La televisión conectada a Internet ya está disponible tecnológicamente, pero su uso y funcionalidad aún están poco desarrollados. Mientras que algunos estudios predicen que la televisión se volverá más social a través de las redes sociales e Internet, la realidad es que solo una pequeña proporción de los usuarios están aprovechando plenamente las capacidades interactivas de la televisión conectada. A medida que mejoren los contenidos y la experiencia del usuario, es probable que la televisión conectada se integre más en la vida cotidiana de
Unidad V. Disoluciones quimica de las disoluciones
TV e Internet, nuevos modos de convivencia
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Millward Brown lo ha
explicado en sus recientes
previsiones digitales para 2012: la
tele será más social que nunca,
como consecuencia de una nueva
transformación en su forma de
consumirla derivada de la
combinación de internet y las
redes sociales. Y va más allá,
especulando sobre lo que pudiera
llegar a ser el auge de una guía
social de la
programación, la
existencia de
índices sociales
paralelos a los ya
existentes índices
de audiencia y,
simultáneamente,
un importante
auge del vídeo
online.
Esta socialización del
consumo, según el estudio
Televidente 2.0, realizado por la
consultora The Cocktail Analysis,
está aún, sin embargo, en una fase
temprana, y esta circunstancia
responde al hecho de que la
televisión conectada es en nuestro
país, según las conclusiones del
informe, “un servicio aspiracional
aunque de uso todavía puntual.
En la práctica”, señala Felipe
Romero, socio director de la
consultora, “lo que hemos
observado es que, entre aquellos
que disponen de televisión
conectada, solo un 40% ha
utilizado la funcionalidad de
conexión, y quién lo hace tiende a
hacerlo de forma muy puntual;
solo un 28% de ese 40% lo utiliza
al menos una vez a la semana”.
Otros datos del informe se
refieren a una penetración y
consumo de este dispositivo
todavía discretos, ya que solo un
26% de los hogares disponen de
él y apenas un 11% lo ha
utilizado, aunque el deseo por
adquirirlo es elevado: el 51% de
los que conocen la televisión
conectada están interesados en su
compra. La visualización de
contenidos es la actividad
principal sobre la que se construye
la internet TV, tanto para los
LA TELEVISIÓN CONECTADA, YA INCORPORADA
TECNOLÓGICAMENTE, AÚN DEBE EVOLUCIONAR
EN EL TERRENO DE LOS CONTENIDOS Y LA
INTERACTIVIDAD PARA INTEGRARSE
PLENAMENTE EN LA VIDA DEL CONSUMIDOR
Destinada a jugar un
papel central en el
consumo audiovisual y
señalada por Millward
Brown como una de las
tendencias del ámbito
digital en 2012 (Ver
ANUNCIOS, 6 de febrero), la
televisión conectada existe
en la oferta actual de los
fabricantes. Sin embargo,
su funcionalidad —sumar
a los contenidos la
experiencia de internet—
aún está sin aprovechar
más que en una pequeña
proporción. Quizá porque,
más allá de una demanda
real, la inercia digital nos
ha puesto en un horizonte
muy cercano el dispositivo
de siempre pero con un
uso absolutamente
distinto y una forma de
uso privada y
personalizada. Cuando
esto suceda, su uso
propiciará posibilidades
publicitarias y una nueva
manera de influir en la
política de contenidos de
las cadenas. En este
reportaje recogemos los
puntos de vista sobre el
asunto de varios estudios
y de dos profesionales de
la investigación de
tendencias.
El viaje conjunto de internet y televisión, su fusión en la llamada televisión conectada y el consumo multipantalla serán este año los temas
centrales del seminario de televisión de AEDEMO, que esta semana celebra en la ciudad de Cádiz una nueva edición, la vigésimo octava ya.
Los títulos de algunas ponencias apuntan claramente el camino por el que discurrirá el seminario: Los nuevos hábitos de consumo televisivo. La
TV personalizada; La paradoja de las tres pantallas; Veni, vidi, vinci: un paso hacia la nueva televisión; El mix de medios ideal: sinergia entre
televisión y vídeo online. Y también lo hace la tradicional mesa redonda del seminario, que este año se celebra bajo el título de Televisión e
internet: compañeros de viaje.
Y como complemento a esos contenidos, y a los que aborden otras cuestiones de interés a lo largo del seminario, ANUNCIOS propone en estas
páginas especiales publicadas con motivo del seminario de AEDEMO, una aproximación a un escenario, el de la televisión híbrida o televisión
conectada, que está más instalado en el futuro que en el presente, pero en un futuro que parece inmediato. Las posibilidades técnicas están
ahí, pues los fabricantes ya incorporan la tecnología a sus televisores, y el interés de la industria y las autoridades también, pues, por poner
un ejemplo, ya se ha creado un estándar europeo. Se espera que este año, con la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, el número de usuarios de
este tipo de televisión crezca de manera apreciable. En este número ofrecemos, en primer lugar, la perspectiva que sobre el asunto aportan
los investigadores de tendencias sociales y de consumo y, en segundo término, la de las cadenas, fabricantes y agencias de medios, que
también hablan del ya muy significativo fenómeno del consumo de contenidos de televisión a través de internet. Last but not least,
publicamos un artículo de Francisco Asensi, director de desarrollo de negocio y dirección de medios interactivos de RTVE y participante en la
aludida mesa redonda del seminario de AEDEMO.
