SlideShare una empresa de Scribd logo
1 de 129
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo




     La Quinta Estación
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo




                                              1
La quinta estación

Qué pasaría?

Qué pasaría si en cierta quietud de la noche,
sintiendo que mi garganta irritada buscase pronunciar
el nombre aquel, no pudiera más que callarme
renunciando a lo que para cualquiera es posible?

Cómo verías si al principio yo te pidiera sin darte
todo aquello que he pensado y creado y mentido
solo para que me miraras y te fijaras y me quieras
aunque sea sólo un poco, más allá de tus firmas al pie?

Qué sería de mí, de vos, de nuestras cosas si yo
tuviera que pensarlo todo antes de hacerlo,
tuviera que medirlo todo antes de intentarlo
tuviera que preverlo todo, antes de arriesgarme?

Y qué pasaría si de pronto no tuviera en cuenta nada,
si escribiera lo que quisiera decir a la hora que sea,
prescindiendo de tu entorno social, político, económico,
y me entregue a una idea fundamental, que no tiene nombre?

Será que cuando el día muera sólo los prejuicios
te servirán de apoyo, de guía, de fundamento?
Será que cuando la noche fenezca gritarás los nombres,
las calles, las horas y el itinerario de los trenes?

Sabrías darlo todo por nada, por una posibilidad
por una cuestión no de fe, sino de necesidad,
de sed atolondrada - virginal deseo de posesión -
sin llamarte por eso torpe abundancia de emoción?

Absorberías en tu pecho la madrugada, el silencio
las ganas de correr y el deseo de reposo,
la caricia fatal y las uñas afiladas en la espalda,
sin decir un solo número, bebiendo de tus propios labios?

Y podría yo, infiel, intruso, sin modales permitidos
sentarme frente a vos y mirarte el sexo descaradamente
buscando mi propio nombre entre tus íntimos latidos
aferrándome a un instante que no alcanzo a rogarte?

Dime si podría contarte lo que se construye entre mis huesos
relatarte lo que en el exceso me raspa los pulmones,
aquello que entre estertores no puede abandonarme,
eso que cobra vida cuando te siento tan cerca e innombrable.

Cuenta, sin mirar fijo, lo que entre tus tejidos se siente
mientras mi saliva se derrama en el vacío
en el canal abierto de mi sed reflejada

2
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

ahí donde habita mi historia no escrita.

Esto que me hace reír sin verte...
se trataría de eso de que alguna vez hablaste?
Meneando la cabeza hacia abajo
apretando los labios, calentándome las orejas?

Es por aquí, un poco más al centro y al fondo
el calor prohibido del terreno fértil,
donde recuerdas sin tener datos,
donde puedes detenerte sin alcanzar el olvido.

Es aquí otro sitio, como el "otro día",
estamos en primera, segunda y tercera
persona, animal y cosa, de propósito
para que seas vos / tu quien ponga los límites.

Qué pasaría entonces, si hablara como quisiera
y no tuviera remordimientos del frío bajo las uñas
y no pensara en las sábanas pasadas ni venideras
y no entendiera de caídas y llantos en las esquinas?

Dirías, sabrías, pensarías, querrías
compartirlo, aceptarlo, visualizarlo, quererlo,
mientras olvidas, supones, imaginas, sientes
y te sacudes la historia como un perro viejo?

Me lamerías las heridas mientras me obligas
a estarme ansioso entre tus piernas
mordiéndome la historia de cemento y sol
viéndote de rodillas escribiendo mi imagen?

Qué pasaría, dime qué pasaría
si la verdad estuviera entre mis manos,
y entre ellas tu nombre sea la lumbre
que calienta nuestra historia?

Qué arrojarías al mundo, si fuese yo
quien te pidiese la despedida,
sin testigos y sin señales,
al borde de un sentimiento?

A veces, es cierto, llego a mentirte un poco.
Pienso y me detengo, lo recapacito, y lo deploro.
Sonrío, y miro de lejos, hundiendo mi mentón en mi pecho.
Las manos en los bolsillos, de costado.

Al menos sé, que mis pasos no son en vano,
porque los perros me siguen, sin ladrarme mucho
y bajo la luna y en medio del frío intenso

                                                                          3
La quinta estación

se arranca una frase que no llega a definirnos.

Entonces siempre será lo oscuro
ahí donde las siluetas se adivinan y se perciben,
antes que definirse será intuirse
y los labios serán los que más sepan.

Te confesaré, la he pasado en soledad,
y me dirás que no te fue tan mal,
pero entre miradas lejanas, algo turbias/timidas,
sabremos que fue al revés.

Y entonces sabrás, y podré sentir
que una pausa en la carrera,
que una muerte en un beso
no es más que tu delicia en mi memoria.

Sabré que podré al fin verte y tenerte
sin que exista así el tiempo y sus cosas,
listas de esperas y exámenes finales
y una música que no llega.

Morder de soslayo manzanas verdes
chorrear la sonrisa esquiva de pronombres,
porque así lo exige la ceremonia
esa en la que los teclados dibujan el vestido.

Gasa y algodón, el encaje y el hilo
así la muerte de boca en boca,
mientras la pregunta flota en el aire
"qué pasaría si soy real?"

Andrea.




4
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo




     Maitines




                                   5
La quinta estación




Nocturno I

Era confuso y era mar
El grito crepuscular ¿de niño que nace, de hombre que muere?
Por entre las olas un beso
Profundo, seco, vacío de alas
En medio de la tormenta breve
Un deseo puro, pero infame, amar otra vez.

Era débil, como el ingenio que se somete a la astucia
Por eso entonces tropezó, y así halló su principio:
Nada basta, todo pasa, todo fue, y lo que se ha ido se marchó sin ser
Sólo existe lo que aún no está, lo que se busca.

Es saberlo y no decirlo, lo sabes?

Sin hablar, sin callar, transmitir
Sin mirar, sin leer, percibir
Dar, como consecuencia de ser
Recibir, la última cuota pagada.

Cosas buenas, gente buena, animales buenos
El catalogo de infierno que nos obligamos a leer antes de comprar
Todo aquello que nos hará compañía cuando nuestros iguales no estén
Cuando el mar se vuelva blanco, y su espuma roja.

Quieres algo inteligente, razonable y bello
Así la pasión, los colores y el estilo
Pero siempre hay un pero que es el dolor
Para escapar de la ley y no tener que explicar mi muerte.

Te admiro un poco, animal fanático de la duermevela
Y atrayéndome tu soledad, que te hace lo que eres, fuerza y forma
Cómo atreverme a imponer mi presencia, si sé que es así que destruiría
Los hilos de araña, el húmedo muro, el seco abismo de dos orillas?

Dejémonos en paz, y disfrutemos lo horrible de la ausencia
Quizá persistiendo acabemos con esto que siempre quisimos
Un corazón a distancia que escucha lo que escriben nuestros dedos
Una terraza sola, vigilada por estrellas, traicionada siempre por un nuevo día.

Andrea
21.02.01
22:18 Hs.


6
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Nocturno II

Una huida premeditada al último instante
El aviso presagiado de una pesadumbre
Y después unos minutos nadando al vacío
Las espaldas empapadas de pura ausencia.

Te gustaría saber cómo es la vida cierta
De aquel que tan sólo confirma todo aquello
Que ya sospecha, que ya anticipa y vaticina
Y que aún así se cree falible y entonces busca el error?

Mira, habría de suceder, despedida a las sorpresas
Así se acuña el cansancio, en una lealtad inhóspita
Construcción de conceptos perdidos bajo el polvo
El castillo de naipes, y el viento norte en la ventana.

Aflicción ajena, vocales estereofónicas, neuróticas
Lánguidos botones dispuestos al capricho de las yemas
Y aquel pedacito de carne oculto entre las sábanas frías
Como si fuese algo que tuviese un nombre y una hora.

Todo en orden, salvo la mancha de vino en la alfombra
El punto en el que un algo no encaja del todo nunca
Y así la mirada que habita por fin en la lejanía sensitiva
Arropándose con el basalto de la única certeza: incomprensión.

Cuando lo mejor que se tiene es lo peor, pero seguro
Como el sol acribillando a la arena que cubre el cadáver
Como la lengua de las iguanas lamiendo el mismo aire
Que transportará la respiración del que nace y del que ama.

Queda el mañana, el clavo ardiente de la imaginación
Después de estas horas que llamaremos lo que fue
Ese peldaño infinito al que es preciso trepar una vez más
Aunque no sea más que para dibujar el reproche de la no cita.

Fallamos todos, esta vez, como siempre, por pretender poco
Por no decir la mentira sutil, el engaño condescendiente
Por acomodarnos a las mejores definiciones de nunca
Aquellas que despreciamos y que aprendimos a menospreciar.

Faltó el grito, o la jugada genial, quizá la frase precisa
Crítica de los entusiasmos puros, los desfasados por tímidos
Con la conciencia del remordimiento para el fuerte callado
Y la tenue aflicción de la debilidad carente de astucia.

Ni el gesto brutal, ni la mirada que compromete
Sólo la protesta tardía de quien pudiendo poseer no lo hizo
No por piedad, menos por respeto a nada

                                                                         7
La quinta estación

Sino por ese afán supremo de ver en otro a sí mismo.

Andrea
20.03.01
23:43

Nocturno III

Había llegado ya el alba, con su carga de navajas
Camufladas por el brillo de un sol de pura furia,
Cuando el cuerpo nacía enredado en su signo frugal
Sabio cumplidor de reglas, ávido bebedor de venenos.

La mañana se anticipaba demasiado al dolido despertar
De ojos entreabiertos, fijos en las pecadoras cortinas
Que lo apartaban – por espacios – del juego de nombres
De la guerra de los títulos, del bullicio del carenciado pueblo.

Roces superfluos, toda la insidia erigida en un tacto ausente
Como antesala preparatoria a los ritos de vida fúnebre,
Los de la cordialidad de bolsillo y la sencillez de manual
Como si no se comprendiese que no se será comprendido.

En la errónea mitad del tiempo diurno1, todavía sin latir,
A la izquierda del pecho un trozo de carne inicia la sospecha
La premonición de doce discípulos que caerán de a uno2
Escalera espiritual, ascensión lastimera, prefacio de la corona.3

Sin embargo, el engaño se hace de mármol, sólida realidad
El camino a la cima como un deslizamiento sobre negros filos
Los peldaños vueltos polvo, alimentos de la diáspora sutil
Atisbo de la certeza, animal nocturno regido por la luna.

Entonces el regreso, la vuelta al paisaje de cortinas bien cerradas
Con dos niños hambrientos durmiendo en cada rodilla
Y la vejación cotidiana anotada en una libreta imaginaria
Donde también – si cabe – se apuntan los sueños secretos.

Salutación al hambre, la premeditada hora de piernas rotas
Ahí, cuando la tierra no será alfombra ya de los pasos
Donde los llantos ajenos son lejanos y de pleno vanos
Matrona prima, la materia que pariste ahora tiene alas.

Andrea
21.03.01
23:54



1
  Mediodía
2
  Los discípulos se convierten cada uno en cada hora que falta para la medianoche
3
  Al ir cayendo, en orden, forman una escalera
8
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo



Nocturno IV

Como un adicto que recae en temporadas
A la infamia de sus vicios más ocultos
Así me trepa desde este suelo de nadie
La humedad de tanta sórdida estulticia.

Desterrado de mí mismo, sin nave y sin puerto
Fantasma inútil vacío de llanto
Me quedo fijo en una insospechada rutina
Que aunque me va matando me sostiene vivo.

Sé dónde está lo perdido, sé como recobrarlo todo
Pero he extraviado el sentido, porque no me basta
Y encima tu imagen, de boca entreabierta y ojos bobos
Qué sabrías, qué dirías, y acaso, qué podrías hacer?

Es la peste; la inacción cómo única vía de escape
Para el chivo expiatorio que terminará sin expiar nada
Decrépita sangre, todo gris pese a Masaccio
Nos mintieron hasta en los colores, viva el asco republicano!

Así, cariño mío, así mismo como yo te digo
El freno roto y los pedales sin atadero
Para que me cubras con tu mugroso manto de colegio privado
Y me disfrutes en la carne como jamás leíste en tus fotocopias.

Y afuera, en el afuera individual de la masa creyente
El perfil de un pueblo, el tuyo, que es feliz con nada
Que atesora con arrugadas manos de ciego y senil avaro
Los billetes de las quejas, acciones únicas del hastío.

Mejor el desorden de las habitaciones oscuras
El pecado respirando el mismo aire que el del monje
Última escalera en espiral hacia una posibilidad incierta
La tensión nocturna, los flagelos de las horas verdaderas.

De todos modos, justo a tiempo pediré perdón
Por no dejar que crezcan en mí las infectas larvas
De una felicidad aprendida en los libros de lectura
Por el pacto que firmé conmigo mismo, dejándote fuera.

Qué me importa nada, cuando todo me importa?
Yo vi cuando murió un amor, con mis ojos y mi piel
Duró seis horas, seis días y seis largos años
Y aunque estuvieron todos, nadie miró al que partía
Miraban otra cosa, este tiempo, este que quieren olvidar.




                                                                       9
La quinta estación

Andrea
26.03.01
23:43

Nocturno V

Ese sonido, que creías sería creado
Ya estaba aquí, dentro mío, en tu ausencia
Sin precios, sólo con miradas ciegas
Instantes en los que las cosas dejan de ser.

Cerca, tan cerca ya de ti como el dolor y su cura
Sensación de poder, realidad olvidada de fuego
Donde los predicados mueren y la sed se agolpa
Merodeando tu boca, hospedado al borde de tu alma.

Mis manos tuyas, como agua que rompe el dique
Todo esto que muevo y que ha sido inventado atrás
Dirigido sin querer pero a voluntad solitaria y plena
Finalidad de estrellas, vivirte para no morir temprano.

Si me hablaras, si tan sólo me hablaras aire móvil
Pudiera encontrar precisión, la simetría fonética
El abanico persa de dibujos de tigre y palmeras
El muelle fatal donde siempre atracaría mi barca.

Sigamos jugando, para que mi vuelo siga enloquecido
Y en la altura, mirando como sonríes a los otros seres
Encuentre que mi sangre es ya de cristal envenenado
Lasitud y placer, la espera de tu llanto anidado en mi risa.

Te cedo fortaleza, y todo cuanto más quieras desde ti
Piérdelo todo, o reserva cualquier vida ajena para después
Mi impotencia es de sierpe, el cuchillo entre los cuchillos
El mueble guardado, el leño que sueña con el invierno.

Invitación a ser como yo, a contemplarme un momento
Para verme cierto, con esta cara fija en la luna meridiana
Con estos latidos que repiten una y otra vez tu oculta esencia
Y así, por fin, hablar contigo verdaderamente de cómo te quiero.

Cosas que desde arriba, que te entran y se instalan en el pecho
Que te golpean al tiempo que llegan munidas de compresas
Que te cortan en silencio guardando los hilos para las cámaras
Mientras construyen las horas históricas que de mi te alejaste.

