Una de las más importantes y relevantes doctrinas para nuestro tiempo es aquella que trata de la Segunda Venida de Cristo. Este acontecimiento es mencionado más de mil veces en las Sagradas Escrituras y constituye uno de los aspectos centrales de lo que llamaríamos la verdad presente.
Decía esto, pues el tiempo en el que este acontecimiento, único en la vida del planeta, ocurra está muy cerca, como uno puede comprobarlo por las señales que Dios dejó para nosotros en Su Libro. Aunque las señales que precederán este acontecimiento las trataremos en el siguiente estudio, es bueno resaltar la importancia que este tiene para quienes vivimos en los últimos tiempos. Es importante además porque este acontecimiento está vinculado indivisiblemente con el cierre de la puerta de la gracia, pues el Señor vendrá a recoger a los suyos y la oportunidad de salvación habrá entonces concluido.
Este acontecimiento decíamos, clave para el planeta, pues somos protagonistas de un conflicto ancestral entre el bien y el mal, también será clave para el universo que se acercará a la erradicación total del mal y la restauración de un cosmos perfecto.
Cabría suponer, por la importancia del evento, que el mundo esté a la expectativa de su ocurrencia y que los diarios y revistas, así como al televisión y las redes sociales estuvieran saturadas de un llamado a la preparación mundial para encontrarse con su Dios. Pero, al igual que cuando Jesús vino por primera vez, aquellos que le esperan serán pocos y muchos además se burlarán de su esperanza… El mundo se adelanta a su destrucción final y los mensajeros debemos elevar nuestras voces para que muchos más se unan al remanente que espera la Salvador. Los afanes de este mundo, el hedonismo, el afán de las riquezas y aún los deportes copan la atención de las masas sin preparación y las hacen permanecer en la oscuridad sobre lo que vendrá.
Tengo la impresión que tal vez esta sea la época en la que menos se ora. Considero que antes, aún entre las personas menos religiosas la oración era algo que se hacía al menos como parte de cierta rutina u obligación. Los padres solían orar con sus hijos cuando estos iban a dormir, les iban enseñando y luego, cuando aprendían, les recordaban que oraran antes de dormir.
Asimismo, antes la gente no comenzaba a comer sin pedir la bendición sobre los alimentos. Yo todavía recuerdo cuando en Navidad nuestras abuelas nos hacían hacer una oración un poco antes de las 12 de la noche, antes de traer reverentemente la imagen del niño Jesús para ponerla en el pesebre del nacimiento (lo que le llaman el belén en España y otros lugares). Hoy la Navidad parece más una fiesta secular que otra cosa, donde la gente más piensa en una fiesta con baile, diversión y bebida que en otra cosa… pero no quiero desviarme.
Pregúntele ahora a un joven si ora regularmente y seguro se llevará como respuesta una sonrisa socarrona, cuando menos… Si a esto añadimos que lo que las personas hacen realmente es rezar y no orar, pues… vaya, completamos la deprimente imagen de un mundo sin oración.
Claro, me gustaría decir que esto es lo que ocurre en el mundo, en aquellos que no conocen al Señor, pero la realidad es que esta situación ha invadido la iglesia y la oración ha perdido su lugar en este mundo apurado donde todos corremos… la mayoría hacia la destrucción, sin saberlo. Como decía, aún entre los profesos cristianos los momentos dedicados a la oración y la meditación en las cosas espirituales están condicionados cada vez más por el “escaso” tiempo que tenemos, tiempo que se dedica mucho más a la televisión, al ocio, o cualquier otra cosa menos comunicarse con Dios.
Creo entender que se ha perdido también el propósito de la oración y nos hemos vuelto un poco mecánicos en esto también…
La muerte nos parece, a la mayoría de los seres humanos, un enemigo invencible. Intentamos convencernos a nosotros mismos que hay algo natural en la muerte, que es algo que debemos esperar y que no nos queda más remedio que enfrentarla (más vale tarde que temprano, pensamos). Para muchos este enemigo parece mofarse de nuestros sueños y muchas veces arranca de raíz nuestras más preciadas esperanzas. La muerte retira de nuestros brazos a nuestros seres amados y genera en nuestras mentes desconcierto, pues a veces no estamos preparados para enfrentar la vida sin quien nos ha sido arrebatado por este enemigo.
Si así fuera la vida, solamente estos cortos años en la tierra, parecería que el azar se burla de nuestros anhelos de felicidad y se goza en despedazar nuestros sueños. Para el cristiano, que cree en la vida eterna y que sabe que los suyos le serán devueltos, si fueron fieles, cuando el Señor venga por segunda vez, la perspectiva de la muerte adquiere otro significado. Es seguro que habrá dolor, pero también esperanza…
La mitología de los pueblos antiguos hablaba de un lugar del que no hay retorno, y para muchos estos sigue siendo un modo de pensar. Aunque la mayoría de los cristianos cree en que la vida es más que estos pocos años que pasamos en la tierra, también la mayoría de ellos cree que los que han muerto sigue viviendo en entidades descarnadas. El concepto de la resurrección no es entendido por muchos que sin embargo creen en Jesús como el Salvador del mundo. También ocurría algo semejante en el tiempo de Jesús.
Hace un tiempo leía un libro sobre gestión de recursos humanos de un autor muy destacado en este campo. En una porción del libro él hablaba sobre la inherente bondad del ser humano, su deseo de superación personal así como su anhelo de reconocimiento en el empleo. Con el afán evidente de estimular a las personas que ocupan las posiciones de jefatura de tratar mejor a sus empleados el planteaba este raciocinio para intentar indicar que son más los buenos que los malos trabajadores. En general puedo estar de acuerdo con su loable objetivo, pero no con su premisa que las personas son naturalmente buenas. Puedo entender la diferencia entre un buen trabajador (produce buenos resultados, tiene buenas ideas y utiliza bien sus habilidades) y una buena persona, dos cosas muy diferentes. Me he cruzado con excelentes trabajadores en las empresas en las que he trabajado o a las que he asesorado, pero no me he cruzado con la misma proporción de buenas personas.
Claro, el asunto puede estar relacionado con qué se entiende por ser buena persona. Recuerdo a un colega al que yo le hablaba hace muchos años acerca de la verdad. Me escuchaba, pero invariablemente terminaba diciendo algo parecido a qué él se consideraba una buena persona, pues no hacía daño a nadie. Unos pocos años después abandonó a su esposa y sus hijos pequeños para irse con una compañera de trabajo. Sí que hizo daño… y a muchos. Pero era un excelente trabajador… brillante dirían muchos, entre los que me incluyo.
El hombre promedio (también las mujeres) se considera a sí mismo bueno, cosa que la Santa Biblia contradice en múltiples ocasiones. Esto lleva a las personas a suponer que en realidad tienen poco de que arrepentirse (algunos dicen que no se arrepienten de nada… y la gente los aplaude) y que su carácter no requiere de ninguna mejora específica. Otros suelen decir que la gente los debe aceptar porque así son pues…
La Biblia en cambio me dice vez tras vez que debo convertirme para no perecer. ¿Será que tiene razón?
Por lo general la cristiandad reconoce la existencia de un día de reposo o día de adoración. A pesar de esta evidente, pero también aparente coincidencia, las diferentes confesiones religiosas cristianas no se ponen de acuerdo en dos conceptos fundamentales:
a. El día dedicado al reposo
b. Las implicancias de lo que significa guardar el día
En ambos conceptos las doctrinas y prácticas muestran una muy marcada diferencia, aún entre aquellas que coinciden en el día o tienen similares ideas sobre cómo guardarlo. En todos los casos, sin embargo, las diferencias se han generado al aceptar como verdaderas las opiniones de los hombres en lugar de lo que la Palabra de Dios sostiene inequívocamente.
Existe, por supuesto, aún dentro de estas confesiones cristianas una gran proporción de su feligresía que entiende muy poco acerca de la importancia del día de reposo, y que por lo tanto, el nivel de seguimiento de estos conceptos teológicos, aunque dispar, es también escaso.
Este tratado intenta presentar por un lado la importancia del día sábado como parte de la Ley de Dios, sino además la relación entre el sábado y la adoración, tema que será motivo de otro tratado.
La teoría de la evolución parece haber triunfado. El público en general que ignora que es una teoría (es decir algo que no ha sido probado por el método científico) la da por real, soportada por la ciencia y sostenida por las mentes científicas (aparentemente) más brillantes.
El concepto creacionista, además de ser sostenido por una minoría, muy respetable, pero minoría al fin, es considerado un modelo basado solamente en el fundamentalismo religioso, un modelo que no puede considerarse seriamente desde el punto de vista científico. Esto es evidentemente incorrecto, ya que existen muy respetados científicos creacionistas (entre ellos algunos adventistas) que pueden sustentar sus opiniones sobre argumentos también científicos, sin abandonar sus posiciones de fe. En adición, algunos aparentes creacionistas han dado su brazo a torcer y esbozan teorías tratando de conciliar los millones de años de la teoría evolucionista de los orígenes y el relato bíblico de la creación. Flaco favor le hacen al relato sagrado.
El relato de la creación es considerado por la mayoría de las religiones cristianas, incluyendo la iglesia romana, como una fábula con un trasfondo espiritual, llegando el papa Juan Pablo II a declarar formalmente (ex cathedra, es decir haciendo uso de su supuesta infalibilidad) que la iglesia acepta que el hombre desciende del mono. Entre las iglesias evangélicas las concesiones a la ciencia evolucionista cada vez aleja más a las iglesias de un concepto creacionista de los orígenes, aunque es justo decir que la feligresía de estas denominaciones no parece aceptar dichas concesiones, al menos en su gran mayoría.
Surgen además teorías sobre que en realidad han sido los Ovnis los que trajeron a la tierra a “nuestros primeros padres alienígenas” y estas teorías absurdas tienen más crédito que la Santa Palabra de Dios. Existe inclusive alguna iglesia “cristiana” que espera la segunda venida de Cristo en algún platillo volador o similar.
Intentamos presentar en este tratado, un estudio sobre el sustento de la posición creacionista que la Iglesia Adventista del Séptimo Día sostiene y predica. No intento redactar un tratado científico pues no me siento en capacidad de ello, pero sí presentar algunos argumentos científicos que me parecen proveer un sustento razonable a nuestra posición creacionista. Espero que los argumentos teológicos presentados aquí le ayuden a defender una posición bíblica y los argumentos científicos a responder satisfactoriamente a algunos de los supuestos de la ciencia evolucionista.
La existencia de la maldad se cuestiona hoy, pues la gente en general no asigna a los diferentes actos la categoría de buenos o malos. Muchas de aquellas cosas que antes se tenían por pecados ahora se consideran opciones perfectamente válidas y no reñidas con la moral o la ética. Hoy día las personas esgrimen su derecho a matar a sus hijos antes de que nazcan y no consideran este acto como una maldad (que lo es y de la peor catadura) sino que lo defienden como parte de su supuesta libertad, de administrar su propio cuerpo, dicen. Otros esgrimen que tienen el derecho a una muerte digna y proclaman la eutanasia como una opción éticamente correcta o el derecho de una persona a cometer suicidio mediante la muerte asistida. No necesito mencionar la manera en que el tema de la sexualidad ha degenerado a una velocidad alarmante y que ya nada se considera incorrecto.
De la misma manera, el mal no se personifica ya con Satanás o los demonios, y muchos se burlan de su existencia y juegan peligrosamente con los linderos entre este mundo y el de las tinieblas. Esto ocurre tanto con personas religiosas como con aquellos que no tienen demasiado interés en las cosas espirituales. Hemos tratado ya en el estudio acerca del origen del pecado sobre la existencia de los demonios y su rebelión contra el gobierno de Dios (cuando eran ángeles). No me extenderé sobre este asunto, sino que invito al lector a consultar ese tratado para entender el origen del mal y de los ángeles caídos o demonios.
Nos centraremos ahora en una de las manifestaciones más importantes del mundo de las tinieblas: el espiritismo. Esta práctica que algunos han considerado parte de una discutible ciencia es una de las señales más importantes de los últimos tiempos. La base de esta práctica abominable se basa en la idea que el alma posee inmortalidad, cosa opuesta a la verdad bíblica, como lo hemos presentado en el tratado sobre la muerte.
La Santa Biblia declara que la iglesia remanente se distinguirá por dos características: porque guarda los mandamientos de Dios y por la presencia del don de profecía en medio de ella. Muchas personas sinceras que desean encontrar la verdad se aturden frente a la gran cantidad de iglesias cristianas que existen y no saben de qué manera encontrar la iglesia verdadera.
Estudiar el don de profecía no solamente desde la perspectiva de cómo funcionó en los tiempos bíblicos, sino cómo nos ha sido ofrecido que funcionará en los tiempos postcanónicos es clave para encontrar la verdad, en especial la verdad para este tiempo, la verdad presente.
Tengo la impresión que tal vez esta sea la época en la que menos se ora. Considero que antes, aún entre las personas menos religiosas la oración era algo que se hacía al menos como parte de cierta rutina u obligación. Los padres solían orar con sus hijos cuando estos iban a dormir, les iban enseñando y luego, cuando aprendían, les recordaban que oraran antes de dormir.
Asimismo, antes la gente no comenzaba a comer sin pedir la bendición sobre los alimentos. Yo todavía recuerdo cuando en Navidad nuestras abuelas nos hacían hacer una oración un poco antes de las 12 de la noche, antes de traer reverentemente la imagen del niño Jesús para ponerla en el pesebre del nacimiento (lo que le llaman el belén en España y otros lugares). Hoy la Navidad parece más una fiesta secular que otra cosa, donde la gente más piensa en una fiesta con baile, diversión y bebida que en otra cosa… pero no quiero desviarme.
Pregúntele ahora a un joven si ora regularmente y seguro se llevará como respuesta una sonrisa socarrona, cuando menos… Si a esto añadimos que lo que las personas hacen realmente es rezar y no orar, pues… vaya, completamos la deprimente imagen de un mundo sin oración.
Claro, me gustaría decir que esto es lo que ocurre en el mundo, en aquellos que no conocen al Señor, pero la realidad es que esta situación ha invadido la iglesia y la oración ha perdido su lugar en este mundo apurado donde todos corremos… la mayoría hacia la destrucción, sin saberlo. Como decía, aún entre los profesos cristianos los momentos dedicados a la oración y la meditación en las cosas espirituales están condicionados cada vez más por el “escaso” tiempo que tenemos, tiempo que se dedica mucho más a la televisión, al ocio, o cualquier otra cosa menos comunicarse con Dios.
Creo entender que se ha perdido también el propósito de la oración y nos hemos vuelto un poco mecánicos en esto también…
La muerte nos parece, a la mayoría de los seres humanos, un enemigo invencible. Intentamos convencernos a nosotros mismos que hay algo natural en la muerte, que es algo que debemos esperar y que no nos queda más remedio que enfrentarla (más vale tarde que temprano, pensamos). Para muchos este enemigo parece mofarse de nuestros sueños y muchas veces arranca de raíz nuestras más preciadas esperanzas. La muerte retira de nuestros brazos a nuestros seres amados y genera en nuestras mentes desconcierto, pues a veces no estamos preparados para enfrentar la vida sin quien nos ha sido arrebatado por este enemigo.
Si así fuera la vida, solamente estos cortos años en la tierra, parecería que el azar se burla de nuestros anhelos de felicidad y se goza en despedazar nuestros sueños. Para el cristiano, que cree en la vida eterna y que sabe que los suyos le serán devueltos, si fueron fieles, cuando el Señor venga por segunda vez, la perspectiva de la muerte adquiere otro significado. Es seguro que habrá dolor, pero también esperanza…
La mitología de los pueblos antiguos hablaba de un lugar del que no hay retorno, y para muchos estos sigue siendo un modo de pensar. Aunque la mayoría de los cristianos cree en que la vida es más que estos pocos años que pasamos en la tierra, también la mayoría de ellos cree que los que han muerto sigue viviendo en entidades descarnadas. El concepto de la resurrección no es entendido por muchos que sin embargo creen en Jesús como el Salvador del mundo. También ocurría algo semejante en el tiempo de Jesús.
Hace un tiempo leía un libro sobre gestión de recursos humanos de un autor muy destacado en este campo. En una porción del libro él hablaba sobre la inherente bondad del ser humano, su deseo de superación personal así como su anhelo de reconocimiento en el empleo. Con el afán evidente de estimular a las personas que ocupan las posiciones de jefatura de tratar mejor a sus empleados el planteaba este raciocinio para intentar indicar que son más los buenos que los malos trabajadores. En general puedo estar de acuerdo con su loable objetivo, pero no con su premisa que las personas son naturalmente buenas. Puedo entender la diferencia entre un buen trabajador (produce buenos resultados, tiene buenas ideas y utiliza bien sus habilidades) y una buena persona, dos cosas muy diferentes. Me he cruzado con excelentes trabajadores en las empresas en las que he trabajado o a las que he asesorado, pero no me he cruzado con la misma proporción de buenas personas.
Claro, el asunto puede estar relacionado con qué se entiende por ser buena persona. Recuerdo a un colega al que yo le hablaba hace muchos años acerca de la verdad. Me escuchaba, pero invariablemente terminaba diciendo algo parecido a qué él se consideraba una buena persona, pues no hacía daño a nadie. Unos pocos años después abandonó a su esposa y sus hijos pequeños para irse con una compañera de trabajo. Sí que hizo daño… y a muchos. Pero era un excelente trabajador… brillante dirían muchos, entre los que me incluyo.
El hombre promedio (también las mujeres) se considera a sí mismo bueno, cosa que la Santa Biblia contradice en múltiples ocasiones. Esto lleva a las personas a suponer que en realidad tienen poco de que arrepentirse (algunos dicen que no se arrepienten de nada… y la gente los aplaude) y que su carácter no requiere de ninguna mejora específica. Otros suelen decir que la gente los debe aceptar porque así son pues…
La Biblia en cambio me dice vez tras vez que debo convertirme para no perecer. ¿Será que tiene razón?
Por lo general la cristiandad reconoce la existencia de un día de reposo o día de adoración. A pesar de esta evidente, pero también aparente coincidencia, las diferentes confesiones religiosas cristianas no se ponen de acuerdo en dos conceptos fundamentales:
a. El día dedicado al reposo
b. Las implicancias de lo que significa guardar el día
En ambos conceptos las doctrinas y prácticas muestran una muy marcada diferencia, aún entre aquellas que coinciden en el día o tienen similares ideas sobre cómo guardarlo. En todos los casos, sin embargo, las diferencias se han generado al aceptar como verdaderas las opiniones de los hombres en lugar de lo que la Palabra de Dios sostiene inequívocamente.
Existe, por supuesto, aún dentro de estas confesiones cristianas una gran proporción de su feligresía que entiende muy poco acerca de la importancia del día de reposo, y que por lo tanto, el nivel de seguimiento de estos conceptos teológicos, aunque dispar, es también escaso.
Este tratado intenta presentar por un lado la importancia del día sábado como parte de la Ley de Dios, sino además la relación entre el sábado y la adoración, tema que será motivo de otro tratado.
La teoría de la evolución parece haber triunfado. El público en general que ignora que es una teoría (es decir algo que no ha sido probado por el método científico) la da por real, soportada por la ciencia y sostenida por las mentes científicas (aparentemente) más brillantes.
El concepto creacionista, además de ser sostenido por una minoría, muy respetable, pero minoría al fin, es considerado un modelo basado solamente en el fundamentalismo religioso, un modelo que no puede considerarse seriamente desde el punto de vista científico. Esto es evidentemente incorrecto, ya que existen muy respetados científicos creacionistas (entre ellos algunos adventistas) que pueden sustentar sus opiniones sobre argumentos también científicos, sin abandonar sus posiciones de fe. En adición, algunos aparentes creacionistas han dado su brazo a torcer y esbozan teorías tratando de conciliar los millones de años de la teoría evolucionista de los orígenes y el relato bíblico de la creación. Flaco favor le hacen al relato sagrado.
El relato de la creación es considerado por la mayoría de las religiones cristianas, incluyendo la iglesia romana, como una fábula con un trasfondo espiritual, llegando el papa Juan Pablo II a declarar formalmente (ex cathedra, es decir haciendo uso de su supuesta infalibilidad) que la iglesia acepta que el hombre desciende del mono. Entre las iglesias evangélicas las concesiones a la ciencia evolucionista cada vez aleja más a las iglesias de un concepto creacionista de los orígenes, aunque es justo decir que la feligresía de estas denominaciones no parece aceptar dichas concesiones, al menos en su gran mayoría.
Surgen además teorías sobre que en realidad han sido los Ovnis los que trajeron a la tierra a “nuestros primeros padres alienígenas” y estas teorías absurdas tienen más crédito que la Santa Palabra de Dios. Existe inclusive alguna iglesia “cristiana” que espera la segunda venida de Cristo en algún platillo volador o similar.
Intentamos presentar en este tratado, un estudio sobre el sustento de la posición creacionista que la Iglesia Adventista del Séptimo Día sostiene y predica. No intento redactar un tratado científico pues no me siento en capacidad de ello, pero sí presentar algunos argumentos científicos que me parecen proveer un sustento razonable a nuestra posición creacionista. Espero que los argumentos teológicos presentados aquí le ayuden a defender una posición bíblica y los argumentos científicos a responder satisfactoriamente a algunos de los supuestos de la ciencia evolucionista.
