Este documento trata sobre la iglesia de Cristo. Enfatiza que Cristo fundó la iglesia y oró por su unidad. Explica que Cristo provee para la unidad de la iglesia a través de la verdad y el amor. También discute cómo evitar la desunión y restaurar la unión entre los creyentes, resaltando la importancia del perdón y la reconciliación.
3. “Mas no ruego solamente por éstos,
sino también por los que han de creer en mí por
la palabra de ellos, para que todos sean uno;
como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellos sean uno en nosotros; para que el mundo
crea que tú me enviaste”
Juan 17:20, 21
5. Jesús fundó la iglesia.
Jesús oró por la unidad de su iglesia.
Jesús proveyó para la unidad de su iglesia.
Jesús enseñó a mantener la unidad en su iglesia.
Cómo evitar la desunión.
Cómo restaurar la unión.
6. 1. Comprender el significado de la unidad y la
uniformidad de la iglesia.
2. Disfrutar de la iglesia como una familia espiritual.
3. Integrarse personalmente a la iglesia a través de las
aptitudes y recursos.
7. Fundamentada en Cristo, la iglesia debe revelar al
mundo lo que Cristo puede hacer por los hombres
que se acercan a Él.
8. Cuando Jesús habló con Pedro, el tema de la
conversación fue acerca de quién era Él. Por esto
declaró ser la “Roca” que fundamenta la iglesia
(Salmo 95:1; Hechos 4:11; 1 Corintios 10:4).
El papa León I alegó en el año 445 que Pedro era
el fundamento de la iglesia. Pero el apóstol declara
quién es realmente la “Roca” (1 Pedro 2:4-8).
La iglesia está basada en la Roca que revela quién
es el Dios de ella (1 Corintios 3:11). Aunque sea
rechazado (Hechos 4:12), es sobre Cristo que se
fundamenta su iglesia.
Al establecer su iglesia en la tierra,
Cristo deseaba que los fieles
entendieran lo que ella revela de Él. ¿En
qué modo la “Roca” ilustra esto?
Deuteronomio 32:4, 15, 18, 31; Salmo
62:2
EL FUNDAMENTO DE LA IGLESIA
9. “Y yo también te digo, que tú eres Pedro,
y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y
las puertas del Hades no prevalecerán
contra ella” (Mateo 16:18)
¿Enseñó Jesús aquí que Pedro sería el
fundamento sobre el cual se edificaría la iglesia?
Ver 1 Corintios 3:11 y Efesios 2:20.
Haciendo un juego de palabras con el nombre
de Pedro (Petros, en griego), Jesús habla de la
roca (petra, en griego) sobre la que se edificaría
la iglesia.
Tanto en el Antiguo Testamento como en el
Nuevo, se emplea la palabra “roca” para hablar
de Dios y de Cristo.
Evidentemente, Jesús usó el símbolo de la roca
para referirse a la declaración de Pedro: “Tú
eres el Cristo” (Mateo 16:16)
10. “Mas su arco se mantuvo poderoso, y los
brazos de sus manos se fortalecieron por las
manos del Fuerte de Jacob (por el nombre del
Pastor, la Roca de Israel)” (Génesis 49:24)
“El es la Roca, cuya obra es perfecta,
porque todos sus caminos son rectitud;
Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad
en él; es justo y recto” (Deuteronomio 32:4)
“Dijo: Jehová es mi roca y
mi fortaleza, y mi
libertador” (2 Samuel 22:2)
“Jehová, roca mía y castillo
mío, y mi libertador; Dios
mío, fortaleza mía, en él
confiaré; mi escudo, y la
fuerza de mi salvación, mi
alto refugio” (Salmos 18:2)
“Porque te olvidaste del Dios de
tu salvación, y no te acordaste de
la roca de tu refugio; por tanto,
sembrarás plantas hermosas, y
plantarás sarmiento extraño”
(Isaías 17:10)
“¿No eres tú desde el
principio, oh Jehová, Dios mío,
Santo mío? No moriremos. Oh
Jehová, para juicio lo pusiste;
y tú, oh Roca, lo fundaste para
castigar” (Habacuc 1:12)
“y todos bebieron la misma
bebida espiritual; porque
bebían de la roca espiritual
que los seguía, y la roca era
Cristo” (1 Corintios 10:4)
“Para vosotros, pues, los que creéis, él es precioso;
pero para los que no creen, la piedra que los
edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del
ángulo; y: piedra de tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes;
a lo cual fueron también destinados” (1 Pedro 2:7-8)
11. Aunque Jesús había venido para salvar a todo
el mundo (Juan 3:16), su oración se centró en
la necesidad que tendrían los que cumplirían
con su misión (Mateo 28:18-20).