Felipe Romero: “Lo que hemos
observado es que, entre aquellos que
disponen de TV conectada, solo un
40% ha utilizado la funcionalidad de
conexión, y quién lo hace tiende a
hacerlo de forma muy puntual”.
TV e internet,
Pendiente
de conexión
Mauro González (Punto de Fuga).
Felipe Romero (The Cocktail Analysis).
AEDEMO_TENDENCIAS 08/02/2012 20:36 Página 16
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[ Isabel de Marcos ]
usuarios (el 64% de los que han
utilizado este servicio ha sido con
esa finalidad) como para los no
usuarios (entre aquellos
interesados en el servicio el 48%
proyecta este tipo de uso).
YouTube (38%) y Antena 3
(16%) van a ser los servicios
relacionados con contenidos
audiovisuales más accedidos,
añade el informe. Por último, el
65% de los usuarios de redes
sociales han realizado comentarios
sobre el programa de televisión
que está viendo en un momento
determinado.
Para Romero, los conceptos
smart TV y TV conectada (que
tienden erróneamente a usarse
como sinónimos), han sido
durante un tiempo un argumento
de compra del televisor muy
destacado que ha ido perdiendo
fuerza a medida que la práctica
totalidad de la oferta ha empezado
a incluirlo. De este modo, se ha
cumplido una vez más la premisa
de que es la industria la que ha
forzado la renovación, antes de
estar en el ánimo, en las
inquietudes de los consumidores,
algo abrumados por las
circunstancias económicas y por la
velocidad de los cambios, ya que
apenas, explica Romero, han
asimilado el paso a TDT/HD.
“No existía una demanda explícita
de conectividad salvo en algunos
targets, pero en el punto de venta
el consumidor valoraba esa
funcionalidad como un elemento
de valor añadido. Aquí es
importante el matiz: no existe una
demanda consolidada de
televisión conectada, pero se trata
de un concepto que despierta
interés (la promesa de acceso a
infinitud de contenidos, con la
referencia del internet
convencional) y que, si se da la
oportunidad de ‘enganchar’ con
un momento de necesidad de
compra, tiene relevancia”.
Por otro lado, la expectativa
esencial sobre la televisión
conectada es la de una experiencia
de acceso a contenidos similar a la
que se da en internet, “infinita e
inmediata”. Esta expectativa, dada
la aún pobre oferta y las
deficiencias en la experiencia de
interacción, no se ha satisfecho, por
lo que la pauta de uso aún es
escasa. En lo relativo a las redes
sociales, de las que se esperan
funcionalidades variadas, son aún
poco utilizadas, como lo es el e-
mail, por ser de carácter individual,
lo que choca con el concepto
tradicional de televisión, dispositivo
de uso grupal en el hogar.
Televisión, objeto y soporte
La televisión
conectada llega en un
momento de cambio
(y extensión) de
paradigma. Hoy ha
llegado a un punto en
el que convive con
numerosísimos
estímulos que ya han
entrado de forma convincente en
las necesidades de ocio de los
consumidores. Así, Mauro
González, socio director del
instituto de investigación Punto
de Fuga, apunta que esta
innovación “trata de enriquecer y
‘calentar’, en contenidos y
también emocionalmente, la
pantalla reina del hogar: justo en
un momento en que la dinámica
del consumo audiovisual ha
otorgado un protagonismo cada
vez mayor a las pantallas
individuales (tabletas, portátiles
… en el consumo audiovisual).
En todo caso, hay que distinguir
entre el televisor, la televisión y la
industria televisiva. El televisor
mantiene un gran protagonismo,
indiscutible, como objeto, pero
pierde cierto peso como soporte:
no por consumirse menos, sino
porque aparecen otras pantallas
sobre las que se consume también
contenido audiovisual, pantallas
que en ocasiones además están
presentes a la vez mientras se
atiende al televisor (multitarea)”.
La televisión, entendida como
la emisión broadcast, señala el
socio de Punto de Fuga, “queda
de nuevo amenazada, igual que le
ocurre por internet en general, ya
que la televisión conectada es
potencialmente otro elemento
más que favorece un consumo
‘cuando quiero’, no cuando
emiten. Y por último, la industria
televisiva, que según sus
estrategias puede verse amenazada
o no: encuentra una nueva
ventana si se anima a incorporar
sus contenidos (como hace por
ejemplo Antena3), a la vez que ve
cómo en ‘su aparato’ histórico
aparecen nuevos ‘players’”.