La existencia de la maldad se cuestiona hoy, pues la gente en general no asigna a los diferentes actos la categoría de buenos o malos. Muchas de aquellas cosas que antes se tenían por pecados ahora se consideran opciones perfectamente válidas y no reñidas con la moral o la ética. Hoy día las personas esgrimen su derecho a matar a sus hijos antes de que nazcan y no consideran este acto como una maldad (que lo es y de la peor catadura) sino que lo defienden como parte de su supuesta libertad, de administrar su propio cuerpo, dicen. Otros esgrimen que tienen el derecho a una muerte digna y proclaman la eutanasia como una opción éticamente correcta o el derecho de una persona a cometer suicidio mediante la muerte asistida. No necesito mencionar la manera en que el tema de la sexualidad ha degenerado a una velocidad alarmante y que ya nada se considera incorrecto.
De la misma manera, el mal no se personifica ya con Satanás o los demonios, y muchos se burlan de su existencia y juegan peligrosamente con los linderos entre este mundo y el de las tinieblas. Esto ocurre tanto con personas religiosas como con aquellos que no tienen demasiado interés en las cosas espirituales. Hemos tratado ya en el estudio acerca del origen del pecado sobre la existencia de los demonios y su rebelión contra el gobierno de Dios (cuando eran ángeles). No me extenderé sobre este asunto, sino que invito al lector a consultar ese tratado para entender el origen del mal y de los ángeles caídos o demonios.
Nos centraremos ahora en una de las manifestaciones más importantes del mundo de las tinieblas: el espiritismo. Esta práctica que algunos han considerado parte de una discutible ciencia es una de las señales más importantes de los últimos tiempos. La base de esta práctica abominable se basa en la idea que el alma posee inmortalidad, cosa opuesta a la verdad bíblica, como lo hemos presentado en el tratado sobre la muerte.
La Santa Biblia declara que la iglesia remanente se distinguirá por dos características: porque guarda los mandamientos de Dios y por la presencia del don de profecía en medio de ella. Muchas personas sinceras que desean encontrar la verdad se aturden frente a la gran cantidad de iglesias cristianas que existen y no saben de qué manera encontrar la iglesia verdadera.
Estudiar el don de profecía no solamente desde la perspectiva de cómo funcionó en los tiempos bíblicos, sino cómo nos ha sido ofrecido que funcionará en los tiempos postcanónicos es clave para encontrar la verdad, en especial la verdad para este tiempo, la verdad presente.
Un estudio profundo sobre la Iglesia, su propósito, llamada el cuerpo de Cristo, baluarte de la verdad, a la que el Señor le otorga su cuidado preferente.
Un estudio de la Trinidad y en especial de la Tercera Persona de la Divinidad, el Espíritu Santo aparentemente supondría para los cristianos en general una oportunidad de coincidencias teológicas con escasas diferencias. La realidad, como ya hemos tratado en otros estudios vinculados a la Deidad, es que hay grandes diferencias en la forma que se percibe la Trinidad en general, y en especial la naturaleza y obra del Espíritu Santo.
Desde quienes atribuyen al Espíritu Santo la condición de Dios, en perfecta equivalencia con el Padre y el Hijo, hasta quienes lo consideran una cosa, una energía, pasando por aquellos que consideran al Espíritu Santo solamente una manifestación de las propias Personas del Padre y el Hijo, las posturas teológicas son defendidas a veces en base a presuposiciones o a posiciones históricas, sin basarse en lo que la Revelación realmente muestra.
Cuesta además aceptar, que entre quienes alguna vez confesaron el mensaje adventista se levanten hoy en contra de este mensaje para negar la divinidad del Espíritu Santo. He estado, dolorosamente, cerca de algunos casos de líderes que han abandonado la iglesia por una incomprensión del lugar que ocupa la Tercera Persona y su importancia en la teología cristiana.
Este tratado se enfocará en presentar lo que la Palabra de Dios señala acerca del Espíritu Santo en relación con la doctrina de la Trinidad y tomando en cuenta lo ya cubierto en el tratado de “La Divinidad”.
Como alguna vez he mencionado en otro tratado, vivimos en una época donde la gente mayoritariamente cree en lo espiritual, pero al mismo tiempo no es religiosa. Parece un contrasentido… pero no lo es. Esta espiritualidad que flota en el ambiente no se basa tampoco en el sólido fundamento de la Palabra de Dios sino en fuentes espiritualistas. La gente cree en auras, en curaciones por colores u olores, baños de florecimiento, centros energéticos y piedras que acumulan poder, creen que deben mantener una relación con el cosmos, la madre tierra como si estos fueran seres vivos… en fin, muchos conceptos contradictorios entre sí, pero aceptados como un todo, sin atisbo de uso de la lógica.
Esta distorsión, aplicada a los ángeles también es tremenda; aunque se han escrito infinidad de libros sobre el tema el concepto bíblico de estos seres espirituales no aparece correctamente presentado. Distorsiones sobre el origen, naturaleza, rectitud, sexo y sexualidad de los ángeles son comunes en la literatura secular y la gente que no basa su sabiduría en un “así dice Jehová” no puede tener sino confusión sobre el tema.
Cuando hemos estudiado las Sagradas Escrituras con personas no adventistas, más bien con personas con una formación católica (de donde yo también provine) llega un momento en que ellas se preocupan cuando caen en cuenta que la Biblia con la que les enseñamos, generalmente la Reina Valera, tiene menos libros que la Biblia católica que ellos tienen en casa o usan.
Algunas personas piensan que somos los protestantes los que hemos retirado algunos libros de la Escritura, y consecuentemente piensan que ha sido hecho a propósito para no aceptar algunas doctrinas que no nos agradan (teológicamente hablando). Es más, uno ya puede encontrar páginas en Internet que explican “por qué Lutero retiró libros de la Biblia”, sí… como lo oye (o como lo lee, mejor dicho). Es importante destacar por qué existe esta diferencia y cómo afecta el mensaje del Libro Sagrado.
Para esto será importante revisar los libros (y adiciones a otros libros que todos reconocemos como inspirados) para entender varias cosas:
a. Quiénes son los autores y quiénes pretendieron ser (en algunos casos)
b. En qué época realmente escribieron
c. Qué tan históricos son los acontecimientos y personajes que participan en el contenido de algunos de ellos (los que tienen un componente histórico)
d. Qué compatibilidad teológica tienen sus mensajes o doctrinas en relación con el resto de la Biblia (tal vez la más importante de estas 4 preguntas)
Si podemos definir estas cosas con suficiente precisión podemos definir si alguien quitó u otros añadieron. Acompáñeme a analizar este tema.
Así como la profecía de las siete iglesias señala el devenir de la iglesia remanente, los siete sellos presentan los aspectos exteriores a la iglesia que influyeron sobre su marcha, desde el tiempo de la iglesia apostólica a nuestros días, y hasta la segunda venida del Señor. Dios, también en este asunto, no nos ha dejado en tinieblas con respecto a lo que vendrá; por el contrario, nos ha mostrado lo que ocurrirá en el tiempo y dejará al descubierto al poder satánico en su lucha con la iglesia de Dios.
Esto es una prueba más del interés y amor de Dios por la iglesia, pues quien va descubriendo cada sello para nosotros no es otro que el Hijo de Dios (razón por la que se nos muestra una amplia y compleja visión sobre acontecimientos ocurridos en el trono de Dios), mostrando que mantiene el control sobre este mundo, que, aunque parezca un caballo desbocado corriendo hacia su propia destrucción, solamente se le permite avanzar hasta donde la Providencia así lo ha determinado. Esa es nuestra confianza, allí radica nuestra fe. Esta visión del trono de Dios también nos ayuda a comprender la importancia que el supremo sacrificio de Cristo en la cruz, así como entender el impacto que su triunfo en la cruz ha tenido sobre otras inteligencias celestiales y universales.
El tratado intenta vincular las profecías de las siete iglesias y la de los siete sellos y alcanzar una comprensión mayor sobre el devenir de la historia, pero solamente para comprender que si la profecía se cumplió en el pasado significa que también se cumplirá en el futuro, porque la boca de Jehová así lo ha hablado.
Nos ha tocado vivir en una época donde una gran proporción de las personas sostiene creer en Dios. Son relativamente pocos (aunque a veces muy influyentes) los que no creen en la existencia de un Ser Supremo. El problema empieza a generarse cuando cada uno de nosotros empieza a sostener su propia opinión sobre lo que es Dios o sobre lo que no es.
Además de las evidentes discrepancias que encontraríamos (o esperaríamos encontrar) entre cristianos y musulmanes, budistas o shintoistas (por mencionar sólo algunas de las religiones), también nos sorprendemos de encontrar grandes diferencias entre las iglesias cristianas, que supuestamente comparten el mismo Libro Sagrado, que todos consideran (con algunas diferencias también) la revelación de Dios.
Por si fuera poco, existe dentro del ambiente netamente adventista una minoría con una opinión marcadamente diferente sobre la Divinidad que nos obliga a estudiar profundamente este tema y encontrar el sustento a nuestra posición, la posición oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Quiero adelantar también que aquí solamente trataré el tema de la Trinidad, ya que espero presentar con mayor amplitud lo referente a cada una de las Personas de la Divinidad en tratados separados. Le ruego tenga a bien leerlos todos para obtener una comprensión más precisa de este tema tan, pero tan apasionante. Reconozco anticipadamente que es un tema donde nuestra mente apenas puede extenderse hasta lo que Dios ha revelado de sí mismo, y aún esa revelación resulta demasiado grande para nuestras mentes mortales.
Con profunda reverencia intentaremos entender a Dios…
Durante el estudio de la Divinidad, en especial cuando tratamos de Dios el Hijo (que también tiene una importante relación con el tema de Dios el Padre) dejamos para un estudio posterior analizar algunos personajes que aparecen asociados con las teofanías como el Arcángel Miguel, el Angel del Pacto y sobre todo el Ángel de Jehová.
Tratar este punto es de suma importancia para entender la forma en que las Tres Personas de la Deidad participan en el plan de salvación, así como para identificar con mayor precisión quién de Ellos es Jehová, el Dios que se manifiesta visiblemente en el Antiguo Testamento.
Analizar estos conceptos permitirá eliminar algunos errores teológicos que nos han llegado desde fuera, a muchos de nosotros por nuestra extracción inicial católica, y en otros casos por las múltiples asociaciones indebidas que se hace cuando se analiza al Dios del Antiguo Testamento.
Expondremos también con la mayor claridad posible el concepto de qué es un Arcángel y su relación con una mayor comprensión del rol de la Segunda Persona de la Divinidad.
Un estudio profundo de la forma en la que el hombre debe realizar el culto a la Deidad, en base a lo que nos ha sido revelado en las Sagradas Escrituras.
Los dones espirituales han sido dados por Dios para el desarrollo personal y de la iglesia. Un don, como su propio significado lo indica, es un regalo inmerecido, por lo que aquél que lo recibe no tiene ningún mérito en poseerlo, aunque a algunos no nos guste reconocerlo. Por el contrario, la recepción del don le convierte en deudor con Quien se lo otorga, pues Dios espera que se use fundamentalmente para el avance de su causa. Debe haber pocas cosas peores, como veremos, que un don desperdiciado o no aplicado.
Es importante, para el caso de los dones espirituales, entender el propósito del Dador y la responsabilidad que se genera en el receptor, así como la bendición que el don debe significar para el desarrollo de la iglesia y la culminación de la tarea de dar el mensaje. Lo que no debe ser el don es un medio de alcanzar notoriedad, exacerbar las emociones o provocar el asombro y el homenaje de los que sean impresionados cuando perciban sus efectos.
La imagen que por lo general se genera en la mente de las personas cuando se habla del bautismo es la de un infante en brazos de su madrina sobre el que un sacerdote derrama un pequeño chorro de agua, mientras que algunas personas, supuestamente en su nombre, afirman que el pequeño bebé será fiel a una iglesia y doctrina que no conoce en absoluto. Esta imagen del bautismo no se parece en nada al concepto bíblico de este rito cristiano y distorsiona totalmente el significado que este tiene.
Comprender la importancia del bautismo y su relación con el arrepentimiento y el perdón de los pecados, y la relación con la obra del Espíritu Santo resulta clave para el mundo cristiano de hoy, que desconoce en diferente grado (es posible que los cristianos evangélicos conozcan un poco más) el significado del bautismo, su relación con el sacrificio expiatorio de Jesús, y su importancia para vida eclesial del creyente.
El tratado que tiene en sus manos, o en su ordenador, es un intento de presentar la importancia del bautismo en relación con el proceso de conversión y el nacimiento del nuevo hombre que Dios desea sea una realidad para cada uno de nosotros. También desearía que este tratado permita aclarar algunos conceptos errados como el bautismo de infantes, así como en algunos temas teológicamente profundos como el bautismo de fuego y su relación con el bautismo del agua. Por razones metodológicas presentaré primero un estudio bíblico sobre el bautismo, y luego en el material complementario trataré algunos temas que permitirán profundizar o recordar lo que usted conoce sobre algunos otros importantes asuntos.
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el término vicario o vicaria de la siguiente manera: Que tiene las veces, poder y facultades de otra persona o la sustituye. Por lo tanto, la muerte vicaria sería una muerte en sustitución por otro, pero que provocaría los mismos resultados en aquel sujeto a quien sustituye. Dicho esto, comentaremos algo sobre los aspectos teológicos de este asunto.
Algunos conceptos de la teología cristiana resultan, por sí mismos, suficientemente lógicos, aún para las mentes más liberales. Algunos de los mandamientos, es especial aquellos que tratan con delitos como matar o hurtar están en todas legislaciones en todo tipo de sociedades. Conceptos como la bondad, la misericordia y otras virtudes son comúnmente aceptadas (como algo positivo), aunque no todas, ni por todos.
Sin embargo, el concepto de la muerte vicaria de Cristo en la cruz no parece del todo lógico. Suponer que la muerte de un hombre, en una de las ejecuciones consideradas como entre las más terribles, la cruz, hace unos dos mil años me libra a mí, un hombre del siglo XXI (aunque nací el siglo pasado… que raro suena decirlo), de la condenación de mi pecado es sorprendente. No parece resistir el análisis científico.
La muerte vicaria o sustitutiva es uno de los misterios más apasionantes de las Sagradas Escrituras. Es apasionante por la importancia para su vida y la mía, lo es porque es el gozne de un conflicto de los siglos entre el bien y el mal, y porque el amor manifestado en este sacrificio supera todo entendimiento y nos hace postrarnos de rodillas y dar gloria a Dios por su misericordia para con nuestra raza.
Debo señalar además que para entender este concepto no se requiere una inteligencia superior, sino que es algo que debe ser aceptado por fe. Se percibe mejor su naturaleza cuando se usa el corazón por encima de la razón (dije por encima, no sin la razón…).
Hemos tratado con amplitud en el estudio precedente el tema de la segunda venida de Jesús, mencionando su inminencia, aunque sin estudiar las señales que las Sagradas Escrituras presentan para anunciar su llegada. El estudio anterior demuestra que el Señor viene para recoger a los suyos, aquellos con los que desea pasar toda la eternidad, pues han sido files a Él.
Ahora intentaremos presentar algunas señales que indican que la venida está cercana, que los acontecimientos previstos para anticipar su llegada, así como aquellos que ocurrirían al mismo tiempo que ella, parecen ser una realidad en nuestros tiempos.
Los cristianos que observamos atentamente lo que ocurre a nuestro alrededor no podemos menos que concluir que el mundo está alcanzando los niveles de condenación, y que la intervención final de Dios está cerca de producirse. Aunque no concordamos con aquellos que establecen fechas para la ocurrencia de este evento, sí creemos que están dadas las condiciones para que los acontecimientos nos conduzcan prontamente al fin de todas las cosas.
Contrariamente a lo que el lector ocasional podría pensar, Dios el Padre es la Persona de la Divinidad que la revelación trata con menos amplitud. Tenemos evidentemente más información acerca de las características del Hijo e inclusive del Espíritu Santo como veremos en su oportunidad. Me refiero a la evidencia bíblica, que en realidad es la única que para este importante asunto resulta valorable para un estudio bíblico. Evidentemente, mucho se ha escrito sobre el Padre y el lugar que ocupa en la Trinidad, pero muy pocas veces se han sustentado estos escritos en lo que sostiene la Palabra de Dios. Hemos estudiado mucho de esto en el tratado “La Divinidad”, así como las características comunes a las 3 Personas de la Deidad.
Sin embargo, a pesar que la cantidad de información bíblica es relativamente escasa (en comparación a las otras Personas de la Divinidad, lo que transmiten estos pocos versículos es un tesoro sobre el cual podrían escribirse un sinnúmero de tratados de diversa profundidad.
Uno de los aspectos más resaltantes, que desde casi el inicio de la era cristiana ha creado controversia es la relación Padre-Hijo, así como la de ambos con el Espíritu Santo. Intentaremos en este tratado determinar lo que la Santa Biblia dice acerca de Dios el Padre y nos ocuparemos de las relaciones con las otras Personas de la Divinidad en los tratados siguientes.
Un estudio profundo sobre la Iglesia, su propósito, llamada el cuerpo de Cristo, baluarte de la verdad, a la que el Señor le otorga su cuidado preferente.
Un estudio de la Trinidad y en especial de la Tercera Persona de la Divinidad, el Espíritu Santo aparentemente supondría para los cristianos en general una oportunidad de coincidencias teológicas con escasas diferencias. La realidad, como ya hemos tratado en otros estudios vinculados a la Deidad, es que hay grandes diferencias en la forma que se percibe la Trinidad en general, y en especial la naturaleza y obra del Espíritu Santo.
Desde quienes atribuyen al Espíritu Santo la condición de Dios, en perfecta equivalencia con el Padre y el Hijo, hasta quienes lo consideran una cosa, una energía, pasando por aquellos que consideran al Espíritu Santo solamente una manifestación de las propias Personas del Padre y el Hijo, las posturas teológicas son defendidas a veces en base a presuposiciones o a posiciones históricas, sin basarse en lo que la Revelación realmente muestra.
Cuesta además aceptar, que entre quienes alguna vez confesaron el mensaje adventista se levanten hoy en contra de este mensaje para negar la divinidad del Espíritu Santo. He estado, dolorosamente, cerca de algunos casos de líderes que han abandonado la iglesia por una incomprensión del lugar que ocupa la Tercera Persona y su importancia en la teología cristiana.
Este tratado se enfocará en presentar lo que la Palabra de Dios señala acerca del Espíritu Santo en relación con la doctrina de la Trinidad y tomando en cuenta lo ya cubierto en el tratado de “La Divinidad”.
Como alguna vez he mencionado en otro tratado, vivimos en una época donde la gente mayoritariamente cree en lo espiritual, pero al mismo tiempo no es religiosa. Parece un contrasentido… pero no lo es. Esta espiritualidad que flota en el ambiente no se basa tampoco en el sólido fundamento de la Palabra de Dios sino en fuentes espiritualistas. La gente cree en auras, en curaciones por colores u olores, baños de florecimiento, centros energéticos y piedras que acumulan poder, creen que deben mantener una relación con el cosmos, la madre tierra como si estos fueran seres vivos… en fin, muchos conceptos contradictorios entre sí, pero aceptados como un todo, sin atisbo de uso de la lógica.
Esta distorsión, aplicada a los ángeles también es tremenda; aunque se han escrito infinidad de libros sobre el tema el concepto bíblico de estos seres espirituales no aparece correctamente presentado. Distorsiones sobre el origen, naturaleza, rectitud, sexo y sexualidad de los ángeles son comunes en la literatura secular y la gente que no basa su sabiduría en un “así dice Jehová” no puede tener sino confusión sobre el tema.
Cuando hemos estudiado las Sagradas Escrituras con personas no adventistas, más bien con personas con una formación católica (de donde yo también provine) llega un momento en que ellas se preocupan cuando caen en cuenta que la Biblia con la que les enseñamos, generalmente la Reina Valera, tiene menos libros que la Biblia católica que ellos tienen en casa o usan.
Algunas personas piensan que somos los protestantes los que hemos retirado algunos libros de la Escritura, y consecuentemente piensan que ha sido hecho a propósito para no aceptar algunas doctrinas que no nos agradan (teológicamente hablando). Es más, uno ya puede encontrar páginas en Internet que explican “por qué Lutero retiró libros de la Biblia”, sí… como lo oye (o como lo lee, mejor dicho). Es importante destacar por qué existe esta diferencia y cómo afecta el mensaje del Libro Sagrado.
Para esto será importante revisar los libros (y adiciones a otros libros que todos reconocemos como inspirados) para entender varias cosas:
a. Quiénes son los autores y quiénes pretendieron ser (en algunos casos)
b. En qué época realmente escribieron
c. Qué tan históricos son los acontecimientos y personajes que participan en el contenido de algunos de ellos (los que tienen un componente histórico)
d. Qué compatibilidad teológica tienen sus mensajes o doctrinas en relación con el resto de la Biblia (tal vez la más importante de estas 4 preguntas)
Si podemos definir estas cosas con suficiente precisión podemos definir si alguien quitó u otros añadieron. Acompáñeme a analizar este tema.
Así como la profecía de las siete iglesias señala el devenir de la iglesia remanente, los siete sellos presentan los aspectos exteriores a la iglesia que influyeron sobre su marcha, desde el tiempo de la iglesia apostólica a nuestros días, y hasta la segunda venida del Señor. Dios, también en este asunto, no nos ha dejado en tinieblas con respecto a lo que vendrá; por el contrario, nos ha mostrado lo que ocurrirá en el tiempo y dejará al descubierto al poder satánico en su lucha con la iglesia de Dios.
