El documento habla sobre Jonatán y cómo aceptó la voluntad de Dios al convertir la invitación del enemigo en una señal de que Dios combatiría por Israel. Jonatán también sirvió a Dios de acuerdo a su voluntad al hablar bien de David a Saúl y amar a David como a sí mismo. La lección es que la verdadera grandeza consiste en aceptar la voluntad de Dios, amarle y servirle.