Andrea
01.04.01
22:46


10
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Nocturno VI

Entonces quise dejar de ser queja para ser relato
Pero me vino encima el tiempo, su carencia
Y recordé que yo no soy del tiempo, ni él de mí
El tiempo es tuyo y de los tuyos, los relojes a pila.

Pretendí también una fábula, lecciones ciertas
Pero, como todos lloran comprendí que no existen
Que aunque las palabras pudieran llevar a la acción
Son aquellas las que nacen de estas, lo creas o no.

Maravilla de mi mente, nihilismo de cronómetro
Precisión absoluta de cirujano cibernético, virtual
Para ingresar a través de una ranura hecha al alma
Al pozo infinito de la dulce estupidez ambiente.

El bálsamo de la fe como un cuerpo sin estática
Pierdes en física, en química y en toda ciencia
Ganas siempre, no sé qué, pero ganas siempre
Aunque en cada galardón esté grabada una mentira.

Fascistas todos, o socialistas puros y de buena cepa
Diderot a la derecha, Voltaire a la izquierda
Y en el pecho de Nietzche mi errónea verdad
Al final de cada obra de Márquez el beso crucial, imposible.

En este paraíso así descrito, llamado contexto histórico
Sé muy bien que aunque duelas podrás comprender
Que el respirarte me hace bien pero no me calma el ansia
Porque no hay quietud cuando se sabe que toda flor nace
                       En tanto sabe que habrá de morir.

¿Qué habrá de quedar, de ti, de mí de los que creen
Cuando mañana otro más muera sin haber leído nada
Y otro más ascienda a la renovada caída de su especie
Cuando, por fin, sea un día nuevo y digamos: es uno menos?

Saxo y sexo, nexo desde lo exógeno hacia...
Despertar de un grito lastimero, matrimonial
Convención necesaria, tácita y fraudulenta
Los latinos y el dumping a los sentimientos castos.

Confieso que no me divierto, ergo no me realizo
Pero al menos soy feliz, falsamente, pero feliz
Porque no tengo motivos, porque no tengo razones
Porque aunque no quiera, todavía quiero, casi sin querer.

Andrea
02.04.01

                                                                         11
La quinta estación

22:34

Nocturno VII

Sumergido dentro de una burbuja sonora,
y luego en otra, y después en otra más
sucesión limitada por la energía, propia
la convicción fijada en la primera hora matinal.

Sobrevivir es un misterio, tratándose de mí
Y no lo termino de creer, posible mar traicionero
Que alguien pueda soportar siquiera un solo día
Todo el travestismo emocional de que soy sujeto.

De mí no queda nada, nada que no sea reflejo
Imágenes clandestinas de una cabellera oscura
Lenguas de sombras danzando en la azotea
Sobre mis nervios – imaginados – arados en la raíz.

Envoltura ambiental, atmósfera individual
Así tu imagen en la memoria, la memoria en el recuerdo
Como un cuadro instalado en una pared rota
Un cuadro del que mi alma tropezando busca escapar.

Una pastilla, por la negación a los dioses
Y dos botellas de lo que sea y pueda
Para repudiar el hábito y la disciplina
Vicio y virtud, corazón dual de las acciones, de lo efímero.

Crimen y absolución, castigo y piedad
El perro que muere a unos metros, ignorado
Salvo por la instantánea gravada en el rabillo del ojo
Secuencia mental, cadena inmaterial hasta el fin de los tiempos.

Se me pudre la boca de tanto callar
Tengo irritados los ojos de tanto no mirar
Las manos encallecidas por las caricias que negué
Y el corazón hipotecado en un banco del tercer mundo.

Y sin embargo, todo esto que no soy puedo ofrecerlo
Todavía de arcilla, abierto a nuevas vejaciones paganas
Todavía algo de roble para las manos que busquen su forma
Es mi virginidad eterna, lo que queda, lo que queda de mí.

Lo que el infinito es, lo que no es, la palabra
El verbo, el corcel al que todos desean montar
Rotos los pies, de tanto esperar corriendo
Ahuecado el pecho, de tanto querer abrazar lo imposible.

Andrea

12
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

16.04.01
23:16

Nocturno VIII

Maneras fijas de lo definitivo, el sujeto que así se observa
Lloviendo fuego sobre todo el sol, sin inefables testigos
La mano prevista, que surge de la nada y se posa sobre el hombro
Un calor sacro, a un paso humano del culto, umbral de la emoción.

No, no es desde la tristeza que se comprende enteramente la alegría
No es cuando se pierde, y tampoco es cuando no se tiene
Es cuando se quiere, estando inserto en un mundo de sospechas
Es Garrick, es Juan de Dios a la mañana, y el polvo de años exagerados.

La verdad es que no veo lo que miro, no me alcanzan mis ojos negros
Fija en algo mi mirada, me gana la imagen de un desierto y dos lunas
Una sierpe luchando con una grulla, un acantilado jamás visitado
Y la obsesión forjada a golpes, la pura necesidad de parar alguna vez.

Ríos de agua, sangre, canales de salinidad desde dentro de toda la piel
Donde impensables bucaneros también realizan sus perdidas batallas
Con las banderas izadas para ser incendiadas, tragadas por lo oscuro
Fijando el destino de maderos y algodones hundidos en un devenir impío.

Si las palabras fuesen por una vez gaviotas azules de fácil comprensión
Y las gentes todas fuesen por siempre metáforas de difícil utilización
Bastaría para el principio del camino, para la idea de esta falta sin bautismo
Y entonces en verdad daría igual, expresar o no lo que se sabe y se oculta.

Si ignorase lo que aprendí, y todavía creyese en el fragor de un abrazo
Pudiera salvar las distancias y los huecos, sin puentes, sin viajes
Pero los suicidas cometieron homicidio, y los homicidas suicidio
Matar es matar, y asesinar también es matar, aunque sea a lo intangible.

Que no fuese volar, ni caer, ni permanecer, ni avanzar, ni detenerse
Algo que cruce relampagueante el vacío imperfecto, y el lleno posible
Sin descripciones, anulación de toda probabilidad imaginada o soñada
Fuera del éter, en la esencia de lo que no habita y de todos modos es.

El fin de mí, la paz del entendimiento de que pudiera ser tan cierto
Que jamás dejaré de no ser, un trampolín por el que muchos pasan
Y un charco cristalino que acoge en su calidez lo igualmente perecedero
Para ser sin para qué, sin por qué, con un cómo y cuándo predecible.

Lástima el afecto, el tamaño geométrico de los sentimientos
Aeropuertos, hoteles, y las manos demasiado libres, pura certeza
Cuando hubiese sido tan sencillo que nada fuese sencillo nunca
Y que todo se redujese a una lucha contra inferiores, iguales o superiores.


                                                                                 13
La quinta estación

No es grave, al final puede que la deuda sea verdadera y la cobre entera
Quizá todavía esté para ver lo que habré de hacer conmigo, y me agrade
Cómo mi frente convertida en flecha dance a los copos de nieve y roca
Y ya sin furia se clave en el pecho de un amor de Leteo y Providencia.

Andrea
13.05.01
13:22

Diurno I

En horas, donde la rama seca
Hacía contacto con el agua del arroyo
En lugares, cuando el gusano era arrastrado
Por la corriente del río y le fallaba la ceda
Tenías las palabras, y podías decirlo.

Pensaste en los que sienten, sin posibilidad de expresión
Y en aquellos – incluso tú – que expresan lo inentendible
Y te vino a la mente la vieja idea del puente y el pontífice
Pero ellos no quieren pagar, y tú que ya has pagado
No sabes qué hacer con lo que tienes para ofrecer.

Estiras la horas, y buscas hacerlo soportable
Como ya no te basta saberte tan del otro lado
Buscas convencerte de que todo esta bien
De que al final todos tienen razón, y ninguno.

Sonríes, después de todo, y con cierto temor
Porque nunca nada te ha sido tan fácil
Porque todo en ti es lucha cuando no juego
Porque no te animas a creer que en verdad ya pagaste.

Hay veces que tienes una visión, y eso es todo
Hay todos que caben en una visión
Hay gente que ve, y que es vista
Siempre habrá alguien, cuando yo ya no esté.

Por eso conmigo nadie está, sólo tú, en mi mente
Y nadie está cuando contigo estoy, en tu cuerpo
Mar sin fondo, paraíso de la inexistencia
Una burbuja que es un suspiro y dentro de ella el corazón.

14.04.01
13:44
Andrea




14
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo




       Laudes




                                   15
La quinta estación




Unos días más

El frío mordaz se clava en las baldosas,
Aquí, donde la noche es hierva marchita,
Y la sirenas todavía callan su conocer
De cadáveres jóvenes, arrojados al cemento.

Donde todavía está la presión del tiempo,
Señalando el principio del fin,
Es donde late un músculo imperfecto
Necesitado, hambriento, enfermo.

No te acerques todavía, no llegues.
Me encontrarías sin armas,
Sin máscaras y sin pretextos.
Tendría que ser lo que soy.

Dame tiempo, que aprenderé a mentir,
Sólo te pido unos días – estaré entre la gente –
No necesito mucho, unos cuantos saludos,
Un par de citas, y una cena fría.

Entonces podré mirarte, bajando los ojos,
Para que creas que mi pecado es pudor,
Que mi riqueza ha sido bien ganada
Y que mi cama la he arreglado yo.

Detén tu marcha presurosa,
Todavía el cincel tiene tarea,
Demora tu llegada un poco más
Todavía debo aprender de ellos.

                                 Me quedan engaños que repasar,
                                    Y Traiciones que cometer.
                                 Me faltan excesos y abstinencias,
                                  Me falta experiencia de vivir.


16
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Pero si quieres, ven ahora mismo
Encontrarás rosales sin rosas,
Pero no habrá dinero detrás
De las manos de un jardinero ebrio.

Si quieres ven ahora,
Quizá no todo esté en su lugar,
Pero la mano que buscará la tuya,
Será la misma que tendió el lecho.

Si no puedes darme unos días más
Ven ya, con la sonrisa segura
Y el alma abierta
Para ver que aún no te amo.

Decide entre experiencia y pureza,
Que juntas, lo sabes bien, no caminan.
Todavía soy un puro intento
Un renegado de toda imagen.

Mejor no vengas, podría dolerte
Comprobar que no soy para el amor.
Que lo mío es simple pasión:
Brutal, animal, sincera.



Eliet

Si yo pudiese verte capaz de desprenderte
Puede que llegase a lograr una emoción,
Distinta, inusual, atemporal y, sin duda
Fuera de todo lugar, fuera de toda moral.

¿Qué es este cuerpo encajonado,
que en el pasillo húmedo transita?
Es esta tu memoria y los restos de piel,
Es este el momento, donde el tiempo fue.

No más el reproche, la llegada tardía.
Ahora es lo que queda, sin ejemplos,
Los nombres sin direcciones
Las direcciones sin remitentes.

Te escribí, a plena conciencia
De que nunca me leerías,
Y ahora, que ya no escribo,
A quién reprocharé el olvido?

Habías adivinado mi propia consecuencia,
La vida ajena desde los ojos de madre.

                                                                         17
La quinta estación

Justo la mía, cuando yo te veía niña,
Cuando placentero era someter el orgullo.

Ahora entiendo que jamás cediste,
Que me dejaste ser el bambú oriental,
Mientras yo creía en toda mi lejanía,
En toda la escultura de mi vanidad.

Tu silencio fue parte de mi cruz
Y tu ausencia, hoy, parte de mi muerte.
Ya no estoy vivo, no puedo
Y cuando lo estuve, no lo supe.

Me robaste juventud! grité en silencio,
Alguna vez, acurrucado entre las sombras.
Y me dolieron los límites de tus formas,
El cerrado marco de tus sentimientos.

Pretendí huir, en mi negación a todo,
Supuse salvarme detrás de cada destrucción.
Y fue así que perdí lo que no nombraste:
La posibilidad de eso que llaman plenitud.

De los dos, uno debe ser hallado culpable.
Espero que sea a ti, es mi última carta.
Porque yo, ya no estoy vivo.
Porque cuando lo estuve, no lo supe.

Andrea.
25.07.00
23:20hs.

Reproche del lunes

Llega a mi boca, premeditada
Se desliza por mi garganta, húmeda.
Sin pudor me recorre el cuerpo
Con sapiencia de serpiente.

Sé que mastica mi cansancio
Como el tabaco una anciana,
Allá en Alabama, hace cien años
Cuando criaba negritos.

Nubla mi razón, según parece
Y el trato tácito es matarla
Entre nosotros dos, sin culpables
Y pasar a ser sospechosos.

Es un candombe en el corazón,

18
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Es alma de puta, cuerpo de diosa.
Mi ser entero como una postergación,
Un hálito de definición que no llega.

No entiendo, mi bien, de comas
De esas señales en el papel,
Mas tengo una copa diamantina
Donde guardo un beso infinito.

Me divierto en soledad
Alterando el orden de tu escuelita
Donde cantabas el himno
Y cotidianamente te mentías.

Por eso es este odio liviano, amor
Porque la carne de mis labios sufren
Tanto, que mis ojos son el funeral
De un general muerto en su batalla.

Si uno es de donde viene,
De dónde soy?
El acontecimiento de tu nacer
Se registró en papel, eso importa.

Voy a apagar un rato las estrellas,
Te regalaré la oscuridad, así
No tendrás que mirarme
Así, podrás verme.

Si no quieres, y no deseas
Tampoco importa, basta lo mío,
Donde no hay himnos, señales
Realidades flacas de emoción.

No creo en tu distancia,
No me miento con tu presencia,
Estoy al otro lado de las afirmaciones
No soy, todavía, lo que seré.

En un reglón juego a los tiempos,
Señal de mi poder, que necesitás,
Para afirmar un poco más tu inseguridad,
Ese temor de nena asustada en la lluvia.

Así se busca la protección del macho,
Y así quedás definida, como en la escuela,
Con una lista y tu nombre dentro de ella
Y más tarde, quizá, en una comisaría.

Por supuesto, no se trata de vos,

                                                                         19
La quinta estación

De tu inexistencia puntual,
Soy yo, el ser de sed quien lamenta
Su condición insaciable.

Andrea
01/08/00
00:24 Hs.

Mañana, en Asunción

Es o fuerza, o fineza, ambas contenidas
Ya en el primer trazo que comienza,
Cada atardecer en Lanzarote, sin el mar
Con un paraíso de sólo arena con piel.

Aquí las cosas suceden a distancia,
Programadas por un muchachito joven
Que de razones no entiende, ni de piedad,
Tan únicamente una tecla, sola, en sí.

Conocerte despacio, a través de una tecla
Insistente, a través de otro, otro alguien,
Sin permitir mucho que el mundo sepa
Para jugar también al secreto, a los nombres.

Es un ejercicio que me corresponde
Hilar no las palabras, sino sus intenciones,
Sin nombrarlas a cada rato, indicándolas
A ver si acaso reposás tu mirada en ellas.

Una tecla en el mar desierto, casi igual
Que el mundo que ves y estudiás,
Como la demora precisa que antecede
A esa entrega privada, la que tarda.

No te negaré, estás, ya estás.
Tenerme es tu oficio,
Pertenecerte es mi transito
Y no lo sabemos, todavía.