Esto es una prueba más del interés y amor de Dios por la iglesia, pues quien va descubriendo cada sello para nosotros no es otro que el Hijo de Dios (razón por la que se nos muestra una amplia y compleja visión sobre acontecimientos ocurridos en el trono de Dios), mostrando que mantiene el control sobre este mundo, que, aunque parezca un caballo desbocado corriendo hacia su propia destrucción, solamente se le permite avanzar hasta donde la Providencia así lo ha determinado. Esa es nuestra confianza, allí radica nuestra fe. Esta visión del trono de Dios también nos ayuda a comprender la importancia que el supremo sacrificio de Cristo en la cruz, así como entender el impacto que su triunfo en la cruz ha tenido sobre otras inteligencias celestiales y universales.
El tratado intenta vincular las profecías de las siete iglesias y la de los siete sellos y alcanzar una comprensión mayor sobre el devenir de la historia, pero solamente para comprender que si la profecía se cumplió en el pasado significa que también se cumplirá en el futuro, porque la boca de Jehová así lo ha hablado.
Nos ha tocado vivir en una época donde una gran proporción de las personas sostiene creer en Dios. Son relativamente pocos (aunque a veces muy influyentes) los que no creen en la existencia de un Ser Supremo. El problema empieza a generarse cuando cada uno de nosotros empieza a sostener su propia opinión sobre lo que es Dios o sobre lo que no es.
Además de las evidentes discrepancias que encontraríamos (o esperaríamos encontrar) entre cristianos y musulmanes, budistas o shintoistas (por mencionar sólo algunas de las religiones), también nos sorprendemos de encontrar grandes diferencias entre las iglesias cristianas, que supuestamente comparten el mismo Libro Sagrado, que todos consideran (con algunas diferencias también) la revelación de Dios.
Por si fuera poco, existe dentro del ambiente netamente adventista una minoría con una opinión marcadamente diferente sobre la Divinidad que nos obliga a estudiar profundamente este tema y encontrar el sustento a nuestra posición, la posición oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Quiero adelantar también que aquí solamente trataré el tema de la Trinidad, ya que espero presentar con mayor amplitud lo referente a cada una de las Personas de la Divinidad en tratados separados. Le ruego tenga a bien leerlos todos para obtener una comprensión más precisa de este tema tan, pero tan apasionante. Reconozco anticipadamente que es un tema donde nuestra mente apenas puede extenderse hasta lo que Dios ha revelado de sí mismo, y aún esa revelación resulta demasiado grande para nuestras mentes mortales.
Con profunda reverencia intentaremos entender a Dios…
Durante el estudio de la Divinidad, en especial cuando tratamos de Dios el Hijo (que también tiene una importante relación con el tema de Dios el Padre) dejamos para un estudio posterior analizar algunos personajes que aparecen asociados con las teofanías como el Arcángel Miguel, el Angel del Pacto y sobre todo el Ángel de Jehová.
Tratar este punto es de suma importancia para entender la forma en que las Tres Personas de la Deidad participan en el plan de salvación, así como para identificar con mayor precisión quién de Ellos es Jehová, el Dios que se manifiesta visiblemente en el Antiguo Testamento.
Analizar estos conceptos permitirá eliminar algunos errores teológicos que nos han llegado desde fuera, a muchos de nosotros por nuestra extracción inicial católica, y en otros casos por las múltiples asociaciones indebidas que se hace cuando se analiza al Dios del Antiguo Testamento.
Expondremos también con la mayor claridad posible el concepto de qué es un Arcángel y su relación con una mayor comprensión del rol de la Segunda Persona de la Divinidad.
Un estudio profundo de la forma en la que el hombre debe realizar el culto a la Deidad, en base a lo que nos ha sido revelado en las Sagradas Escrituras.
Los dones espirituales han sido dados por Dios para el desarrollo personal y de la iglesia. Un don, como su propio significado lo indica, es un regalo inmerecido, por lo que aquél que lo recibe no tiene ningún mérito en poseerlo, aunque a algunos no nos guste reconocerlo. Por el contrario, la recepción del don le convierte en deudor con Quien se lo otorga, pues Dios espera que se use fundamentalmente para el avance de su causa. Debe haber pocas cosas peores, como veremos, que un don desperdiciado o no aplicado.
Es importante, para el caso de los dones espirituales, entender el propósito del Dador y la responsabilidad que se genera en el receptor, así como la bendición que el don debe significar para el desarrollo de la iglesia y la culminación de la tarea de dar el mensaje. Lo que no debe ser el don es un medio de alcanzar notoriedad, exacerbar las emociones o provocar el asombro y el homenaje de los que sean impresionados cuando perciban sus efectos.
La imagen que por lo general se genera en la mente de las personas cuando se habla del bautismo es la de un infante en brazos de su madrina sobre el que un sacerdote derrama un pequeño chorro de agua, mientras que algunas personas, supuestamente en su nombre, afirman que el pequeño bebé será fiel a una iglesia y doctrina que no conoce en absoluto. Esta imagen del bautismo no se parece en nada al concepto bíblico de este rito cristiano y distorsiona totalmente el significado que este tiene.
Comprender la importancia del bautismo y su relación con el arrepentimiento y el perdón de los pecados, y la relación con la obra del Espíritu Santo resulta clave para el mundo cristiano de hoy, que desconoce en diferente grado (es posible que los cristianos evangélicos conozcan un poco más) el significado del bautismo, su relación con el sacrificio expiatorio de Jesús, y su importancia para vida eclesial del creyente.
El tratado que tiene en sus manos, o en su ordenador, es un intento de presentar la importancia del bautismo en relación con el proceso de conversión y el nacimiento del nuevo hombre que Dios desea sea una realidad para cada uno de nosotros. También desearía que este tratado permita aclarar algunos conceptos errados como el bautismo de infantes, así como en algunos temas teológicamente profundos como el bautismo de fuego y su relación con el bautismo del agua. Por razones metodológicas presentaré primero un estudio bíblico sobre el bautismo, y luego en el material complementario trataré algunos temas que permitirán profundizar o recordar lo que usted conoce sobre algunos otros importantes asuntos.
El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua define el término vicario o vicaria de la siguiente manera: Que tiene las veces, poder y facultades de otra persona o la sustituye. Por lo tanto, la muerte vicaria sería una muerte en sustitución por otro, pero que provocaría los mismos resultados en aquel sujeto a quien sustituye. Dicho esto, comentaremos algo sobre los aspectos teológicos de este asunto.
Algunos conceptos de la teología cristiana resultan, por sí mismos, suficientemente lógicos, aún para las mentes más liberales. Algunos de los mandamientos, es especial aquellos que tratan con delitos como matar o hurtar están en todas legislaciones en todo tipo de sociedades. Conceptos como la bondad, la misericordia y otras virtudes son comúnmente aceptadas (como algo positivo), aunque no todas, ni por todos.
Sin embargo, el concepto de la muerte vicaria de Cristo en la cruz no parece del todo lógico. Suponer que la muerte de un hombre, en una de las ejecuciones consideradas como entre las más terribles, la cruz, hace unos dos mil años me libra a mí, un hombre del siglo XXI (aunque nací el siglo pasado… que raro suena decirlo), de la condenación de mi pecado es sorprendente. No parece resistir el análisis científico.
La muerte vicaria o sustitutiva es uno de los misterios más apasionantes de las Sagradas Escrituras. Es apasionante por la importancia para su vida y la mía, lo es porque es el gozne de un conflicto de los siglos entre el bien y el mal, y porque el amor manifestado en este sacrificio supera todo entendimiento y nos hace postrarnos de rodillas y dar gloria a Dios por su misericordia para con nuestra raza.
Debo señalar además que para entender este concepto no se requiere una inteligencia superior, sino que es algo que debe ser aceptado por fe. Se percibe mejor su naturaleza cuando se usa el corazón por encima de la razón (dije por encima, no sin la razón…).
Hemos tratado con amplitud en el estudio precedente el tema de la segunda venida de Jesús, mencionando su inminencia, aunque sin estudiar las señales que las Sagradas Escrituras presentan para anunciar su llegada. El estudio anterior demuestra que el Señor viene para recoger a los suyos, aquellos con los que desea pasar toda la eternidad, pues han sido files a Él.
Ahora intentaremos presentar algunas señales que indican que la venida está cercana, que los acontecimientos previstos para anticipar su llegada, así como aquellos que ocurrirían al mismo tiempo que ella, parecen ser una realidad en nuestros tiempos.
Los cristianos que observamos atentamente lo que ocurre a nuestro alrededor no podemos menos que concluir que el mundo está alcanzando los niveles de condenación, y que la intervención final de Dios está cerca de producirse. Aunque no concordamos con aquellos que establecen fechas para la ocurrencia de este evento, sí creemos que están dadas las condiciones para que los acontecimientos nos conduzcan prontamente al fin de todas las cosas.
Contrariamente a lo que el lector ocasional podría pensar, Dios el Padre es la Persona de la Divinidad que la revelación trata con menos amplitud. Tenemos evidentemente más información acerca de las características del Hijo e inclusive del Espíritu Santo como veremos en su oportunidad. Me refiero a la evidencia bíblica, que en realidad es la única que para este importante asunto resulta valorable para un estudio bíblico. Evidentemente, mucho se ha escrito sobre el Padre y el lugar que ocupa en la Trinidad, pero muy pocas veces se han sustentado estos escritos en lo que sostiene la Palabra de Dios. Hemos estudiado mucho de esto en el tratado “La Divinidad”, así como las características comunes a las 3 Personas de la Deidad.
Sin embargo, a pesar que la cantidad de información bíblica es relativamente escasa (en comparación a las otras Personas de la Divinidad, lo que transmiten estos pocos versículos es un tesoro sobre el cual podrían escribirse un sinnúmero de tratados de diversa profundidad.
Uno de los aspectos más resaltantes, que desde casi el inicio de la era cristiana ha creado controversia es la relación Padre-Hijo, así como la de ambos con el Espíritu Santo. Intentaremos en este tratado determinar lo que la Santa Biblia dice acerca de Dios el Padre y nos ocuparemos de las relaciones con las otras Personas de la Divinidad en los tratados siguientes.
"Creating the Visitor-Centered Museum" Book Launch at OMCAPeter Samis
My new book co-authored with Mimi Michaelson, titled "Creating the Visitor-Centered Museum," was the subject of an event at the Oakland Museum of California (OMCA) on Friday, February 3, 2017. I presented the accompanying slide deck as a backgrounder for a dialogue with OMCA Director and CEO Lori Fogarty before we both took questions from the audience. A great and stimulating time, with friends, students, and colleagues from near and far. Many thanks to the John F. Kennedy University Museum Studies Program and OMCA for organizing it!
La Palabra de Dios contiene mucha profecía que al presente está todavía en espera de cumplirse, y es razonable, así como honroso para Dios, que nosotros
creamos que dicha profecía se cumplirá con la misma fidelidad que ha sido la característica de todas las obras, y todos los actos de El hasta nuestros días.
Una sociedad no puede vivir sin leyes, leyes que protejan al más débil frente a la prepotencia del más fuerte. Leyes que ayuden a regular la vida de los ciudadanos y que establezcan los límites para el derecho de unos de manera que no invadan los derechos de los demás. Las leyes además establecen los deberes de los ciudadanos, que deben entender que el cumplimiento de los deberes va por delante que la exigencia de los derechos.
El observador de la naturaleza puede percibir claramente la existencia de leyes que los científicos a lo largo de los años han ido descubriendo. Desde la facilidad de comprender la ley de la gravedad hasta la complejidad de hacerlo con las leyes de la herencia, el genoma humano y muchas otras más, podemos extraer que la conclusión que la naturaleza se rige por leyes es evidente.
Es interesante notar que quienes aceptan de buena gana las leyes de la circulación de automóviles en la carretera o la ciudad, con sus regulaciones y prohibiciones (semáforos, límites de velocidad, sentido de circulación) piensen que no deben existir leyes morales para que nuestra sociedad funcione bien y que cada cual puede hacer a este respecto lo que le parece.
Uno de los grandes misterios del cristianismo es la encarnación. Además de la evidente connotación que tiene el hecho que Dios se haga hombre, la importancia salvífica de la encarnación debería ser un tema que demande un amplio estudio.
Si nos enfocamos netamente en el proceso de encarnación del Dios inconmensurable en la pequeña criatura de Belén, las preguntas surgen en nuestras mentes como un torrente que necesita ser encauzado. La forma en que las naturalezas divina y humana estaban “organizadas” en Cristo requiere de agudizar los sentidos y dedicar nuestros mejores recursos intelectuales para tratar de entender este asunto, hasta la medida en la que ha sido revelado.
Una cosa es absolutamente segura, Jesús fue simultáneamente hombre (sin ventajas sobre nosotros para enfrentar la tentación) y al mismo tiempo Dios. Por otro lado, el hecho maravilloso que Cristo mantendrá nuestra naturaleza humana por la eternidad, como una garantía para la humanidad que Dios cumplirá su promesa es uno de los temas complementarios que requieren también ser estudiados. No podemos dejar de mencionar el riesgo que asumió la Divinidad al decidir, desde la eternidad, el plan de salvar al hombre… arriesgándolo todo.
En un mundo donde el sacrificio personal en beneficio de otros es cada vez menos frecuente y tampoco comprendido, presentar el sacrificio máximo que Dios hizo al colocar a su Hijo en este mundo, para que luego enfrentara la muerte vicaria, debería llenar los corazones de los hombres de eterna gratitud. Espero que este estudio pueda contribuir a ello.
Existen dos engaños fundamentales en los que el enemigo de Dios ha hecho caer a la mayoría de la humanidad. Uno de ellos es la santidad del domingo, que hemos tratado en otro estudio, el segundo está relacionado con la naturaleza del hombre: la vida y la muerte.
Mientras que los púlpitos de la cristiandad (así como muchas otras religiones) repiten casi unánimemente que el hombre cuando muere sigue viviendo, la Palabra de Dios presenta una verdad totalmente distinta acerca de la muerte. Esta falsa enseñanza ha llevado a una multitud de conceptos erróneos: la comunicación con los muertos, el espiritismo… así como otras doctrinas que surgen de esta percepción equivocada: la intercesión de los santos, el infierno eterno, el purgatorio, entre muchas otras.
Es interesante constatar cómo el pensamiento pagano penetró a un cristianismo decadente de los primeros siglos y se aceptaron más las opiniones de los filósofos griegos (paganos además) y no la clara Palabra de Dios que señala la naturaleza del hombre y su condición en la muerte.
Entender este concepto fundamental ha hecho que muchos de los que estábamos confundidos acerca del misterio de la muerte, y que cuestionábamos a un dios (sí con minúscula) que supuestamente castigaría por la eternidad a las almas inmortales de sus hijos, podamos ahora entender con plenitud el amor de Dios y su propósito de darnos vida eterna si somos fieles.
El rito de la Cena del Señor que Jesús estableció aquella noche de jueves, víspera de la Pascua, ha recibido siempre la atención de los estudiosos de las Escrituras y de quienes como nosotros encuentran en esa celebración una fuente de inspiración. Considero que el análisis de las últimas horas de Jesús con sus discípulos antes de su pasión puede ayudarnos a comprender el mensaje de amor que está atado al sacrificio del Hijo de Dios por nosotros.
Es importante también el estudio de este tema pues gran parte de la cristiandad tiene un concepto erróneo de lo que la Cena del Señor significa, no sólo en cuanto a los emblemas del pan y el vino, sino sobre el significado de las dos partes del rito; especialmente teniendo en cuenta que para la iglesia popular la primera parte del rito ha sido quitado a los feligreses y solamente es practicado, en contadas ocasiones, por la jerarquía. El rito de humildad, tiene un importante significado teológico para la salvación mientras que la cena tiene un mensaje para el último tiempo.
Como en cada doctrina el centro del mensaje de la Cena es Jesús, aquí además en su faceta de Maestro y Siervo de siervos para mostrarnos que la verdadera grandeza se alcanza cuando nos damos a los demás por amor, cuando se demuestra que el amor es más dar que recibir.
Amor debe ser una de las palabras más usadas en nuestro tiempo. Sin embargo, tal vez sea también una de las palabras menos comprendidas o una de las más distorsionadas.
Normalmente se habla del amor como un sentimiento o una emoción, algo no necesariamente asociado a la porción racional de la mente. El amor es confundido con el sexo y la gente generalmente asocia el amor con la pasión, con un sentimiento que nubla la razón.
Recuerdo que una vez (hace ya algunos años) que entrevistaban a una célebre compositora peruana a la que hicieron la pregunta de qué era un falso amor. Ella pensó unos pocos instantes y dijo “un falso amor no es amor”. No puedo estar más de acuerdo con ella. Se asocia el amor con palabras que lo niegan absolutamente. Alguna vez escuché a alguien que hablaba de un “amor enfermizo”… oiga, llámele obsesión pero no le llame amor.
Por eso sostenía que el término a pesar de ser uno de los más usados ha perdido casi totalmente su sentido real para la gran mayoría de las personas. Se “autoriza” el matrimonio homosexual porque dicen que “tienen derecho a amar y ser amados”. Es decir… las inclinaciones que causan el desagrado de Dios son santificadas porque supuestamente existe amor.
Algunas personas esgrimen el amor como razón para matar (a través de la llamada eutanasia) a sus parientes enfermos que no tienen posibilidad de recuperación. ¿Es este el amor del que hablan las Sagradas Escrituras?
También se habla de “merecimientos” para ser amado, es decir, sostienen que algunas personas merecen ser amadas y otras no. ¿Debo amar solamente a las personas que me agradan?
Vivimos en un tiempo en que casi nada se considera pecado. Los hombres han ido “liberando” su mente de los conceptos morales de tal manera que hay muy pocas cosas que hoy se consideran, digamos, inadecuadas para esta sociedad. Aún crímenes como el aborto son aceptados bajo la lógica que “cada mujer es dueña de su cuerpo”. La infidelidad de ambos lados es aceptada con dichos como “el amor se acaba” y la convivencia se sustenta con palabras como que “el amor es más importante que un papel”, mientras que compartir la pareja con otros demuestra “madurez”. La eutanasia es aceptada como un mal menor, es decir algo que puede ser hecho en beneficio de otros “por amor”, segando las vidas que sólo corresponde a Dios tomarlas.
Si usted pregunta a un gran número de individuos en las calles, a cada uno si es un pecador, lo más probable es que la gran mayoría le diga que no. Sería aún más grave entre las mujeres por el contenido que la sociedad le da al concepto “pecadora”. Es que ahora pensamos (digo, la mayoría de las personas) que un pecador es algo así como un asesino en serie, o un violador de niños, un pedófilo o cosas por el estilo. Pensamos que mentir está bien si la causa es “buena”. Aquellos que destruyen su cuerpo con el alcohol son considerados personas felices (¿ha visto los últimos comerciales sobre bebidas alcohólicas?) y su ejemplo es destacado como algo digno de imitarse. Hay pocas voces que se opongan a este comercio que ha destruido tantas vidas…
He escuchado a cristianos abogar por la pena de muerte frente a la marea de inmoralidad y violencia que parece arrasar con los últimos bastiones de pureza y decencia que quedan en nuestro mundo. No es correcto corregir el pecado, proponiendo el pecado. No tenemos como hombres el derecho de penalizar a alguien tomando su vida. Esto corresponde solamente a Dios. Por más indignación que algunas de estas acciones provoquen debemos mantener delante de todos el pensamiento que no podemos por eso violar la Ley de Dios.
Por otro lado, muchas veces esta marea creciente de pecado y de cinismo con respecto a este, parece enmudecernos y no planteamos la fealdad del pecado frente a los otros. Sentimos temor de ser considerados fanáticos o cucufatos, nos resistimos a enfrentar la burla y callamos…
Tenemos la obligación delante de Dios de denunciar con amor el pecado y sostener que Dios odia el pecado, pero ama al pecador, cosa que debemos imitar. Tenemos el deber moral de reprender con amor a los que fallan, no porque seamos mejores o que no caigamos en lo mismo sino para ayudarnos unos a otros a comprender cuanto ha deformado el pecado nuestra capacidad de diferenciar el bien del mal.
Hemos tratado en el estudio anterior el juicio investigador y su importancia para cada uno de nosotros, así como para la vindicación de Dios frente al universo no caído. Dios ha sido atacado durante milenios por el enemigo de nuestras almas por tratar al pecador arrepentido con excesiva benevolencia, mostrando esto como una debilidad de su justicia. Dios debía demostrar que puede ser “el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” “a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados”. El juicio debe demostrar ante los seres no caídos de un universo perfecto que Dios puede ser justo y salvar a los pecadores arrepentidos que han confiado en la salvación que se alcanza mediante la fe en la sangre de Cristo Jesús.
Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.
Romanos 3: 21-26
Aunque se han mencionado tangencialmente los registros celestiales en los que se basa el juicio en sus diferentes etapas intentaremos definir qué “libros fueron abiertos” cuando “el Juez se sentó“ y se inició el juicio en los cielos, así como lo que ellos contienen y cómo el juicio alterará el contenido final de ellos. Aunque esto último puede haber quedado sugerido al estudiar el juicio investigador, haremos algunas precisiones sobre este aspecto, incluyendo con lo que ocurrirá con ellos durante el milenio y los momentos finales del pecado en el universo (un par de temas que trataremos en detalle en el estudio del milenio).
