El documento describe cómo los creyentes fueron hechos para formar parte de la familia de Dios y deben cultivar el compañerismo con otros creyentes. Explica cuatro niveles de comunión: membresía, amistad, sociedad y parentesco. En cada nivel, los creyentes deben elegir pertenecer, aprender a compartir, hacer su parte y amar a otros como familia. El objetivo es que los creyentes vivan como una gran familia y se amen unos a otros.