Asunción es así, soleada y anciana
Historia cálida pero no dulce,
Un lugar sin recuerdos ni memoria
Que no sean las del más puro deseo, antiguo.

Aquí estuvieron Inglaterra, y otras naciones,
Tejiendo desde Claudio hasta hoy,
Lo que desde una isla pasa a ser corazón,
Punto en un mar, centro en un continente.


20
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Opuestos sencillos de comprender, de lamer
Un poco el naufragio de tus comprensiones
Un poco la desolada siesta de mi sed
Tendríamos que estar en otro lugar, hoy.

Callejas sin rascacielos, callejones de cuchillos
El empedrado sin orden, el asfalto en trozos
Y el olvidado tranvía criando arañas en su seno
Ese que me vio ver la primera vez, ayer.

La noche será siempre cálida y húmeda
Como el músculo que llevo dentro del pecho,
Para que así todo sea más lento y cadencioso,
Como tus formas, las cortinas de tus ansias.

Sé, sin certezas, de una montaña cruel
Pila de cuerpos sin vida, sin sentido
Y entiendo así, con fe, el valor callado
De masticar raíces para ser un árbol.

Es alejarme mucho, a cada rato
Para que no puedan alcanzarte,
Cuando me tengas aún más,
En aquella palabra de puñal: mañana.

Andrea
08.08.00
00:32hs.



Una mañana cualquiera

Fuera de tu cuerpo la Cábala me atrapa,
En el laberinto eterno de sus dominios,
Donde para entrar dejo mi persona,
Esa parte de mi historia que sin ti no existe.

Haber estado ahí, sin que me permitas llegar
Negarme no el intento, sino la realización
De una mano sobre la otra, una mejilla tibia
Pequeñas humanidades que me salvan el día.

Y eso que yo me había negado a mostrarte
El mundo sin sol, los retornos, los finales,
Para que jamás te doliera lo que a mí
Para que no pudieras ver lo que mis ojos.

Sé, ahora, que el precio es este, y confieso
Que ingenuamente no lo había esperado,
Que confié en la ternura de la ignorancia,

                                                                         21
La quinta estación

En la calidez de un corazón no atormentado.

Sólo un tigre comprende a otro tigre,
Pero, pobre de ti, ya no busco comprensión,
Justo ahora, a la altura de mi edad,
Cuando no te pediría jamás entendimiento.

Una pequeña burla más de la vida,
Mostrarme así, con cierto anhelo lejano
Queriendo dar, dispuesto a recibir,
Sin la distancia de los momentos exactos

Y aún así, comprender, que no se pudo
Que para que sea deberías haber sabido
Atendido, sentido, las cosas que ocurren
De este lado del puente sobre el fango.

Habiendo pecado por pedir el imposible,
Cambié mis rumbos, con resabia viril
Y volviéndome pétalo bello y resignado
Me entregué al destino del rocío y el sereno.

Pero no hay agua fresca en mi existencia
Pues desde ti se tendió la distancia,
Una mañana cualquiera, la de hoy, ayer
Cuando el logro de un instante me movía.

Que sepan los dioses y los mortales
Que al conocerte quise ser simple
Que no te ofrecí ni dolor ni extremos
Que no pedí a tu alma oscuras pasiones

Que sepan todos que tuve un nombre
Para que el llamarme te sea sencillo
Y que vestí el ropaje tradicional
Para que en la distancia puedas verme.

Pero fue en vano, y fue en el tiempo
Llegué sin armaduras, con querencia
Y al encontrarme contigo no sabía
Que no me esperabas, que no me querías.

Andrea.
09.08.00
23:49hs.

Una siesta, en ayer

Atreverse un poco, entre las cuerdas de acero de un chelo
Y que te sangren los dedos, azules, encallecidos

22
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Hasta encontrar la nota perfecta, ajustadas a tus oídos
Con el pecho puesto en el cuerpo de madera, generoso.

Lo demás es escuchar, y no me asusta, y no le tengo miedo
Y la estructura de interpretar tampoco es sabia, del todo.
Así es rayar un papel, soñar una realidad pretérita
El imposible anidado entre las cejas, y en el corazón.

Tengo la culpa de mi sensibilidad, lo admito
Soy responsable de todo el afecto que he acumulado
Y negado, y postergado, y disimulado hasta la risa
Para que nadie venga jamás a mostrarme lo que soy.

Y sin embargo siento, todavía, con mis pies en la tierra
Una fidelidad que es un camino, y que es una fuerza
Que hace, que a pesar de las nieves en mis entrañas
Imagine un algo táctil, a una hora, en un cuello cálido.

Porque hoy, como aquella noche, me di la razón
Cuando el anciano de segunda edad, en la siesta,
Me lloró su renuncia a ese mundo en donde vivo
Al que él renunció por un par de billetes y una dirección.

No me dolió su dolor, me dolió acertar aquella vez,
Y entendí, una vez más, que saber es juzgar con acierto
Tanto el momento, el lugar y esa persona que espera
Lo sepa o no, el momento que es posible crear.

No voy a dormir temprano, nunca, lo decidí atrás
Y voy a levantarme tarde, y también temprano,
Y pase lo que pase en el mundo no voy a cambiar
Soy una roca, formada de polvo, con carne dentro del pecho.

Lo siento, lo siento, lo siento, mil veces
Pero si tuya fue una elección, mi privilegio es el mismo,
Aceptar una sed que no se acaba, y rasga
Y estar así, con el alma en pena sin jamás demostrarlo.

Pero más allá de estos pocos años, te diré, mansamente
Que me importaron tus cartas, las que no enviaste
Y que no dije nada, cuando otro hubiese reclamado
Y que atendí el reclamo, sabiéndolo injusto.

Qué me queda? Acaso sólo esta docta vanidad
De poder estar sin nadie, de saber de dependencia ajena
Y poder no ceder ante la pueril necesidad emocional
De quien no pueda crear un beso en horas sin convención?

No hay nadie, y hoy me dieron la razón, un par de veces
No hay nadie, dije, cuando me la negaron

                                                                        23
La quinta estación

Y también esto lo dije, que estando arriba, o abajo,
Somos únicos, solos, entregados a nadie, y entonces...

Seguiré, y si al final me equivoco, seré yo quien lo haga
No un libro, ni una recomendación, ni un comité
Seré yo, infinitamente yo, hasta que me muera
Y mis tripas se conviertan en invernadero de grises larvas.

También, lo acepto, puede que termine yo llorando
La confesión de lo que no fui y quise ser,
Pero no será la primera vez, cuando nada pueda hacer
Ya lo hice, ya lo hago, ya lo vengo haciendo, sin nadie.

Juego conmigo, y nadie más cruel, nadie más preciso,
Porque si veinte años puedo estar pidiendo que vengas,
Sé ahora, por ejemplo, que luego pediré que te quedes
Y esto no es mañana, ni pasado, donde habrán más palabras.

Tan solo tengo deseos, y estoy llorando
Por que sé, desde mis limitaciones
Y entre mis aciertos
Que el deseo es todo, y no me basta.

Por favor, bésame, como imagino, dame olvido
Tócame despacio, como anhelo, sin piedad.
Mira, soy el mismo, inalcanzable
Con el terror de quererte.

Andrea
26.08.00
00:22

Entretanto sueña

No es apego al llanto, ni cariño al látigo
Es simple confesión de un espacio sordo
La historia de ciertos minutos que guardo
Bajo llave, en un arcón, entre mis huesos.

No me queda ya el consuelo de poder
A ciertas horas por nadie recomendable
Acudir a cierto aturdimiento de sin razón
Apoyando el rostro en un pecho desconocido.

Me queda la nada entre las manos
Como punto de partida de lo que fue,
Y un hilo de voz que se oculta
Huyendo de mí para no saberme.

Es cierto, mis actos mienten, por abundantes,

24
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Pero, acaso no es más que el rito puntual
En donde puedo sentir que el mundo cita
El fragmento de vida en donde hallé tu herida?

Siento así, en la memoria, el instante previo
Casi eterno, en el que con tus manos
Velas mis ojos desde el olor de tu piel
Sugiriendo una muerte, la de los dos.

Quizá por todo esto que casi digo
No vaya nunca a reconocer
Que antes de la prisa el tiempo ya pasó
Dejando una potencia inerte, flecha sin blanco.

Desconociendo, lo sé muy bien, naceré
A un nuevo día, concebido en oscuridad
Para así poder hacer desde mí, no la ruta
Sino el destino final de tu alma preciosa.

Ganaré hoy, y mañana, antes y después,
Lo haré en la renuncia, y más en la entrega
Y seré capaz de sentir y saber que no basta
Aunque sea que pudiera parecer suficiente.

Esto y más, lo haré, y más imaginaré
Y será sólo el principio, o sólo el final
Desde todo cariño y toda necesidad
Hasta toda imagen y todo éxtasis.

Para poder intentar encerrarte en un puño
Sabiendo que jamás podré hacerlo
Pero al menos intentarlo, por que sé
Que es la única forma de que te fijes en mí.

Lo quieres todo, y yo sólo te quiero a ti
Aunque digamos lo contrario, en silencio.
Y duele, y aún así es bello
Porque no tenemos otra forma, ni otro modo.

Disculpa, esto de no hablarte
De no escribirte, de no mostrarte nunca
Todo el precio, lo que llaman real
Intuyo que no será necesario, lo sabrás.

No hay certeza, pero quizá sea este el camino
Para poder llegar a decir lo que nunca dije
Eso que al verte me aquieta la vida
Y me la devuelve con más fuerza.

Descansa, y entre tanto sueña y piensa

                                                                          25
La quinta estación

Que no estoy y no soy, para tejer despacio
La certeza de que estoy en camino
Desde la raíz misma de todo imposible.

Andrea
14.09.00
00:08

Creencia de que soy, lo que no soy

Llamas, con gente que habla detrás
Me llamas, con imposibilidad de oír
Y así el puente se sostiene en sí
Pero queda sucio, con la roña de tu historia.

El asco, entonces, como segunda piel
Una lista precisa de todas las imprecisiones
Allí donde todo fue carencia de lo exacto
Y abundancia de lo que no tuvo nombre.

Conservo aún, aunque solo por una simple
Negación, el tiempo que músculos atrofia
La carta de venganza, pequeña recompensa
De saber que crees, porque no tienes remedio.

Sé que confías en los simples y frágiles hilos
De sucesos ocurridos, de vidas ya pasadas
Incapaz de dar el salto que esperamos juntos
Por palabras desde ti, por sangre desde mí.

Siento en mí el poder de la impotencia
Y desde ella esquivo el golpe real
Para poder girar y entreverte de espaldas
Con el puñal en mano, y el veneno en tu copa.

No habrá tristeza, tengo el corazón quemado
Y no habrá culpas, así habrás de salvarte
Pero, en este mundo, de tus horas y tus viajes
En la abertura de tu boca el polvo yacerá.

Y será por mí, por mi cuerpo y mi mente
Enajenados y reconciliados en la crueldad
De emprender la tarea de odiarte, de verdad
Por la impertinencia de rozar lo que soy.

Quiero que no existas, nunca
Y si para ello borrar el mundo es necesario
Quiero borrarlo una y otra vez
Y estar solo, por el resto del pasado.


26
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Tengo este deseo, qué haré con él?
Decírtelo entre las miradas de otras gentes?
Mostrártelo mientras firmas papeles vanos?
Callármelo y sangrarlo hasta beber mi nada?

No hay preguntas que pueda hacerte
No estarías, y si estuvieses no habría más
Que una caricia tenue, bañada por completo
De un creencia de que soy, lo que no soy.



Ya lo dije, por palabras no habré de cambiarte
Se me dijo, no habré de dar contigo
Y ambos sabemos que no debo renunciar
Tu y yo dependemos.

Espérame, siempre, por favor
Creo comprender, en este ahora
Que la inocencia y la grandeza
Está en construir el puente, y cruzarlo.

Andrea
21.09.00
00:00

El nudo

La tarde se vaciaba de todo color
Livianamente caía en aquel anhelo
Borroso, nunca dicho y tan sentido
De no más ceder a la desesperación.

Llegar a un día, sin humo, sin el sin
Y habitar ahí al menos un instante
Respirar profundo con ojos cerrados
Y en los labios sentir la misma vida.

Este nudo anidado en mi garganta
Es toda la ofrenda que llevo encima
Con la altiva humildad del mendigo
Y las manos ciertas de toda soledad.

Son reglas mías, todas crueles, duras
Sostenidas en la pocas veces probada
Certeza de que espacio requiere todo
Lo que habrá de llenar este pecho solo.

Sé que es una ola, y que será pretérito
Alguna vez, cuando la bellas águilas
Silenciosas y satisfechas, decidan ya

                                                                         27
La quinta estación

Detener el vuelo y sostener la montaña.

Pero ahora, este ahora que pasa
A metros del suelo, con las baldosas
Todavía calientes del sol de septiembre
Tengo la quietud del que ha sido robado.

Las ilusiones fueron mías, siempre
Y a mí me he mentido, para tenerte
Para creer por algunos días memorables
En algo que fuera mío, sólo mío.

A quién le habré de cantar esta pena?
Quién podrá apiadarse, o asombrarse
Si desde el principio fui yo, sin inocencia
El que movió las estrellas y aquietó la tierra

Para que el cielo mismo se vea mejor
De lo que hasta antes de fijarme en ti podía
Sabiendo que el deslumbre no duraría
Que al final de la jornada, ayer, anoche,
                             Qué importa

Habrías de volver, a tu suelo amado
A los años ciertos de verdades tontas
Para negarme, sin usar palabras o gestos
La duración de mi instante anhelado?

Duele menos, al ser consecuente
Pero queda el aroma preciso, inconfundible
Que puse en la memoria de tu ser
Haciéndolo único y distinto

Para convertirlo así en una espina de acero
Y llevarla dentro de la piel, sin atrocidad
Pero con la constancia decidida aquí
En el corazón, al que le falla el olvido.

Ahora es respirar, con el hombro cansado
Sosteniendo como pueda la frente
Y mover mi coraza entre las horas
Convenciéndome de que no llevo heridas.

Así sobrevivo, y seguiré sobreviviendo
Hasta aprender, quizá en un incierto futuro
A escucharle a mis ojos cuando brillando
Y en el principio me dicen: no la mires.

Juraré que no me importa, finalmente
Y aunque he sido derrotado, esta vez

28
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Otra vez no he perdido, porque tengo
El oro del príncipe, el fuego del intento.

Se acerca la noche, la madre de mis sueños
Mi compañía de siempre, mi consuelo
Llega y me señala el nudo, duele?, pregunta
No es nada, digo, cerrando los ojos.

Andrea
29.09.00
20:24

La siesta

Al verte, siento.

Un hilo de sudor se atrinchera en mi frente
Todos mis músculos en tensión, todos
Al tenerte ahí, tendida en mi lecho
Esculpiendo segura la piedra de mi memoria.

Se gesta el grito, desde el primer momento
Y se contiene y crece, mientras me acerco
Y el aroma de tu cuerpo, de tus partes
Me envuelve y me ciega, y me exalta todo.

