El movimiento Slow se originó en 1989 cuando un sociólogo italiano presentó la idea de comer de forma lenta y disfrutar de la comida sin prisa. Estas ideas pronto se extendieron a otros ámbitos para promover un estilo de vida más relajado y sostenible en áreas como el trabajo y la educación. El movimiento Slow Work surgió para defender formas de trabajar más productivas pero menos estresantes, eliminando tensiones y considerando el bienestar de los trabajadores. Propone crear un entorno inspirador y cuidado, tomarse descansos, ofrec
2. En 1989 el sociólogo y crítico gastronómico italiano Carlo Petrini,
presentó en París el movimiento Slowfood, una declaración de
intenciones contra el Fastfood que empezaba a imponerse en el
viejo continente.
Petrini abogaba por volver a disfrutar de una buena comida, sin
prisas, poder volver a disfrutar de la conversación sobre la mesa,
degustando productos de calidad. Como muchos sabrán, las ideas
de Petrini se cristalizaron en una red de restaurantes y locales,
reconocibles por el caracol que cuelga de su puerta (Convivium),
que hasta el día de hoy siguen impulsando esa cocina lenta.
Las ideas slow pronto saltaron a otros ámbitos que poco tenían que ver con la comida. En su libro “Elogio de la lentitud” de
Carl Honoré, se sientan las bases del movimiento slow, que se trasladan a casi todos los ámbitos de nuestra vida: la
educación, el ocio, nuestras relaciones personales y el trabajo. Porque como nos dice el propio Carl Honoré:
3. ¿Por qué tenemos siempre tanta
prisa? ¿Cómo se cura esa auténtica
enfermedad que es nuestra actitud ante el
tiempo? ¿Es posible, e incluso deseable,
hacer las cosas con más lentitud?
Vivimos en la era de la velocidad. El
mundo que nos rodea se mueve con más
rapidez de lo que jamás lo había hecho.
Nos esforzamos por ser más eficientes, por
hacer más cosas por minuto, por hora,
cada día. Desde que la revolución
industrial hizo avanzar al mundo, el culto
a la velocidad nos ha empujado hasta el
punto de ruptura.
4. Slow Work
Es al aplicar estos principios de Petrini en el mundo laboral, cuando nace lo que se conoce como slow work, una forma de
trabajar que defiende poder seguir siendo productivo trabajando de una forma mucho más relajada, eliminando el estrés,
las tensiones que se producen dentro de la empresa o el negocio, considerando que el beneficio económico no es
incompatible con el bienestar de los trabajadores y de los propios empresarios. En definitiva, que es posible y
deseable llegar a una situación de trabajo sostenible.
¿En qué se traduce esto de forma práctica?
5. En el Slow Work Manifesto que se hace público en 2010 y que parte de la siguiente declaración de intenciones:
El trabajo sostenible supone satisfacer
las necesidades materiales y creativas
sin comprometer el equilibrio
psicofísico (individual y colectivo)
indispensable para que las
generaciones presentes y futuras no
hereden un estado neurótico y
autodestructivo.
6. Y sobre el terreno práctico del día a día proponen:
1.El entorno tanto humano como ambiental, es fuente de inspiración. Cuídalo.
2.El mundo no sólo está hecho de clientes y consumidores.
3.Se necesitan 15 minutos al día de absoluto silencio. Tanto fuera como dentro de uno mismo.
4.Existe un lugar en el que se puede ofrecer lo mejor de uno mismo y donde las diferencias son oportunidades.
5.Dar o recibir ayuda de un compañero tal vez resulte más gratificante que sentirte amenazado por él.
6.“Saber venderse” no significa siempre que uno pueda volver a comprarse.
7.Crecer no quiere decir engordar.
8.Las competencias pueden convertir a un hombre en un óptimo trabajador, pero no bastan para convertir a un
óptimo trabajador en un Hombre.
9.Dar las gracias. Gracias.
10.Respira.
11.Solo necesitas dinero para comprar tu tiempo. No gastes demasiado tiempo en ganar dinero.
Fuente: Muypymes.com, Rodolfo de Juana, (19-12-2013)