2. La comunicación entre la cantidad de núcleos o unidades de procesamiento de un
chip representa el mayor problema de la informática actual. Ya estamos
familiarizados con los procesadores de 2 a 8 núcleos pero, ¿es posible aumentar
este número?
La complejidad reside en que añadir un mayor número de núcleos para conseguir
mayor rendimiento es bastante complicado. Los núcleos están conectados a través
de un bus, un cable que, precisamente, limita las posibilidades en cuanto al número
de núcleos conectados.
Ahora, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha
logrado crear el primer procesador experimental de 36 núcleos. La forma de
conseguirlo se ha basado en conectar los núcleos individuales del chip como si de
pequeñas redes de internet se tratara, esto es, inspirado en la arquitectura de
internet. Así, en vez de conectar uno a uno los núcleos del procesador, éstos están
interconectados entre sí formando una gran red dentro del chip. Gracias a este
sistema, los datos circulan entre los núcleos de forma organizada, sin corromperse
por el camino.
La profesora de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación del MIT, Li-
Shiuan Peh, ha explicado que los chips masivos del futuro, de 10, 36 o hasta 100
núcleos, tendrán que parecerse a pequeñas redes de internet, donde cada núcleo