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos.
Daniel 7: 10
Para el hombre moderno común el diluvio es poco más que un cuento para niños. Se considera una leyenda o fábula con una moraleja y ha generado siempre una gran atracción como idea general, se han hecho varias películas, pero en realidad el mensaje del diluvio se ha perdido casi por completo.
Hace poco se estrenó una película con Russell Crowe sobre el diluvio (2014). Después de un tiempo pude verla en televisión. Me quedé estupefacto. Para mí siempre los efectos especiales de las películas modernas resultan un atractivo innegable, pero la trama es francamente deplorable. Quienes crearon esta cinta no tienen la menor idea acerca del personaje central Noé, que aparece como un fanático homicida en lugar del patriarca que luchó durante 120 años para salvar a una humanidad irreflexiva.
No tengo ni que mencionar acerca de la ayuda que los demonios (ángeles caídos) le dan en la construcción del arca y las luchas contra sus enemigos, demonios que luego son recompensados siendo repatriados al cielo. Es decir…
Comentaba con algún amigo que cuando Hollywood hace una película de carácter histórico intentan aproximarse lo más que pueden a la realidad, evidentemente con la licencia de crear una obra atractiva para los ávidos cinéfilos, pero cuando se trata de la Biblia las distorsiones son tan enormes que resulta inexplicable por el desconocimiento mostrado… la realidad es que también son usados por el príncipe de las tinieblas para oscurecer aún más las mentes del hombre de este tiempo.
Es importante hablar del diluvio, como es presentado en la Escritura, es útil por las connotaciones teológicas y científicas que esto tiene. Acompáñeme, por favor.
En el intento de estudiar a Dios el Hijo, podemos encontrarnos con una gran variedad de posiciones teológicas, algunas muy próximas a la que aquí presentaremos y otras muy distantes.
El origen de estas posiciones se encuentra en el antiguo antitrinitarismo que estudiamos en el tratado sobre la Divinidad y de que tan arriana sea la posición que algunos han adoptado. Existen algunas iglesias que sostienen que Jesús es un dios menor, otras que añaden a esto que Jesús es hermano de Satanás (sí aunque usted no lo crea), mientras que otras parecen sostener la idea que Jesús es Dios, pero señalan que tiene un origen y que el Padre lo engendró en algún distante punto en el pasado casi eterno, u otros que Jesús es engendrado permanentemente o en forma continua, como lo indica la teología católica.
No voy a repetir los temas que traté en el estudio sobre la Divinidad, sino que nos concentraremos en presentar la divinidad de Cristo a la luz de las Sagradas Escrituras, con el apoyo del Espíritu de Profecía.
El mundo parece funcionar como si cada día trajese asegurado, para cada persona, que el día de mañana seguirá siendo más o menos como el de hoy, con las diferencias propias de las actividades programadas. Muy pocas personas piensan que el mañana podría no existir para ellos y que lo que están haciendo o dejando de hacer hoy puede marcar su destino eterno. Existimos en un mundo que vive aceleradamente y que busca el placer desenfrenadamente y que no toma en cuenta su destino futuro… y parece que tampoco le interesa. No sé cuántos tendrían esa actitud si supieran que su caso está en un juicio para el que no se han preparado, y que además supieran por anticipado, como por lo general sabe el culpable que va a un juicio, que será condenado. Pero en realidad es lo que está ocurriendo.
Como hemos estudiado en un tratado precedente nos hallamos en medio del desarrollo del juicio investigador, que precede a la segunda venida de Cristo, que pondrá fin al mundo que hoy conocemos, para recuperar lo que perdimos en el Edén, la vida eterna y la felicidad que esto conlleva. En paralelo con este evento celestial se realiza el sellamiento de los hijos de Dios. Ya mencionamos que como cristianos no debemos tener temor al juicio si nuestra vida está escondida en Cristo Jesús y estamos viviendo conforme a lo que es Señor espera de nosotros. Pero algunos tenemos temor de los acontecimientos finales, aquellos que ocurrirán cerca del fin del tiempo de gracia (antes y después) pues nos vemos sin la suficiente preparación espiritual o por que la edad ha menguado nuestras fuerzas físicas como para resistir el tiempo de prueba.
En este tratado nos preocuparemos de alejar un poco nuestros temores, que parecen naturales, frente a estos acontecimientos pero sobre todo exhortarnos a desarrollar la musculatura espiritual (por decirlo de alguna manera) para estar preparado para ese momento y para disfrutar del gozo que significará estar entre los sellados para vida eterna. Por la naturaleza del tema y la relación con otros tratados será necesaria alguna repetición en las citas que presentaremos.
Si cualquiera de nosotros estuviera siendo juzgado por la justicia ordinaria estaría preocupado por los potenciales resultados. Tal vez estaría un poco menos preocupado si tuviera a un buen abogado que lo defienda, y un poco menos si supiera además que el juez es intachable y que siempre juzga con justicia. Claro que esto último ocurre en el caso que el juzgado, o sea cualquiera de nosotros, fuera inocente. El problema empezaría a agrandarse si el que está siendo juzgado supiera que ha violado la ley, y que además entendiera que la pena por violarla es la muerte. Entonces la preocupación podría tornarse en desesperación, para luego probablemente aceptar que su destino es la muerte, y que no hay esperanza para él, o sea para nosotros.
En este tratado hablaremos sobre un acontecimiento que se lleva a cabo, en este momento, mientras usted lee estás páginas, en un tribunal en los cielos, donde el Juez no puede equivocarse, pues su rectitud es reconocida por el universo entero y que además sabe que usted y yo hemos violado la ley y que el pago de nuestro delito es la muerte. En este juicio usted y yo, y toda la humanidad con nosotros, deberíamos ser condenados, sin duda alguna. Pero el Abogado, que felizmente para usted y para mí es tan bueno, pero tan bueno, que tiene un argumento para salvarnos, un argumento que tiene escrito en nuestra carpeta personal, una argumento escrito con su propia sangre. Lo que sorprenderá a muchos es conocer que mucha gente, la enorme gran mayoría, no cree que necesite a este Abogado, es más cree que puede pasar indemne el juicio sin Él, o que por último no le importa si hay un Juez o un juicio y no está consecuentemente preparado para enfrentarlo.
Esta, mi querido amigo, es la triste realidad de una humanidad donde cada día unas 175.000 mueren y su destino, en el juicio, queda sellado para siempre y probablemente no le dieron importancia al juicio que, en base al registro de sus vidas, sin su presencia, marcará su destino eterno. No deje que esto suceda a usted y a los suyos. Busque al Abogado, que no puede perder ningún caso, para que lo represente… antes que el registro de su vida se cierre.
Estudiaremos en este tratado acerca del juicio investigador en base a lo que las Sagradas Escrituras enseñan acerca de su propósito y de cómo puede usted encargar su caso al Abogado… no hay nada que temer… si tiene ya a este Abogado en su favor. Una cosa más… por razones metodológicas, y para mejorar la comprensión del tema, le recomendaría que haya leído ya el tratado sobre las 70 semanas.
Un estudio profundo sobre la naturaleza del poder que desafía y se enfrenta abiertamente a Dios y que será vencido cuando Jesús vuelva por segunda vez para salvar a su pueblo.
La Palabra de Dios no nos ha dejado en la oscuridad con respecto a los tiempos finales de este mundo. La profecía bíblica ha trazado con suficiente certeza, para el estudioso que depende de la iluminación del Espíritu Santo de Dios, los acontecimientos finales y el devenir de la iglesia remanente y su confrontación con el “hombre de pecado”. Comprender la profecía implica, como ya hemos mencionado en otros tratados de este tipo, encontrar en la historia el sustento para interpretar los símbolos de los sueños y visiones que Dios ha dado a sus mensajeros.
Hemos estudiado ya algunas profecías, en particular aquellas que aparecen en los capítulos 2, 7 y 8 de Daniel. Ellas presentan, con algunas variantes, al poder que se opone al cielo y que será finalmente vencido cuando nuestro Señor Jesús venga por segunda vez para rescatar a su pueblo. Este poder es un enemigo vencido, pues si algo nos dice la historia es que lo que Dios ha predicho se cumplirá. Es posible que algunos de los temas que tratemos aquí sean muy duros para personas que recién conozcan la verdad, pero es nuestra obligación hacerlo.
Pero aún con el triunfo de la iglesia asegurado, es nuestro lugar entre los redimidos el que debe ser consolidado. Tenemos que conocer el futuro para que estemos preparados para afrontarlo, confiando en el Señor, con certeza en lo que creemos, con disposición de presentarlo a otros que aún están en tinieblas, pero sobre todo teniendo confianza en quién hemos creído. El enemigo es poderoso, pero no tanto como mi Salvador y el suyo.
Acompáñeme a analizar cómo la Biblia presenta el camino que ha recorrido ya la iglesia remanente hasta el tiempo del fin, y lo que nos queda recorrer hasta el fin del tiempo. Explorar esto nos llenará de confianza en Dios que nunca falla y que ha prometido que estará con nosotros hasta el final de los tiempos, por más difíciles que estos sean y por más formidables que sean los enemigos que enfrentemos.
En tres tratados precedentes hemos presentado la explicación de la profecía del sueño de la estatua que tuvo el rey Nabucodonosor II, sueño que fue interpretado por Daniel, el sueño de Daniel que ve a 4 terribles bestias surgiendo de un mar agitado y la visión del carnero y el macho cabrío que fue presentada a Daniel. Estos mensajes dados por Dios, al rey y al profeta, tenían como propósito señalar que el Altísimo gobierna el destino de las naciones y que otorga a cada una de ellas un tiempo en la historia.
Este gobierno omnímodo de Dios queda evidenciado al estudiar estas profecías desde un punto de la historia que nos permite comprobar su matemático cumplimiento. Lo que para nosotros hoy es historia comprobada, para el profeta era una luz que alumbraba el devenir de los acontecimientos anticipando lo que ocurriría durante unos 25 siglos. No sorprende, por lo tanto, la perplejidad del rey y del profeta al recibir de Dios los propósitos para naciones que, en algún caso, no habían aún surgido como aparentes líderes de la lucha por el poder.
Revisaremos ahora estas profecías desde la perspectiva de demostrar qué poder se esconde detrás de la mezcla de hierro y barro de la estatua de Nabucodonosor o bajo el símbolo de un cuerno pequeño, pero grandilocuente. Este es un estudio duro de asimilar para quienes hemos nacido espiritualmente dentro del cristianismo nominal, por lo que suplico la gracia del lector de no anticipar conclusiones en contra de este estudio sin haber analizado las pruebas de identificación de este poder. Los psicólogos sostienen que para evitar que un paradigma (una forma aceptada de la realidad) me impida ver algo diferente o contrario, debo suspender el juicio, que es uno de los mecanismos de la mente. Por favor, hágalo… lo tuve que hacer hace más de 40 años cuando estudié este tema por primera vez. Por las características de este estudio repetiremos algo del material base de los tratados mencionados para facilitar su comprensión.
Un estudio profundo sobre los principios cristianos de vida que la Palabra de Dios enseña que debemos poner en práctica como parte de la obediencia debida a Dios.
Un estudio profundo sobre una de las más importantes instituciones creadas por Dios en el Edén, y que recibe los arteros ataques de una sociedad cada vez más alejada de Dios.
Un estudio profundo sobre la mayordomía de los tesoros, esto es, la responsabilidad ante Dios de los miembros de iglesia de sostener al ministerio y a la iglesia con sus recursos económicos.
Un estudio profundo sobre la forma en la que Jesús enseñó a su Iglesia a preservar tanto el compromiso personal de los fieles con Dios como la imagen del Cuerpo de Cristo.
Un estudio profundo sobre la forma en la que Jesús diseñó la estructura organizacional de su iglesia para que esta pudiera cumplir eficientemente su sagrada misión.
Hemos mencionado en algún tratado anterior que la profecía no es doctrina, pues mientras que Pablo entendió a plenitud la doctrina de la justificación por la fe, seguramente no podía entender con la misma profundidad los acontecimientos del futuro que permitirían que fuese retirado “el que todavía impide”. La profecía requiere para su interpretación, excepto que seamos el propio profeta, del transcurrir del tiempo que permitió, por ejemplo, ver la secuencia del gran terremoto, el día oscuro, la luna roja como sangre y la caída de las estrellas que anunciaba el sexto sello.
Tal vez por eso algunos encuentran difícil aceptar la que ha sido la interpretación histórica del adventismo en relación con las siete trompetas y buscan en el futurismo el cumplimiento de acontecimientos que en nuestra opinión ya ocurrieron. A veces la soberbia de suponer que nuestro modo de pensar es el mejor, y que parece no ser inteligente decirles a otros que tienen razón, también contribuye a estas diferentes opiniones de nuestros más preclaros teólogos.
Pensamos que las trompetas anuncian al pueblo de Dios los acontecimientos que llevarían a retirar al “que impide todavía” (en ese tiempo) que el misterio de iniquidad adquiera su poder y luego muestra el castigo de Dios mediante la guerra a la que llaman las trompetas de una Europa que había dejado a un lado la verdad. Acompáñenos a analizar esta profecía que sigue enviando la señal clara que, si Dios controló los acontecimientos pasados, también lo hará con los futuros, que son los que más nos atañen. Comprender la profecía demandará un poco más de entendimiento sobre la historia que rodea a estos acontecimientos. Esto explica la extensión de este tratado y la dimensión de las citas de sustento histórico de las razones para identificar a cada una de las trompetas. Espero que a usted le guste la historia como a mí, si no es así, le ruego indulgencia.
Un estudio profundo sobre el objetivo central de la Iglesia: colaborar en la salvación de género humano, no solamente en el Nuevo Testamento sino desde el inicio del plan de salvación en este mundo, y cómo enfrentar los retos actuales.
Love must be one of the most used words of our time. However, it is perhaps also one of the least understood or one of the most distorted words.
Love is usually spoken of as a feeling or an emotion, something not necessarily associated with the rational portion of the mind. Love is confused with sex and people generally associate love with passion, with a feeling that clouds reason.
I remember once (some years ago) when a famous Peruvian composer was being interviewed and asked the question of what a false love was. She thought for a few moments and said "a false love is not love". I could not agree with her more. Love is associated with words that absolutely deny it. I once heard someone talk about an "unhealthy love" ...hey, call it an obsession but don't call it love.
That is why I argued that the term, despite being one of the most widely used, has almost completely lost its real meaning for the vast majority of people. Homosexual marriage is "authorized" because they say that "they have the right to love and be loved". That is to say... inclinations that cause God's displeasure are sanctified because supposedly there is love.
Some people use love as a reason to kill (through so-called euthanasia) their sick relatives who have no chance of recovery. Is this the love of which the Holy Scriptures speak?
They also speak of "deserving" to be loved, i.e., they argue that some people deserve to be loved and others do not. Should I love only the people I like?
During the study of the Divinity, especially when we deal with God the Son (which also has an important relationship with the subject of God the Father) we leave for a later study to analyze some characters that appear associated with theophanies such as the Archangel Michael, the Angel of the Covenant and, above all, the Angel of Jehovah.
Addressing this point is of utmost importance to understand how the Three Persons of the Godhead participate in the plan of salvation, as well as to identify with greater precision which of them is Jehovah, the God who is visibly manifested in the Old Testament.
Analyzing these concepts will allow us to eliminate some theological errors that have come to many of us from outside, because of our initial Catholic background, and in other cases because of the many improper associations that are made when analyzing the God of the Old Testament.
We will also explain as clearly as possible the concept of what an archangel is and also its relationship with a greater understanding of the role of the Second Person of the Divinity. During the study of the Divinity, especially when we deal with God the Son (which also has an important relationship with the subject of God the Father) we leave for a later study to analyze some characters that appear associated with theophanies such as the Archangel Michael, the Angel of the Covenant and above all the Angel of Jehovah.
Un estudio profundo de una secuencia profética que permite comprender la historia de la iglesia y el cuidado de Dios, desde los tiempos apostólicos hasta la segunda venida de Jesús.
Un estudio cronológico de los profetas desde el inicio de la monarquía de Israel hasta antes de la era cristiana, en el contexto histórico de las naciones del mundo antiguo.
Guia de las cartas del tarot de el extraño mundo de jack.
Arcanos mayores y arcanos menores.
Primera guía cien porciento en español!
Con 5 tiradas para comenzar predicciones.
Aprende y utiliza este mazo para divertirte.
Fuente: Emeric Amyot d'Inville, C.M. "Anunciar la Buena Nueva de la Salvación siguiendo las huellas de San Vicente", Vincentiana: Vol. 41: No. 4, Artículo 7.
Esta guía es una ayuda para hacer por tu cuenta el retiro mensual, allí dónde te encuentres, especialmente en caso de dificultad de asistir en el oratorio o iglesia donde habitualmente nos reunimos para orar.
A. ¿Qué es la soledad?
• En el Antiguo Testamento la palabra hebrea que más se utiliza para “solitario” es shamem, que significa “desolado”.
• En el Nuevo Testamento la palabra griega eremos significa “lugares desiertos”.
• La soledad es el estado emocional de tristeza causado por sentirse solo, aislado o alejado de los demás.
• Una persona puede sentir la falta de cercanía con otros aún cuando estén en su presencia.
• David exclamó al Señor en tiempo de soledad:
“Mírame, y ten misericordia de mí, porque estoy solo y afligido”.
(Salmos 25:16)
B. ¿Qué significa estar solo?
• En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea que se traduce solo es badad, que significa “estar con uno mismo”.
• En el Nuevo Testamento, la palabra griega monos denota “sin compañía, solo, solitario”.
• Estar solo es la condición de estar sin compañía, separado de otros.
• Con frecuencia, Jesús buscó estar a solas. Se apartaba de los demás para poder tener comunión con el Padre.
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo”.
(Mateo 14:23)
C. ¿Cuál es la diferencia entre estar a solas y sentir soledad?
• La soledad se refiere al estado emocional (por sentirse rechazado y desolado).
• Estar a solas se refiere al estado físico (el estado de estar separado de los demás).
• La soledad generalmente es una experiencia negativa (que va acompañada de un sentimiento de desesperanza).
• Estar a solas puede ser una experiencia positiva (convirtiéndola en un momento de creatividad y comunión con el Señor).
D. Ejemplos bíblicos de soledad
DAVID EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR EL RECHAZO.
“Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”.
(Salmos 142:4)
JOB EXPERIMENTÓ SOLEDAD POR SUS AMIGOS DESLEALES.
“El atribulado es consolado por su compañero; aun aquel que abandona el temor del Omnipotente. Pero mis hermanos me traicionaron como un torrente; pasan como corrientes impetuosas”.
(Job 6:14–15)
ELÍAS EXPERIMENTÓ SOLEDAD PORQUE TEMIÓ LA IRA DE DIOS.
“Viendo, pues, el peligro, se levantó y se fue para salvar su vida, y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”.
(1 Reyes 19:3–4)
E. Ejemplos bíblicos de estar solo
PABLO ESTUVO SOLO CUANDO SUS AMIGOS LO ABANDONARON.
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta. Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león”.
(2 Timoteo 4:16–17)
JOB ESTUVO SOLO CUANDO
Diseña una experiencia de aprendizaje sobre lectura y escritura como
herramientas de aprendizaje transversal integrando recursos digitales.
La experiencia se debe planear en el formato 1 y luego, se socializa en
una presentación Power Point y se sube a un Slide Share, Issu u otro
recurso que genere un enlace para su visualización.
1. Un estudio profundo del sagrado libro de la
cristiandad para amarlo y reconocerlo como el
mensaje de Dios para este tiempo.
Federico Salvador Wadsworth
2. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 2 de 27
0. Contenido
0. Contenido ................................................................................................................................... 2
1. Introducción General ................................................................................................................... 3
2. Estructura del Tratado Teológico ................................................................................................. 3
3. Mapa General de Tratados .......................................................................................................... 5
4. Mapa del Tratado ........................................................................................................................ 6
5. Propósito del Tratado .................................................................................................................. 7
6. Desarrollo del tema ..................................................................................................................... 7
6.1. Introducción...................................................................................................................... 7
6.2. Una esperanza para todos................................................................................................ 7
6.3. El propósito .....................................................................................................................11
6.4. Un evento irreproducible..................................................................................................13
6.5. Preparación para aquel momento.....................................................................................15
7. Material complementario.............................................................................................................18
7.1. El rapto secreto ...............................................................................................................18
7.2. Una falsa segunda venida................................................................................................22
7.3. La herejía de los 6.000 años ............................................................................................24
7.4. Orión...............................................................................................................................26
7.5. Silencio como por media hora..........................................................................................27
3. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 3 de 27
1. Introducción General
La búsqueda del conocimiento de Dios y su propósito para el hombre constituye la más apasionante de las
aventuras que la mente humana pueda proponerse. El reto de encontrar en el libro sagrado aquel hilo de oro del
plan de salvación recompensará al estudioso, que podrá comprender la majestuosidad del esfuerzo de Aquél que
“no escatimó ni a su propio hijo” (Romanos 8: 32).
El conjunto de tratados sobre temas bíblicos, del que usted tiene en sus manos uno de los estudios, ha sido
preparado para proveer al miembro laico de la Iglesia Adventista del Séptimo Día del conocimiento requerido para
enseñar a otros acerca de cómo crecer “en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2
Pedro 3: 18) así como para “presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón
de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3: 15).
