1. CUEVA DE ALTAMIRA
La Cueva de Altamira, descubierta por Marcelino Sanz de Sautuola en 1879, está
ubicada en el recinto del Museo de Altamira en una de las colinas que rodean
Santillana del Mar, en Cantabria.
Su descubrimiento fue polémico porque los arqueólogos no creían de los hombres
prehistóricos fueran capaces de hacer unas pinturas tan perfectas.
La cueva está formada por varias zonas:
Vestíbulo: Antes de que se derrumbase la entrada a la cueva estaba iluminado por la luz
natural, aquí hay un importante yacimiento que descubre que fue un lugar habitado en la
última parte del Paleolítico, los restos de este yacimiento ayudaron a poner fecha y como
vivían en esa época.
Sala Principal: La estancia principal, llamada sala de policromos, ha sido considerada
como la “Capilla Sixtina del arte cuaternario”. En su techo se representan casi un
centenar de animales y signos, destacando los 21 bisontes en distintas actitudes,
acompañados de otros animales como ciervos, caballos, cabras, bóvidos, además de
signos, manos y figuras humanas, a veces superpuestos, efectuados con técnicas diversas,
como grabado, silueteado, pintado, raspado y efectos de sombreado, que dan como
resultado una composición de gran movimiento y belleza, única en el arte paleolítico. Su
realización es de hace 14.000 años.
Bisonte encogido que vuelve la cabeza.
Figura de ciervo.
Silueteado de manos.
Otras Salas: En las otras salas y corredores también hay manifestaciones artísticas de
menos importantes, aquí no llega la luz del sol por lo que se hicieron con iluminación
artificial, y no se han encontrado restos de habitar allí.
La cueva de Altamira ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
(Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Actualmente, desde Septiembre de 2002, la Cueva de Altamira está cerrada al público por
razones de investigación. Y de momento no se admiten solicitudes de visita.
ESTELA PASCUAL RUANO – 5º E. P.