La evolución de la informática comenzó con las primeras máquinas de cálculo como el ábaco. Más tarde, inventos como el reloj calculante de Schickard en 1623, la máquina aritmética de Pascal en 1642 y la regla de cálculo de Patridge en 1650 permitieron sumar, restar, multiplicar y dividir de forma mecánica. La máquina aritmética de Morland en 1666 fue otro dispositivo pionero capaz de realizar sumas y restas.