".