Turbulenta fuerza me anima, me domina
Cuando voy rozándote, adivinándote
Con mis labios de anhelo y mis manos sabias
Explorando mis tierras, sin alforjas y sin tiempo.

Solo al fin, con tu cuerpo ofrecido en un clamor
Sin otro motivo que dar curso a esta siesta tórrida
Donde la ciudad se adormece entre el cemento
Con sus gentes aprisionadas como ratas drogadas.

Aquí adentro, con mi pura lujuria, fuera de miradas
Nuestro mutuo escándalo, el pecado del mundo
Aquí, carne mía, donde daré la vida a cada paso
Con tal de escuchar un gemido que me de aliento.

Habrás de beber de mí, hasta saciarte impúdica
Luego que coma de ti, hasta que me duela el alma
Y haga mío todo el arrepentimiento posible
Y pida perdón, y entonces, vuelva a pensarte.

No es fácil estar aquí, en el punto previo
Todavía hilando o tratando de hilar
Grafías que habrán de condenarnos aún más
Pues los vestigios son más fuertes que los hechos.

                                                                         29
La quinta estación



Pero es duro, y es cierto, y es pleno
Mi criatura elegida, la más dulce de mi historia
Como aquellas noches de gritos y borrachos
Peleas pobres, mejillas baratas cortadas y olvidadas.

Por eso transito un poco el antes, para tenerte más
Y negarme así toda posibilidad de olvido
Sin traerte de este lado nunca, fingirlo mentidamente
Dejar una huella un poco antes que mi mirada.

Forma, imprecisa pero perfecta del abandono
Postergación que lleva al punto exacto
En donde habremos de negarlo todo, condición
Primera, para lograr la entrega, la piel justa.

Después volverás al mundo, mucho después
Cuando el sueño me visite y puedas con tacto
Salirte de mis brazos, sonriendo benévola
Con el triunfo en tus ojos, tu victoria real.

Y estará la calle, un poco más poblada
Y al verla sonreirás, otra vez, una vez
Al pueblecito de hombres frágiles, preocupados
Por los derechos humanos de las ranas.

Andrea
01.10.00
15:00

Llovía

El sol te mostraba el día, y mirabas
La gente en su respiración, el tránsito
Llenando las plazas y las calles
Para el bien de tu sonrisa, mueca exacta.

Latía el ímpetu en cada paso que dabas
Y por entre los pliegos de tu falda
Dejabas escapar tu olor de hembra
Confundido con el del algodón de tus bragas.

Y era todo, porque sabías que yo huía
Que a mí me perseguían y yo triunfaba
Y que luego del escape llegaría a ti
Con ganas de tenerte y hacerte arcilla.

Pero para mí llovía todo el tiempo
Llovía en los zaguanes de ancianos olvidados
Donde la carencia era de hijos y no de padres

30
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Y la humedad trepaba y formaba otra lluvia.

Y llovía en los casamientos, de ricos y pobres
Y la torta se echaba a perder, y los vestidos
Y llovía en las sonrisas disimuladas, toda agua
Mezclando las lágrimas, ese temor confirmado.

Llovía en todos los prostíbulos, sin permiso
Y no se podía hacer el amor, aún pagando
Los colchones acuosos se volvían duros
Y el aroma de hacía el de casa, de la que se huía.

Llovía en los velorios, sobre las velas blancas
Y la viuda olvidaba al marido, paraba el llanto
Preocupada, junto a la cuñada iba por más vino
Para hacer pasar el tiempo, un tiempo de lluvia.

Llovía en los cementerios, los viejos y los nuevos
Y el agua rompía los putrefactos maderos
Haciendo de canal sin venas por el cual
Huesos desconocidos se daban besos subterráneos.

Llovía en las guarderías sobre todos los niños
Y las maestras daban el calor y el abrigo
Mientras pensaban con decidida insistencia
En las veces que copularon esa semana.

Llovía en los bares y en todas las posadas
Donde las paredes no alcanzaban para nada
Ni los guardias, ni las cajas registradoras
Ni las sábanas, ni los leños, no alcanzaba nada.

Llovía en la ciudad, inundando las alcantarillas
De donde emergían ahogadas ratas distendidas
Como capitanes improvisados pero decididos,
De ropas pobres, de barcos rotos, de fe en el vacío.

Llovía en el campo, desarraigando toda semilla
La promesa de alimento flotando sobre el fango
Ante la impotencia de hierro de todos los capataces
Mojados en sus galpones, entre garrapatas suicidas.

Llovía en la tierra, en toda la tierra, sobre los hombres
Que buscaban consuelo en aterradas mujeres histéricas
Que buscaban abrigo en los celulares de sus hombres
Pero lo celulares no funcionaban, llovían por dentro.

Llovía en el cielo, y la puerta había quedado atascada
Los mártires confundidos con los pecadores, agolpados
Todos, comunión horrible, auditorio esquizofrénico

                                                                        31
La quinta estación

Para una lira húmeda, y un ángel de dedos entumecidos.

Llovía en el infierno, sobre los ángeles de rodillas rotas
Pero nadie escapaba, fijos en un temor de consecuencia
Inmóviles en el terror de un castigo cada vez peor
Incapaces ya de distinguir una cosa de otra, en la lluvia.

Llovía en el purgatorio, por entre los corazones confusos
Y el agua en canal sin venas, otra vez, siempre otra vez
Se hacía un único mar que absorbía y unía lo imaginado
Volviéndolo todo temor primero, y luego decepción.

 *--

El sol te quemaba hasta el aliento, ardía en tu piel oculta
Un hilo de sudor se dibujaba bajo tus ricos senos
Contraía tus pupilas y te hacía más carne, más deseo
Y para mí llovía, mi amor, llovía todo el tiempo.

Andrea
10.10.00
00:35

Entre los dos

Cómo poner en tu mente, que mi ruta
No es la conquista de tu cuerpo
Que mi norte no es tomar lo ajeno
Y a cambio de mucho olvidarlo?

Un cigarrillo es una no explicación
Una jarra de cerveza enfriada en el Nilo
Una copa de coñac entibiada por una vela
Un vaso de agua de un río virgen, el tuyo.

Allá en la infancia me decían: todos iguales
Y lo creía cuando me convenía, más nunca
Pero hoy me cuesta crecidamente seguir así
Sobre todo cuando te miro y en ti no me veo.

No te quiero igual a mí, todo lo contrario
Te quiero diferente, para tener el derecho
De odiarte, de reclamarte, de exigirte
Cualquier cosa, a cualquier hora, cuando quiera.

Y si lo opuesto habrá de doler, y mucho sangrará,
Lo pago, las monedas me sobran, yo las creo.
Respirar, y aspirar, y en los labios tener pronto
El nombre de quien busco, tal es la riqueza cierta.


32
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Semejante a mí, perdería la ansiedad del alumno
La pasión del maestro, la intensidad de los dos.
Y qué nos quedaría entonces sino olvidar el mundo
Fundirnos en poético abrazo, con el mañana, mañana?

No, me opongo, y tenaz resistencia es mi piel si quiero.
No quiero olvidar nada, ni simplificar lo imposible,
No quiero ni renuncia ni posesión en términos simples
No quiero, porque no puedo, no puedo, porque no quiero.

Concédeme el error, mi enorme capacidad de reclamo
Para sentirme grande cuando callo una ofensa, inventada
Para sentirme pequeño en el calor de tu piel, ahora mía
Para ser yo, a través de ti, y entonces, agradecer la vida.

Ven aquí, en este punto completamente confuso
Y luchemos a ver quien termina destrozando a quien
Dame, por una vez, posesión de una sola certeza
La de que no habré de preocuparme por ti.

Dame la promesa de que me dejarás luchar como sé
Y que si venzo en tus ojos brillará el orgullo
Y de que si caigo derrocharás ansias de compartir
Conmigo, como yo, tan sólo esto, un segundo

                     Entre los dos.

Andrea
11.10.00
00.17

Difícil

No es parte de mí, es solo una forma de ser
Cuando cruza el aire un sonido Stereo
Que dice “y aunque pareciera que el invierno
No tiene final, y aprieta el alma...”

Algo se resquebraja, y casi sale a flote el animal
Pero queda preso, dando vueltas en su jaula mental
Y el prisionero no es capaz de llamarte, buscarte
Queda agazapado, con los ojos atentos, latiendo.

Todo sea por la prudencia, incluso la nada
Con las manos demasiado limpias, y la historia
Turbia, llena de tempestades, del único beso que nos dimos
Desde una boca que no me pertenecía, que no sabía quería.

Cómo ahora dibujarte en un trozo de papel los años?
Será de nuevo la sentencia eterna, la renuncia cotidiana?

                                                                         33
La quinta estación

O debo, una vez más, cruzar por mí mismo la frontera
Para evitar el temor de esperar una invitación que no llegará?

No hay otro sueño en todo gran conquistador, que no sea
El de lograr tantos triunfos, variados en calidad y cantidad
Que nadie pueda negarlo, que nadie pueda dejar de admirar
Y así, poder aguardar con ansias, la llegada de quien lo conquiste.

Es cierto, posiblemente cierto, que para amar hay que amarse
Mas entonces, habrá que reconocer que para admirarse, un poco
Es preciso saber admirar mucho, para dar con la vía victoriosa
Que conduce a sólo a la posibilidad de un fracaso dulce, ajeno.



Supiste, que no sabías, y al hacerlo me impusiste el alto
Y quedé en tus manos, como un puñal de ónix en las manos de un niño
Arcilla letal tocada al infinito pero inmoldeable hasta este tiempo
En el cual, tú, apareces con el talento en las manos, y me rozas el pecho.

Siempre supe qué pensar, y cuando no, me entregué a sentir
Ahora no sé qué sentir, y no puedo entregarme a pensar
Me absorbe la visión de tu cuerpo, del jade caliente de tu piel
Hasta no saber si fue en tu espalda, o en mis manos, donde más habitó el calor.

Me arreglo el pelo, enciendo un cigarrillo, la máscara mía, la noche
Para no confesar, ni señalar, que no he sido construido para nadie
Sino quizá, para construir cosas, gentes, universos enteros, para mí,
Y olvidar un poco mi odio al mundo, y el intento de llegar a su antónimo.

Andrea
14.10.00
22:23

Dos

Era noche, la hoguera, leños de pino, y una rama de terebinto
Más atrás los guardias, a veinte kilómetros de Constantinopla
Ambos rostros, iluminados por el fuego, se hacían más bellos
Cuando un par de frases, a veces, reemplazaba al silencio

Dos hombres duros, dos niños seguros, dos almas sin disputa
El uno venía de lejos, el otro de aún más lejos - no había distancia
Momentos en los que basta, la historia del hierro, el oro preciso
Y el ojo recorriendo las cicatrices del otro, adivinando el origen.

También dos esclavas, cada una más bella - no había comparación
Escanciando en las copas de oro lo que un tiempo se llamó sangre
Admiraban, mientras servían la propia vida bajo el manto del acero
El extenuante placer, de ser, de estar, en un momento exacto, escrito.


34
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

---

Es común que a los ancianos nos guste hablar de muchas cosas
Máxime si hemos viajado mucho, y vivido muchas aventuras
Por eso no ha de extrañarte, finalmente, que prefiera callar
Ahora que también soy joven y tengo todo tu cuerpo por delante.

Mi pretensión es, como toda pretensión, vana, pero también pura
Busco contarte cosas, sin hablar, como los mejores amantes
Y no se da, no porque no podamos, o no lo deseemos intensamente
Es solo que nuestros cuerpos se interponen, y no queremos, interrumpirlos.

Mejor así, que nuestras ojeras publiquen nuestra cópula clandestina
Que el apetito nos haga buscar comida a una hora y en un lugar
Cuando y donde no habíamos ni imaginado buscaríamos algo que comer
Tropezando con gestos, con palabras, y aún así seguir, directamente.

A lo mejor mañana, o pasado, a unos días de haber partido
Mis ojos se tiñan un poco de rojo, ya por el vino, ya por un libro
Mientras tanto, este mientras tanto, hay dos águilas, dos cuerpos
No se puede extrañar, está negado, nos tenemos, y habiendo - no hay mañana.

A lo mejor en dos días, encendida la hoguera, alguien se presente, con obsequios
Y deba, a pesar mío, ofrecerle hospitalidad, cena, y oídos atentos
Si esto ocurre, sólo espero, que sea alguien como yo, anciano, viajero
Para poder contarle, sin hablar, que tengo un alguien, un alguien como tu.

Andrea
14.10.00
23:00

Tres horas

Tengo tres horas, para sentirme bien y descansar
Dos variables bajo el ala oscura de la condición de tiempo
Gruta lejana, viaje en ascenso con el juramento de volver
Y así ya se te gasta la emoción, antes de ir, en la partida.

Subir sin llegar a la cima, y estacionarse en un hueco
Como el que forma las manos buscando contener el agua
Que cae, reposa un instante y se escurre movediza
Hasta el suelo, hasta el mar, dejándote el recuerdo de un mohín.

Es rápido, y muy lento, cuando sabés que tenés todo el tiempo
Porque alguna vez lo has perdido, y entonces comprendiste
Que no tiene caso exigirse demasiado, si no habrá premio
Consuelo, soborno, de aflojar un poco el cinturón, y no ser.

Un hilo de palabras, bien derechas y alineadas
Conducen, sin quererlo yo, sin quererlo ellas

                                                                                   35
La quinta estación

Un sendero de escalas extrañas, jamás pulidas, ni recorridas
Pero pensadas y deseadas, desde alguien que no soy yo, ni ellas.

Buscaría yo una explicación? Tengo toda una biblioteca de ellas
Soy más preciso, la verdad, y orgulloso, claro, porque sé
Por ejemplo, que hoy cuando almorzabas, entre el pan y el cuchillo
Rozaste sin querer, en tu mente, mi nombre, por eso, aquí estoy.

Todo lo que tuvo que ser tu vida, y la mía
Para que sin saberlo vos, y sin quererlo yo
Converjamos en un deseo de rotonda calurosa
Donde ha llovido y ha sido noche, y aguarda, estando.

Fruto, resultado, consecuencia, narración, predicado
Principio, separación, rotura, sangre, finalidad
Volver, desear volver, estar, tener que estar
Y en medio de todo, las palabras, para extrañarte más.

Y esta certeza que me rompe los labios
Y me llena los ojos de un líquido salado
Al tiempo que sonrío y abro el portón, el solitario potrero
Nadie llega en vida, y vivir es tratar de llegar, río, otra vez.

Una vez más, el espectáculo de tu espalda desnuda
Mil veces más, un millón de veces, en mi memoria
Mi cuerpo caliente, por tu imagen, que fue mi cuerpo
Bajo la lluvia, bajo un techo, con el abismo como colchón.

Andrea
15.10.00
14:27

Estar

Interactúa, te hará bien aprender un poco el oficio de actor
De todos modos has representado ya demasiados papeles
Y la crítica, puesto que vives como vives, ha sido buena
Ya con tu depresión a cuestas, ya con tu entusiasmo salva vidas.

