El documento habla sobre los derechos de los aborígenes en Argentina. Reconoce que los derechos de los aborígenes se establecieron en 1980 y que la constitución nacional hace referencia a su seguridad, trato pacífico y conversión al catolicismo. También menciona que los derechos inherentes a la dignidad humana, como el libre desarrollo de la personalidad, son fundamentales y están protegidos por las constituciones modernas.