La unidad evidenciada en la armonía existente
entre los primeros cristianos impresionaría al
mundo respecto del origen divino de la iglesia
cristiana (Comentario bíblico adventista, tomo
5, p. 1172)
El propósito de Cristo no se limitaba apenas al
contexto de los discípulos, sino que fue
transferido a la iglesia de nuestros días, con el
objetivo de culminar en el cielo (Romanos
8:22-23).
Aunque estuviera a punto de sufrir las más
terribles de las consecuencias del pecado,
¿de qué estaba preocupado Cristo? ¿Por qué
motivo oró? Juan 17:21-23
LA ORACIÓN DE JESÚS POR UNIDAD
12. “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo
conozca que tú me enviaste, y que los
has amado a ellos como también a mí me
has amado” (Juan 17:23)
Así como el Padre y el Hijo, siendo distintos, son
uno en naturaleza y propósito, los creyentes –
con distintos temperamentos, contextos y
habilidades– debemos constituir una iglesia
unida, a través de Jesucristo.
Para que esto ocurra,
debemos aceptar el señorío
de Jesús en nuestra vida. Él
debe moldear nuestro
carácter, y nosotros tenemos
que rendirle nuestra
voluntad a él.
Cuanto más cerca de Jesús estemos cada
uno de nosotros, más unidos estaremos
cada uno con nuestros hermanos.
13. “La armonía y unión existente entre hombres de
diversas tendencias es el testimonio más poderoso que
pueda darse de que Dios envió a su Hijo al mundo para
salvar a los pecadores. A nosotros nos toca dar este
testimonio; pero para hacerlo, debemos colocarnos bajo
las órdenes de Cristo; nuestro carácter debe armonizar
con el suyo, nuestra voluntad debe rendirse a la suya.
Entonces trabajaremos juntos sin contrariarnos”
Elena G. de White, Testimonios para la iglesia, tomo 8, pg. 253)
14. La unidad que requiere Cristo implica que cada
uno se integre a Él una relación íntima para
que esto conduzca a esa persona a
relacionarse con los demás.
La unidad conducirá a la perfección del
cristiano. Esa persona revelará lo que Dios está
obrando en él y lo conducirá a la madurez
cristiana.
La unidad producto de una relación con Cristo
conduce al cristiano a la madurez, e
inevitablemente se unirá a otros.
Únicamente unido a Cristo es que seremos
perfeccionados, o sea, santificados. Sólo
unidos a otros produciremos los frutos de la
santificación.
La unidad se basa en la actitud de cada uno
formando parte de un todo. ¿De qué
manera puede lograrse esto? ¿Qué
comparación utilizó Jesús para ilustrarlo?
Juan 17:23; 15:1-5.
LA PROVISIÓN DE CRISTO PARA LA UNIDAD
15. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con
otros, en el partimiento del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42)
UNIDAD EN LA VERDAD
• A fin de tener unidad, debemos estar de
acuerdo con el contenido de la verdad, tal
como es presentada en la Palabra de Dios.
Cualquier intento de obtener unidad sin
adherirse a un cuerpo de creencias
bíblicas está destinado a fracasar.
UNIDAD EN EL AMOR
• A fin de poseer amor verdadero,
debemos tener menos del yo y más de
Jesús. Entonces, nos amaremos
verdadera y sinceramente los unos a
los otros, haciendo posible la unidad
perfecta que Jesús pidió.
La creyentes de la iglesia apostólica fueron “perfectos en unidad” (Juan 17:23) gracias a
dos elementos otorgados por Jesús: la Verdad y el Amor (la doctrina y la comunión).