Odio las imágenes – por eso tantas veces me odio todo el tiempo
Y, sin embargo, hay que aceptar que cruzada la hora precisa
Y comprendiendo entonces la cercanía de estos sentimientos
Así como la prisión hace que más brille el prado, así el amor, sincero.

Qué hacerle a cierta incomprensión, a ese “el calor dilata los cuerpos”
Sin caer en los ocultos secretos, conocidos y divulgados por todos
Como quien se abandona a una madriguera tibia, con la nieve afuera
Con el bienestar presente y la insatisfacción asomando en la retina?

Los caballos corren porque quieren, no porque los obligan

36
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

No puede ser que haya gente que muera sin saberlo, comprenderlo
Pero ocurre, existe, es tangible y registrable, como tu sueldo
Como el niño que acusa al chita de cazar una gacela joven.

Ternura para la inocencia, asco para la estupidez
Y en el escaso margen de ambas situaciones
Levantar un palacio, con un lecho inaccesible a nadie
Y ahí tomarte, en un instante, sin olvido, pero no sabiendo.

“Barquero que transportas las sombras, espera!4”

Disculpa, no soy de aquí, no leo los protocolos
Estoy por ahí, por si me esperes.

Andrea
16.10.00
23:54

El otoño del melómano

En la ciudad, bajo el techo que no filtra gotas de agua
Y entre paredes que no dejan salir los sonidos combinados
Siempre hay un melómano que busca el silencio ideal
En la noche exacta, que a veces le cede la rutina.

Y entonces, cuando ya todos duermen, y seguro se cree
En su atalaya de distanciamiento social, se torce la aguja
Y todo coincide con alguna fecha – que él las odia – histórica
Para alguien, quién sabe qué, y así, suenan las bombas, histéricas.

No es decepción, pues todo melómano también lee
Y por esto comprende que los espacios justos son escasos
Que cuando uno falla, es porque otro mejor se está gestando
Al menos eso cree, y eso lo mantiene, porque ya lo ha vivido.

De todos modos, tal como la venganza, la sabiduría es lenta
Y esta dice, tal como aquella, que el trago no se apura
Cuando es denso por el sabor que implica, tiempo, esta vez benévolo
Como hojas solas, de la rama al suelo, a la vista de nadie, verdadero otoño.

No tocar lo que no se puede aprisionar, tal a veces mi ley
Para no dejar que toquen nada de lo que puedo aprisionar
Haciendo así real la sentencia no dicha pero siempre real
De que vivir es un riesgo, cuando vivo es un anhelo, que nombre tiene.

Es extraño, o normal, no estoy del otro lado del estrado
Pero en verdad que conozco tapices tan hermosos, imposibles a veces
Y conozco también tu cuerpo, y no es el calor, ni tampoco las fechas
De construcción y fabricación, lucha de mi memoria, de mis gustos...

4
    Emma
                                                                               37
La quinta estación



Y jardines, de tantos lugares, palacios y selvas, en verano y primavera
Y el tuyo, siempre el mismo, a todas horas, todos estos años
Junto con las bibliotecas más famosas, repletas de almas que todavía laten
Y la tuya, de volúmenes infinitos, entre tus labios, tus sueños y tus ojos.

Conjurar sin ninguna prisa, a través del nexo del primer verso
Con el último, el que se desconoce, un hallazgo, una coincidencia
Ese encuentro imposible entre el poeta que te cante y tus oídos despiertos
Desde aquí, hoy, diez y ocho de octubre de un año mentido, como todos.

Es un tren, y es estar adentro, mientras los turistas caminan apuradamente
Barandas de hierro, metros, protección del césped, cosas de los hombres
Mirándote, mirando, hallando en cada mirada una espera, una postergación
Hasta que te sorprenda el cansancio, con una mejilla en mi hombro, tus labios entreabiertos.

Andrea
18.10.00
00:23

El inocente pecado de la trasgresión

Como llegar a más si sigues en lo mismo?
Si llegar implica un camino, acaso no es todo tan claro?
Sin dormir no es posible despertar, coincidimos?
Entonces, a qué despreciar parte del mismo todo?

Gran sueño del Gran Rey, pura voluntad
Todas las mujeres en una
Todos los hombres en uno
Un punto, donde se cierra el circulo
Y nace la espiral.

Te llamo desde siglos, eso que llamas Historia
Te huyo desde mi propia historia, la de los años
Te rechazo desde la tuya, esos nombres que llevas en una agenda
Y eso es todo, para abrir la puerta, y cerrarla... del otro lado.

Tiempo, lo que tardarás en olvidar lo que quieres recordar
Te imaginas, por un momento, que todos los desiertos del mundo
Fuesen uno solo, y que en este único infierno, paraíso, de arena y Helios
Se teja la ruta por la que Faetón cruce en el carro y vea tan solo tu cuerpo?

Vos no sabés, tú no sabes, vos no sabéis lo que es morir de sed
No porque no quieras, no porque no lo desees, no por nada
Todo esto es sencillamente porque seré yo quién se ahogue y muera
Para poder así, apenas, llegar a percibir un solo perfume, tu imagen.

Mil hierros, diez mil traiciones, suicidarme, cadalso, guillotina
Sencillez de un estado a otro, de un mundo a otro, todo igual en mi retina

38
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Y a pesar de todo, el ancla de tu piel, lo odioso y amoroso de tu realidad
Ofrecerme así, a mí mismo, víctima y verdugo, conciencia de ti, puro mar.

Imposible ser feliz así, e imposible desear la felicidad
Puesto que así, en la desesperación de tus caderas a mí negadas
Me toca la oportunidad, tan solo la oportunidad, de un roce frugal
Y después la nada, el resto de los días, y desearlo... no sabes.

Saberte fuego, halcón sin alma, y decidir no creer en nada
O confesar públicamente la fe en los discursos, da igual
Seré yo quien muera, serás tú quien alguien memore
Entre ambos, algo que guardo, lo que no habita mientras duermes.

La vida es así, la mía, desaforadamente
Cuando caigo en la cuenta, luego de todos los ritos posibles
Al borde de todos los acantilados del mundo, y todos los fondos
Que no es nada, sino solo el principio del principio.

Andrea
19.10.00
23:54

A ver vos

Se tiñen el pelo de rojo, es notable, para algunos
O hacen cuadros, llenos de números, que mienten
Inventan la rueda todos los días, y se la creen
Y aquí yo, que dejo la puerta entreabierta para nadie.

La castidad de un disco todavía arropado en su envoltura
Una botella agazapada en la nevera, la presión del corcho
El apretujamiento de blancos cilindros que serán colilla
Y allí vos, con las puertas cerradas, y el corazón abierto.

Te das cuenta cómo se tejen los antónimos que no lo son?
A veces creo que soy yo, y entonces rechazo toda vanidad
Me digo que son otras cosas, las lecturas que no compartimos
Para evitar en lo posible, todo estallido de cualquier necesidad.

Cae el ritmo, lo sé muy bien, adiós a toda musicalidad, la tuya
Yo me invento otros pentagramas, con otras claves, de lunas
Y si de por ahí me faltan peldaños, salto al vacío sin temor
No será peor que el día que pasé, contigo cerca, pero sin saberte.

Qué me voy a hacer, si lo tuyo no tiene remedio?
Te hablo para quejarme, por eso te escribo públicamente
Yo que domino el arte de gritar que me importa lo que no
Para que nadie llegue jamás a las piedritas que sí me gustan.

Qué me importa si no entendés, finalmente, si sé que lo hiciste

                                                                             39
La quinta estación

Acaso no sé, no sabemos, no lo saben todos, que allá en la memoria
Habita el momento exacto en el que el mármol se quebró impreciso
Y fue tan necesario disimularlo, hacerlo pasar, para llegar a este ahora.

Aquí, en silencio, no me engaño nunca, digo la verdad, en la noche
Y mañana me callo, diciendo otras cosas, las que todos se derriten por oír
Transeúntes baratos, incomprensores por naturaleza, contradictoriamente
Pero humanos, hermanos, como vos, como él, ustedes, los falsos tuertos.

Cumbia o tango, siempre en verano, sudor entre las bragas
New Age, la era de Acuario y las lecciones de yoga
La oración cotidiana bajo el vidrio del escritorio, la que no se lee jamás
Vení aquí, contáme cómo estuvo el bautismo, los caramelos por el suelo.

Parece que las monedas existen, ya sabés, dos lados, dos caras
Todas con el vientre abultado de fetos que son Julio, que son Wagner
Todas con y sin enema como antesala emocional de Louis, de West
Aquí, en el bolsillo, tintineo bajo el golpe de mi mano, las cosas de ustedes.

Y qué querés entonces en este panorama de riqueza abrumadora
Dos lados mi amor, el odio triste y mundano de los muertos
El amor cotidiano y aprendido por los vivos que no te hacen caso
Y qué más mi amor, la incomprensión y lo compartido, dos lados.

Te cuento lo que sospechabas, las monedas no me bastan, corazón
Ni a vos tampoco, ni a nadie, y otra vez somos dos lados, parece
Yo que lo digo, cosa que molesta a más de uno, porque hablo sin hablar
Y los demás, como vos, que no lo dicen, pero lo sienten, callando al hablar.

Qué me importa mi amor, así, destruir tu vida, la de todos
Si lo han aceptado desde hace tanto, ese lamer las horas del hastío
Con la sola y mínima satisfacción de desconocer lo que depende de otro
El cuando, el momento en el que te señalen que tu máscara es transparente.

Sé, que lo sabés, que lo saben todos, que lo sabemos
Y disculpame un ratito, llevo años en esto, que son pocos
Pero son ciertos, como tus lágrimas horrendas, redondas
Las mismas que arrojaste cuando dijeron que “eres mujer”.

A ver, si después de esto que viene, siempre todo mal
Te animás un poquito a darme fe, ser como yo, más que yo,
Y matar al mundo entero, con sus histriónicos calendarios
Con mi apuesta total, la verdad, encontrarte, y nada más.

Andrea
26.10.00
00:30

La traición


40
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Con sinceridad, morir no me bastaría, nunca
Si supiera, repleto de certezas, o de dudas
Que acaso un solo instante, un solo fragmento
De vida, de tiempo, tus labios no fueron míos.

Si el beso furtivo en el portal de tu casa
Fuese el broche de una noche oculta
Ignorada por todos, pero sentida en tu alma
No fuese el mío, qué me quedaría, acaso los días?

No sé cómo explicarte este temor que no es tal
Por eso no te lo diré nunca, porque duele
Sin que ocurra, tanto como si ocurriese
Soy el innegable, porque no niego posibilidades.

No se trata de ti, no se trata de mí, me desnudo
Me duele el hombre, y la mujer, la madrugada
Es verlo, y dejarlo pasar, y sostenerse de nada
Cuando las cosas ocurren en algún lugar, en el tiempo.

Nadie obliga a exponerse, pero si así se ha decidido
Menester es asumir los riesgos, arrodillarse sobre sal
Callarse la vanidad y arroparse de orgullo, con ritmo
Y ser ella, y ser él, y ser el que pierde, y el que gana.

Si allí pudieras situar tu mirada, con tu piel y tu sexo
Te apreciaría tanto, pero tanto, que daría con la palabra
Y te haría tan de mí que nada más tendría realidad
Mientras dure la noche, entre dos, mirando lo mismo.

Andrea
13.10.00
00:27

Esto que es

El futuro es así, no decir tu nombre
Cambiando ordenes, buscando energía
Con la carne que se vuelve amarga en la boca
El cuerpo que viene y se va, para obligarte a fingir que estuvo.

Hoy, por fin es temprano, y ni aún así...
Habrá que tirar comida, habrá que tener pena.

Andrea
Nov/00

Errónea renuncia

Como una abeja intentando atravesar el ventanal

                                                                         41
La quinta estación

Así el movimiento de tu vida, en una tarde olvidada
Desesperación de inventarse una tragedia, la dura
Inutilidad de tejerse un triunfo a costa de alguien.

Una parte de la historia, niña, es la que ofrece gloria
Y otra, muy otra, es a veces la que ofrece el triunfo,
Y para renunciar a la gloria, a favor del triunfo,
Es necesaria una madera que sólo crece en la juventud.

Mezcla de absurda alegría y suave tristeza,
Este verte, justo a ti, con la risa fingida
La piel aflojándose irremediable en tu rostro
Y tus fichas, que las creí caras, casi sin valor.

Es cierto que fui yo el que eligió su imagen,
Por esto no hay reproche, y tampoco consuelo
Y por esto sabré escucharte, y soportar alguna queja
Por esos momentos de antes, en los que te anhelaba.

Y ahora gracias, por recordarme una lección nueva
Que enseña no es tan importante el fin mismo
Sino la capacidad de fidelidad a la renuncia
Pues en esta se erige el templo de la restricción al vulgo.

No sé si es bueno, no sé si es malo, y no me importa
Aunque sé, que esto que veo es derrota, tuya
Y que deprime un poco, aquí, en un rincón algo oscuro
Donde me obligo a no perder en lo mismo, pero intentarlo
                                 De todos modos.

Espera...

Recuerdo – a veces siempre recuerdo – en mi piel
Que el llanto no me gusta y sé vencerlo
Que los momentos no se dan, sino que se los crea
Y que tus labios, diminutos, flotaban en mis sueños.

Quizá ya sea demasiado tarde, el tiempo es tan preciso
A la hora de descubrir alguien semejante, otra roca
Acantilado sin agua, montaña sin cielo, calma sin oxígeno
Y este saberte no compartido, esta imposibilidad de hablarte.

Y pensar que nos entendemos, y pensar que nos sabemos
Acaso no has elegido también una imagen, una traición?
Todos los zapatos me quedan bien, mayor o menor presión
Y los míos, los propios, al hombro, como contrapeso a la tierra.

Y ahora que lo imagino, es mejor así, si no peor
Torpe esperanza de no negar posibilidades
Como si no supiese del tedio entre tus cejas

42
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

De la noche hecha ruido, los días todos de resaca.

Entre las cosas que guardo, con el desorden de siempre
Un beso tuyo, sin querer, el más preciado
Y un atardecer al borde de una colina sin nubes
Y nada más, tu cuerpo en movimiento, danzando con mis ojos.

Aquellos gestos que terminan en esta inmovilidad
De piernas cruzadas y el cigarrillo entre los dedos
Un poco de humo, algodón intangible cruzando la garganta
Recordar el futuro, borrosamente, confiando en la equivocación.

Despacio, saber, y no quererlo
Porque sencillamente no se conocen alternativas
Porque si no eres tu, no es nadie, o es alguien
Y el alguien no está, y nadie me habita, y no es la verdad, y la es.

Tocarte.

Andrea
20.11.00
23:33

Ya desde entonces

Hubo un tiempo en el que sólo deseaba
Que tú, desde mis ojos vieras lo que yo
Que cada sonido de madera o metal
Lo percibas desde la historia de mi piel.

Quise, a cada hora del día quise
Bien saciar el anhelo de comprensión
O hallar el consuelo de una certeza
Aunque fuera efímera, aunque fuera cruel.

En mis ansias, luché contra las razones ajenas
Y una vez que vencí, también vencí la mía
Y entonces, en mi desvarío, juré por mi vida
Que no la acabaría antes de encontrarte.