El producto imaginado
Al margen de esta situación
actual que describe el socio de
Punto de Fuga, nadie duda de
que el impacto a corto plazo de la
televisión conectada será
indudable, pese a que algunos de
los actores de este proyecto
tendrán que explorar nuevos
territorios con los que no están
familiarizados. Nuevos
movimientos de ficha influirán sin
duda en la llegada del nuevo
escenario. Así lo explica Felipe
Romero al mencionar la futura
concurrencia de “las estrategias de
los fabricantes (que les llevan a
tratar de establecer una relación
directa con el consumidor, basada
en servicios, amenazando a los
restantes players) les exigen
adentrarse en terrenos que no les
resultan cercanos en primera
instancia. Impactarán también las
iniciativas de las plataformas de
pago (que pueden verse
amenazadas/’puenteadas’) y, de
manera secundaria, también las de
los ‘players’ de ‘vídeo on demand’
con origen en internet, que
tratarán de encontrar su hueco en
el televisor acordando con los
fabricantes sin pasar por los
actores convencionales”.
Pero para llegar a ese punto
habrá que recorrer un camino aún
poco estudiado. En opinión de
Mauro González, “el tema de la
televisión conectada a internet,
con todas las posibilidades que
nos brinda, es algo que lleva
bastante tiempo imaginado por
los consumidores. El que pueda
desarrollarse en estos momentos,
no es sino un tema de evolución
tecnológica, es decir, los
fabricantes han incorporado esta
posibilidad a los televisores. Desde
mi punto de vista esto no es tanto
una tendencia (algo nuevo,
emergente, que va a suponer un
salto cualitativo en la vida de los
consumidores ), sino una
yuxtaposición, una combinación
o matriz de diferentes funciones”.
La iniciativa, por tanto, está
según la visión de este consultor en
los pasos dados por los fabricantes
y los propietarios de los
contenidos, no tanto del
consumidor, que se ha instalado en
una cierta desidia. “De tanto
pensarlo”, explica González,
“porque llevamos unos años
pensando en esta posibilidad, ya
está un tanto cansado y a la
velocidad que van los
acontecimientos, se diría que el
producto ya nace desgastado.
Claro que la pantalla plana de la
televisión y la cierta novedad hacen
del producto algo atractivo, y por
ser técnológico, mucho más”.
Lo que va a venir
No cabe duda de que, pese a
que en la situación actual no todas
las piezas están encajadas en el
nuevo puzzle de las costumbres
audiovisuales, éstas y el propio
significado de la televisión van a
cambiar. Frente a los que piensan
que la televisión va a ser social, la
opinión de algunos
investigadores, entre los que se
encuentra Mauro González, es
que va a ser “tremendamente
individual. Que un solo
dispositivo (la pantalla de la
televisión) pueda aglutinar los
propios contenidos de la
televisión, más todas las
posibilidades que ofrece internet
(vídeos bajo demanda, conexión a
redes sociales, conexión a tus
documentos del PC, etcétera) van
a hacer que el producto final sea
tremendamente personalizado,
individualizado, parcelado… con,
cada vez, menos posibilidades de
compartirlo. La televisión como
tal, va a dejar de existir. El
producto final, será un híbrido,
un mecano compuesto por el
consumidor, e irreconocible con
los parámetros actuales. Vamos
hacia una forma de
ocio/comunicación, privada,
individual, personalizada… donde
cada persona tiene que tener un
televisor conectado a internet.
¿Cambiarán las relaciones
familiares, la comunicación en el
hogar? No más de lo que lo han
hecho a raíz del desarrollo de los
ordenadores o los móviles”.
González cree que no será una
ventana más: la
televisión con internet
será “un híbrido, el
centro cerebro del
hogar”, que irá
incorporando
diferentes dispositivos
de “ocio, control,
comunicación,
evaluación,
información, publicidad y
propaganda personalizada…”.
El paso siguiente, la
integración de los medios sociales
en este nuevo producto, va a
cambiar de forma importante la
relación, la interactividad con las
cadenas, los programas y la
publicidad, señala. “Los
contenidos se van a ver
expandidos o penalizados en
tiempo real, gracias a la influencia
de las redes sociales. Los
suministradores de contenidos van
a tener información de la
aceptación, de las sugerencias, del
posible desarrollo futuro de esos
contenidos, teniendo que ser
altamente flexibles y con una
capacidad de cambio tremenda.
Más allá de todas estas
consideraciones, el producto
próximo a desarrollarse, no viene
sino a confirmar el triunfo de la
tecnología sobre el individuo, (¿no
se trata de puro desarrollo en sí
mismo, sin una finalidad, sin una
intencionalidad ética o una mirada
a la persona?), de la fascinación
por lo nuevo sea en el terreno que
sea, incluso a costa de lo que
produce actualmente satisfacción;
de la incapacidad del ser humano
para disfrutar de sus logros,
porque la competitividad nos lo
impide. Es el síntoma de lo
efímero, de la pura transformación
por la transformación; pura
yuxtaposición, juego de mecano,
sin que represente ningún salto
cualitativo”.
Frente a los que piensan que la
televisión va a ser social, la
opinión de algunos investigadores
es que va a ser “tremendamente
individual”.
Mauro González: “La televisión
conectada es potencialmente otro
elemento más que favorece un
consumo ‘cuando quiero’, no
cuando emiten”.
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