Si la Tierra dejara de girar, tendría consecuencias catastróficas para la vida en el planeta. La Tierra necesita girar para mantener las condiciones adecuadas para la vida, como una temperatura estable. Si dejara de girar, un lado de la Tierra estaría siempre de día y el otro de noche, lo que causaría cambios extremos de temperatura y clima. Además, los océanos y la atmósfera se congelarían o evaporarían, haciendo inhabitable la Tierra.