Vacaciones útiles. 2 sec.

sayda melendez
sayda melendezdocente en IEP CRAMEX

comprensión lectora.

PLAN LECTOR 2 SEC. - P1
PLAN LECTOR – 2SEC. - VACACIONES ÚTILES 2018
Semana 01:COMPRENSIÓN LECTORA.
El corazón delator
¡Es verdad! He sidonervioso;muy nervioso,tremendamente nervioso.
Y lo soy aún.Con la enfermedad mis sentidos se agudizaron, no se
destruyeron ni embotaron. Ypor encimade todos estaba la agudeza
de mi oído. Oíatodocuanto hay queoír en el cieloy en la tierra. Y oía
muchas cosas en el infierno. Entonces... ¿cómo puedo estar loco?
Escuchen y vean con qué cordura, con qué calma les puedo contar
toda la historia.
No me es posible decir cómo me vinola idea a la cabeza por
primera vez. Pero sí queuna vez concebida me obsesionódía y noche.
No había ningún motivo.No teníaninguna pasión. Yo quería al viejo.
Nunca habíasido injustoconmigo.Jamás me había insultado. Yo no
deseaba su oro. ¡Creo que fue su ojo! Sí, eso fue. Tenía un ojo de
buitre,un ojoazul pálidorecubiertocon unatelilla.Cada vez que este
ojo caía sobre mí se me helaba la sangre. Y así, paso a paso, muy
gradualmente, me decidí a matar al viejo y librarme de este modo,
para siempre, de aquel ojo.
Y aquí estálo más importante. Ustedes suponen que estoy
loco pero loslocos no saben nada.En cambio...¡tendrían que haberme
visto! ¡Deberían haber visto qué atinadamente actué! ¡Con qué
precaución,con qué previsión, con qué disimulo fui realizando mi
trabajo!
Nunca estuve tan amablecon el viejocomo durante toda la
semana anterior a matarlo. Cada noche, hacia las doce, giraba el
picaporte desu puerta y la abría,¡con toda suavidad! Hasta tener una
abertura suficiente paraquecupiera mi cabeza y entonces, introducía
una linternasorda,cerrada, totalmentecerrada, paraquenose filtrara
ni un rayo de luz; despuésmetía mi cabeza.¡Oh! os hubierais reído de
ver con cuánta astucia lo hacía. La movía despacio... muy, muy
despacio... para noperturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora
introducir todala cabeza por la aberturahastapoderverlo tumbado en
su cama. ¡Eh? ¿Habría sidoun locotan prudente? Ycuandoya la tenía
toda dentrodelcuartoibaabriendo lalinternacon mucha cautela, ¡oh,
sí! muy, muy cautelosamente, porque lasbisagras chirriaban,hasta que
un tenue rayode luz caía sobre el ojode buitre. Esto lo hice durante
siete largas noches, cada noche a las doce en punto, pero siempre
encontré el ojocerrado y me fue imposiblerealizar mi trabajo,porque
no era el viejo el que me exasperaba, sino su Mal de Ojo. Y después
cada mañana,al romperel día,entrabadecididoen su habitación y le
hablabaanimosamente,llamándole cariñosamente por su nombre y
preguntándole cómo había pasado la noche. Como pueden ver
ustedes,tendría quehaber sido un viejo muy sagaz para sospechar
que cada noche, exactamente a las doce, yo le observaba mientras
dormía.
En la octava noche abrí la puertacon más cautelaque nunca.
El minuterode un relojse mueve más deprisade lo que yo me movía.
Nunca, hasta aquella nochehabíasentidoel alcance de mis facultades,
de mi sagacidad.Apenas podía contener mi sentimiento de triunfo.
¡Pensar queestaba allí abriendola puerta pocoa pocoy él ni siquiera
soñabacon mis actos y pensamientos secretos! Ante esta idea sonreí
entre dientes y, quizás,él me oyó, porque de pronto se movió en la
cama como si se sobresaltara.Ustedes pensaran que me volví atrás,
pero no.Su cuartoestaba tan negrocomo la boca de un lobo (ya que
los postigos tenían pasado el cerrojo por miedo a los ladrones y yo
sabía que él nopodíaver la abertura de la puerta, así que continué
empujándola constantemente, constantemente.
Tenía ya la cabeza dentro y estaba a punto de abrir la
linterna cuandomi dedo resbalósobre el cierrede hojalatay el viejo se
incorporó en la cama gritando: ¿Quién está ahí?
Me mantuve completamente quieto y sin decir palabra.
Durante todala hora nomoví un músculoy en todoeste tiempo no le
oí volver a acostarse. Permanecía sentado en la cama escuchando;
como yo había hechonochetrasnochesintiendo en la pared el tic-tic
de la carcoma que presagia la muerte.
Al poco rato oí un débil gemidoy conocíque era el gemido
de un terrormortal. No era un gemido de dolor o de aflicción, ¡oh,
no!, era el sonido grave y ahogado que brota del fondo del alma
abrumada por el terror. Yo lo conocía muy bien. Muchas noches,
exactamente a medianoche,cuandoel mundoentero dormía,salió del
fondode mi alma redoblandocon su espantoso eco los terrores que