El autor es miembro regular de la Iglesia Adventista del Séptimo Día desde 1977, anciano de iglesia desde
1979, esposo, padre y abuelo, con el gozo de tener a toda su familia en “la fe que ha sido una vez dada a los
santos” (Judas 1: 3) y que además suscribe totalmente las 28 doctrinas oficiales de la misma.
Reitero que estos tratados han sido preparados para el
miembro de Iglesia, por lo que deberá graduar la dosis de
conocimiento que deba transmitir a aquellos que se encuentren
interesados en conocer a Jesús, a quien el profeta llama el “Deseado
de todas las gentes” (Hageo 2: 7).
Por eso, al mismo tiempo, hemos querido también incluir
material complementario al estudio bíblico que esperamos le permita
ampliar sus actuales conocimientos, así como estar preparado para
profundizar en “cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles” (1
Pedro 1: 12). Su habilidad para introducir estos subtemas en armonía
con los conceptos centrales es clave para favorecer la transferencia
del conocimiento que usted y yo nos proponemos.
Dado que el conocimiento de nuestro Dios y sus propósitos
estarán, por la obra y gracia del Espíritu Santo, siempre en pleno
desarrollo, podrá encontrarse regularmente con actualizaciones de
cada tratado (vea la fecha aa.mm.dd que acompaña al nombre del
archivo). Estas actualizaciones, por supuesto, también corregirán
algunas de las fallas humanas que puedan haber pasado inadvertidas
para el autor. Por otro lado, su bien intencionado propósito de
ayudarnos a mejorar estos temas será siempre bienvenido.
2. Estructura del Tratado Teológico
Al inicio de cada tratado le presentaremos la estructura general del conjunto de estos utilizando un diagrama
de bloques numerado, llamado Mapa General de Tratados. Este gráfico (que aparece en la subsiguiente página)
le permitirá ver dónde encaja el tratado que tiene en sus manos en relación con los otros temas. Para facilitar su
ubicación además de la numeración, este estará marcado en color diferente de los demás. Coleccione los temas,
actualícelos y ordénelos en esta secuencia si le parece útil a su propio desarrollo del conocimiento.
Los números en cada bloque establecen simultáneamente el orden de creación de estos tratados y la
dependencia lógica también entre ellos. Los bloques del número 70 en adelante representan, a su vez, un conjunto
de tratados especiales. Los he agrupado en 6 grandes temas:
a. Religiones comparadas Serie 70.nn
b. Cronologías Serie 75.nn
c. Armonías de los Evangelios Serie 80.nn
d. Genealogías Serie 85.nn
e. Biografías bíblicas Serie 90.nn
f. Historia Serie 95.nn
La lectura de estos temas le dará el marco referencial para entender los tratados más temáticos. Estos otros
temas tienen su propia estructura que guardará relación con la aquí mencionada.
Luego del diagrama del conjunto, encontrará usted un diagrama de bloques del estudio propiamente dicho,
llamado Mapa del Tratado, donde podrá notar lo siguiente:
a. Cada bloque del diagrama indica el versículo o versículos de referencia en la parte inferior y una
breve frase que corresponde con la lógica de su inclusión en el tema.
4. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 4 de 27
b. Notará que hay algunos bloques, con versículos de color diferente, que hacen referencia a
parábolas que ayudan a entender el tema central.
c. Otros bloques, que no contienen versículos, exponen asuntos que podría usted tocar cuando
presente el estudio; asuntos que poseen un trasfondo histórico, geográfico, científico, técnico,
entre otros. Usted encontrará en este estudio alguna información que le ayudará a exponer sobre
estos conceptos.
d. Estos dos tipos de bloques no necesariamente están incluidos en todos los estudios.
e. Las flechas indican la secuencia lógica en la que el autor piensa que estos temas deben ser
presentados. La secuencia está establecida de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Sin
embargo, su propia iniciativa y conocimiento de las necesidades de sus oyentes le pueden marcar
una ruta diferente. Déjese guiar en oración por Aquél que no puede errar.
Al finalizar esta fase gráfica usted encontrará el estudio en detalle, que seguirá hasta donde sea posible, la
estructura del diagrama de bloques. Algunos materiales complementarios al estudio se incluirán al final. Le
recomiendo que los lea con anticipación para encontrar el momento exacto para incluirlos en su exposición.
Hasta donde me ha sido posible he presentado la fuente de algunos de estos temas para que pueda
extender su comprensión revisándolos. No pretendo conocer todo lo que estas fuentes tratan sobre el tema, por lo
que lo aliento a profundizar y comentarme cómo mejorar este contenido. He incluido algunas imágenes halladas
en Internet para hacer más amena su lectura, espero le agraden.
La fase escrita del estudio contendrá:
f. Acápites por los subtemas principales.
g. Citas Bíblicas (en color rojo).
h. Citas del Espíritu de Profecía (en color verde).
i. Citas de libros o artículos de diversos autores, destinadas a ampliar su conocimiento sobre el tema
(en color azul).
j. Comentarios de las citas mencionadas; en algunos casos estos se presentarán antes de la cita,
como anticipando la declaración, mientras que en otras se ubicarán después como confirmación
del concepto que se sostiene (en color negro).
k. Mapas, cronogramas, genealogías y otros diagramas cuando corresponda a la exposición del
tema.
l. Material complementario agrupado en un acápite que ayuda a comprender algunos de los aspectos
que podrían surgir al tratar el tema central con otras personas. No todos los temas contienen
necesariamente este material.
Cuando no se indique lo contrario las citas de la Santa Biblia corresponden a la versión Reina-Valera 1960,
mi favorita. Alguna vez incluiré otras versiones para comparar o ampliar la comprensión de un texto.
Cuando usted desarrolle un estudio bíblico sobre este tema con personas que no pertenecen a la Iglesia le
recomiendo que use la sección correspondiente al estudio (con los versos incluidos en el diagrama de bloques) sin
presentar las declaraciones del Espíritu de Profecía. Comente los materiales complementarios conforme surjan en
la exposición, así como en la fase de preguntas y respuestas.
He preparado también un archivo que incluye todos los diagramas de bloques de los tratados de manera
que le sirvan de ayuda memoria cuando presente el tema. También he creado un archivo con una copia de todos
los contenidos de los tratados de manera que pueda revisarlos sin abrir cada uno de los documentos, en caso esté
buscando un subtema específico.
Permítame, como hasta ahora, que durante el estudio me dirija a usted en forma personal. Creo que así es
como nuestro Salvador hablaba con aquellos a quienes amaba y deseaba salvar. Seguramente usted hará lo
propio con aquellos que le escuchen con este propósito.
Este es un material gratuito que seguramente ha llegado hasta usted por alguien que lo aprecia y desea
que conozca aún más a Jesús y su maravilloso plan de salvación. Difúndalo de la misma manera, ya que “de gracia
recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10: 8).
5. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 5 de 27
3. Mapa General de Tratados
02
La Divinidad
03
El Padre
04
El Hijo
05
El Espíritu
Santo
01
La Santa Biblia
15
La Encarnación
13
El Ángel
de Jehová
06
La Ley
de Dios
07
El Sábado
09
El Pecado
08
El origen
del pecado
10
La Muerte
34
La Redención
36
Justificación
por la fe
37
Santificación
35
La Conversión
12
La Oración
38
El Bautismo
39
La Iglesia
44
Diezmo &
Ofrendas
26
Los Ángeles
17
La Resurrección
14
El Amor
11
La creación
20
El diluvio
18
La Segunda
Venida
19
Señales de la
Segunda Venida
32
El Don de
Profecía
27
Espiritismo
28
Posesión
demoníaca
21
El Santuario
Celestial
23
La ley
ceremonial
45
El matrimonio
47
La estatua de
Nabucodonosor
48
Las 4 Bestias
43
Disciplina
Eclesiástica
53
El cuerno
pequeño
57
El juicio
investigador
56
Las 70
semanas
58
Los libros
del cielo
30
Los dones
espirituales
31
El don de
lenguas
49
El carnero y el
macho cabrío
59
El sellamiento
62
El milenio
55
El Anticristo
33
Profecías
mesiánicas
60
La Apostasía
final
63
La tierra
nueva
46
Estilo Cristiano
de Vida
54
Los 1260 años
42
Organización
Eclesiástica
50
Las 7 iglesias
51
Los 7 sellos
52
Las 7 trompetas
22
Nuestro Sumo
Sacerdote
61
El Tiempo
de Angustia
40
La Gran
Comisión
29
Los libros
apócrifos
16
Muerte
Vicaria
75
Cronología
85
Genealogía
80
Armonía de los
Evangelios
41
Historia
de la IASD
70
Religiones
Comparadas
90
Biografías
Bíblicas
24
La Adoración
25
La Cena
del Señor
95
Historia
6. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 6 de 27
4. Mapa del Tratado
Voy a preparar
lugar
Jua 14: 1-3
Del mismo
modo
Hch 1: 11
Bendita
esperanza
Tit 2: 13
Oriente a
Occidente
Mat 24: 27
Lo hemos
esperado
Isa 25: 8, 9
Extraña
operación
Isa 28: 21
Para salvar
Heb 9: 28
No demora
2 Ped 3: 9, 10
Viniendo en
gloria
Apo 19: 11-13
A hacer
justicia
Apo 14: 14
Velad
Mat 24: 42-44
Todo ojo
le verá
Apo 1: 7
A esconderse
Apo 6: 15-17
Destruyendo
al inicuo
2 Tes 2: 8
Lamentos
tardíos
Mat 24: 30
Para
recompensar
Apo 22: 7, 12, 20
Juntando
a los santos
Mat 24: 31
Resurrección
1 Tes 4: 16, 17
Transformados
1 Cor 15: 51, 52
No callará
Sal 50: 3-5
Desde Enoc
Jud 1: 14, 15
Vendrá con
sus ángeles
Mat 25: 31
No en
secreto
Mat 24: 23
Aceptémosle
hoy
2 Cor 6: 2
Un tiempo
determinado
Hch 3: 20, 21
No sabemos
cuando
Mat 24: 36
El rapto
secreto
Herejía de los
6.000 años
Orión
Silencio
en el cielo
Una falsa
Segunda
Venida
7. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 7 de 27
5. Propósito del Tratado
El propósito del tratado es el siguiente:
a. Presentar la Segunda Venida de Jesús como el evento más esperado de universo.
b. Establecer el propósito de su venida.
c. Definir las características de su venida.
d. Anticipar los peligros de algunos de los engaños satánicos de estos últimos días.
6. Desarrollo del tema
6.1. Introducción
Una de las más importantes y relevantes doctrinas para nuestro tiempo es aquella que trata de la
Segunda Venida de Cristo. Este acontecimiento es mencionado más de mil veces en las Sagradas
Escrituras y constituye uno de los aspectos centrales de lo que llamaríamos la verdad presente.
Decía esto, pues el tiempo en el que este acontecimiento, único en la vida del planeta, ocurra está
muy cerca, como uno puede comprobarlo por las señales que Dios dejó para nosotros en Su Libro. Aunque
las señales que precederán este acontecimiento las trataremos en el siguiente estudio, es bueno resaltar
la importancia que este tiene para quienes vivimos en los últimos tiempos. Es importante además porque
este acontecimiento está vinculado indivisiblemente con el cierre de la puerta de la gracia, pues el Señor
vendrá a recoger a los suyos y la oportunidad de salvación habrá entonces concluido.
Este acontecimiento decíamos, clave para el planeta, pues somos protagonistas de un conflicto
ancestral entre el bien y el mal, también será clave para el universo que se acercará a la erradicación total
del mal y la restauración de un cosmos perfecto.
Cabría suponer, por la importancia del evento, que el mundo esté a la expectativa de su ocurrencia
y que los diarios y revistas, así como al televisión y las redes sociales estuvieran saturadas de un llamado
a la preparación mundial para encontrarse con su Dios. Pero, al igual que cuando Jesús vino por primera
vez, aquellos que le esperan serán pocos y muchos además se burlarán de su esperanza… El mundo se
adelanta a su destrucción final y los mensajeros debemos elevar nuestras voces para que muchos más se
unan al remanente que espera la Salvador. Los afanes de este mundo, el hedonismo, el afán de las riquezas
y aún los deportes copan la atención de las masas sin preparación y las hacen permanecer en la oscuridad
sobre lo que vendrá.
6.2. Una esperanza para todos
Lo más importante para mí, al estudiar esta
promesa del Señor es justamente lo que está
implícito, que es una promesa y como la hizo mi
Salvador, que nunca falla, entonces puedo estar
seguro que se cumplirá.
Recuerdo hace algunos años, bastantes
más que los que quisiera aceptar, nos invitaron a
una reunión bíblica privada donde estaría un prior
de un convento muy conocido en mi país. Cuando
hablábamos con él acerca de nuestra supuesta
mutua esperanza sobre la venida de Jesús me dijo:
“Sí, pero eso ocurrirá dentro de un millón de años”.
No pude menos que sorprenderme al escucharlo y
así se lo hice saber respetuosamente. Se encogió
de hombros y dijo que así lo entendía él.
Claro, si no deseo que algo ocurra, espero
que sea lo más tarde posible. Este supuesto
ministro no concuerda con la Biblia, que dedica más de un millar de versículos para hablar de este
acontecimiento, para nosotros hoy inminente, con una urgencia que este hombre no parecía entender. El
mundo, ahora aficionado al catastrofismo que algunas películas crean, habla más de eventos apocalípticos
(término que en la sabiduría popular se relaciona con una destrucción masiva) que de la felicidad de ver
retornar a nuestro Salvador, como lo prometió.
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre
muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
8. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 8 de 27
vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que
donde yo estoy, vosotros también estéis.
Juan 14: 1-3
La promesa es clarísima: “vendré otra vez”, y
desea que sus fieles moren con Él. Jesús nos pide que
estemos tranquilos, que se ha ido pero volverá. Sabe que
los últimos acontecimientos nos generarán preocupación
y desasosiego, pero quiere que sepamos que Él ha
planeado todo para estar con nosotros.
Nos prepara mientras tanto un lugar para cada uno
de nosotros y nos asegura que vendrá. Desea estar con
nosotros, desea nuestra compañía por la eternidad. Yo
encuentro en estas palabras lugar para la esperanza
frente a los momentos difíciles en los que nos pone la vida.
¡Ven Señor Jesús!
Hay mansiones preparadas para todos los que se
sometan a la obediencia de la ley divina. Y para que la
familia humana no tuviera excusa a causa de las
tentaciones de Satanás, Cristo se humanó. El único Ser
que era uno con Dios vivió la ley en su humanidad,
descendió a la humilde familia de un obrero común, y
trabajó en el banco de carpintero con su padre terrenal.
Vivió la vida que pide de todos los que pretenden ser sus
hijos. Así suprimió el poderoso argumento de Satanás de
que Dios requiere de la humanidad una abnegación y
sujeción que él mismo no está dispuesto a prestar...
Jesús no requiere de los hombres que van tras sus
pasos más de lo que él mismo realizó. Él era la Majestad del cielo, el Rey de gloria, pero por nosotros
se hizo pobre, para que nosotros por su pobreza nos enriqueciéramos. Casi sus últimas palabras
fueron: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi”. En vez de estar afligidos
y apenados, debéis regocijaros, dice Cristo. Vine al mundo por vosotros. Ya cumplí mi tiempo en la
tierra. En adelante estaré en el cielo. Por vosotros he trabajado con interés en el mundo. En el futuro
me ocuparé con tanta dedicación como ahora en una tarea más importante por vosotros. Vine a
redimiros: voy a preparar moradas para vosotros en el reino de mi Padre.
Ellen G. White, A fin de conocerle, 361, 362
Jesús no desea que esto parezca una promesa
vana, para entusiasmar a niños, pues dice que “si así no
fuera, yo os lo hubiera dicho”.
Al hablarnos de cómo vendría mi Señor, los
ángeles, que aparecieron como unos varones durante la
ascensión de Jesús al cielo, les dijeron así a los
sorprendidos (y seguramente consternados) discípulos:
Los cuales también les dijeron: Varones
galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este
mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al
cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Hechos 1: 11
Cuando los ángeles dicen “así” se refieren a
cosas muy concretas:
a. Jesús vendría en forma visible, así como
se iba en forma visible. Esto elimina la
posibilidad de una venida en forma oculta
como sostienen nuestros hermanos los
Testigos de Jehová que dicen que en 1914
Jesús ya vino en secreto.
b. “Este mismo Jesús” implica que será visto
manteniendo su actual forma (que tiene
desde la resurrección) humana (por lo tanto y consecuentemente visible) evidentemente con
una combinación divino-humana que no me atrevo a describir o siquiera a analizar.
9. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 9 de 27
c. En las nubes, su aparición sería la inversa de su ascensión, vendría en las nubes, siendo,
una vez más, visible a distancia. Si se apareciera en algún lugar específico unos pocos
podrían verlo.
Pablo llama a esta venida “la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa” que debemos
aguardar mientras cumplimos el cometido de Cristo para su iglesia. No sé, si yo supiera que alguien va a
venir a mi casa para resolver todos los problemas que tengo, que promete que en adelante seré
extraordinariamente feliz, que nada me faltará a mí y a los míos, yo creo que estaría esperándolo en la
puerta. Habría ya arreglado mi casa (con la ayuda de mi esposa, sino no estaría probablemente bien
arreglada), y preparado todo para disfrutar de ese momento sin que nadie lo eche a perder. Pues lo que
ofrece Jesús es mucho más que eso, amerita mucho más preparación y durará eternamente. Es por eso
que Pablo la llama así.
Un acontecimiento como el descrito se aguarda con gran expectativa, pero también con una
preparación individual muy concienzuda. Si mi destino eterno, junto con el de todo el mundo actual, está en
la balanza no debe haber cosa más importante que preparamos para encontrarnos con nuestro Dios.
Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y
Salvador Jesucristo,
Tito 2: 13
Una de las verdades más
solemnes y más gloriosas que revela
la Biblia, es la de la segunda venida
de Cristo para completar la gran obra
de la redención. Al pueblo peregrino
de Dios, que por tanto tiempo hubo
de morar “en región y sombra de
muerte”, le es dada una valiosa
esperanza inspiradora de alegría en
la promesa de la venida de Aquel
que es “la resurrección y la vida” para
hacer “volver al hogar a sus hijos
exiliados”. La doctrina del segundo
advenimiento es verdaderamente la
nota tónica de las Sagradas
Escrituras. Desde el día en que la
primera pareja se alejara
apesadumbrada del Edén, los hijos
de la fe han esperado la venida del
Prometido que había de aniquilar el
poder destructor de Satanás y volverlos a llevar al paraíso perdido… Enoc, que se contó entre la
séptima generación descendiente de los que moraran en el Edén y que por tres siglos anduvo con
Dios en la tierra, pudo contemplar desde lejos la venida del Libertador. “He aquí que viene el Señor,
con las huestes innumerables de sus santos ángeles, para ejecutar juicio sobre todos” (Judas 1: 14,
15, VM). El patriarca Job, en la lobreguez de su aflicción, exclamaba con confianza inquebrantable:
“Pues yo sé que mi Redentor vive, y que en lo venidero ha de levantarse sobre la tierra... aun desde
mi carne he de ver a Dios; a quien yo tengo de ver por mí mismo, y mis ojos le mirarán; y ya no como
a un extraño”.
Ellen G. White, Maranatha, 11
Quisiera que note que Job sostiene que en su carne ha de ver a Dios, no dice que sea con ojos
espirituales, sino que lo vería por sí mismo. Se habla de una venida física, visible, abierta para todos y no
de un asunto que algunos han tratado de hacer aparecer como secreto.
Además se dice que cuando venga será “en su gloria” y con “todos los santos ángeles”. Imagino que
este será un espectáculo esplendoroso. Sabe, algunos en la Biblia vieron ángeles en su gloria y apenas
pudieron resistir su gloria y luz y cayeron como muertos. ¿Cómo será la gloria de todos los ángeles, de
millones de millones de ángeles? ¿Cómo será añadir a eso la gloria del Hijo? Algunos artistas lo han
intentado y me perecen hermosos sus intentos, pero la realidad superará todo lo que podamos imaginar. Ni
la pluma, ni el pincel pueden intentar presentarnos una realidad que sobrepasa su apreciado arte.
Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces
se sentará en su trono de gloria,
Mateo 25: 31
La cita presentada a continuación me gusta. Dice que la venida será “como el relámpago que sale
del oriente y se muestra hasta el occidente”. Alguna vez me pregunté porque del oriente al occidente y no
10. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 10 de 27
del norte al sur. Luego medité en esto… Si pudiera ir caminando hacia el sur, digamos que de manera
indefinida, en algún momento cuando supere el polo sur empezaré a caminar hacia el norte. Igual ocurrirá
si voy hacia el norte. Pero cuando yo camino hacia el occidente (también ocurre en la dirección opuesta)
nunca llego al occidente. Siempre está más allá, y más allá... La Biblia trata de decir que sería como un
relámpago infinito, visible desde cualquier punto de vista. No quedará oculto a nadie. Todos podrán verlo,
nadie tiene que contárnoslo.
Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será
también la venida del Hijo del Hombre.
Mateo 24: 27
Igual que usted, yo quisiera estar entre aquellos
que cuando el Señor venga, así esté vivo o me levante
de la tumba, pueda pronunciar estas palabras: “He
aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos
salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos
gozaremos y nos alegraremos en su salvación”. Será
un momento maravilloso, estelar no solamente para
esta tierra, sino para todo el universo y los habitantes
del cielo. El momento cuando Dios pondrá fin a este
sistema perverso de cosas, cuando la muerte sea
atada para no afligir más a los hijos de Dios. También
será el momento para quitar “la afrenta de su pueblo
de toda la tierra” todavía sometido a los efectos de
estar sujetos, sin desearlo, al príncipe de este mundo.