Desde entonces, loco empedernido, analfabeto de la piedad
Pero fiel como todos los perros del mundo
Voy vagando, por polvorientos siglos pasados
Por las calles presentes, por edificios futuros

Buscándote, porque he jurado encontrarte
Porque he aprendido ya a necesitarte desesperadamente
Y enajenado no me queda otra que seguir así
Creyendo lo que no es, fingiendo que lo ignoro.


                                                                         43
La quinta estación

En mi locura, confundo los cuerpos, los ojos
Mi sed crece, pero me abstengo... hasta que caigo
Y bebo del estanque creyendo que no estaba envenenado
Y me despierto después, con dos fantasmas a mi lado.

Así termina el día, que comienza cada noche
Sin puntos cardinales, sin almanaques emocionales
La vida sin fechas, la memoria sin recuerdos
Y los bolsillos llenos de arañas hambrientas.

Andrea
09.12.00
13:42

Cuando me ocupe de ti

Esta vez no te acusaré, no estará el reproche ni la queja
Solo el relato cierto de lo que habrá de ocurrir mañana
Cuando se abran las puertas y el viejo puente se leve
Sea con el rocío o con el sereno, antes de lo expuesto.

No llegaré de pronto, no aturdiré a nadie con mi llegada
Serás tú quien finalmente comprenderá que he estado
Desde un antes que no podrías precisar en el almanaque
Instalado en la paciencia del cazador que observa su presa.

Es este sólo el primer paso, las piernas débiles, sin alas
Sorpresa y confusión, dicha y efervescencia de hallazgo
Éter sólido de una idea que se comprende y se aprisiona
Bajo los párpados cerrados y un suspiro en la almohada.

Después será la carrera, el mundo entero en la retina
La historia de la Historia narrada desde los huesos
La fuerza expresada en un abrazo imposible de modales
El torbellino pasional de lo que en verdad no se espera.

Crecerás a prisa, con armas y con artimañas estudiadas
Ingenio despertado, enloquecida imaginación que nace
De espaldas al abismo, con el cielo mismo en la mira
Todo el milagro de una sola flor aprisionado en tu sed.

Y en este vértigo que también será cierto, día a día
Habrás de lamer la miseria de tus horas pretéritas
Como el perro solitario que en la madrugada busca cura
Y sin saberlo piensa que lo que tiene pudo tenerlo antes.

Y del callejón a todas la calles de todas las ciudades
Para que de la miseria misma de toda humanidad
Nazca para tus ojos lo más cruel, y así lo bello
El poder de tener en el pecho el musgo en el asfalto.

44
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo



Entonces habré de irme, para que sobrevenga el juicio
Para que digas de mí lo que jamás quisiste decir
Para que en silencio sientas que he tenido razón
Y entonces roces ya sin piel mi estadía en este valle.

Por mí, por mi causa sabrás, y serás lo que no fuiste
Y vivirás la conciencia del que ha en verdad perdido
La realidad del que ha expandido sus emociones
Y luego, acongojado, debe aquietar sus alas.

Sin embargo, si algo es posible que puedas aprender
Será lo más simple, que te he dado y te he quitado
Que aunque lo he decidido yo, tú lo permitiste
Y que no hay nada, salvo el vacío, que impida mi regreso.

Cuando alguien llega, nos expande. Somos también esa parte de ese alguien que vamos
conociendo, a fuerza de explorar un terreno nuevo que entonces nos importa. Nos hacemos
parte de sus vivencias, pasadas o presentes, de sus recuerdos, de sus ilusiones, anhelos y
dolores. Pero, el precio es obvio. Cuando ese alguien se va, con quién compartir lo que se ha
llevado? Un alguien nos amplia, pero bajo la condición de ser quien nos amplia. Después,
cuando se va, qué hacer con haber expandido lo que somos? Parecería un lamento, a menos que
se entrevea un juego más exquisito, y exponerlo en una pregunta: qué impide que no vuelva? A
veces somos una pista de aterrizaje forzoso, o una rama extendida justo ante el cansado vuelo de
un ave de presa. Y así, después, la nave que carga gasolina e inicia el nuevo despegue; entonces,
el ave que repuesta del cansancio inicia un nuevo vuelo... y si la muerte es la que impide el
regreso, qué impide que uno mismo no inicie un nuevo recorrido? Otras pistas, otras ramas
estarán esperando ser el destino de nuestro fugaz vuelo entre los juicios.

Andrea
13.12.00
23:58

Aproximación

Gestos, y a veces también palabras no buscadas
Que como piezas artesanales con lacónica precisión
Se incrustan sin asomo de piedad y sin esfuerzo
En la tortuosa estructura de mis gustos duros.

Mi mente, adicta a los viajes de difícil retorno
Se enfrasca cada vez más horas en la tarea
De buscar en las ciencias sagradas y en las temporales
Un apoyo o un rechazo a la certeza de mis juicios.

Puedo, lo sé muy bien, mover los hilos hábilmente
Como el orfebre que encorvado sobre la inerte materia
Diseña y crea la máquina que gira en torno al polvo
Y que permanece más allá de quien la hace y usa.


                                                                                              45
La quinta estación

Pero mi placer, de intensidad insoportable
Para nacer y darme un sorbo de vida
Necesita que todo acto construya diversidad de vías
Por donde se dará el tránsito de lo tuyo y lo mío.

Quiero que cedas, pero con convicción
No voy por la victoria de la premura
Ni por el triunfo del chantaje emocional
Voy por lo puro, por tus labios que digan: quiero.

Andrea
25.12.00
Villarrica.

Condena y absolución

Soy capaz, para huir del mundo
De denunciarlo junto con sus desgracias
Y, si acaso la piedad aquieta mi voz
Me hago contradictorio para escapar de mí.

Me tengo a mí, objeto favorito de mi experimento
Porque aunque mi queja es más ancha que el mar
Soy sólo yo quien puede superar mis pruebas
Nacidas todas en la furia de mis noches negras.

Mis besos, forjados en la fragua de la ansiedad
Que te mostraron el vértigo de la desesperación
Por los que has corrido distancias y renunciado al sueño
Acaso piensas no están en mi el querer dártelos de nuevo?

No busques explicación, la explicación soy yo
Para saberme debes primero cambiar el miedo
Por la duda más grande, renunciar a lo establecido
Y abandonarte a la irracional tortura de mi cariño.

Y no hay tiempo, la fragua no se detiene
Tengo más besos de los que puedo darte
Tengo más cariño del que puedas, sola, aprisionar
Soy de los que tienen un futuro culpable, por querer
                                 - no me has condenado ya?

¡Corre, es inútil, pero corre, todo lo es!
Aquí quedo yo, siempre a punto de emprender viaje
Congelándome a voluntad frente al fuego de la hoguera
Derritiéndome en mi llama en el corazón del Ártico.

Y cuando venga el sacro tiempo del lamento
Recuerda que ambos quisimos ser lo que fuimos
De manera que al ordenar me ajusten las cadenas

46
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Tampoco olvides que en mi mente llevo piedras
                             - todas con tu nombre

Candidez o estupidez, hay alguna diferencia?
Lo siento, no tengo tiempo, y no lo entiendes
No tengo pasado, ni futuro, lobo inteligente
Como culpar lo que no puede tocarse?

Yo, me perdono, por haberte advertido siempre
Por hacer de lo confuso claro manantial
Donde nadan, junco con dulces doradillos
Pirañas y culebras, criaturas que yo no creé.

Ya olvídame, y perdóname tu también
Otros vendrán a querer cobrar la recompensa
Acusándome de corromper lo que ellos no pudieron
Tengo las teas esperando, una para cada cual.

Me place la lentitud precisa de mi venganza
Soy fuerte para este dolor infame
Que cubriéndose de odio y amargo rencor
Sabe guardar aún, la fragua de los besos, que para ti nacieron.

Andrea
28.12.00
16:20
Villarrica

El precio

Lo acepté hace ya mucho tiempo
Cuando mi violenta carcajada hería
La inteligencia de los débiles
Con el total desprecio hacia falsos zorros.

Me puse esta careta de niño distante
Estos gestos que todo y a todos esquiva
Esta costumbre de tensionarme con fuerza
Sobre mis dedos, hombros y piernas duras.

Me guardé la franqueza de mis afectos
Como el que con gafas oscuras oculta sus ojos
Sabiendo por cultura que al no mirar a nadie
Los simples se sienten observados, los tontos.

Complicado no resulta mentir sin mentirse
Aunque requiere memoria y un poco de magia
Para hacer pasar el tiempo poblado de nadies
Hasta llegar al momento en donde se busca alguien.


                                                                        47
La quinta estación

Por esto que es el juicio ajeno y sin clase
Mis placeres se volvieron subterráneos y alados
Ya que en el fondo también existe el vacío
Lugar en donde habitan las mejores presas.

En la superficie debo ser otro
Para por dentro seguir siendo el mismo
El que no se sobresalta por ningún sonido
Quien por horas yace sin mover la piel.

Ser lo que quieren hasta llegar a la lástima
Y en la cima de la ajena cándida pena
Abrir mis ojos todavía sangrantes de sal
Y entrevisto así el error extraviarles el alma.

Debería ser diferente, pues yo lo soy
Tomar o dejar partir por siempre
El objeto del anhelo, cáliz oculto
Y no pensar más que en más sentir.

Pero en bodas no termina esta comedia
Ni en muerte terminará tu tragedia
Desde mí será la novedad auténtica
Que soy yo el que entrevé el horrible después.

Atiende entonces a lo sincero de mi reto
Que tengo a quien quiero, cuando y como deseo
De ti no depende el que así siga siendo
Si no tan sólo que me lleves sobre el agua.

Si contigo logras que sea lo que soy
Te haré de mí y habré de conservarte
La dicha será tuya en el inmenso del ahora
Hasta que en sueños una voz lejana te diga:

“Yo soy el después, el más fuerte
de tenerlo no habré de privarte
pero para conservarlo vencerme tendrás
aburrimiento es mi tierra, hastío mi morada”.

Andrea
28.12.00
Villarrica

Tristeza

Tiene su origen en el fondo de un patio de escuela
Donde papeles ya podridos se mezclan lejos del pudor
Con el distraído vaivén de las siempre solitarias cucarachas
Bajo un cielo confuso, atravesado de aves sin nombre.

48
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo



En silencio, con la sordera propia de las videntes víboras
Con sigilo aprendido se arrastra imperceptible hasta el portal
Por debajo del cual desliza su inmaterial realidad de sombra
Para erguirse como rata olfateando el aire, buscándome en la niebla.

De aquel día no guardo memoria, aunque sí paciente conciencia
Que me hace y me lleva a ser un extranjero en cada ciudad nueva
O vieja, aprendida u olvidada, por donde traslado mis huesos
Y lo que de mí va quedando, tras el trágico día y la bruna noche.

Aunque el espacio lo llene y sature de raras danzas orientales
No es sencillo hacerla a un lado, como cuando se olvida a un muerto
Pues en su silente golpeteo mental se sabe de capo a fine
Casi todos los caminos por donde gusta viajar al alma mía.

Tristeza, alocada selección de polvos que fueron nombres
El cine en ruinas donde en soledad una butaca se desploma
Como un pájaro que de pronto dotado de única inteligencia celeste
Abandona el aleteo y en paz fallece antes de tocar el viejo suelo.

La misma que en el ahogo del movimiento dibuja su grito guerrero
Y se cree es sólo una brisa cruzando los pasillos del hospital de ciegos
La misma que arroja su burla y hoy eterna desde hostiles campanas
Cuando por el asfalto el burdo catafalco monetizado exhibe su posesión.

No habré de cerrarte las puertas, diamantina compañía inefable
Te aguardaré siempre, sapiente de que a causa de tu abyecta timidez
De frente no puedes llegar, que sólo rodeos puedes hacer ante mí
Hasta el día que cruces frente a mis cejas y de mis labios lamas mi sonrisa.

Andrea
28.12.00
Villarrica

Voluntad del que imagina

No son falsos los reflejos
Sólo incompletos, como yo
Proyección de lo que se recibe
Y no se puede transmitir.

Humanidad de la sed exacta
La que se sacia entregando
Maldito egoísmo de tener
Lo que no se puede entregar.

Solitario debe ser el diamante
Cruel ermitaño el difícil ónice
Ante el cobre tan compadre

                                                                               49
La quinta estación

Y el barro, tan de barrio siempre.

Si el que encuentra lo vende
Y el que lo compra no lo halla
Qué decir del objeto preciado
Que sólo brilla en su expresión?

El barro quiere ser catedral
El diamante quiere ser mural
Y todo es imposible, todo
Hasta que el que imagina quiere!

Hay algo mejor que morir
Y es morir habiéndolo intentado
Y algo mejor aún, de cierto
Y es morir habiéndolo logrado.

Puede muy bien que haya más
Todo es posible, todo
Hasta que el que imagina no quiere
Y así, otra vez, sólo cielo y tierra.

Y esto que digo, que te digo
De qué habrá de alimentarnos
Cuando las tristes sombras lleguen
Sólo a mostrarte donde vivo?



Andrea
29.12.00
Villarrica

Fácil

El miedo me ha ganado una batalla
Y aquí, derrotado, me lamento lastimero
Soportando los sudores de la quieta rabia
Endureciendo el rostro de frente a la nada.

Cuencas vacías serán mis ojos, un día,
Estos que ahora huyen de lo que buscan
Por el conocimiento de una posible prisión
La tuya, la de tu aromática compañía.

Temo el compromiso, la firma de papeles
Y las horas solas con alguien al lado
El silencio condenable de ya no decir
Lo que siento, lo que quiero, lo que soy.

Es que no sé cuidar de nadie

50
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

Y aunque las horas las puedo todas
No sé que habré de hacer con los días
Ya que los míos no son más que de guerra.

Manejo espadas, no tijeras afiladas
Aunque me rinda al espectáculo de una flor
No soy jardinero, sólo un bruto animal
Que contempla lo que al tocar puede destruir.

No termino de entender qué profunda convicción
Te mantiene atenta y distante en una espera
Que habías negado, a la que habías renunciado
Cuando supiste lo que yo era entre odios y reclamos.

No soy de aquí, no acepto ciertos sentimientos
Y aunque todo lo niego, sé que voy dando con el rumbo
Cuando también en mi espera se levanta un sacrificio
Al que te arrastro bajo la sombra de lo posible.

Ve y ríe mundanamente entre los monstruos
Que la solicitud de perdón es para los que ignoran
Y no para los que como yo en la ciencia encuentran
Mil excusas supremas que arrojan al pozo del ateo.

Has que tus penas se tornen leves y curables
Como en el tiempo en el que yo no estaba
Y bastaba ir al cine o comprar un disco
Para que las cosas coincidan y aparezca la risa.

Finalmente, es para mí que no es suficiente
Ni esto, ni lo otro, ni la nada, ni el vacío
Qué culpa tendrías, en medio de la multitud
De que busque perfección y no repetición de lo sabido?