me trastornaban.Sí, loconocía bien.Sabía loquesentíael viejo y tuve
pena de él, aunque para mis adentrosme reía.Supe que había estado
despiertodesde el primer ruidoligero, cuando se revolvió en la cama.
Estuvo tratando de imaginar que no tenía importancia, pero no lo
consiguió. Se diría:“Es sóloel vientoen la chimenea; no es más que un
ratón que cruza por el suelo”,o “tan sóloun grilloque chirriósólouna
vez”. Sí, trataría de reconfortarsecon estas suposiciones.Pero todofue
en vano. Todo en vano; porque la Muerte, acercándose a él
furtivamente, extendió su negro manto y lo envolvió. Y la lúgubre
influencia de esta imperceptible sombra fue la que le hizo sentir,
porqueni vio nioyó,la presencia demi cabezadentrode la habitación.
Cuando hube esperadoun largorato, pacientemente, sin oír
que se acostara de nuevo, decidí abrir una rendija pequeña, muy
pequeña, en la linterna. Y la abrí, ¡no se imaginan ustedes con qué
cautela! ¡cuán cautelosamente!, hasta que al fin un débil rayo de luz,
como el hilo de unaaraña, salióde la ranura y dio de llenoen el ojode
buitre.
Estaba abierto, desorbitadamente abierto, y mientras lo
miraba fijamenteme iba enfureciendo. Lo veíacon todaclaridad: todo
de un pálido azul con el odioso velo sobre él, que helaba hasta el
tuétano demis huesos. Peronoveía nada más de la cara o el cuerpo
del viejo, porque instintivamente había dirigidoel rayo deluz sobre el
punto maldito.
Y ahora bien, ¿no les había dicho yo que lo que toman
equivocadamente por locura es sólo una hipersensibilidad de los
sentidos? Puesbien,en aquel momento, como les digo, llegó a mis
oídos un sonidorápido, monótono, y ahogado como el de un reloj
envueltoen algodones.También conocía yo aquel sonido. Era el latir
del corazón delviejo que aumentó mi furor como el redoble de un
tambor estimula el coraje del soldado.
Aún entoncesme contuve y permanecí callado. Apenas si
respiraba y sosteníala linterna inmóvil. Traté de mantener el rayo de
luz sobre el ojo todo lo fijo que pude. Y mientras tanto el infernal
palpitar delcorazón aumentó.A cada instanteera más y más rápido y
más y más fuerte.¡El terror delviejodebíaser inmenso! ¡Y momento a
momento, repito, el ruido aumentaba! ¿Me van comprendiendo
ustedes? Les dije que era nervioso y lo soy. Y entonces, a tan altas
horas de la noche, en mediodel angustioso silencio de aquella vieja
casa, un sonido tan extraño como aquél me agitó con un terror
incontrolable. Pude aún contenerme durante unos minutos y
permanecer inmóvil. ¡Peroel latidoresonabamás y más! Pensé que el
2
corazón tendría queestallar.Yuna nueva ansiedad se apoderóde mí...
¡Algún vecinopodría oírlo! ¡La hora del viejo había llegado! Con un
fuerte alaridoabrí de par en par la linternay de un brinco entré en la
habitación.Él dioun sologrito...sólouno.En un instantelo arrastré al
suelo y volqué el pesadocatresobre él.Entoncessonreí alegrementeal
ver mi hazañaconcluida. Perodurante algunos minutos el corazón
continuólatiendocon un sonidoapagado. Sin embargo, esto no me
preocupabaya, porquenopodría oírsea través dela pared.Al fin cesó
de latir. El viejohabía muerto.Quité el catre y examiné el cadáver. Sí,
estaba muerto, completamente muerto. Puse mi mano sobre mi
corazón y la mantuveallí largo rato. No había ningún latido. Estaba
totalmente muerto. Su ojo no volvería a molestarme.
Si todavía piensan que estoy loco dejarán de pensarlo
cuandoles describa lasjuiciosas precaucionesquetomé para esconder
el cadáver. La noche ibapasandoy yo trabajaba apresuradamentepero
sin ruido.Primerolo descuarticé. Le corté la cabeza, los brazos y las
piernas.
Quité después tres tablas delentarimadode la habitación y
lo depositétodoallí.Luego, volvía colocar lastablas tan hábilmente,
tan astutamente,que ningún ojohumano,incluso el suyo, podría haber
encontradoallíalgo anormal. No habíanada quelavar,ninguna clase
de mancha,ninguna gotade sangre. Fui demasiado cauto para ello.
Todo lo recogí en un cubo... ¡ja, ja!
Al terminar mi trabajoeran lascuatrode la madrugada, tan
oscuro aún como a medianoche.Cuando la campanadel relojdaba las
horas,llamaron a la puerta de la calle. Bajé a abrir tranquilamente,
porque¿qué tenía yo ya que temer? Entraron tres señores que muy
cortésmente se presentaron como agentes de la policía. Un vecino
había oídoun gritodurante la noche que despertósospechasde algún
delito;éstas fueron comunicadas a la oficina de policía y ellos, los
