La delincuencia es parte integral de la sociedad y la mayoría de los delincuentes se comportan como el resto de la población. La forma en que vivimos cotidianamente, es decir, la sociedad, influye más en el desarrollo y los patrones de la delincuencia. Todas las instituciones sociales deben trabajar juntas para prevenir las causas y condiciones de la delincuencia y los comportamientos indeseables.