Soy responsable de ser lo que he hecho que soy
Y luego, de estar en un punto en donde no hay
Espacio ni tiempo que sea sencillo atravesar
Para quien por nada no guste arriesgar demasiado

Mañana puede ser genial, si no te quiero
Algo que de entenderlo lo negaría a todo pulmón
Para sobrevivir a los embates del remordimiento
Esa carta que todas llevan oculta en el bolso.

Que mi fama me anteceda, sin rubor
Para mí no cuesta mucho decir lo cierto
Es difícil este momento, estas miles de horas
En las que sé exactamente de qué carezco.

El inventario baratísimo de pérdidas y ganancias

                                                                        51
La quinta estación

Todas las estrategias, torpes ridiculeces
Y en medio una certeza tan simple
Estos labios que quieren, y no tienen.

Andrea
29.12.00
Villarrica

El estúpido

Soy la incertidumbre de que no todo es igual
A mi enfermizo apego por el orden más preciso
Y al extenuante cariño por toda disciplina dura
Le sigue, abiertas las compuertas, las pasiones del exceso.

Tengo miedo, pero no temo vencer a mi miedo
Cuando la rutina meridianamente dista de lo cotidiano
Y lo extraño no forma parte de lo sorprendente
        No existe otro miedo
Que el que al descubrirse a uno mismo se de con una vía

Yo sé tus dudas, y sé muy bien tu egoísta anhelo
En esto vamos iguales, no hay fe humana en las personas
Mas, a la hora de los temores, los tuyos me fortalecen
Pues, qué placer más inmediato que confundir tus creencias?

En este mundo mío donde todo está mal
En el que para justificar cualquiera de mis actos
Bastaría con decir la mitad de lo que sé
Qué podrías ofrecerme que no pudiera esperar?

Quisiera que no seas la certeza de que todo es igual
El principio cálido de trampas a lo social
Y el final apagado de llovizna en el cuello desnudo
Con la sonrisa distante de quienes dicen: yo sabía.

No me impresionan ya las tretas y los rebusques
Ni los gestos, ni los regalos, ni las visitas
Mi gusto se ha expandido a diversidad de mundos
A través de los cuales sin perder el orgullo, he mirado.

Sé lo que piensas, y el tamaño de tu espera
Y sé que sabes que el esfuerzo sin pericia
Es tan inútil como la astucia sin acciones ciertas
Y aún así, también yo espero que des la nota justa.

Te exijo demasiado, mariposa de buenas horas
Y lo que doy es poco si se observa la carga entera
Pero, no es cierto entonces lo frágil de tus alas
Que llevan la mirada de este ser forjado en lo cruel?

52
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo



Renuncia! Me gritan los que viven la pasión
Hazlo! Me gritan los que viven la esperanza
Y yo, al recordarte, suspiro desde lejos
Mientras la lluvia desenmascara la verdad de las calles.

Hay un dios que hace cosas buenas
Hay un demonio que hace cosas malas
Si esto no es totalmente estúpido
El estúpido debo ser yo.

Y pensar que al tenerte
Al tomarte y doblegarte
En estas cosas no pienso
Y es tu ser el que el mío retiene.

Andrea
29.12.00
22:00
Villarrica

Voluntad de cualquiera

Para ti no hay prisa, hartazgo de lo dulce
Ni horario de ley, ni día confirmado
Colores o días igual en importancia
Que dioses y ciclos de edades históricas.

Lo tuyo no es el momento logrado y vivido
Ni la victoria ni la derrota, prestigio o denuncia
Tan sólo el frío transcurrir monótono, secundario
De lo explicable a los ojos del experto en nada.

Te hallo hermosa, criatura excesivamente genial
Para la fertilidad de todo lo normal y tenue
Y tan resentidamente incapaz de volar
Al más solo de los cielos, donde el público muere.

Cuando te beso, en mi mente o en mi cuerpo
Además de los labios que tanto deseo hoy
Beso también los de la senil, los del cadáver
Y aún así beso los labios que yo elegí.

Murieron, mueren y morirán, cariño mío
Esta es mi primera distante desesperación
La de conocer el tiempo y así su valor
Y entonces la del intento, del logro y del fracaso.

El llanto que doy en el fuego de mis ojos
No es más que el dolor de mi gran impotencia

                                                                         53
La quinta estación

De mi orgullo quebrado en la derrota de quien quiero
De ese quien que pudo haberme hecho compañía.

Lloro por mí al llorar por los que caen
Porque son mutilaciones a mi posibilidad de querer
Porque son negaciones inmensas al centro mío
Donde habita el clamor que pide lo que todos:

     La tarde quieta
     El día aprisionado
     Ser en dos.

Andrea
29.12.00
22:37
Villarrica

Lo pendiente

Me hace falta un cuaderno de notas
Para escribir en él a cada hora del día
Que alguna vez debo crucificarte sola
Y sepultarte luego en algún arroyo seco.

Debiera escribir también, exageradamente
La lista de tus faltas y la de tus vecinos
Y encontrar la relación proporcional
Entre las casas que visitas y tus tenues fracasos.

No es de mí este desprecio que te habla
Yo nunca tuve parte en las cosas que siento
Mis dedos se contraen y se distienden solos
Y al no tener ya que tocarte se amargan tu ausencia.

Sé que a veces me parezco un poco a mis dedos
Pero somos diferentes, no somos lo mismo
No sé si esto, que resulta tan sencillo para unos
Pudiera serlo siempre también para los otros

De todo modos no importa, suponiendo nocturnamente
Que algo sea importante, y que exista y sea definido
Mejor es no pensar ni en lo peor ni en lo mejor
Solo flotar espesamente entre mis dedos y yo.

Mientras todo esto ocurre sin ocurrir del todo
Ir guardando la explosión del miasma sanguíneo
Arremeter la quietud sin una nada de calma
Y vivir serenamente entre fingidas carencias.

Andrea

54
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo

30.12.00
20:30 Hs.
Villarrica

Canción

Piérdeme esta noche
Que las calles me calman
O me duelen
Dame respuestas sin hablar
No mires lo que yo
Comprende lo que yo
Llévame contigo
Todavía tengo sonrisas
Esperando ansiosas
Trae las llaves
Libérame esta noche
Arrójame al cielo
Y disfruta la espiral
Que también yo
Necesito que tus labios
Sonrían para mí.

Andrea
Villarrica

Este

Yo pretendo encerrar en 30 minutos 28 años
Es burdo, fácil e imposible, pero es sencillo
No es más que un ritmo previsto y previsible
Un poco de cansancio, hartazgo y entusiasmo.

Hay una demora lenta, el no decir su nombre
Y la visión del futuro, en donde lo buscarán
Así, la exacta duda entre vanidad y orgullo
Escribiría, nenita mía, tu nombre en mi sed?

Me cansa tanto adivinar lo que dirán y sentirán
Hasta el hartazgo de saber lo que habré de decir
Y sólo me sostiene el entusiasmo preciso y cruel
De que el líquido de tu sexo es el leteo5 de mi alma.

Todavía se puede fumar, hay otra función para el pulmón
Que no sea la de purificar lo más fúnebre del aire?
Acaso no es el cuerpo cremado lo que más duele en el olvido
Cómo entonces no admirar a quien hace parte de sí las cenizas?

Y beber, ah Baco! Si tuviese ejércitos como los sé hubo

5
    Hace falta aclarar?
                                                                        55
La quinta estación

Me darías loca alegría y el fin a todo remordimiento
Pero el pueblo es nefasto, y la corona no me bastaría nunca
A cambio tengo una lucha precisa, el hígado contra lo gris6.

No me pierdo en los arcanos que ya nadie desconoce
Adivino cosas más ciertas, y mucho más agusanadas
Voy más allá de la pena del idiota que se sabe idiota
Llego hasta el imbécil que reconoce a los imbéciles.

Y entonces te extraño, maldita sea, araña de cristal
Y en mi corazón podrido de hazañas imposibles de decir
Late lo que detesto desde que sé en lo que habré de convertirme
Y me felicito por haberte dicho, voz a voz, que te odio impunemente.

Te odio, amor, por que ya sabía que iba a reclamarte
Porque yo sabía las cosas, porque yo sabía todas las cosas
Incluso lo peor, que podría llegar a pedir sentir de nuevo lo absurdo
Esto que ahora vivo y que quiero que dure, y que sé no durará.

Yo soy tan sólo un imposible que busca su propio imposible
Y en ti no veo más que comprensión y ternura como nunca antes
Y sed despiadada, y atolondrada valentía de ser tan, pero tan fuerte
Que me lastima que me sea fácil herir lo más puro que puedo recordar.

Amor mío, Inteligencia mía, mi desastre doloroso
Mira que Baudelaire me acompaña, mirado por Flaubert
Mira que no te importa, mira que no hay nada que hagas
Que cambie o estanque, mira lo que has hecho sin querer.

Te odio, amor, porque me ofende que alguien te imagine
El mundo es un asco, desde hace tantas décadas para mí
Y eso duele, y eso lo sabes, y nunca entonces podrá ser justo
Que te baste estar cerca para arrancarme un sonrisa, un querer.

No importa, habré de destruirte, no temas, habrá de doler
Secaré tu alma, infectaré cada pensamiento que puedas concebir
Haré todo lo posible por truncar lo que has construido con afán
Y así seguiré siendo el rey, amo y señor de todo lo que me ocurra.

Pero, como el tiempo está de mi lado todo el tiempo
Te pido un último favor, el que el verdugo solicita a su víctima
No hagas todo lo posible por destruirme, sólo destrúyeme
Hazme sonreír, amor mío, la muerte es fácil para mí.

Recurre a los presagios, recurre a todas las magias, vence!
No me cansaré nunca, lucharé hasta el fin de los tiempos
Ni siquiera desnudarme habrá de servir, ni siquiera no tener armas
Nada será suficiente, nada, y en la nada encontrarás el veneno.


6
 Cerebro = materia gris.
56
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas
Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas

Más contenido relacionado

La actualidad más candente

La actualidad más candente (16)

POESÍA DE SABRA Y EURÍDICE CANOVA.- LIBRO 8-DÉCIMAS POÉTICAS
POESÍA DE SABRA Y EURÍDICE CANOVA.- LIBRO 8-DÉCIMAS POÉTICASPOESÍA DE SABRA Y EURÍDICE CANOVA.- LIBRO 8-DÉCIMAS POÉTICAS
POESÍA DE SABRA Y EURÍDICE CANOVA.- LIBRO 8-DÉCIMAS POÉTICAS
 
Polifonia musical
Polifonia musicalPolifonia musical
Polifonia musical
 
Francisco de Quevedo, poesías
Francisco de Quevedo, poesíasFrancisco de Quevedo, poesías
Francisco de Quevedo, poesías
 
115
115115
115
 
Y ni siquiera te conozco
Y ni siquiera te conozcoY ni siquiera te conozco
Y ni siquiera te conozco
 
Poesias y poemas de Mario benedetti #1
Poesias y poemas de Mario benedetti #1Poesias y poemas de Mario benedetti #1
Poesias y poemas de Mario benedetti #1
 
Benedetti
Benedetti Benedetti
Benedetti
 
Laberinto. (Textos poéticos)
Laberinto. (Textos poéticos)Laberinto. (Textos poéticos)
Laberinto. (Textos poéticos)
 
Olvidarme 1
Olvidarme 1Olvidarme 1
Olvidarme 1
 
Vivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedettiVivir adrede mario benedetti
Vivir adrede mario benedetti
 
Señor Nadie - "El Primer Respiro Fuera de la Cama"
Señor Nadie - "El Primer Respiro Fuera de la Cama"Señor Nadie - "El Primer Respiro Fuera de la Cama"
Señor Nadie - "El Primer Respiro Fuera de la Cama"
 
Un Grito Pausado Y Sin Eco
Un Grito Pausado Y Sin EcoUn Grito Pausado Y Sin Eco
Un Grito Pausado Y Sin Eco
 
Alex doc1
Alex doc1Alex doc1
Alex doc1
 
Diario re vivir
Diario re vivirDiario re vivir
Diario re vivir
 
Cuentos (redes)
Cuentos (redes)Cuentos (redes)
Cuentos (redes)
 
Digámosnos las verdades.
Digámosnos las verdades.Digámosnos las verdades.
Digámosnos las verdades.
 

Similar a Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas

Autobiografía apócrifa de una autora 10 2007- versión autorizada
Autobiografía apócrifa de una autora  10 2007- versión autorizadaAutobiografía apócrifa de una autora  10 2007- versión autorizada
Autobiografía apócrifa de una autora 10 2007- versión autorizadaHome
 
Poemas para bloog
Poemas para bloogPoemas para bloog
Poemas para bloogSol Alvarez
 
EL AMOR Y LAS MUJERES
EL AMOR Y LAS MUJERESEL AMOR Y LAS MUJERES
EL AMOR Y LAS MUJERESMiltonmontano
 
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)JulioPollinoTamayo
 
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?"
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?""¿Será quizás el amor un estado del fuego?"
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?"presodemilibertad
 
La bomba debajo del pecho matias sanchez ferre
La bomba debajo del pecho   matias sanchez ferreLa bomba debajo del pecho   matias sanchez ferre
La bomba debajo del pecho matias sanchez ferreaeroxis
 
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)JulioPollinoTamayo
 
¿Cuánto cuesta mi poesía?
¿Cuánto cuesta mi poesía?¿Cuánto cuesta mi poesía?
¿Cuánto cuesta mi poesía?LucaRubio4
 
Amor en la literatura tercero ecc
Amor en la literatura tercero eccAmor en la literatura tercero ecc
Amor en la literatura tercero ecc"Las Profes Talks"
 
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristal
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de CristalAlvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristal
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristaltoshiden
 
La Cosa Misma. Número 1
La Cosa Misma. Número 1La Cosa Misma. Número 1
La Cosa Misma. Número 1Tomás Tomás
 
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdfedilber4
 
Augusto enrrique la inteligencia de la piel
Augusto enrrique   la inteligencia de la pielAugusto enrrique   la inteligencia de la piel
Augusto enrrique la inteligencia de la pielAugusto Enrrique
 

Similar a Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas (20)

Autobiografía apócrifa de una autora 10 2007- versión autorizada
Autobiografía apócrifa de una autora  10 2007- versión autorizadaAutobiografía apócrifa de una autora  10 2007- versión autorizada
Autobiografía apócrifa de una autora 10 2007- versión autorizada
 
Poemas para bloog
Poemas para bloogPoemas para bloog
Poemas para bloog
 
EL AMOR Y LAS MUJERES
EL AMOR Y LAS MUJERESEL AMOR Y LAS MUJERES
EL AMOR Y LAS MUJERES
 
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)
100 POETAS ESPAÑOLES (Antología)
 
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?"
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?""¿Será quizás el amor un estado del fuego?"
"¿Será quizás el amor un estado del fuego?"
 