agentes, habían sido encargados de registrar el lugar.
Sonreí porque...¿quétenía quetemer? Les di la bienvenida.
El grito, expliqué, lohabíadadoyo en sueños. El viejo, mencioné de
paso, estaba en el campo. Recorrí con mis visitantes toda la casa y les
rogué que registraran bien. Al fin los conduje a su habitación. Les
mostré sus tesorosqueestaban intactos,sin haber sido tocados. Y en
el máximo de mi confianza llevésillashasta la habitación y les rogué
que descansaran allí de las molestiasque se habían tomado, mientras
yo mismo, en la desmedida audacia demi completo triunfo, colocaba
mi silla sobre el lugar exacto en que descansaba el cadáver de mi
víctima.
Los agentes estaban satisfechos. Mi comportamiento les
había convencido. Yo me encontraba muy a gusto. Se sentaron y
hablaron sobre cosas generales a las que yo contestaba
animadamente. Pero no mucho después empecé a sentir que
empalidecía y deseé que se fueran. Me dolía la cabeza y sentía un
zumbidoen los oídos; pero ellos seguían sentados y continuaban
charlando.El zumbidose hizomás perceptible, no cesaba y cada vez
era más intenso. Yo hablaba mucho para librarme de aquella
sensación,peroel zumbidocontinuaba,cadavez más claro,hasta que
al fin descubrí que el ruido no estaba dentro de mis oídos.
Sin duda me puse muy pálido, pero continué hablando
aceleradamente, con voz muy alta y, sin embargo, el sonido
aumentaba. ¿Qué podía hacer? Era un sonido rápido, monótono y
ahogado como el de un reloj envuelto en algodones. Respirabajadeante
y los agentes seguían sin oír nada. Hablé más deprisa, con más
vehemenciay, a pesarde todo, el ruido aumentaba constantemente.
Me levanté y discutí pequeñeces en un tono muy alto y con violentos
gestos,peroel ruido seguía creciendo. ¡Oh, Dios!, ¿por qué no se
irían? Medía grandespasosla habitación como si me enfureciera que
aquellos hombres me observaran, pero el ruido continuaba
aumentando.¡Oh Dios!, ¿qué podría hacer? Lanzaba espumarajos,
desvariaba, juraba. Hice girar la silla en la que estuve sentado y la
arrastré por el sueloarañando las tablas. Pero el ruido lo dominaba
todo y crecía sin cesar.¡Se hizomás fuerte...más fuerte...más fuerte! Y
sin embargo,loshombres hablaban tranquilamente y sonreían. ¿Sería
posible que nooyeran nada? ¡Dios Todopoderoso!... ¡No, no! ¡Oían y
sospechaban y sabían! ¡Se estaban burlando de mi terror! Lo pensé
entonces y aún ahora lo pienso. ¡Pero cualquier cosa era mejor que
aquellaagonía! ¡Cualquier cosa erapreferible a aquella burla! ¡No pude
soportar más sus sonrisas hipócritas! ¡Tenía que gritar o moriría!
--“¡Canallas!”, grité frenético, “¡no disimulen más! ¡Lo
confieso todo! ¡Arranquen las tablas!... ¡ahí,ahí!...¡ése es el latido de su
aborrecible corazón!”
Edgar Allan Poe.
AHORA COMPLETA LOS ESPACIOS EN BLANCO, DE
ACUERDO AL CRITERIO PLANTEADO.
1. DATOS FUNDAMENTALES DE LA LECTURA.
Título:______________________
Autor:______________________
Ilustrador:______________________
2. INDICA LOS PERSONAJESDE LA LECTURA.
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
____________________________________________
3. UTILIZA EL DICCIONARIO Y BUSCA EL SIGNIFICADO:
a) Bisagra.
b) Exasperaba.
c) Postigos.
d) Abrumada.
e) Lúgubre.
f) Hipersensibilidad.
g) Catre.
h) Furtiva.
i) Tuétano.
j) Vehemencia.
k) Frenético.
4. ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN:
-Razona por qué este cuento se titula El corazón delator.
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
-¿Cómo planea el asesinato?
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
-Explica el comportamiento obsesivo del protagonista.
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
-¿Cómo trata a los agentes?
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
-Describe loselementosque utiliza el autor paraintensificarla tensión
y el miedo.
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
-Analiza la perspectiva narrativa desde la que el autor cuenta los
hechos.
___________________________________________________________________________
_________________________________________________
TAREA DOMICILIARIA Nº 1
1. Has leído un cuentode suspenso.Narra tú ahora un breve cuento
sobre una situación en la que hayas sentidoo pudieras sentir miedo.
2. Plasma las consecuencias que se pueden derivar de una
determinada obsesión maligna o benigna.
3. Cuentauna historiaen la que se refleje ciertas dosisde locura en el
personaje principal.
3
Profesora: Sayda Meléndez.