Pronto el Señor enjugará “toda lágrima”. ¡Casi no
puedo esperar ese instante!
Destruirá a la muerte para siempre; y
enjugará Jehová el Señor toda lágrima de todos
los rostros; y quitará la afrenta de su pueblo de
toda la tierra; porque Jehová lo ha dicho. Y se
dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios,
le hemos esperado, y nos salvará; éste es
Jehová a quien hemos esperado, nos
gozaremos y nos alegraremos en su salvación.
Isaías 25: 8, 9
¡Bendita esperanza!... El salmista dice que
cuando venga nuestro Dios “no callará” por lo que el
tema del rapto secreto (lo comentaremos luego) que
algunos enseñan o la venida en silencio que otros predican no es posible. También sostiene que viene a
hacer juicio, y pide que le junten a sus santos.
Vendrá nuestro Dios, y no callará; fuego consumirá delante de él, y tempestad poderosa le
rodeará. Convocará a los cielos de arriba, y a la tierra, para juzgar a su pueblo. Juntadme mis santos,
los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.
Salmos 50: 3-5
Este acontecimiento será tan evidente que no es posible no enterarse que está ocurriendo. Nadie
puede decirnos que ocurre en secreto. Estamos prevenidos para no creer a aquellos que tratarán de
engañarnos presentando a Cristo en las cámaras, ocultamente. No será este el único intento del rey de las
tinieblas para confundir al mundo. El claro mensaje que el Señor ha dejado en su Palabra será desfigurado
por las doctrinas humanas y visiones espurias.
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis.
Mateo 24: 23
Después que la verdad haya sido proclamada por testimonio a todas las naciones, comenzará
a actuar todo medio concebible de maldad, y las mentes serán confundidas por muchas voces que
clamarán: “¡He aquí el Cristo! ¡Helo allí! ¡Esta es la verdad! Yo tengo el mensaje de Dios; él me ha
enviado con gran luz”. Entonces se removerán los hitos y se tratará de derribar las columnas de
nuestra fe. Se hará un esfuerzo más decidido para exaltar el falso día de reposo y despreciar a Dios
mismo al reemplazar el día que él bendijo y santificó. Se pondrá en vigencia la observancia de este
falso día de reposo mediante una ley opresiva.
En el futuro surgirán engaños de toda clase, y necesitaremos tierra firme para nuestros pies.
Necesitamos sólidas columnas para el edificio. Ni un alfiler ha de quitarse de lo que el Señor ha
11. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 11 de 27
establecido. El enemigo introducirá falsas teorías, como la doctrina de que no existe el santuario.
Este es uno de los puntos en que algunos se apartarán de la fe.
Habrá sueños falsos y visiones espurias, que tendrán una parte de verdad, pero que alejarán
de la fe original. El Señor ha dado una regla para detectarlos: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren
conforme a esto, es porque no les ha amanecido”.
A medida que nos acerquemos al tiempo del fin, el error estará tan mezclado con la verdad
que solo los que cuenten con la dirección del Espíritu Santo podrán distinguir al uno de la otra.
Debemos hacer todo esfuerzo que sea necesario para mantenernos en el camino del Señor. En
ningún caso debemos apartarnos de su conducción para depositar nuestra confianza en el hombre.
Los ángeles del Señor tienen orden de vigilar estrictamente a los que confían en el Señor, y ellos
han de ser nuestro especial auxilio en todo tiempo de necesidad. Cada día debemos ir al Señor en
plena certidumbre de fe y acudir a él en procura de sabiduría... Los que sean guiados por la Palabra
de Dios discernirán con seguridad entre el error y la verdad, entre el pecado y la justicia.
Ellen G. White, Maranatha, 187
6.3. El propósito
La venida del Señor será “para salvar a los que le esperan”; es la culminación gloriosa del plan de
la salvación. Cristo vuelve por nosotros para salvarnos, para reunir a los salvados con Él para siempre.
Todo el esfuerzo hecho por el cielo está a punto de culminar. Cuando Él venga todos los destinos estarán
ya sellados para siempre.
Permítame extenderme sobre la frase: “para salvar a los que le esperan”. La espera de la que aquí
se habla no es dejar transcurrir el tiempo sabiendo que vendrá, los que le esperan son personas que
trabajan activamente en desarrollar (con ayuda del Espíritu Santo) sus caracteres, dedican tiempo a la
oración, al estudio de la Palabra de Dios y la testificación.
No es una espera ociosa, es una preparación para el acontecimiento más extraordinario que el
mundo haya visto o pueda ver. Le esperan los que han entregado sus vidas al Señor, los que han luchado
con la tentación y con la ayuda de Dios la han vencido, los que han modelado sus vidas en concordancia
con la Santa Ley de Dios. No hay una segunda oportunidad, como algunos equivocadamente predican,
para estar listo.
Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá
por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan.
Hebreos 9: 28
La misericordia de Dios todavía trabaja en nosotros los pecadores, no es que tarde en venir sino que
desea que más personas se arrepientan y se vuelquen a Él. Se nos anuncia que aquel día “vendrá como
ladrón en la noche” y sorprenderá a quienes no estén apercibidos. Dios ha dado señales a su pueblo para
que ese día no nos sobrecoja. Porque aquél día vendrá con destrucción para los malvados, la tierra en
llamas y todo lo que hoy existe dejará de ser.
El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente
para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas.
2 Pedro 3: 9, 10
Cuando venga Jesús lo hará en toda su gloria, no vendrá otra vez como el humilde niño de Belén.
Ahora viene en la magnificencia de su poder, con la gloria de sus ángeles, mostrando la corona del Rey del
universo. Pero se presenta como cuando por primera vez vino a esta tierra, como “el Verbo de Dios”. Así lo
ve Juan en una de las visiones que tuvo sobre la segunda venida.
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel
y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza
muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de
una ropa teñida en sangre; y su nombre es: el Verbo de Dios.
Apocalipsis 19: 11-13
Cuando llega el momento Jesús viene para cosechar lo que ha sembrado. Es el momento de separar
el trigo (los buenos para el granero de Dios) de las uvas (los malos para el lagar de la ira de Dios). El Señor
viene preparado para la siega. Un aspecto importante a señalar aquí (que luego estudiaremos
extensamente en otro tratado sobre el juicio investigador) es que es evidente que si Dios viene a
recompensar a los fieles y castigar a los impíos, es que el juicio debe ya haberse realizado cuando Él venga.
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Indudablemente los que han muerto han sido ya juzgados y su destino final ha sido definido, pero también
es cierto que los vivos deben ser juzgados y en algún momento este juicio terminará, para que Cristo pueda
venir, y la puerta de la gracia ya debe haberse cerrado entonces.
Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre,
que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda.
Apocalipsis 14: 14
Cuando el juicio investigador haya acabado su obra, el destino de todo ser humano habrá
sido decidido para vida o para muerte. El tiempo de gracia termina un poco antes de la aparición del
Señor en las nubes de los cielos.
Los burladores llamaban la atención a las cosas de la naturaleza, a la sucesión invariable de
las estaciones, al cielo azul que nunca había derramado lluvia, a los verdes campos refrescados por
el suave rocío de la noche, y exclamaban: “¿No habla acaso en parábolas?” Con desprecio
declaraban que el predicador de la justicia era fanático rematado; y siguieron corriendo tras los
placeres y andando en sus malos caminos con más empeño que nunca antes. Pero su incredulidad
no impidió la realización del acontecimiento predicho. Dios soportó mucho tiempo su maldad,
dándoles amplia oportunidad para arrepentirse, pero a su debido tiempo sus juicios cayeron sobre
los que habían rechazado su misericordia.
Cristo declara que habrá una incredulidad análoga respecto a su segunda venida. Así como
en tiempo de Noé los hombres “no entendieron hasta que vino el diluvio, y los llevó a todos; así”,
según las palabras de nuestro Salvador, “será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24: 39, VM).
Cuando los que profesan ser el pueblo de Dios se unan con el mundo, viviendo como él vive y
compartiendo sus placeres prohibidos; cuando las campanas repiquen a bodas, y todos cuenten en
perspectiva con muchos años de prosperidad mundana, entonces, tan repentinamente como el
relámpago cruza el cielo, se desvanecerán sus visiones brillantes y sus falaces esperanzas.
Los acontecimientos relacionados con el fin del tiempo de gracia y la preparación para el
tiempo de angustia han sido presentados con claridad. Pero hay miles de personas que comprenden
estas importantes verdades de modo tan incompleto como si nunca hubiesen sido reveladas.
Satanás procura arrebatar toda impresión que podría llevar a los hombres por el camino de la
salvación.
Ellen G. White, Maranatha, 261
Quisiera que note que cuando
ocurrió el diluvio no hubo una segunda
oportunidad. Los que creían en el
Señor entraron en el arca, los demás
fueron destruidos. Tuvieron tiempo de
hacer su decisión, pero no hubo una
segunda oportunidad para decidir por
el Señor.
Leamos algo del último libro de
la Biblia. El Apocalipsis (palabra griega
que significa revelación, descorrer el
velo) nos muestra que el juicio se ha
iniciado y que la paciencia (jupomoné
en griego, paciencia, constancia,
perseverancia) de los santos consiste
en obedecer a Dios, guardando su
mandamientos, mientras que otros se
encaminan a la destrucción…
La narración de la destrucción
de los impíos en el lagar de Dios (lea
los textos siguientes) siempre me ha impresionado y asustado (literalmente). Dice que el lagar tendría 1.600
estadios (griego stádion) digamos que de diámetro. Cada estadio según los estudiosos medía 189 metros.
Por lo tanto imagine un lagar que tenga un poco más de 300 km de diámetro.
Se dice que la altura de la sangre llegaría “hasta los frenos de los caballos”, digamos que 1,50 m
para un caballo típico. Utilizando la fórmula del casquete esférico (suponiendo que la altura máxima se da
en el centro del lagar) el volumen sería de 5,4*1013
litros. Suponiendo que una persona promedio digamos
de 60 kilogramos (considerando, hombres, mujeres y niños) desplace unos 60 litros (en realidad la densidad
del cuerpo humano es ligeramente menor a la del agua, por lo que desplazaría un poco más) allí caben 138
veces la población mundial… Ya le había contado que me gustan las matemáticas…Las cifras son
13. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 13 de 27
aterradoras. Me resulta difícil entender una mortandad como la que aquí se menciona. Siempre he pensado
que, como en el caso del diluvio, serán pocos los que se salven (debería decir que nos salvaremos, hay
que mantener el optimismo) de la destrucción final. En el diluvio apenas 8 personas, de una población que
superaba fácilmente los 2.000 millones (vea el tratado sobre El Diluvio), se salvaron. No es como la gente
suele suponer, que casi todos somos buenos y hay unos pocos malos. No es así…
Diciendo a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y
adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de
Jesús.
Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los
caballos, por mil seiscientos estadios.
Apocalipsis 14: 7, 12, 20
Es terrible ¿verdad?, pero para los salvos el cielo es el destino elegido. Dios enviará a sus ángeles
y ellos “juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”. Pensemos
en aquellos a quienes amamos y deseamos librar de esta hecatombe. Pensemos en todas las personas
que no conocen la verdad y que perecerán ese día sin haber conocido a su Salvador. Hay una tarea que
hacer… Note una vez más que los ángeles reúnen a los escogidos, por lo que el juicio para definir quiénes
conforman este grupo privilegiado tiene que haber terminado ya.
Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro
vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.
Mateo 24: 31
Si bien hay una obra de destrucción hay otra de vida y reivindicación; ambas dependen de la decisión
de cada uno… Cuando el Señor venga los santos que duermen en el polvo, aquellos que han muerto en la
bienaventurada esperanza vuelven a la vida. Salen de sus tumbas con la fortaleza y lozanía de la perfecta
juventud, sus rostros reflejan la felicidad de la salvación y el encuentro con su Salvador. El mar devuelve a
sus muertos y de los lugares más recónditos los santos vuelven a la vida para no morir jamás. ¡Qué
maravillosa escena para los ángeles y los mundos no caídos! Los que hemos perdido a nuestros seres
amados que descansan en el Señor los veremos volver a nuestros brazos para no separarnos jamás. Ellos
volverán de la tumba transformados, sin las huellas de la vejez, la enfermedad o el dolor con el que
descendieron a la tumba. Nosotros “seremos transformados” e iremos juntos a encontrarnos con el Señor
en el aire.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios,
descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,
los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
1 Tesalonicenses 4: 16, 17
Los ángeles nos reciben con alborozo, somos arrebatados para reunirnos y “así estaremos siempre
con el Señor”. Parece un sueño, pero en realidad para los que descansaron en Jesús es el fin del sueño de
la muerte y para los que estemos vivos es el fin de la pesadilla que los acontecimientos finales generaron.
He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en
un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los
muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1 Corintios 15: 51, 52
Con cuerpos transformados, que no se corromperán jamás, los santos ascienden para encontrarse
con Jesús y emprender el viaje el cielo. Será fantástico encontrarnos con quienes fueron arrancados de
nuestros brazos por la muerte, será grato encontrar a aquellos que nos dieron el mensaje o a quienes se lo
dimos, a nuestros familiares y amigos en la bendita esperanza… será abrazo tras abrazo para celebrar el
triunfo sobre la muerte. Yo quiero estar allí… ¡ya!
6.4. Un evento irreproducible
El evento de la segunda venida será único e irrepetible, nadie podrá imitarlo, aunque como veremos
el enemigo intentará confundirnos. Pero debemos saber que cuando venga el Señor “todo ojo le verá”. Es
un acontecimiento global no local.
Las comunicaciones de hoy, con el avance de la ciencia, no permiten estar “presentes” en cada lugar
a veces a los pocos minutos de alguna ocurrencia importante: un terremoto, una asunción de mando, un
accidente espectacular o un partido de football. Pero para ver la segunda venida no necesitamos de las
14. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 14 de 27
comunicaciones modernas, todos lo veremos con nuestros ojos mirando al cielo. Dejaré una parte de este
versículo que hemos comentado en el tratado sobre la resurrección.
He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los
linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén.
Apocalipsis 1: 7
No hay lenguaje humano que
pueda describir las escenas de la segunda
venida del Hijo del hombre en las nubes
de los cielos. Vendrá con su propia gloria,
con la gloria de su Padre y la de los santos
ángeles. Vendrá revestido del ropaje de
luz que ha llevado desde los días de la
eternidad. Los ángeles lo acompañarán.
Miles y millones lo escoltarán por el
camino. Se oirá el sonido de la trompeta
que llama a los muertos dormidos de sus
sepulcros. La voz de Cristo penetrará la
tumba y entrará en los oídos de los
muertos “y todos los que están en los
sepulcros… saldrán”.
Ellen G. White, Maranatha, 290
Los malos, aquellos que no han
esperado la vuelta de su Señor y han
vivido de espaldas a Dios verán la venida
de manera distinta que los santos.
Permítame una aclaración sobre este
término. La palabra santo en la Biblia tiene el concepto de “separado para un uso sagrado, consagrado”
más que “perfecto o sin falla, sin pecado” con lo que la gente habitualmente lo asocia. Somos santos, no
porque seamos sin pecado, sino que hemos decidido consagrarnos al Señor, lo hemos aceptado como
nuestro Salvador personal y Él ha iniciado en nosotros la transformación mediante la obra del Espíritu Santo.
Volviendo a los malos (los que no son santos, no hay una tercera opción). Estos pedirán a las peñas
que caigan sobre ellos, no pueden resistir la mirada de Jesús viniendo en las nubes. Saben que ha llegado
el momento de la retribución y no hay ya nada que puedan hacer para evitarla. El tiempo de gracia, que
desperdiciaron miserablemente, sin pensar en los llamados misericordiosos de Dios, ha terminado. ¡Qué
terrible desconsuelo de aquellos que tuvieron la oportunidad y la desecharon!
Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a
las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono,
y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Apocalipsis 6: 15-17
Todos aquellos que se han opuesto a Dios,
aquellos que han resistido la obra del Espíritu
Santo, que han mantenido a sus feligreses en el
error, escondiendo de ellos la verdad, deberán
vérselas con el Señor. ¿Qué argumento
presentarán ante Dios aquellos que se negaron a
obedecer su ley, que la cambiaron, que
reemplazaron el sábado por el domingo?
¿Argumentarán ahora con Dios que el aborto es
una decisión personal, le dirán al Señor que pueden
hacer con su cuerpo lo que les plazca? No, nadie
podrá permanecer firme, excepto los que se han
salvado por gracia.
Y entonces se manifestará aquel
inicuo, a quien el Señor matará con el
espíritu de su boca, y destruirá con el
resplandor de su venida;
2 Tesalonicenses 2: 8
Cuando venga Jesucristo todos aquellos que no escucharon su llamado misericordioso se
lamentarán, sabrán que han dejado pasar la oportunidad, sabrán que han desoído las súplicas de aquellos
15. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 15 de 27
agentes de salvación que tocaron sus puertas, que les avisaron lo porvenir, que oraron por su conversión.
El Señor vendrá en “poder y gran gloria” para poner fin a este sistema de cosas, para acabar con el pecado
y restaurar la armonía con el universo no caído.
Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran
gloria.
Mateo 24: 30
Para un Dios creador y amante, que se deleita en dar vida a sus criaturas, destruir es una cosa
extraña. Isaías dice que Dios “se levantará”, “se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer
su operación, su extraña operación”. Ha llegado el momento de la justicia, la retribución, para dar a cada
uno conforme a sus obras. Pero para Dios es extraño destruir, pero deberá hacerlo porque Dios además
de misericordioso es justo. A veces, como padres, somos amorosos pero débiles, porque no corregimos el
mal y luego este se presenta cada vez como más difícil de desarraigar. Como padres debemos amonestar
a nuestros hijos en Señor, corregirlos y a veces castigarlos para que comprendan el concepto de la
obediencia y los límites de la libertad. Dios hace los mismo, su Palabra nos amonesta y no llama al
arrepentimiento y busca por todas las formas que le aceptemos como nuestro Salvador personal, pero si
no lo hacemos, tendremos que enfrentar su justicia. Dios tiene el balance perfecto de justicia y misericordia,
de amor y disciplina. Escuchémosle y sigámosle.
Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se
enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación.
Isaías 28: 21
Con infalible exactitud, el Ser Infinito sigue llevando una cuenta con todas las naciones.
Mientras ofrece su misericordia, con invitaciones al arrepentimiento, esta cuenta permanece abierta;
pero cuando las cifras llegan a cierta cantidad que Dios ha fijado, comienza el ministerio de su ira.
La cuenta se cierra. Cesa la paciencia divina. Entonces ya no intercede la misericordia en su favor…
Las naciones de esta época han recibido misericordia sin precedentes… pero el orgullo intensificado,
la codicia, la idolatría, el desprecio de Dios y la vil ingratitud, son cosas anotadas contra ellas. Están
cerrando rápidamente su cuenta con Dios…
La crisis se está acercando rápidamente. Las cifras que suben velozmente demuestran que
está por llegar el tiempo de la visitación de Dios. Aunque le repugna castigar, castigará sin embargo,
y lo hará prestamente.
Para nuestro Dios misericordioso la tarea de castigarle es extraña. “¡Vivo yo! dice Jehová el
Señor, que no me complazco en la muerte del inicuo”. “…sin embargo… ¡de ningún modo tendrá por
inocente al rebelde!” (Éxodo 34: 7)… Puede juzgarse cuán severa ha de ser la retribución que
espera a los culpables, por la repugnancia que tiene el Señor para hacer justicia. La nación a la que
soporta desde hace tanto tiempo y a la que no destruirá hasta que no haya llenado la medida de sus
iniquidades... beberá finalmente de la copa de su cólera, sin mezcla de misericordia.
Ellen G. White, La fe por la cual vivo, 340
Recuerde el caso de Sodoma y Gomorra y las otras ciudades de la llanura. Acumularon el pecado
hasta que Dios debió actuar. Pero antes hubo un último llamado por medio de Lot cuando informado por
los ángeles de la inminente destrucción trató de salvar a su familia. Otra vez, pocos escaparon…
6.5. Preparación para aquel momento
Cuando el Señor venga, la obra de juicio, en su etapa investigadora, habrá terminado. Viene para
retribuir con la vida eterna a los que han sido files y a pronunciar sentencia definitiva contra aquellos que
despreciaron su salvación. Viene también a reivindicar a los suyos, a reconocerlos como sus hijos, como
aquellos que desearon hacer su voluntad. A pesar de ser pecadores también buscaron el perdón a través
de la sangre de Jesús, permitieron que el Espíritu Santo fuera moldeando sus vidas y se preocuparon por
dar el mensaje a otros.
Pero no todos los que profesan ser cristianos son verdaderos discípulos. Antes que se dé la
recompensa final, debe decidirse quiénes son idóneos para compartir la herencia de los justos. Esta
decisión debe hacerse antes de la segunda venida de Cristo en las nubes del cielo; porque cuando
él venga, traerá su galardón consigo “para recompensar a cada uno según fuere su obra”
(Apocalipsis 22: 12). Antes de su venida, pues, habrá sido determinado el carácter de la obra de
todo hombre, y a cada uno de los seguidores de Cristo le habrá sido fijada su recompensa de
acuerdo con sus obras.
