Jardín Botánico - El Único Bosque que le queda a Maracaibo
El cabimo, un simbolo zuliano
1. El Cabimo, un Símbolo Zuliano
Si algo identifica a la Costa Oriental del
Lago de Maracaibo, en el Estado Zulia, son
sus recursos naturales. No debemos olvidar
que esta es la subregión más rica en
petróleo de toda la América. Pero también
se debe recordar la resaltante naturaleza
que la rodea: Selvas, Manglares, Ciénagas
y más. Para muestra un botón, la ciudad
más importante de la zona, Cabimas, le
debe su nombre a una maravillosa planta
llamada Cabimo, que dicen que lo cura
todo; hasta la rabia.
En el siglo XVII, en época de la conquista española, los religiosos misioneros se maravillaban
ante el imponente árbol de Cabimo. Tanto así que comenzaron a llamar a la zona “Las
Cabimas”, y además fueron descubriendo lo curativo que era el aceite que sacaban del
Copaifera Officianilis, como es conocido científicamente.
Se sabe que el Aceite de Cabima se emplea para un sin fin de usos: Laxante, desinfectante,
cicatrizante, diurético, tratamiento de amigdalitis, asma, bronquitis crónica, cáncer, dolor de
oído, hemorroides, herpes, leucorrea, micosis dérmica, reumatismo, tétano y más.
Aunque se sabía que había más Cabimos que habitantes, con el paso del tiempo fue
revirtiendo esa relación. Un poco más de dos siglos y medios después, en Cabimas se
encontraban apenas 14 árboles, esto según la Fundación Agua y Vida.
Preocupados por la situación, los miembros de esta organización comenzaron a repoblar las
plazas y parques de Cabimas con el árbol que los identifica. Ya han llegado a contabilizar 74
árboles en la actualidad y piensan lograr mucho más.
Pero todo había cambiado, la deforestación y el aumento de la urbanización de la zona,
aunado con la constante extracción de petróleo, fue mermando la fertilidad del suelo. Si
antes podías encontrar un Cabimo de treinta metros de alto, hoy tienes suerte de encontrarte
con uno de estos árboles de diez años de edad, no superar el metro y medio de altura.
Un árbol que le dio nombre a una pujante ciudad, una planta medicinal que cura de todo,
hasta el odio, parte de del legado natural en una zona arrasada por la vorágine petrolera. En
definitiva un símbolo más del Zulia, que irónicamente gran parte de los más de 250.000
cabimenses, no lo conocen, ni le dan importancia al mismo.
Rafael Peñaloza | Azul Ambientalistas