Recomendados

El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorJulia
1.2K vistas5 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorCaroPabstCanepa
380 vistas18 diapositivas
Edgar allan poe el corazon delator por
Edgar allan poe   el corazon delatorEdgar allan poe   el corazon delator
Edgar allan poe el corazon delatorvladimir victor uribe ramos
400 vistas3 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorevejita93
189 vistas3 diapositivas
El corazón delator el gato negro - el cuervo por
El corazón delator   el gato negro - el cuervoEl corazón delator   el gato negro - el cuervo
El corazón delator el gato negro - el cuervoMaría Inés Conci
2.4K vistas9 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorsonyangel76
124 vistas4 diapositivas

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

Intr. a la literatura el corazon delator por
Intr. a la literatura el corazon delatorIntr. a la literatura el corazon delator
Intr. a la literatura el corazon delatorCLARUCHA_
3.4K vistas4 diapositivas
Lectura de textos literarios de " Corazon Delator" por
Lectura de textos literarios de " Corazon Delator"Lectura de textos literarios de " Corazon Delator"
Lectura de textos literarios de " Corazon Delator"Nashira Gianina Gutierrez Arizaca
11K vistas17 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorJavier Sanchez
285 vistas4 diapositivas
37672186 el-corazon-delator por
37672186 el-corazon-delator37672186 el-corazon-delator
37672186 el-corazon-delatorMoisés Carrera
7.8K vistas5 diapositivas
Trabajo, edgar allan poe por
Trabajo, edgar allan poeTrabajo, edgar allan poe
Trabajo, edgar allan poeMaría Inés Conci
37.9K vistas6 diapositivas
Corazon Delator por
Corazon DelatorCorazon Delator
Corazon Delatorademirh
2.3K vistas21 diapositivas

La actualidad más candente(10)

Similar a Vacaciones útiles. 2 sec.

El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorEnfermería Universidad Mayor
581 vistas4 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorsonyangel76
106 vistas4 diapositivas
El corazón delator por
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delatorsonyangel76
96 vistas4 diapositivas
Corazon delator por
Corazon delatorCorazon delator
Corazon delatorcristian070
229 vistas3 diapositivas
Edgar allan poe el corazon delator (1843) por
 Edgar allan poe   el corazon delator (1843) Edgar allan poe   el corazon delator (1843)
Edgar allan poe el corazon delator (1843)Elliebook2
299 vistas4 diapositivas
Poe, edgar allan el corazon delator (1843) por
Poe, edgar allan   el corazon delator (1843)Poe, edgar allan   el corazon delator (1843)
Poe, edgar allan el corazon delator (1843)beatrizdelosreyes
300 vistas4 diapositivas

Similar a Vacaciones útiles. 2 sec.(20)

El corazón delator por sonyangel76
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delator
sonyangel76106 vistas
El corazón delator por sonyangel76
El corazón delatorEl corazón delator
El corazón delator
sonyangel7696 vistas
Corazon delator por cristian070
Corazon delatorCorazon delator
Corazon delator
cristian070229 vistas
Edgar allan poe el corazon delator (1843) por Elliebook2
 Edgar allan poe   el corazon delator (1843) Edgar allan poe   el corazon delator (1843)
Edgar allan poe el corazon delator (1843)
Elliebook2299 vistas
Poe, edgar allan el corazon delator (1843) por beatrizdelosreyes
Poe, edgar allan   el corazon delator (1843)Poe, edgar allan   el corazon delator (1843)
Poe, edgar allan el corazon delator (1843)
beatrizdelosreyes300 vistas
Edgar Allan Poe, El Corazón Delator por beatrizdelosreyes
Edgar Allan Poe, El Corazón Delator Edgar Allan Poe, El Corazón Delator
Edgar Allan Poe, El Corazón Delator
beatrizdelosreyes493 vistas
Edgarallanpoe elcorazondelator por Ana Pertrra
Edgarallanpoe elcorazondelatorEdgarallanpoe elcorazondelator
Edgarallanpoe elcorazondelator
Ana Pertrra234 vistas
119-2014-02-19-Poe.ElCorazonDelator.pdf por Jose Varela
119-2014-02-19-Poe.ElCorazonDelator.pdf119-2014-02-19-Poe.ElCorazonDelator.pdf
119-2014-02-19-Poe.ElCorazonDelator.pdf
Jose Varela5 vistas
Poe.el corazondelator por Jhoan Plata
Poe.el corazondelatorPoe.el corazondelator
Poe.el corazondelator
Jhoan Plata34 vistas
Edgar alan poe por jesuszp5
Edgar alan poeEdgar alan poe
Edgar alan poe
jesuszp5228 vistas
Corazon delator por ademirh
Corazon delatorCorazon delator
Corazon delator
ademirh504 vistas