Mientras los hombres moran todavía en la tierra se verifica la obra del juicio investigador en
los atrios del cielo. Delante de Dios pasa el registro de la vida de todos sus profesos seguidores.
16. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 16 de 27
Todos son examinados según lo registrado en los libros del cielo, y según sus hechos queda para
siempre prefijado el destino de cada uno.
Ellen G. White, Exaltad a Jesús, 338
Es ahora por lo tanto el tiempo de preparación. Esa hora que el Señor nos llama al arrepentimiento,
así como para predicar a otros la verdad presente. ¡El Señor viene pronto, prepárate!
Este mensaje sobre la venida del Señor viene desde el tiempo de Enoc, el patriarca que fue al cielo
sin conocer la muerte. No era en ese tiempo el mensaje actual, la verdad presente, pero ya Enoc sabría
que el Señor vendría para terminar con el mal en el mundo, que el juicio tendría que ser ejecutado.
De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con
sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos
de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores
impíos han hablado contra él.
Judas 1: 14, 15
Enoc fue representante de Cristo tan
seguramente como el amado discípulo Juan.
Enoc anduvo con Dios, y ya no fue hallado,
porque Dios lo llevó consigo. A él fue confiado
el mensaje de la segunda venida de Cristo.
“De los cuales también profetizó Enoc,
séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, el
Señor es venido con sus santos millares”. El
poder de Cristo, el Salvador crucificado para
dar vida eterna, debe ser presentado al
pueblo. Debemos demostrarle que el Antiguo
Testamento es tan ciertamente el evangelio
en sombras y figuras, como el Nuevo
Testamento lo es en su poder desarrollado.
El Nuevo Testamento no presenta una
religión nueva; el Antiguo Testamento no
presenta una religión que ha de ser superada
por el Nuevo. El Nuevo Testamento es tan
sólo el progreso y desarrollo del Antiguo. Abel creía en Cristo, y fue tan ciertamente salvado por su
poder, como lo fueron Pedro y Pablo. Enoc fue representante de Cristo tan seguramente como el
amado discípulo Juan.
Ellen G. White, Testimonios Selectos, Tomo IV, 397
Jesús compara la segunda venida en su sigilo a como un ladrón “visita” una casa. Esto nos habla
de sorpresa, de un acontecimiento inesperado. Por eso se nos pide que velemos, que nos mantengamos
despiertos y alertas, que no vaya a ser que las cosas de este mundo, los afanes de esta vida nos envuelvan
de tal manera que olvidemos el mensaje del Señor y durmamos confiados. Nos pide que estemos
preparados, listos para emprender el retorno a casa de nuestro Padre.
Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. Pero sabed esto, que
si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su
casa. Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que
no pensáis.
Mateo 24: 42-44
Por cuanto no sabemos la hora exacta de su venida, se nos ordena que velemos.
“Bienaventurados aquellos siervos, a los cuales su Señor cuando venga, halle velando”. Los que
velan esperando la venida de su Señor no aguardan en ociosa expectativa. La espera de la venida
de Cristo debe inducir a los hombres a temer al Señor y sus juicios sobre los transgresores. Les ha
de hacer sentir cuán grande pecado es rechazar sus ofrecimientos de misericordia. Los que
aguardan al Señor purifican sus almas obedeciendo la verdad. Con la vigilancia combinan el trabajo
ferviente. Por cuanto saben que el Señor está a las puertas, su celo se vivifica para cooperar con
los seres divinos y trabajar para la salvación de las almas. Estos son los siervos fieles y prudentes
que dan a la familia del Señor “a tiempo... su ración” (Lucas 12: 42). Declaran la verdad que tiene
aplicación especial a su tiempo. Como Enoc, Noé, Abrahán y Moisés declararon cada uno la verdad
para su tiempo, así también los siervos de Cristo dan ahora la amonestación especial para su
generación.
Ellen G. White, Maranatha, 34
Espero que haya notado lo que se dice de la verdad especial para el tiempo de cada uno. Hoy que
nos aproximamos aceleradamente a la llegada del Señor esta es una de las verdades claves del tiempo en
17. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 17 de 27
que vivimos. Todos deben ser amonestados y llamados a decidir. Algunos tienden a postergar su decisión
de seguir al Señor, piensan ellos que primero deben culminar alguna cosa importante: un negocio, casarse,
la carrera, comprar la casa, progresar en la empresa, un objetivo… cualquiera que sea. No saben que están
cayendo en la trampa del enemigo. Hoy es el momento de aceptar. Hoy hay que tomar decisiones de
carácter eterno. No deje que las cosas de este mundo dejen a su Salvador esperando.
Porque dice: en tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí
ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.
2 Corintios 6: 2
La comprensión de la esperanza en la segunda venida de Cristo es la clave que abre toda la
historia futura, y explica todas las lecciones del porvenir.
Ahora debe oírse a lo largo de toda la línea la voz del centinela: “La mañana viene, y después
la noche”. La trompeta debe producir una nota certera porque estamos en el gran día de la
preparación del Señor.
Las verdades de la profecía están unidas, y al estudiarlas, forman un hermoso conjunto de
verdades prácticas. Todos los discursos que damos han de revelar claramente que estamos
esperando, trabajando y orando por la venida del Hijo de Dios. Su venida es nuestra esperanza.
Esta esperanza ha de estar vinculada con todas nuestras palabras y obras, con todas nuestras
asociaciones y relaciones...
La segunda venida del Hijo del hombre ha de ser el tema maravilloso que se mantenga ante
la gente. He aquí un tema que no debe descartarse de nuestros discursos. Las realidades eternas
deben mantenerse ante la mente, y las atracciones del mundo aparecerán como son, completamente
inútiles, como vanidades. ¿Qué hemos de hacer con las vanidades del mundo, sus alabanzas, sus
riquezas, sus honores, o sus placeres?
Ellen G. White, Maranatha, 13
Dios ha anunciado este acontecimiento durante toda la historia, desde Adán hasta hoy a través de
sus profetas, la Escritura y el mensaje de la iglesia. Se nos ha anunciado con anticipación este mensaje
para que estemos preparados y preparemos a otros.
Y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el
cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de
sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.
Hechos 3: 20, 21
El Señor ha estado llamando la atención de su pueblo a la reforma pro salud. Esta es una de
las grandes ramas en la obra de preparación para la venida del Hijo del Hombre. Juan el Bautista
salió con el espíritu y del poder de Elías para preparar el camino del Señor...
Juan se separó de sus amigos y de los placeres de la vida. La simplicidad de su vestimenta,
un manto tejido de pelo de camello, era un permanente reproche para el lujo desmedido y la
ostentación de los sacerdotes judíos y del pueblo en general. Su dieta, puramente vegetal, de
algarrobas y miel silvestre, era un reproche para la complacencia del apetito y la glotonería que
prevalecían por todas partes... Los que deben preparar el camino para la segunda venida de Cristo
están representados por el fiel Elías, así como Juan vino en el espíritu de Elías para preparar el
camino para la primera venida de Cristo. El gran tema de la reforma debe ser puesto ante la opinión
pública... La temperancia en todas las cosas debe estar unida con el mensaje para volver al pueblo
de Dios de su idolatría, su glotonería y sus extravagancias en el vestir y en otras cosas.
Debe presentarse a la gente la negación del yo, la humildad y la temperancia que se requieren
de los justos, a quienes Dios guía y bendice especialmente, en contraste con los hábitos de
despilfarro, destructores de la salud de los que viven en esta época degenerada... No puede
encontrarse en ningún lugar una causa tan grande de degeneración moral y física como el descuido
de este importante asunto. Son culpables ante Dios los que complacen apetito y pasiones y cierran
los ojos a la luz por temor de ver excesos pecaminosos que no están dispuestos a abandonar. Todo
aquel que se aleja de la luz en una cosa, endurece su corazón para hacer caso omiso de la luz en
otros asuntos. Todo aquel que viola las obligaciones morales en el comer y el vestir, prepara el
camino para violar las exigencias de Dios en lo que se refiere a intereses eternos. Nuestros cuerpos
no nos pertenecen. Dios exige que cuidemos de la morada que nos ha dado, para que podamos
presentarle nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable.
Ellen G. White, Conflicto y valor, 273
Algunos piden fechas, pero Dios ha sido sabio al no poner fecha para su segunda venida.
Conociéndonos como conoce un padre a sus hijos, sabe que esperaríamos probablemente los últimos
18. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 18 de 27
momentos para entregarnos a él. Dios se ha reservado la fecha y muchos han intentado erróneamente
fijarla. No cometamos el error, ni alentemos a otros a fijar fechas o a intentar encontrar en la Biblia o el
Espíritu de Profecía argumentos para establecerlas.
Muchos de los que tomaron el nombre de adventistas han incurrido en el error de fijar fechas
para la venida de Cristo. Lo han hecho repetidas veces, pero el resultado ha sido cada vez el fracaso.
Se nos declara que el tiempo definido de la venida de nuestro Señor está fuera del alcance de los
mortales. Aun los ángeles que ministran a los que han de ser herederos de la salvación no conocen
ni el día ni la hora. “Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre
solo” (Mateo 24: 36).
No hemos de saber el
tiempo definido ni para el
derramamiento del Espíritu
Santo ni para la venida de
Cristo... ¿Por qué Dios no nos ha
dado este conocimiento? Porque
si lo hiciera, no haríamos un uso
correcto de mismo. Como
resultado de este conocimiento,
existiría entre nuestro pueblo un
estado de cosas que retardaría
grandemente la obra de Dios de
preparar a un pueblo para estar
en pie en el gran día que vendrá.
No debemos vivir en base a una
agitación relacionada con el
tiempo.
Usted no podrá decir que
Él [Jesús] vendrá dentro de uno,
dos o cinco años, ni tampoco
tiene que postergar su venida diciendo que tal vez no ocurra por diez o veinte años.
Nos estamos acercando al gran día de Dios. Las señales se están cumpliendo. Y sin
embargo, no tenemos un mensaje que nos diga el día y la hora de la aparición de Cristo. El Señor
nos ha encubierto sabiamente este asunto para que siempre podamos estar en un estado de
expectación y preparación para la segunda aparición de nuestro Señor Jesucristo en las nubes del
cielo.
Ellen G. White, Eventos de los últimos días, 33, 34
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mateo 24: 36
El momento exacto de la segunda venida de Cristo no ha sido revelado. Jesús dijo: “Pero del
día y la hora nadie sabe”. Sin embargo dio señales de su venida, y dijo: “Cuando veáis todas estas
cosas, conoced que está cerca, a las puertas” (Mateo 24: 48, 36, 33). Las ofreció como manifiestas
señales de su venida: “Levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:
28). En vista de estas cosas el apóstol escribió: “Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas,
para que aquel día os sorprenda como ladrón. Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del
día” (1 Tesalonicenses 5: 4, 5). Puesto que no conocemos la hora de la venida de Cristo, debernos
vivir sobria y piadosamente en este mundo, “aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo”.
Ellen G. White, Reflejemos a Jesús, 250
7. Material complementario
7.1. El rapto secreto
El rapto secreto es una doctrina, enseñada por varias iglesias protestantes, que siguen el
pensamiento dispensacionalista, doctrina que debe ser analizada para entender que no encaja en absoluto
con la descripción que la Biblia hace de la segunda venida. La lógica de esta doctrina no es compatible con
la clara descripción de los eventos que acompañan la segunda venida. Trataremos de desmontar algunos
de los argumentos de esta doctrina sin entrar en detalles sobre el error, sino mostrando la verdad.
De acuerdo a este punto de vista, la venida de Jesús será en dos eventos separados.
Primero, Él vendrá secretamente para llevar a la iglesia al cielo, y luego, siete años después, Él
19. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 19 de 27
vendrá en una abierta demostración de
poder y gloria. En medio de estos dos
eventos, se supone que el Anticristo toma
el poder y un periodo de gran tribulación
ocurre.
Pero la verdad es que la Biblia en
ningún lugar habla de dos venidas
separadas de Jesús. No hay una segunda
etapa de su venida que ocurra siete años
después del así llamado “rapto”. Por lo
pronto, la palabra “rapto” es también un
invento de los teólogos. No puede ser
encontrada en la Biblia ni una sola vez. Es
una palabra acuñada para la segunda
venida de Jesús.
Ahora, esto es lo que encontramos
en las Escrituras: venida de Cristo, la
resurrección y el arrebatamiento de los
santos para encontrarse con Jesús en el
aire, todo ocurre en el mismo momento, en
el fin del mundo. Esto es por lo que Jesús
dice, “… y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén” (Mateo 28: 20). Ahora, ¿por qué
Jesús prometería que estaría con la iglesia
hasta el fin del mundo si Él se proponía
venir siete años antes del fin para tomarlos
fuera del mundo? La promesa no tendría
significado.
Joe Crews, What the Bible says about the secret rapture, 1 (traducción del autor)
Por otro lado, no es posible conciliar adecuadamente las claras declaraciones de las Escrituras que
vinculan la segunda venida de Jesús con la destrucción de este mundo, incluyendo al Anticristo por cierto,
y aquellos que sostienen estos eventos separados por el tiempo de dominio del Anticristo.
Los dispensacionalistas enseñan que dos etapas separadas de la venida de Cristo están
implicado en el lenguaje griego. Ellos arguyen que primero ocurrirá el rapto (parousia), una venida
en secreto; luego siete años después será la revelación (apokalupsis), Su venida en poder y gloria.
Pero, realmente, en lugar de enseñar dos eventos separados, los términos en griego son usados
intercambiablemente en la Biblia. Ellos no dan una indicación de un intervalo de siete años.
Por ejemplo, Pablo utiliza la palabra “parousia” en el famoso capítulo del rapto de 1
Tesalonicenses 4 al hablar de la venida de nuestro Señor y nuestra reunión junto con Él. Él luego
continua mostrando que esta “parousia” destruirá al hombre de pecado. Hablando del Anticristo,
Pablo dice: “al cual el Señor matará… con la claridad de su venida [parousia] lo quitará”. 2
Tesalonicenses 2: 8. Estos textos claramente describen la venida (parousia) de Cristo como
tomando lugar después del reino del hombre de pecado, no como un rapto para escapar antes que
el reino del Anticristo empiece.
La otra palabra griega “apokalupsis” (revelación) es usada en una forma que indica que no
es una venida separada del tiempo en que los creyentes son reunidos. Pedro dice “esperad
perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús, el Cristo, os es manifestado
[apokalupsis]”. 1 Pedro 1: 13. ¿Por qué los cristianos serían exhortados para esperar esperanzados
hasta el mismo fin del mundo por la gracia traída a través de la revelación de Cristo, si su verdadera
esperanza es un rapto secreto siete años antes que se revele?
Ahora vea algunos versos que prueban más allá de toda duda que las dos palabras “parousia”
y “apokalupsis” se refieren al mismo evento. En Mateo 24: 37 leemos, “Mas como los días de Noé,
así será la venida [parousia] del Hijo del hombre”. El registro de Lucas del mismo pasaje dice, “Y
como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del hombre… Como esto será el
día que el Hijo del hombre se manifestará [apokalupsis]”. Lucas 17: 26, 30. Esto muestra que la
venida (parousia) de Cristo y la revelación (apokalupsis) de Cristo son el mismo evento. No hay
absolutamente una base para colocar siete años entre ambos.
Muchos maestros dispensacionalistas actualmente claman que el rapto no es realmente para
nada la “venida” de Jesús. Ellos dicen que Su venida es cuando Cristo regresa en poder siete años
20. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 20 de 27
después del rapto. ¡Pero qué contradictoria y confusa explicación es esta! El hecho es que hay varias
porciones de la Escritura que amonestan a los cristianos a esperar y velar por la venida del Señor.
Por ejemplo, Santiago 5: 7 dice, “Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor…”. Pero
¿por qué los cristianos necesitan ser pacientes hasta la venida del Señor si habrá un rapto secreto
que los llevará a ellos a los cielos siete años antes de su venida?
Joe Crews, What the Bible says about the secret rapture, 3, 4 (traducción del autor)
La doctrina del rapto secreto también contradice la explicación de Cristo sobre la parábola de la
cizaña y el trigo, cuando dijo que ambos crecerían juntos hasta el fin del mundo. Tanto en la presentación
de la parábola como su posterior explicación queda claro que la separación de los justos para ir al cielo
será al final de los tiempos al mismo tiempo que la destrucción de los malvados. No hay evidencia posible
en esta parábola para una segunda oportunidad para la cizaña.
Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la
cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los
siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al
arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro
hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla
en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.
Mateo 13: 24-30
Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le
dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo. Respondiendo él, les dijo: El que siembra la
buena semilla es el Hijo del Hombre. El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino,
y la cizaña son los hijos del malo. El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo;
y los segadores son los ángeles. De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego,
así será en el fin de este siglo. Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a
todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí
será el lloro y el crujir de dientes. Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su
Padre. El que tiene oídos para oír, oiga.
Mateo 13: 36-43
Note además que cuando Jesús habla de aquel que es fiel, que “cree en él”, dice que Él le resucitará
“en el día postrero”. No suena muy lógico que hable del día postrero si esto ocurre siete años antes de su
venida, donde podría haber (bajo el supuesto negado de quienes sostienen el rapto) otros salvados al final
de estos siete años.
Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él,
tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
Juan 6: 40
Hemos leído además, cuando citamos a Pablo hablando de la resurrección de los justos (1
Tesalonicenses 4: 16, 17), que los resucitados son arrebatados juntamente con los santos vivos para
encontrase al Señor en el aire. ¿Cómo podría ser secreto un rapto donde desaparezcan padres, madres,
hijos, abuelos, amigos y donde millones de muertos salgan de sus tumbas? ¿Cómo podría ser esto el último
día si habría otros 7 años después? ¿Cómo podría ser la final trompeta?
La cita preferida de quienes sostienen el rapto secreto, en todos los casos ignorando las grandes
evidencias que lo niegan, es la siguiente:
Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los
días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el
día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así
será también la venida del Hijo del Hombre. Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado,
y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será
dejada.
Mateo 24: 37-41
Sostienen estos teólogos que al decir que algunos serían tomados y otros dejados esto implica una
separación de los buenos de los malos y consecuentemente un rapto. Quisiera que advierta que estos
versículos no hablan de nada secreto. No dice que los que quedaron no se dieron cuenta.
Por otro lado, Jesús está comparando esto con el diluvio en tiempos de Noé. Los que fueron dejados
perecieron en el diluvio. No tuvieron una segunda oportunidad. ¡Ah!… Aquí radica, como ya hemos
anticipado, el propósito del engaño. El enemigo sostiene que habrá una segunda oportunidad, que luego
21. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 21 de 27
que ocurra el rapto todavía habrá una oportunidad para los que vivan estos siete años con el Anticristo. Si
esto fuera así, los que murieron antes no tendrían esa segunda oportunidad mientras que los vivos sí. Dios
sería un dios injusto al no permitir que todos tengan las mismas posibilidades de salvarse. Lo que es
evidente es que desean transmitir la idea que habrá una segunda oportunidad, que después de todo si no
está preparado tendrá luego tiempo para hacerlo… Deje su decisión para más adelante, hay tiempo… ese
es el mensaje del enemigo de Dios.
Por otro lado, algunos sostienen que los “tomados” son los salvados mientras que los “dejados” son
los perdidos. Otros piensan exactamente al revés. Las siguientes citas encadenadas del Espíritu de Profecía
serán aclaratorias:
El Señor viene con poder y gran gloria. Entonces separará completamente a los justos de los
impíos. Pero el aceite no podrá ser transferido en ese momento a las vasijas de los que no lo tienen.
Entonces se cumplirán las palabras de Cristo: “Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será
tomada, y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado”. Los justos
y los impíos deben estar relacionados en la obra de la vida. Pero el Señor lee el carácter; él discierne
a los que son hijos obedientes, a los que respetan y aman sus mandamientos.
Ellen G. White, Testimonios para los Ministros, 234
Los que han sido obedientes a los mandamientos de Dios se unirán con el grupo de los santos
en luz; ellos entrarán por las puertas en la ciudad, y tendrán derecho al árbol de la vida. El uno será
tomado. Su nombre estará en el libro de la vida, mientras otros con los cuales él se asoció tendrán
la señal de la eterna separación de Dios.
Ellen G. White, Testimonios para los Ministros, 234, 235
Los que ahora no hacen nada llevarán esta inscripción: “Pesado has sido en balanza, y fuiste
hallado falto”. Conocieron la voluntad de su Señor, pero no la hicieron. Tuvieron la luz de la verdad,
dispusieron de todas las ventajas, pero escogieron sus propios intereses egoístas y se los dejará
con los que no intentaron salvar. “Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en
venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá
el señor de aquel siervo en día que éste no espera y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente,
y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes”.
Ellen G. White, Testimonios para los Ministros, 237
Queda muy claro que los “tomados” son los salvados. En una pasaje paralelo en el Evangelio según
San Lucas, Jesús responde a una pregunta de sus discípulos sobre lo que pasará con los que serán
dejados, sus cuerpos muertos serán alimento para las aves del cielo. ¡Vaya, es mejor no ser dejado!
Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será
dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas: la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán en
el campo; el uno será tomado, y el otro dejado. Y respondiendo, le dicen: ¿Dónde, Señor? Y él les
dijo: Donde estuviere el cuerpo, allá se juntarán también las águilas.
