1. INTERNET Y TELEVISIÓN
VICTORIA BAZAINE GALLEGOS
¿Qué tendrían en común Internet y la televisión? Tal vez muy poco visto desde
el punto de vista tecnológico, pero en otro sentido es preciso advertir que la gran
coincidencia en ambos se debe a la enorme fuerza social movilizadora guardada en su
seno. Tanto uno como otro, en distintos terrenos y periodos, han demostrado tener
injerencia en las aspiraciones sociales, han seducido a la población y creado para ella
expectativas, patrones de conducta, elementos externos que finalmente terminan por
acomodarse en la realidad y, más aún, forman parte importante del mundo de
experiencias.
La televisión, sin embargo, no puede dejar de ser un fenómeno social único al
que vale la pena dedicar un espacio por:
 Sus alcances – En términos de penetración y cobertura mundial no tiene
comparación.
 El uso al cual se ha destinado desde sus comienzos—La Tv es un
instrumento creado por el proceso de urbanización y por las necesidades
modernas del mercado, aceptada frecuentemente como ―llave de escape‖
a las insatisfacciones producto de la vida en sociedad; funciona también
como poderoso distractor y/o evasor, calmante, instrumento de placer
emocional que vendría a aligerar la carga de una existencia pesada.
 Por el modelo de operación que históricamente ha adoptado—De la
necesidad de llegar a amplios públicos, es de donde obtiene la empresa
televisora su fuente principal de ganancias. Para que los anunciantes
lleven a cabo la colocación de su publicidad, debe pasar por los estudios
de mercado pertinentes, el diseño de la misma y producción de las
agencias publicitarias, así como la planeación adecuada en cuanto al
número de anuncios, barra de inserción y horarios televisivos adecuados;
elementos que determinan a su vez el presupuesto necesario para
completar la operación.
Hay elementos complementarios que intervienen en la atracción social por la
televisión, un ejemplo es la unidireccionalidad del mensaje y que, a pesar de todos los
avances por revertir esta condición en el presente, sigue siendo favorable para una

2. mayor aceptación de los usuarios. Pensemos en que si efectivamente la distracción y
relajamiento siguen siendo motivos predominantes para encender un aparato, Internet
(en comparación con la Tv) exige un esfuerzo que va desde el mismo proceso de
encender la máquina, pasando por fijar la vista en un monitor, introducir información a
través del teclado o mouse y lidiar con una gran cantidad de información que habrá de
ser procesada aunque el objetivo principal de la navegación por el ciberespacio sea el
ocio.
La producción de contenidos televisivos tiene una mecánica interesante donde
escoge meticulosamente qué cosa saldrá a cuadro y qué no, esto es, se considera de
antemano cuáles serán los objetos principales aunado a la planeación del ambiente
(escenografía-iluminación, musicalización, efectos, etc) que reunidos, necesariamente
provocarán cierto estado anímico en la población teleespectadora.
El uso del espacio íntimo familiar es otro de los recursos que están presentes en
la efectividad de la televisión, la percepción de sus mensajes y su penetración
psicológica. Otra vez, confrontándola con la Red resultaría que ésta última ha
promovido más el aislamiento, mientras que uno de los ―ganchos‖ fuertes de la Tv es
justo crear espacios compartidos, de integración con la familia; ambiente de confianza,
de pertenencia, nada más placentero que estar en el núcleo familiar, el hogar, la unidad.
Saltando directamente al tema que nos ocupa: Internet en televisión o televisión
por Internet cabe mencionar que la TV interactiva tiene ya algunos pasos importantes
como posible rival de Internet. Sigue siendo evidente que ambos espacios (Internet y el
televisivo) se han encargado de crear un modus operandi que difícilmente les haría
buenos competidores. Las actividades, públicos, información, estructura de cada uno es
tan propia que todavía no hay elementos suficientes para pensar en una eventual fusión
o guerra campal: podrán si acaso compartir algunos terrenos y técnica, pero son dos
personajes que funcionan perfectamente en su mundo y con sus reglas. Incluso, su
origen mismo o el rol social que actualmente desempeñan son absolutamente disímiles.
Uno de los grandes aciertos de la TV es la generación de públicos cautivos
(telenovelas, programas de concurso, coberturas de eventos deportivos) y, por ende
publicidad segura y creciente en razón de la calidad y/o eficacia de penetración que
tengan los contenidos de sus realizaciones. Internet en ese sentido sigue teniendo
desventaja: la plataforma en la que opera y las limitantes tecnológicas para incluir video
y sonido en la mayor parte de los sitios son factores determinantes, aunque viéndolo

3. desde otra perspectiva, no tendría que ser propiamente una desventaja si consideramos
que ambos medios sirven a propósitos muy distintos y definidos.
La interactividad (principal fortaleza de la Red) es el ―hueco‖ no cubierto por la
Tv: ésta sigue siendo un vehículo eminentemente unilateral. Sus opciones de
―interactividad‖ aún se apoyan en herramientas extra y requieren de una serie de
dispositivos (decodificador, controles) que hacen más costoso y complejo lograrla. Por
si esto fuera poco, no perdamos de vista la importancia de la gratuidad en la oferta que
lanza Internet: nos acostumbraron a recibir mucho a cambio de nada o muy poco, para
la Televisión interactiva se plantea el problema ineludible de los altos costos que deba
enfrentar para hacer una oferta medianamente atractiva de servicios y contenidos.
En resumen no se ve a corto plazo la cristalización de una meta tan ambiciosa y
poco clara como una fusión, existen en cambio pistas de que la convergencia puede
resultar más benéfica y factible. El caso de las más recientes Smart TV´s puede ser
revelador en el corto plazo.