Más de sayda melendez

DERECHOS HUMANOS LEGISLACION.pdf por
DERECHOS HUMANOS LEGISLACION.pdfDERECHOS HUMANOS LEGISLACION.pdf
DERECHOS HUMANOS LEGISLACION.pdfsayda melendez
87 vistas72 diapositivas
LOS PARTIDOS POLITICOS.pdf por
LOS PARTIDOS POLITICOS.pdfLOS PARTIDOS POLITICOS.pdf
LOS PARTIDOS POLITICOS.pdfsayda melendez
90 vistas7 diapositivas
residuos mapa.docx por
residuos mapa.docxresiduos mapa.docx
residuos mapa.docxsayda melendez
66 vistas5 diapositivas
EXP. APR. 1 SEMANA 9 TERCERO.pdf por
EXP. APR. 1 SEMANA 9 TERCERO.pdfEXP. APR. 1 SEMANA 9 TERCERO.pdf
EXP. APR. 1 SEMANA 9 TERCERO.pdfsayda melendez
271 vistas4 diapositivas
Geografía 1 sec. por
Geografía 1 sec.Geografía 1 sec.
Geografía 1 sec.sayda melendez
236 vistas99 diapositivas
Vacaciones útiles. 1 sec. por
Vacaciones útiles. 1 sec.Vacaciones útiles. 1 sec.
Vacaciones útiles. 1 sec.sayda melendez
68 vistas3 diapositivas

Más de sayda melendez(9)

Último

PLANO CARTESIANOPARA NIÑOS.pptx por
PLANO CARTESIANOPARA NIÑOS.pptxPLANO CARTESIANOPARA NIÑOS.pptx
PLANO CARTESIANOPARA NIÑOS.pptxCarlos Campaña Montenegro
152 vistas28 diapositivas
Rumbo al Norte.pdf por
Rumbo al Norte.pdfRumbo al Norte.pdf
Rumbo al Norte.pdfJose Antonio Pérez Quintana
34 vistas41 diapositivas
Discurso teatral por
Discurso teatralDiscurso teatral
Discurso teatralAnthonyAguilera11
48 vistas42 diapositivas
Ficha sesión discapacidad visual.doc por
Ficha sesión discapacidad visual.docFicha sesión discapacidad visual.doc
Ficha sesión discapacidad visual.docricardo2010colegio
138 vistas2 diapositivas
marketing digital pdf.pdf por
marketing digital pdf.pdfmarketing digital pdf.pdf
marketing digital pdf.pdfestefanimilenca
53 vistas236 diapositivas

Último(20)

Meta 1.3. Comparar las definiciones y caracterìsticas de la cultura sorda. por IvanLechuga
Meta 1.3. Comparar las definiciones y caracterìsticas de la cultura sorda. Meta 1.3. Comparar las definiciones y caracterìsticas de la cultura sorda.
Meta 1.3. Comparar las definiciones y caracterìsticas de la cultura sorda.
IvanLechuga68 vistas
La despedida de Pablo en mileto. Una lectura pastoral de hoy por JosiasEspinoza3
La despedida de Pablo en mileto. Una lectura pastoral de hoyLa despedida de Pablo en mileto. Una lectura pastoral de hoy
La despedida de Pablo en mileto. Una lectura pastoral de hoy
JosiasEspinoza360 vistas
Intranet y extranet cuadro comparativo.pdf por UPTVT
Intranet y extranet cuadro comparativo.pdfIntranet y extranet cuadro comparativo.pdf
Intranet y extranet cuadro comparativo.pdf
UPTVT32 vistas
POINT AYUDAS TECNICAS EN EDUCACION INFANTIL por choquegarciaana
POINT AYUDAS TECNICAS EN EDUCACION INFANTILPOINT AYUDAS TECNICAS EN EDUCACION INFANTIL
POINT AYUDAS TECNICAS EN EDUCACION INFANTIL
choquegarciaana36 vistas
PPT TECNOLOGIAS PARA LA ENSEÑANZA VIRTUAL.pptx por CarlaFuentesMuoz
PPT TECNOLOGIAS PARA LA ENSEÑANZA VIRTUAL.pptxPPT TECNOLOGIAS PARA LA ENSEÑANZA VIRTUAL.pptx
PPT TECNOLOGIAS PARA LA ENSEÑANZA VIRTUAL.pptx
CarlaFuentesMuoz37 vistas
c2.hu2.p2.p2.Sociedad civil / Institución.pptx por Martín Ramírez
c2.hu2.p2.p2.Sociedad civil / Institución.pptxc2.hu2.p2.p2.Sociedad civil / Institución.pptx
c2.hu2.p2.p2.Sociedad civil / Institución.pptx
Martín Ramírez46 vistas
DEBER DE RESOLUCION DE PROBLEMAS DE MRUV (2°).pdf por Victor Hugo Caiza
DEBER DE RESOLUCION DE PROBLEMAS DE MRUV (2°).pdfDEBER DE RESOLUCION DE PROBLEMAS DE MRUV (2°).pdf
DEBER DE RESOLUCION DE PROBLEMAS DE MRUV (2°).pdf
Victor Hugo Caiza86 vistas

Vacaciones útiles. 2 sec.

