El documental explora el fenómeno de la obsolescencia programada, donde los productos son diseñados para tener una vida útil limitada y forzar al consumidor a reemplazarlos con frecuencia. Se examinan casos como la bombilla de 110 años de una compañía estadounidense y cómo la estrategia de las empresas de renovar sus productos con frecuencia impulsa un modelo económico basado en el consumo constante pero no sostenible ambiental ni económicamente a largo plazo.