Debemos recordar que el amor sin la verdad es ciego, y la verdad sin amor
es infructuosa. La mente y el corazón deben trabajar juntos.
16. La hipocresía es el mayor obstáculo para la
unidad. El propósito del hipócrita es
destacar los defectos de los demás a fin de
minimizar los suyos.
Reconociendo la debilidad humana, Cristo
lleva a los hombres a entender que Dios no
ve sólo las apariencias externas, sino
también el corazón (1 Samuel 16:7).
Cuando nos involucramos en atender las
necesidades de los demás, nuestros ojos se
abren para ver nuestras necesidades. Y esto
resultará en sanidad espiritual.
Surgen muchos problemas en la iglesia
porque alguien desea prevalecer, tanto en
las opiniones, como en las decisiones.
¿Qué método recomendó Cristo? Mateo
7:1-5
UN GRAN OBSTÁCULO PARA LA UNIDAD
17. “No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra
la vida de tu prójimo. Yo Jehová” (Levítico 19:16)
Cuando creamos necesario hablar acerca de otra
persona, hagámonos antes estas tres preguntas:
1. ¿Es verdad lo que estoy por decir (Éxodo 20:16)?
2. ¿Es edificante lo que estoy por decir (Efesios 4:29)?
3. ¿Es posible decirlo con amor (Proverbios 25:11)?
Además de ser una violación del noveno mandamiento,
el chisme contraría la orden de Jesús: “No juzguéis,
para que no seáis juzgados” (Mateo 7:1).
Nadie ha sido llamado a juzgar a otros, ni a hablar mal
de nadie, ni a comparase con los demás, sino
solamente con Cristo.
18. Las ofensas aniquilan la unidad cristiana y
generan divisiones enfermizas. En vez de sumar
fuerzas, los bandos enfrentados provocan
divisiones y el problema aumenta cada vez más.
La restauración de la unidad sólo es posible
mediante la reconciliación de las partes. La base
para esto es vivir la paz de Cristo (Colosenses
3:12-15).
Una vida cristiana que agrade a Dios es más
valiosa que cualquier forma externa de
religiosidad. Es la expresión de quién realmente
vive en nosotros (Gálatas 2:20).
¿De qué manera puede restaurarse la
adoración fraternal cuando dos o más
hermanos se involucran en una discusión y el
clima de unidad se rompe? Mateo 5:23, 24;
18:15-18.
LA RESTAURACIÓN DE LA UNIDAD
19. “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas
de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda
delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mateo 5:23-24)
En Mateo 18:15-18, encontramos el
método que, según Jesús, debemos seguir
cuando ofendemos a una persona, o nos
sentimos ofendidos por ella.
1. Habla a solas con tu hermano/a. Esto
solucionará la mayor parte de las
ofensas.
2. Si no os reconciliáis, habladlo ante dos
o tres testigos neutrales.
3. Si aún así no se soluciona el problema,
presentadlo ante la iglesia.
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que
sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre,
considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado” (Gálatas 6:1)
20. “Si las dificultades entre hermanos no se
manifestaran a otros, sino que se resolvieran
francamente entre ellos mismos, con espíritu
de amor cristiano, ¡cuánto mal se evitaría!
¡Cuántas raíces de amargura que contaminan
a muchos quedarían destruidas, y con cuánta
fuerza y ternura se unirían los seguidores de
Cristo en su amor!”
Elena G. de White, El discurso maestro de Jesucristo, p. 53
21. 1. Cristo jamás fundamentaría su iglesia en algo
falible, por eso declaró que Él era su fundamento.
2. La iglesia debe reflejar a Cristo, por lo que una
relación con Él es indispensable para una vida
cristiana saludable para con Dios y los hombres.
3. Una persona de la iglesia que está en falta no
necesita que las demás destaquen sus defectos, sino
de quienes la ayuden a ser restaurada.
4. Cuando la iglesia vive el amor cristiano, recibe la paz
que sólo Cristo puede dar, y así atrae a los que viven
necesitados de esa paz.
CONCLUSIONES
22. Te invito a bajar y estudiar
cada una de las 13 lecciones
que tratan sobre el tema:
ESTE SERVICIO
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PUEDES USARLO
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