  • 1. PLAN LECTOR 2 SEC. - P1 PLAN LECTOR – 2SEC. - VACACIONES ÚTILES 2018 Semana 01:COMPRENSIÓN LECTORA. El corazón delator ¡Es verdad! He sidonervioso;muy nervioso,tremendamente nervioso. Y lo soy aún.Con la enfermedad mis sentidos se agudizaron, no se destruyeron ni embotaron. Ypor encimade todos estaba la agudeza de mi oído. Oíatodocuanto hay queoír en el cieloy en la tierra. Y oía muchas cosas en el infierno. Entonces... ¿cómo puedo estar loco? Escuchen y vean con qué cordura, con qué calma les puedo contar toda la historia. No me es posible decir cómo me vinola idea a la cabeza por primera vez. Pero sí queuna vez concebida me obsesionódía y noche. No había ningún motivo.No teníaninguna pasión. Yo quería al viejo. Nunca habíasido injustoconmigo.Jamás me había insultado. Yo no deseaba su oro. ¡Creo que fue su ojo! Sí, eso fue. Tenía un ojo de buitre,un ojoazul pálidorecubiertocon unatelilla.Cada vez que este ojo caía sobre mí se me helaba la sangre. Y así, paso a paso, muy gradualmente, me decidí a matar al viejo y librarme de este modo, para siempre, de aquel ojo. Y aquí estálo más importante. Ustedes suponen que estoy loco pero loslocos no saben nada.En cambio...¡tendrían que haberme visto! ¡Deberían haber visto qué atinadamente actué! ¡Con qué precaución,con qué previsión, con qué disimulo fui realizando mi trabajo! Nunca estuve tan amablecon el viejocomo durante toda la semana anterior a matarlo. Cada noche, hacia las doce, giraba el picaporte desu puerta y la abría,¡con toda suavidad! Hasta tener una abertura suficiente paraquecupiera mi cabeza y entonces, introducía una linternasorda,cerrada, totalmentecerrada, paraquenose filtrara ni un rayo de luz; despuésmetía mi cabeza.¡Oh! os hubierais reído de ver con cuánta astucia lo hacía. La movía despacio... muy, muy despacio... para noperturbar el sueño del viejo. Me llevaba una hora introducir todala cabeza por la aberturahastapoderverlo tumbado en su cama. ¡Eh? ¿Habría sidoun locotan prudente? Ycuandoya la tenía toda dentrodelcuartoibaabriendo lalinternacon mucha cautela, ¡oh, sí! muy, muy cautelosamente, porque lasbisagras chirriaban,hasta que un tenue rayode luz caía sobre el ojode buitre. Esto lo hice durante siete largas noches, cada noche a las doce en punto, pero siempre encontré el ojocerrado y me fue imposiblerealizar mi trabajo,porque no era el viejo el que me exasperaba, sino su Mal de Ojo. Y después cada mañana,al romperel día,entrabadecididoen su habitación y le hablabaanimosamente,llamándole cariñosamente por su nombre y preguntándole cómo había pasado la noche. Como pueden ver ustedes,tendría quehaber sido un viejo muy sagaz para sospechar que cada noche, exactamente a las doce, yo le observaba mientras dormía. En la octava noche abrí la puertacon más cautelaque nunca. El minuterode un relojse mueve más deprisade lo que yo me movía. Nunca, hasta aquella nochehabíasentidoel alcance de mis facultades, de mi sagacidad.Apenas podía contener mi sentimiento de triunfo. ¡Pensar queestaba allí abriendola puerta pocoa pocoy él ni siquiera soñabacon mis actos y pensamientos secretos! Ante esta idea sonreí entre dientes y, quizás,él me oyó, porque de pronto se movió en la cama como si se sobresaltara.Ustedes pensaran que me volví atrás, pero no.Su cuartoestaba tan negrocomo la boca de un lobo (ya que los postigos tenían pasado el cerrojo por miedo a los ladrones y yo sabía que él nopodíaver la abertura de la puerta, así que continué empujándola constantemente, constantemente. Tenía ya la cabeza dentro y estaba a punto de abrir la linterna cuandomi dedo resbalósobre el cierrede hojalatay el viejo se incorporó en la cama gritando: ¿Quién está ahí? Me mantuve completamente quieto y sin decir palabra. Durante todala hora nomoví un músculoy en todoeste tiempo no le oí volver a acostarse. Permanecía sentado en la cama escuchando; como yo había hechonochetrasnochesintiendo en la pared el tic-tic de la carcoma que presagia la muerte. Al poco rato oí un débil gemidoy conocíque era el gemido de un terrormortal. No era un gemido de dolor o de aflicción, ¡oh, no!, era el sonido grave y ahogado que brota del fondo del alma abrumada por el terror. Yo lo conocía muy bien. Muchas noches, exactamente a medianoche,cuandoel mundoentero dormía,salió del fondode mi alma redoblandocon su espantoso eco los terrores que me trastornaban.Sí, loconocía bien.Sabía loquesentíael viejo y tuve