El rey visitó su jardín y descubrió que los árboles, arbustos y flores se estaban muriendo porque cada planta se comparaba y lamentaba no poder ser como las otras; el roble no podía ser tan alto como el pino, el pino no podía dar uvas como la vid, y la vid no podía florecer como la rosa. Sin embargo, encontró un clavel que florecía saludablemente porque aceptó ser solo un clavel. Al igual que las plantas, a menudo nos marchitamos insatisfechos por no ser como los demás o