Lucas 17: 34-37
Los impulsores de la doctrina del rapto secreto les agrada pensar en algunos textos de la Palabra
de Dios donde se sostiene que el Señor vendrá como ladrón en la noche (hemos citado algunos en nuestro
estudio), textos que supuestamente apoyan esta doctrina.
Dicen que esto, la entrada de un ladrón, es un evento
secreto que podría indicar que lo que está ocurriendo queda
oculto a otros (como los habitantes de la casa), que esto
soporta la interpretación que ellos hacen de los últimos
acontecimientos, pero olvidan que hay citas bíblicas como la
siguiente:
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en
la noche; en el cual los cielos pasarán con grande
estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay
serán quemadas.
2 Pedro 3: 10
Allí Pedro sostiene que “vendrá como ladrón” pero a
continuación narra acontecimientos que no pueden pasar
desapercibidos para nadie: “en el cual los cielos pasarán con
grande estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán
quemadas”. No hay forma de mantener secreto algo como
22. La Segunda Venida Federico Salvador Wadsworth Página 22 de 27
esto. La destrucción de todo lo que hay en la tierra, toda las obras que constituyen la gloria de esta
generación depravada quedan consumidas. Repito, no hay forma de que estos acontecimientos pasen
desapercibidos, si no quedará ningún ser humano vivo en la tierra cuando esto ocurra.
No hay forma además de demostrar bíblicamente la existencia de esos 7 años bajo el dominio del
Anticristo. No entraremos ahora en esto. Cuando estudiemos la profecía de las 70 semanas de Daniel
veremos algo más sobre este interesante tema.
7.2. Una falsa segunda venida
Una advertencia de la Escritura es que Satanás intentará confundirnos con respecto a la venida del
Señor. Cuando el acontecimiento esté por ocurrir Satanás intentará mediante milagros mentirosos confundir
a quienes esperan al Señor. El conocimiento de las Escrituras y nuestra consagración diaria nos permitirán
identificar el error. Nada reemplaza en la preparación al conocimiento de la verdad, la práctica piadosa de
las virtudes cristianas y la oración para comprender los propósitos de Dios.
Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis. Porque
se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera
que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos.
Mateo 24: 23, 24
Se acerca el tiempo en que Satanás obrará milagros ante vuestros ojos pretendiendo que
es Cristo; y si vuestros pies no están firmemente asentados sobre la verdad de Dios, entonces seréis
desplazados de vuestro fundamento. Vuestro único resguardo es escudriñar la verdad y sus tesoros
ocultos. Cavad por la verdad como lo haríais por
tesoros terrenales, y presentando la Palabra de Dios,
la Biblia, ante vuestro Padre celestial decid:
Ilumíname; enséñame lo que es la verdad. Y cuando
su Santo Espíritu entre en vuestro corazón, para
grabar la verdad en vuestra alma, no le dejaréis ir
fácilmente. Habréis ganado una experiencia tal en el
escudriñamiento de las Escrituras que cada punto se
habrá fijado.
Sin la iluminación del Espíritu de Dios, seremos
incapaces de discernir la verdad del error y caeremos
bajo las arteras tentaciones y los engaños que
Satanás traerá sobre el mundo… Pronto los engaños
del enemigo probarán nuestra fe y revelarán de qué
clase es.
Si alguna vez hubo un tiempo en que tuvimos
necesidad de fe e iluminación espiritual, es ahora. Los
que están velando con oración y escudriñando
diariamente las Escrituras con el deseo ferviente de
conocer y hacer la voluntad de Dios, no serán
extraviados por ninguno de los engaños de Satanás…
Tenemos necesidad de la verdad en todo
punto. La necesitamos no adulterada con el error, ni
contaminada por las máximas, las costumbres y las
opiniones del mundo. Necesitamos la verdad con
todas sus inconveniencias. La aceptación de la verdad incluye siempre una cruz. Pero Jesús dio su
vida en sacrificio por nosotros, ¿y no le rendiremos nuestros mejores afectos, nuestras más santas
aspiraciones, nuestro servicio más pleno?
Ellen G. White, En los lugares celestiales, 352
No podemos ser engañados si hemos puesto nuestra confianza en Dios. Él no permitirá que aquellos
que le esperan confiados en su Palabra sean arrastrados por el error. Estemos alertas, oremos y
estudiemos.
El enemigo se está preparando para engañar a todo el mundo mediante su poder obrador de
milagros. Se presentará como ángel de luz e intentará presentarse como Jesucristo.
Hasta donde alcance su poder, realizará verdaderos milagros. Dice la Escritura: “Engaña a
los moradores de la tierra por las señales que le ha sido dado hacer” (Apocalipsis 13: 14); no
simplemente por lo que pretende hacer. En este pasaje se presenta algo más que imposturas. Pero
hay un límite que Satanás no puede superar; y entonces recurre al engaño y falsifica la obra que no
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puede realizar en verdad. En los postreros días se presentará de tal manera que hará creer a los
hombres que es Cristo venido por segunda vez al mundo. Se transformará en verdad en un ángel
de luz.
Es inminente “la hora
de la tentación que ha de
venir en todo el mundo, para
probar a los que moran en la
tierra” (Apocalipsis 3: 10).
Todos aquellos cuya fe no
esté firmemente cimentada
en la Palabra de Dios, serán
engañados y vencidos. La
operación de Satanás es “con
todo el artificio de la injusticia”
a fin de alcanzar dominio
sobre los hijos de los
hombres; y sus engaños
seguirán aumentando. Pero
sólo puede lograr sus fines
cuando los hombres ceden
voluntariamente a sus
tentaciones. Los que
busquen sinceramente el
conocimiento de la verdad, y
se esfuercen en purificar sus
almas mediante la
obediencia, haciendo así lo
que pueden en preparación
para el conflicto, encontrarán
seguro refugio en el Dios de
verdad. “Por cuanto has
guardado la palabra de mi
paciencia, yo también te
guardaré” (Apocalipsis. 3:
10), es la promesa del
Salvador. Él enviaría a todos
los ángeles del cielo para
proteger a su pueblo antes
que permitir que una sola
alma que confíe en él sea vencida por Satanás.
Ellen G. White, Maranatha, 205
El intento cumbre del enemigo es cuando tratará de simular la segunda venida de Jesús, pero Dios
no se lo permitirá. Aunque Satanás es muy poderoso, puede realizar milagros ante nuestros ojos, no puede
imitar la magnificencia de la segunda venida… pero intentará confundirnos.
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.
2 Corintios 11: 14
Al acercarse la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo, agentes satánicos se mueven
desde abajo. Satanás no solamente aparecerá como ser humano, sino que asumirá la forma de
Jesucristo; y el mundo que ha rechazado la verdad, lo recibirá como Señor de señores y Rey de
reyes.
La ira de Satanás crece a medida que se va acercando el fin, y su obra de engaño y
destrucción culminará durante el tiempo de angustia.
El acto capital que coronará el gran drama del engaño será que el mismo Satanás se dará
por el Cristo. Hace mucho que la iglesia profesa esperar el advenimiento del Salvador como
consumación de sus esperanzas. Pues bien, el gran engañador simulará que Cristo ha venido. En
varias partes de la tierra, Satanás se manifestará a los hombres como ser majestuoso, de un brillo
deslumbrador, parecido a la descripción que del Hijo de Dios da San Juan en el Apocalipsis
(Apocalipsis 1: 13-15). La gloria que lo rodee superará cuanto hayan visto los ojos de los mortales.
El grito de triunfo repercutirá por los aires: “¡Cristo ha venido! ¡Cristo ha venido!” El pueblo se postrará
en adoración ante él, mientras levanta sus manos y pronuncia una bendición sobre ellos como Cristo
bendecía a sus discípulos cuando estaba en la tierra. Su voz es suave y acompasada, aunque llena
de melodía. En tono amable y compasivo enuncia algunas de las verdades celestiales y llenas de
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gracia que pronunciaba el Salvador; cura las dolencias del pueblo, y luego, en su fementido carácter
de Cristo, asegura haber mudado el día de reposo del sábado al domingo y manda a todos que
santifiquen el día bendecido por él. Declara que aquellos que persisten en santificar el séptimo día
blasfeman su nombre porque se niegan a oír a sus ángeles, que les fueron enviados con la luz de
la verdad. Es el engaño más poderoso y resulta casi irresistible. Como los samaritanos fueron
engañados por Simón el Mago, así también las multitudes, desde los más pequeños hasta los
mayores, creen en ese sortilegio y dicen: “Este es el poder de Dios llamado grande”.
Ellen G. White, Maranatha, 274
Vea la importancia de conocer la verdad, la doctrina, para no ser engañado por las apariencias. La
Sierva del Señor dice que este engaño “resulta casi irresistible”. Debemos refugiarnos en la Palabra de
Dios, en lo que nos ha sido revelado sobre este tiempo difícil. Dios promete recordarnos aquellos mensajes
para que podamos permanecer firmes, pero cada persona deberá resistir por sí misma frente al engaño, no
se confíe en lo que sabe el pastor, o su cónyuge, o el director de su grupo pequeño. Prepárese desde ya
personalmente para enfrentar el error y distinguirlo. Recuerde el consejo de Pablo:
Más si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os
hemos anunciado, sea anatema.
Gálatas 1: 8
7.3. La herejía de los 6.000 años
Algunos adventistas preocupados por la inminencia de la segunda venida del Señor han caído en el
error de intentar fijar una fecha para el retorno esperado. Han desoído las claras advertencias del Señor
presentadas en su Palabra así como en el Espíritu de Profecía.
Han supuesto, basados en un concepto muy antiguo, que cada día de la creación representa un
milenio en la vida de la tierra desde la creación, y que el séptimo día, el sábado, es equivalente al milenio
en que toda la tierra descansa. Consecuentemente, piensan, Jesús debería venir al final de los seis mil
años, con lo que bastaría saber la fecha relativa de la creación de este mundo para saber cuándo retornaría
Jesús. Aunque esta asociación de ideas pueda parecer interesante, constituye un intento por hacer
justamente lo que Dios dice que no debe hacerse. Por otro lado, la asociación día = milenio no puede ser
sustentada en la Biblia como si se ha hecho con la asociación día = año, probada por el cumplimiento de
las profecías en base a los acontecimientos históricos.
Según la antigua cronología del Arzobispo James
Usher (siglo XVII), Adán fue creado en el año 4004 AC,
con lo que los 6.000 años debieron haber terminado el
año 1997. Como usted y yo seguramente estaremos de
acuerdo, Jesús no volvió en esa fecha. Pero esta teoría
sigue en boga en un sector reducido de la iglesia, pero
muy activo para crear confusión.
Quienes sostienen esta teoría dicen que Ellen G.
White habla repetidamente de 6.000 años de pecado y
que ella induce a pensar en una teoría como esta,
cuando en realidad jamás la sustenta o siquiera la
sugiere.
Mostraremos algunas de las citas del Espíritu de
Profecía para analizar este asunto:
Dios dotó originalmente al hombre de una
fuerza vital tan grande que le ha permitido resistir
la acumulación de enfermedad atraída sobre la
especie humana como consecuencia de hábitos
pervertidos, y ha subsistido por espacio de seis
mil años. Este hecho es de por sí suficiente para
evidenciarnos la fuerza y energía eléctrica que
Dios dio al hombre en ocasión de su creación…
Ellen G. White, Conflicto y valor, 21
Notemos que en su tiempo ella ya hablaba de 6.000 años de subsistencia de la raza humana y lo
hace, como es lógico, como un número redondo con el que hoy podemos también concordar.
La gran controversia entre Cristo y Satanás, sostenida desde hace cerca de seis mil años,
está por terminar; y Satanás redobla sus esfuerzos para hacer fracasar la obra de Cristo en beneficio
del hombre y para sujetar las almas en sus lazos. Su objeto consiste en tener sumido al pueblo en
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las tinieblas y en la impenitencia hasta que termine la obra mediadora del Salvador y no haya más
sacrificio por el pecado.
Ellen G. White, Maranatha, 128
Aquí utiliza el término “cerca de seis mil años” lo que realmente explica lo que ella quería decir,
exponer en números redondos lo que los que creemos en una tierra joven sostenemos, que este planeta
tiene unos 6.000 años de vida. Este es el mérito de Usher y los estudiosos que ahora han creado
cronologías probables en base a la vida de los patriarcas, él éxodo, la cronología de jueces y reyes que
permiten colocar la creación unos 6.000 años en el pasado, algo que por supuesto los geólogos
evolucionistas y uniformistas ignoran.
La constante desobediencia del hombre, por seis mil años, ha dado como fruto la enfermedad,
el dolor y la muerte. Y a medida que nos acerquemos al fin del tiempo, las tentaciones de Satanás
para complacer el apetito serán más fuertes y difíciles de vencer.
Ellen G. White, Maranatha, 60
En esta cita habla de la degeneración causada por el pecado durante el mismo periodo.
Los geólogos infieles aseguran que el mundo es mucho más antiguo de lo que el registro
bíblico indica. Rechazan el testimonio de la Biblia, debido a que contiene elementos que, para ellos,
no son evidencias tomadas de la misma tierra, de que el mundo ha existido durante decenas de
miles de años. Y muchos que profesan creer la historia bíblica se desconciertan porque no pueden
dar razón acerca de cosas maravillosas que encuentran en la tierra, observadas desde el punto de
vista de que la semana de la creación tuvo solamente siete días literales, y que el mundo actualmente
no tiene sino alrededor de seis mil años de edad...
Ellen G. White, Exaltad a Jesús, 46
Una vez más reitera que esta cifra es para probar una tierra joven y no para señalar un tiempo
exacto. Durante todo este tiempo ha habido un conflicto en el bien y el mal, entre el ángel caído y sus
secuaces y nuestro Dios y Salvador Jesucristo.
“Alcanzará el estrépito hasta los fines de
la tierra: porque Jehová tiene una contienda con
las naciones: entra en juicio con toda carne: y en
cuanto a los inicuos, los entregará a la espada”
(Jeremías 25: 31 VM). El gran conflicto siguió su
curso durante seis mil años; el Hijo de Dios y sus
mensajeros celestiales lucharon contra el poder
del maligno, para iluminar y salvar a los hijos de
los hombres. Ahora todos han tomado su
resolución; los impíos se han unido enteramente
a Satanás en su guerra contra Dios. Ha llegado
el momento en que Dios ha de vindicar la
autoridad de su ley pisoteada. Ahora el conflicto
no se desarrolla tan sólo contra Satanás, sino
también contra los hombres. “Jehová tiene una
contienda con las naciones” “y en cuanto a los
inicuos los entregará a la espada”.
Ellen G. White,
El Conflicto de los Siglos, 714
Tal vez la cita favorita de quienes sostiene esta
posición herética es la siguiente:
La obra de destrucción de Satanás ha
terminado para siempre. Durante seis mil años
obró a su gusto, llenando la tierra de dolor y
causando penas por todo el universo. Toda la
creación gimió y sufrió en angustia. Ahora las criaturas de Dios han sido libradas para siempre de
su presencia y de sus tentaciones. “¡Ya descansa y está en quietud toda la tierra; prorrumpen los
hombres [justos] en cánticos!” (Isaías 14: 7, VM) Y un grito de adoración y triunfo sube de entre todo
el universo leal. Se oye “como si fuese el estruendo de una gran multitud, y como si fuese el
estruendo de muchas aguas, y como si fuese el estruendo de poderosos truenos, que decían:
¡Aleluya; porque reina el Señor Dios, el Todopoderoso!” (Apocalipsis 19: 6, VM).
Ellen G. White, El Conflicto de los Siglos, 731, 732
Es evidente aquí, como en las aproximadamente 37 citas que hay en los escritos publicados de Ellen
G. White sobre este tema, que ella no está hablando de un periodo exacto, sino de un número redondo. No
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hay sustento bíblico para una teoría como esta, mucho menos con la exposición reiterada en sus escritos
que no debemos buscar fechas y menos anunciarlas. Lo que sí es claro es que el Señor nos dijo que “del
día y la hora nadie sabe”.
Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo mi Padre.
Mateo 24: 36
7.4. Orión
Permítame hacer una breve referencia a un concepto que aparece unas pocas veces en los escritos
del Espíritu de Profecía y que en realidad no pasa de
ser un poco más que una curiosidad. Evidentemente
no es un tema doctrinal profundo o significativo, pero
para mí tiene cierto atractivo. Se trata de la relación
entre la nebulosa de Orión y la segunda venida de
Cristo.
La nebulosa de Orión, también
conocida como Messier 42, M42, o NGC 1976,
es una nebulosa difusa situada al sur del
Cinturón de Orión. Es una de las nebulosas
más brillantes que existen, y puede ser
observada a simple vista sobre el cielo
nocturno.
Está situada a 1.270±76 años luz de la
Tierra, y posee un diámetro aproximado de 24 años luz. Algunos documentos se refieren a ella como
la Gran Nebulosa de Orión, y los textos más antiguos la denominan Ensis, palabra latina que significa
“espada”, nombre que también recibe la estrella Eta Orionis, que desde la Tierra se observa muy
próxima a la nebulosa.
La nebulosa de Orión es uno de los objetos astronómicos más fotografiados, examinados, e
investigados. De ella se ha obtenido información determinante acerca de la formación de estrellas y
planetas a partir de nubes de polvo y gas en colisión. Los astrónomos han observado en sus entrañas
discos protoplanetarios, enanas marrones, fuertes turbulencias en el movimiento de partículas de
gas y efectos fotoionizantes cerca de estrellas muy masivas próximas a la nebulosa.
Wikipedia, Nebulosa de Orión
La sierva del Señor sostiene que desde el espacio
abierto de Orión “salió la voz de Dios” y que de allí descenderá
la Nueva Jerusalén. Me emociona pensar que de esa
hermosa constelación vendrá el Señor. Evidentemente no soy
el único que piensa eso ya que algunos artistas han plasmado
la venida del Señor saliendo desde Orión.
Sobrevinieron sombrías y densas nubes que se
entrechocaban unas con otras. La atmósfera se partió,
arrollándose hacia atrás, y entonces pudimos ver en
Orión un espacio abierto de donde salió la voz de Dios.
Por aquel espacio abierto descenderá la santa ciudad
de Dios.
Ellen G. White, Testimonios Selectos,
Tomo I, 109
Es interesante notar que la NASA en sus
investigaciones habla de una “cavidad” en el interior de Orión,
que permite ver las estrellas que se encuentran en el corazón
de la nebulosa.
Permítame conjeturar:
a. El Orión es una entrada del tercer cielo (la
morada de Dios).
b. Allí en el espacio abierto de Orión está el trono de Dios, y por lo tanto el cielo.
c. Allí funciona la factoría de Dios (permítame la licencia) que está creando la Nueva Jerusalén.
Pienso que en base a lo escaso de la información uno podría hacerse estas u otras preguntas
parecidas. Lo que no debe hacerse es intentar, como algunos entusiastas han hecho, estudiar las
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posiciones astronómicas de las estrellas principales de Orión e intentar ubicar el trono de Dios, el reloj
estelar, los cuatro jinetes, la ubicación de los 24 ancianos y otras cosas semejantes que escapan de lo que
es perceptible por el registro sagrado o por información provista por Ellen G. White. Cuidemos que nuestro
entusiasmo por conocer no nos lleve a conjeturas en busca de algo sensacionalista, pero muy poco
sustentado.
7.5. Silencio como por media hora
Aunque es un tema que en general trataremos cuando hablemos proféticamente de la segunda
venida y los acontecimientos que ocurrirán inmediatamente antes, analizaremos un versículo que aparece
en el Apocalipsis dentro de la profecía de las 7 trompetas.
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
Apocalipsis 8: 1
En el cielo, los cantos de los ángeles permanentemente alaban a Dios, siempre hay música y gozo.
Sin embargo, cuando se inicia la segunda venida se hizo “silencio en el cielo como por media hora”. Si
aplicamos el principio día por año que se utiliza en las profecías bíblicas podríamos decir que un día
profético es igual a 360 días, consecuentemente una hora sería 15 días y como media hora sería como 7
días.
Cuando la sierva del Señor habla del viaje de retorno al cielo, luego de la segunda venida habla de
un viaje de 7 días.
Juntos entramos en la nube y durante siete días fuimos ascendiendo al mar de vidrio, donde
Jesús sacó coronas y nos las ciñó con su propia mano. Nos dio también arpas de oro y palmas de
victoria. En el mar de vidrio, los 144,000 formaban un cuadrado perfecto. Algunas coronas eran muy
brillantes y estaban cuajadas de estrellas, mientras que otras tenían muy pocas; y sin embargo,
todos estaban perfectamente satisfechos con su corona. Iban vestidos con un resplandeciente manto
blanco desde los hombros hasta los pies. Había ángeles en todo nuestro derredor mientras íbamos
por el mar de vidrio hacia la puerta de la ciudad. Jesús levantó su brazo potente y glorioso y,
posándolo en la perlina puerta, la hizo girar sobre sus relucientes goznes y nos dijo: “En mi sangre
lavasteis vuestras ropas y estuvisteis firmes en mi verdad. Entrad”. Todos entramos, con el
sentimiento de que teníamos perfecto derecho a estar en la ciudad.
Ellen G. White, Primeros Escritos, 16, 17
Yo entiendo que Jesús habrá utilizado también el mismo tiempo para venir, al terminar el tiempo de
gracia. Por eso es posible suponer que el tiempo de angustia durará también 7 días. Bueno… tómelo como
un adelanto…
Dios le bendiga.