pena de él, aunque para mis adentrosme reía.Supe que había estado despiertodesde el primer ruidoligero, cuando se revolvió en la cama. Estuvo tratando de imaginar que no tenía importancia, pero no lo consiguió. Se diría:“Es sóloel vientoen la chimenea; no es más que un ratón que cruza por el suelo”,o “tan sóloun grilloque chirriósólouna vez”. Sí, trataría de reconfortarsecon estas suposiciones.Pero todofue en vano. Todo en vano; porque la Muerte, acercándose a él furtivamente, extendió su negro manto y lo envolvió. Y la lúgubre influencia de esta imperceptible sombra fue la que le hizo sentir, porqueni vio nioyó,la presencia demi cabezadentrode la habitación. Cuando hube esperadoun largorato, pacientemente, sin oír que se acostara de nuevo, decidí abrir una rendija pequeña, muy pequeña, en la linterna. Y la abrí, ¡no se imaginan ustedes con qué cautela! ¡cuán cautelosamente!, hasta que al fin un débil rayo de luz, como el hilo de unaaraña, salióde la ranura y dio de llenoen el ojode buitre. Estaba abierto, desorbitadamente abierto, y mientras lo miraba fijamenteme iba enfureciendo. Lo veíacon todaclaridad: todo de un pálido azul con el odioso velo sobre él, que helaba hasta el tuétano demis huesos. Peronoveía nada más de la cara o el cuerpo del viejo, porque instintivamente había dirigidoel rayo deluz sobre el punto maldito. Y ahora bien, ¿no les había dicho yo que lo que toman equivocadamente por locura es sólo una hipersensibilidad de los sentidos? Puesbien,en aquel momento, como les digo, llegó a mis oídos un sonidorápido, monótono, y ahogado como el de un reloj envueltoen algodones.También conocía yo aquel sonido. Era el latir del corazón delviejo que aumentó mi furor como el redoble de un tambor estimula el coraje del soldado. Aún entoncesme contuve y permanecí callado. Apenas si respiraba y sosteníala linterna inmóvil. Traté de mantener el rayo de luz sobre el ojo todo lo fijo que pude. Y mientras tanto el infernal palpitar delcorazón aumentó.A cada instanteera más y más rápido y más y más fuerte.¡El terror delviejodebíaser inmenso! ¡Y momento a momento, repito, el ruido aumentaba! ¿Me van comprendiendo ustedes? Les dije que era nervioso y lo soy. Y entonces, a tan altas horas de la noche, en mediodel angustioso silencio de aquella vieja casa, un sonido tan extraño como aquél me agitó con un terror incontrolable. Pude aún contenerme durante unos minutos y permanecer inmóvil. ¡Peroel latidoresonabamás y más! Pensé que el
  • 2. 2 corazón tendría queestallar.Yuna nueva ansiedad se apoderóde mí... ¡Algún vecinopodría oírlo! ¡La hora del viejo había llegado! Con un fuerte alaridoabrí de par en par la linternay de un brinco entré en la habitación.Él dioun sologrito...sólouno.En un instantelo arrastré al suelo y volqué el pesadocatresobre él.Entoncessonreí alegrementeal ver mi hazañaconcluida. Perodurante algunos minutos el corazón continuólatiendocon un sonidoapagado. Sin embargo, esto no me preocupabaya, porquenopodría oírsea través dela pared.Al fin cesó de latir. El viejohabía muerto.Quité el catre y examiné el cadáver. Sí, estaba muerto, completamente muerto. Puse mi mano sobre mi corazón y la mantuveallí largo rato. No había ningún latido. Estaba totalmente muerto. Su ojo no volvería a molestarme. Si todavía piensan que estoy loco dejarán de pensarlo cuandoles describa lasjuiciosas precaucionesquetomé para esconder el cadáver. La noche ibapasandoy yo trabajaba apresuradamentepero sin ruido.Primerolo descuarticé. Le corté la cabeza, los brazos y las piernas. Quité después tres tablas delentarimadode la habitación y lo depositétodoallí.Luego, volvía colocar lastablas tan hábilmente, tan astutamente,que ningún ojohumano,incluso el suyo, podría haber encontradoallíalgo anormal. No habíanada quelavar,ninguna clase de mancha,ninguna gotade sangre. Fui demasiado cauto para ello. Todo lo recogí en un cubo... ¡ja, ja! Al terminar mi trabajoeran lascuatrode la madrugada, tan oscuro aún como a medianoche.Cuando la campanadel relojdaba las horas,llamaron a la puerta de la calle. Bajé a abrir tranquilamente, porque¿qué tenía yo ya que temer? Entraron tres señores que muy cortésmente se presentaron como agentes de la policía. Un vecino había oídoun gritodurante la noche que despertósospechasde algún delito;éstas fueron comunicadas a la oficina de policía y ellos, los agentes, habían sido encargados de registrar el lugar. Sonreí porque...