El poema expresa la necesidad de la presencia y protección de Jesús durante la noche, ya que el día se ha ido y la oscuridad llega. El autor pide a Jesús que esté con él para darle consuelo, guía y gracia, y para ayudarlo a vencer las tentaciones. La última estrofa expresa el deseo de ver la luz al final que lo lleve a Sion, donde podrá cantar sobre cómo Jesús estuvo siempre con él durante su vida y muerte.