La nutrición implica obtener materia y energía para formar y reparar el organismo y cumplir con sus funciones. En el proceso de nutrición intervienen la digestión, respiración, circulación y excreción a través de los sistemas digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor, respectivamente. Estos sistemas degradan los alimentos, intercambian oxígeno y dióxido de carbono, transportan nutrientes y desechos, y eliminan los desechos del cuerpo.