¿quétenía quetemer? Les di la bienvenida. El grito, expliqué, lohabíadadoyo en sueños. El viejo, mencioné de paso, estaba en el campo. Recorrí con mis visitantes toda la casa y les rogué que registraran bien. Al fin los conduje a su habitación. Les mostré sus tesorosqueestaban intactos,sin haber sido tocados. Y en el máximo de mi confianza llevésillashasta la habitación y les rogué que descansaran allí de las molestiasque se habían tomado, mientras yo mismo, en la desmedida audacia demi completo triunfo, colocaba mi silla sobre el lugar exacto en que descansaba el cadáver de mi víctima. Los agentes estaban satisfechos. Mi comportamiento les había convencido. Yo me encontraba muy a gusto. Se sentaron y hablaron sobre cosas generales a las que yo contestaba animadamente. Pero no mucho después empecé a sentir que empalidecía y deseé que se fueran. Me dolía la cabeza y sentía un zumbidoen los oídos; pero ellos seguían sentados y continuaban charlando.El zumbidose hizomás perceptible, no cesaba y cada vez era más intenso. Yo hablaba mucho para librarme de aquella sensación,peroel zumbidocontinuaba,cadavez más claro,hasta que al fin descubrí que el ruido no estaba dentro de mis oídos. Sin duda me puse muy pálido, pero continué hablando aceleradamente, con voz muy alta y, sin embargo, el sonido aumentaba. ¿Qué podía hacer? Era un sonido rápido, monótono y ahogado como el de un reloj envuelto en algodones. Respirabajadeante y los agentes seguían sin oír nada. Hablé más deprisa, con más vehemenciay, a pesarde todo, el ruido aumentaba constantemente. Me levanté y discutí pequeñeces en un tono muy alto y con violentos gestos,peroel ruido seguía creciendo. ¡Oh, Dios!, ¿por qué no se irían? Medía grandespasosla habitación como si me enfureciera que aquellos hombres me observaran, pero el ruido continuaba aumentando.¡Oh Dios!, ¿qué podría hacer? Lanzaba espumarajos, desvariaba, juraba. Hice girar la silla en la que estuve sentado y la arrastré por el sueloarañando las tablas. Pero el ruido lo dominaba todo y crecía sin cesar.¡Se hizomás fuerte...más fuerte...más fuerte! Y sin embargo,loshombres hablaban tranquilamente y sonreían. ¿Sería posible que nooyeran nada? ¡Dios Todopoderoso!... ¡No, no! ¡Oían y sospechaban y sabían! ¡Se estaban burlando de mi terror! Lo pensé entonces y aún ahora lo pienso. ¡Pero cualquier cosa era mejor que aquellaagonía! ¡Cualquier cosa erapreferible a aquella burla! ¡No pude soportar más sus sonrisas hipócritas! ¡Tenía que gritar o moriría! --“¡Canallas!”, grité frenético, “¡no disimulen más! ¡Lo confieso todo! ¡Arranquen las tablas!... ¡ahí,ahí!...¡ése es el latido de su aborrecible corazón!” Edgar Allan Poe. AHORA COMPLETA LOS ESPACIOS EN BLANCO, DE ACUERDO AL CRITERIO PLANTEADO. 1. DATOS FUNDAMENTALES DE LA LECTURA. Título:______________________ Autor:______________________ Ilustrador:______________________ 2. INDICA LOS PERSONAJESDE LA LECTURA. ____________________________________________ ____________________________________________ ____________________________________________ ____________________________________________ 3. UTILIZA EL DICCIONARIO Y BUSCA EL SIGNIFICADO: a) Bisagra. b) Exasperaba. c) Postigos. d) Abrumada. e) Lúgubre. f) Hipersensibilidad. g) Catre. h) Furtiva. i) Tuétano. j) Vehemencia. k) Frenético. 4. ACTIVIDADES DE COMPRENSIÓN Y REDACCIÓN: -Razona por qué este cuento se titula El corazón delator. ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ -¿Cómo planea el asesinato? ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ -Explica el comportamiento obsesivo del protagonista. ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ -¿Cómo trata a los agentes? ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ -Describe loselementosque utiliza el autor paraintensificarla tensión y el miedo. ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ -Analiza la perspectiva narrativa desde la que el autor cuenta los hechos. ___________________________________________________________________________ _________________________________________________ TAREA DOMICILIARIA Nº 1 1. Has leído un cuentode suspenso.Narra tú ahora un breve cuento sobre una situación en la que hayas sentidoo pudieras sentir miedo. 2. Plasma las consecuencias que se pueden derivar de una determinada obsesión maligna o benigna. 3. Cuentauna historiaen la que se refleje ciertas dosisde locura en el personaje principal.