Este cuento clásico está contado al revés. Narra la historia de Caperucito Rojo, un niño que vive en el bosque y es amigo de los animales. Un día, su padre le pide que lleve una cesta con comida a su abuelo enfermo. En el bosque, el lobo trata de engañar a Caperucito para comérselo a él y a su abuelo. Sin embargo, una cazadora oye los gritos y salva a Caperucito y a su abuelo del lobo feroz.
2. Narrador: En una casita cercana a un frondoso bosque, vivía un precioso niño. Lo
llamaban Caperucito Rojo por el color de la caperuza que llevaba siempre puesta. Se
pasaba las horas rodeado de sus mejores amigos, los animalitos del bosque.
El conejito curioso se divertía mucho escuchando a Caperucito. Y luego le contaba a su
mamá la cosas de las que hablaba con el niño. Doña Coneja se reía mucho con las
historias de Caperucito.
Pero la mamá de Caperucito le reñía, pues descuidaba sus deberes. Entonces
Caperucito lloraba arrepentido y prometía enmendarse.
Un día, el padre de Caperucito decidió hacerle un encargo. Lo llamó y le dijo:
PAPÁ:-He preparado una cesta para que se la lleves a la abuelita, que está enferma.
Dentro he metido una torta, un rico pastel y una jarrita de miel. ¿Te gustaría
llevársela tú?
CAPERUCITO:-¡Claro que sí!
PAPÁ:-Ten mucho cuidado al pasar por el bosque (Le advirtió su madre) Y no te
distraigas con tus amigos, los animalitos, que se te hará de noche.
CAPERUCITO:-No, mamá. Te prometo que iré directamente a casa del abuelito.
Narrador: Cantando feliz y dispuesto a obedecer a su madre, se adentró en el bosque.
El búho, que la vio, fue a avisar al lobo feroz de la presencia del niño. El lobo se puso
muy pero que muy contento al conocer la noticia. El lobo salió corriendo por el bosque
en busca de Caperucito.
LOBO: -Por ahí viene. Voy a tratar de que no se asuste, no me conviene que huya.
-Buenos días, Caperucito. Me alegro mucho de verte por aquí.
Narrador: Caperucito se sobresaltó al ver al lobo. `` Que siniestro animal´´, pensó. Pero
al ver que el lobo le hablaba con dulzura, cambió de actitud.
3. LOBO:- Quisiera ser amigo tuyo. Yo soy bueno, como los demás animalitos del
bosque. ¿Dónde vas tan solito?
CAPERUCITO:-Voy a casa de mi abuelito a llevarle esta cesta.
LOBO:-¿Y dónde vive tu abuelito?
CAPERUCITO:-En la casita del otro lado del río.
LOBO:-¡Vamos a ver quién llega primero! Así nos divertimos-Propuso el lobo.
Narrador: Creyendo que se trataba de un juego, Caperucito aceptó y echó a correr. Al
verlo desaparecer por el camino, el lobo feroz tomó un atajo. El lobo llegó en seguida a
casa del abuelito. Una vez que hubo recuperado el aliento, llamó decidido a la puerta.
ABUELITO:-¿Quién es?
LOBO:-Soy una cazadora que se ha perdido.
Narrador: El abuelito abrió la puerta y al ver al lobo lanzo un grito de terror. Se
desmayó y el lobo lo cogió y lo metió en el armario. Después se puso su ropa y se metió
en la cama.
Caperucito entró y al mirar para la cama notó algo raro en el abuelito.
CAPERUCITO:-¡Qué orejas tan grandes tienes, abuelito!
LOBO:-Son para oírte mejor…
CAPERUCITO:-¡Y qué narices más largar!
LOBO:-Son para olerte mejor…
CAPERUCITO:-¡Qué dientes más largos tienes!
LOBO:-Son para…¡¡COMERTE MEJOR!!
Narrador: Justo en ese momento paso por allí una cazadora que oyó gritos entro, y en
seguida le empezó a dar golpes con la escopeta hasta dejarle cao. Caperucito oyó los
gritos de su abuelo y lo sacó del armario. El lobo huyó y el papá de Caperucito lloró de
miedo y de alegría al conocer la aventura.
Andrea Rúa Costoya