El documento describe el trabajo diario de un ordinario a principios del siglo XX. Por las mañanas, el abuelo del autor salía a las 5 am para transportar correo y pasajeros entre Sonseca y Toledo, un viaje de 5 horas. Se detenía en la Posada de la Hermandad para alimentar a sus mulas y dejar a los pasajeros, y también recogía encargos para empresas. Más tarde, paraba en la Fuente Cabrahigos para que las mulas descansaran antes de regresar a Sonseca. En ocasiones, también transportaba torer