Cuento magico
Cuento magicoCuento magico
Cuento magico
 
Complices
ComplicesComplices
Complices
 
Complices
ComplicesComplices
Complices
 
Rimas en escala.docx
Rimas en escala.docxRimas en escala.docx
Rimas en escala.docx
 
La bomba debajo del pecho matias sanchez ferre
La bomba debajo del pecho   matias sanchez ferreLa bomba debajo del pecho   matias sanchez ferre
La bomba debajo del pecho matias sanchez ferre
 
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)
100 POETAS MUJERES (Versión 2020) (Antología poética)
 
¿Cuánto cuesta mi poesía?
¿Cuánto cuesta mi poesía?¿Cuánto cuesta mi poesía?
¿Cuánto cuesta mi poesía?
 
14 libros sin
14   libros sin14   libros sin
14 libros sin
 
Amor en la literatura tercero ecc
Amor en la literatura tercero eccAmor en la literatura tercero ecc
Amor en la literatura tercero ecc
 
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristal
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de CristalAlvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristal
Alvaro Acevedo Merlano - La vida en los pensamientos de Cristal
 
La Cosa Misma. Número 1
La Cosa Misma. Número 1La Cosa Misma. Número 1
La Cosa Misma. Número 1
 
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf
[LIBRO] Hambriento - Nach (Poesía).pdf
 
Augusto enrrique la inteligencia de la piel
Augusto enrrique   la inteligencia de la pielAugusto enrrique   la inteligencia de la piel
Augusto enrrique la inteligencia de la piel
 
Benedetti 2
Benedetti 2Benedetti 2
Benedetti 2
 
Jules supervielle - poemas
Jules supervielle - poemasJules supervielle - poemas
Jules supervielle - poemas
 

Más de dualidad101217

Gastos día del estudiante
Gastos día del estudianteGastos día del estudiante
Gastos día del estudiantedualidad101217
 
Presentación del consejo 28 06-2011 agt
Presentación del consejo 28 06-2011 agtPresentación del consejo 28 06-2011 agt
Presentación del consejo 28 06-2011 agtdualidad101217
 
Gastos día de la madre
Gastos día de la madreGastos día de la madre
Gastos día de la madredualidad101217
 
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayo
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayoCircular nro. 44 2011 - reunión 19 mayo
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayodualidad101217
 
Presupuestos día de la madre
Presupuestos día de la madrePresupuestos día de la madre
Presupuestos día de la madredualidad101217
 
Primer borrador recaudar fondos
Primer borrador recaudar fondosPrimer borrador recaudar fondos
Primer borrador recaudar fondosdualidad101217
 
Notas de la gestión 2010
Notas de la gestión 2010Notas de la gestión 2010
Notas de la gestión 2010dualidad101217
 
Facturas del día del niño
Facturas del día del niñoFacturas del día del niño
Facturas del día del niñodualidad101217
 
Facturas del día del niño
Facturas del día del niñoFacturas del día del niño
Facturas del día del niñodualidad101217
 
Lista de niños talla para poleras
Lista de niños   talla para polerasLista de niños   talla para poleras
Lista de niños talla para polerasdualidad101217
 
Comunicado día del niño
Comunicado día del niñoComunicado día del niño
Comunicado día del niñodualidad101217
 
Invitación kinder blanco
Invitación kinder blancoInvitación kinder blanco
Invitación kinder blancodualidad101217
 
Entrega de bs. 900 x poleras
Entrega de bs. 900 x polerasEntrega de bs. 900 x poleras
Entrega de bs. 900 x polerasdualidad101217
 
Lista de niños talla para poleras
Lista de niños   talla para polerasLista de niños   talla para poleras
Lista de niños talla para polerasdualidad101217
 
Presupuesto de poleras
Presupuesto de polerasPresupuesto de poleras
Presupuesto de polerasdualidad101217
 
11 sin prisa ni metas, en diciembre
11  sin prisa ni metas, en diciembre11  sin prisa ni metas, en diciembre
11 sin prisa ni metas, en diciembredualidad101217
 
11 sin prisa ni metas, en diciembre
11  sin prisa ni metas, en diciembre11  sin prisa ni metas, en diciembre
11 sin prisa ni metas, en diciembredualidad101217
 

Más de dualidad101217 (20)

Gastos día del estudiante
Gastos día del estudianteGastos día del estudiante
Gastos día del estudiante
 
Presentación del consejo 28 06-2011 agt
Presentación del consejo 28 06-2011 agtPresentación del consejo 28 06-2011 agt
Presentación del consejo 28 06-2011 agt
 
Gastos día de la madre
Gastos día de la madreGastos día de la madre
Gastos día de la madre
 
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayo
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayoCircular nro. 44 2011 - reunión 19 mayo
Circular nro. 44 2011 - reunión 19 mayo
 
Presupuestos día de la madre
Presupuestos día de la madrePresupuestos día de la madre
Presupuestos día de la madre
 
Primer borrador recaudar fondos
Primer borrador recaudar fondosPrimer borrador recaudar fondos
Primer borrador recaudar fondos
 
Notas de la gestión 2010
Notas de la gestión 2010Notas de la gestión 2010
Notas de la gestión 2010
 
Facturas del día del niño
Facturas del día del niñoFacturas del día del niño
Facturas del día del niño
 
Día del niño gastos
Día del niño   gastosDía del niño   gastos
Día del niño gastos
 
Facturas del día del niño
Facturas del día del niñoFacturas del día del niño
Facturas del día del niño
 
Lista de niños talla para poleras
Lista de niños   talla para polerasLista de niños   talla para poleras
Lista de niños talla para poleras
 
Comunicado día del niño
Comunicado día del niñoComunicado día del niño
Comunicado día del niño
 
Invitación kinder blanco
Invitación kinder blancoInvitación kinder blanco
Invitación kinder blanco
 
Entrega de bs. 900 x poleras
Entrega de bs. 900 x polerasEntrega de bs. 900 x poleras
Entrega de bs. 900 x poleras
 
Lista de niños talla para poleras
Lista de niños   talla para polerasLista de niños   talla para poleras
Lista de niños talla para poleras
 
Presupuesto de poleras
Presupuesto de polerasPresupuesto de poleras
Presupuesto de poleras
 
16 paraguay
16  paraguay16  paraguay
16 paraguay
 
11 sin prisa ni metas, en diciembre
11  sin prisa ni metas, en diciembre11  sin prisa ni metas, en diciembre
11 sin prisa ni metas, en diciembre
 
11 sin prisa ni metas, en diciembre
11  sin prisa ni metas, en diciembre11  sin prisa ni metas, en diciembre
11 sin prisa ni metas, en diciembre
 
10 miasma - carta
10   miasma - carta10   miasma - carta
10 miasma - carta
 

Último

Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Baker Publishing Company
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPELaura Chacón
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.José Luis Palma
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialpatriciaines1993
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfsamyarrocha1
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...JAVIER SOLIS NOYOLA
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptELENA GALLARDO PAÚLS
 
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadAlejandrino Halire Ccahuana
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleJonathanCovena1
 
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIARAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIACarlos Campaña Montenegro
 
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwe
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtweBROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwe
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwealekzHuri
 
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Carlos Muñoz
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdfOswaldoGonzalezCruz
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxYeseniaRivera50
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024IES Vicent Andres Estelles
 

Último (20)

Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDIUnidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
Unidad 4 | Teorías de las Comunicación | MCDI
 
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
Análisis de la Implementación de los Servicios Locales de Educación Pública p...
 
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPEPlan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
Plan Año Escolar Año Escolar 2023-2024. MPPE
 
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
 
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
 
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.pptDE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
DE LAS OLIMPIADAS GRIEGAS A LAS DEL MUNDO MODERNO.ppt
 
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdadLecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
Lecciones 04 Esc. Sabática. Defendamos la verdad
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
 
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIARAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
RAIZ CUADRADA Y CUBICA PARA NIÑOS DE PRIMARIA
 
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversaryEarth Day Everyday 2024 54th anniversary
Earth Day Everyday 2024 54th anniversary
 
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwe
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtweBROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwe
BROCHURE EXCEL 2024 FII.pdfwrfertetwetewtewtwtwtwtwtwtwtewtewtewtwtwtwtwe
 
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdfSesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
Sesión de clase: Defendamos la verdad.pdf
 
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
Plan Refuerzo Escolar 2024 para estudiantes con necesidades de Aprendizaje en...
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
 
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptxPresentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
Presentación de Estrategias de Enseñanza-Aprendizaje Virtual.pptx
 
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
Metabolismo 3: Anabolismo y Fotosíntesis 2024
 

Silvio Manuel Rodríguez Carrillo poemas

  • 1. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo La Quinta Estación Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 1
  • 2. La quinta estación Qué pasaría? Qué pasaría si en cierta quietud de la noche, sintiendo que mi garganta irritada buscase pronunciar el nombre aquel, no pudiera más que callarme renunciando a lo que para cualquiera es posible? Cómo verías si al principio yo te pidiera sin darte todo aquello que he pensado y creado y mentido solo para que me miraras y te fijaras y me quieras aunque sea sólo un poco, más allá de tus firmas al pie? Qué sería de mí, de vos, de nuestras cosas si yo tuviera que pensarlo todo antes de hacerlo, tuviera que medirlo todo antes de intentarlo tuviera que preverlo todo, antes de arriesgarme? Y qué pasaría si de pronto no tuviera en cuenta nada, si escribiera lo que quisiera decir a la hora que sea, prescindiendo de tu entorno social, político, económico, y me entregue a una idea fundamental, que no tiene nombre? Será que cuando el día muera sólo los prejuicios te servirán de apoyo, de guía, de fundamento? Será que cuando la noche fenezca gritarás los nombres, las calles, las horas y el itinerario de los trenes? Sabrías darlo todo por nada, por una posibilidad por una cuestión no de fe, sino de necesidad, de sed atolondrada - virginal deseo de posesión - sin llamarte por eso torpe abundancia de emoción? Absorberías en tu pecho la madrugada, el silencio las ganas de correr y el deseo de reposo, la caricia fatal y las uñas afiladas en la espalda, sin decir un solo número, bebiendo de tus propios labios? Y podría yo, infiel, intruso, sin modales permitidos sentarme frente a vos y mirarte el sexo descaradamente buscando mi propio nombre entre tus íntimos latidos aferrándome a un instante que no alcanzo a rogarte? Dime si podría contarte lo que se construye entre mis huesos relatarte lo que en el exceso me raspa los pulmones, aquello que entre estertores no puede abandonarme, eso que cobra vida cuando te siento tan cerca e innombrable. Cuenta, sin mirar fijo, lo que entre tus tejidos se siente mientras mi saliva se derrama en el vacío en el canal abierto de mi sed reflejada 2
  • 3. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo ahí donde habita mi historia no escrita. Esto que me hace reír sin verte... se trataría de eso de que alguna vez hablaste? Meneando la cabeza hacia abajo apretando los labios, calentándome las orejas? Es por aquí, un poco más al centro y al fondo el calor prohibido del terreno fértil, donde recuerdas sin tener datos, donde puedes detenerte sin alcanzar el olvido. Es aquí otro sitio, como el "otro día", estamos en primera, segunda y tercera persona, animal y cosa, de propósito para que seas vos / tu quien ponga los límites. Qué pasaría entonces, si hablara como quisiera y no tuviera remordimientos del frío bajo las uñas y no pensara en las sábanas pasadas ni venideras y no entendiera de caídas y llantos en las esquinas? Dirías, sabrías, pensarías, querrías compartirlo, aceptarlo, visualizarlo, quererlo, mientras olvidas, supones, imaginas, sientes y te sacudes la historia como un perro viejo? Me lamerías las heridas mientras me obligas a estarme ansioso entre tus piernas mordiéndome la historia de cemento y sol viéndote de rodillas escribiendo mi imagen? Qué pasaría, dime qué pasaría si la verdad estuviera entre mis manos, y entre ellas tu nombre sea la lumbre que calienta nuestra historia? Qué arrojarías al mundo, si fuese yo quien te pidiese la despedida, sin testigos y sin señales, al borde de un sentimiento? A veces, es cierto, llego a mentirte un poco. Pienso y me detengo, lo recapacito, y lo deploro. Sonrío, y miro de lejos, hundiendo mi mentón en mi pecho. Las manos en los bolsillos, de costado. Al menos sé, que mis pasos no son en vano, porque los perros me siguen, sin ladrarme mucho y bajo la luna y en medio del frío intenso 3
  • 4. La quinta estación se arranca una frase que no llega a definirnos. Entonces siempre será lo oscuro ahí donde las siluetas se adivinan y se perciben, antes que definirse será intuirse y los labios serán los que más sepan. Te confesaré, la he pasado en soledad, y me dirás que no te fue tan mal, pero entre miradas lejanas, algo turbias/timidas, sabremos que fue al revés. Y entonces sabrás, y podré sentir que una pausa en la carrera, que una muerte en un beso no es más que tu delicia en mi memoria. Sabré que podré al fin verte y tenerte sin que exista así el tiempo y sus cosas, listas de esperas y exámenes finales y una música que no llega. Morder de soslayo manzanas verdes chorrear la sonrisa esquiva de pronombres, porque así lo exige la ceremonia esa en la que los teclados dibujan el vestido. Gasa y algodón, el encaje y el hilo así la muerte de boca en boca, mientras la pregunta flota en el aire "qué pasaría si soy real?" Andrea. 4
  • 5. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Maitines 5
  • 6. La quinta estación Nocturno I Era confuso y era mar El grito crepuscular ¿de niño que nace, de hombre que muere? Por entre las olas un beso Profundo, seco, vacío de alas En medio de la tormenta breve Un deseo puro, pero infame, amar otra vez. Era débil, como el ingenio que se somete a la astucia Por eso entonces tropezó, y así halló su principio: Nada basta, todo pasa, todo fue, y lo que se ha ido se marchó sin ser Sólo existe lo que aún no está, lo que se busca. Es saberlo y no decirlo, lo sabes? Sin hablar, sin callar, transmitir Sin mirar, sin leer, percibir Dar, como consecuencia de ser Recibir, la última cuota pagada. Cosas buenas, gente buena, animales buenos El catalogo de infierno que nos obligamos a leer antes de comprar Todo aquello que nos hará compañía cuando nuestros iguales no estén Cuando el mar se vuelva blanco, y su espuma roja. Quieres algo inteligente, razonable y bello Así la pasión, los colores y el estilo Pero siempre hay un pero que es el dolor Para escapar de la ley y no tener que explicar mi muerte. Te admiro un poco, animal fanático de la duermevela Y atrayéndome tu soledad, que te hace lo que eres, fuerza y forma Cómo atreverme a imponer mi presencia, si sé que es así que destruiría Los hilos de araña, el húmedo muro, el seco abismo de dos orillas? Dejémonos en paz, y disfrutemos lo horrible de la ausencia Quizá persistiendo acabemos con esto que siempre quisimos Un corazón a distancia que escucha lo que escriben nuestros dedos Una terraza sola, vigilada por estrellas, traicionada siempre por un nuevo día. Andrea 21.02.01 22:18 Hs. 6
  • 7. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Nocturno II Una huida premeditada al último instante El aviso presagiado de una pesadumbre Y después unos minutos nadando al vacío Las espaldas empapadas de pura ausencia. Te gustaría saber cómo es la vida cierta De aquel que tan sólo confirma todo aquello Que ya sospecha, que ya anticipa y vaticina Y que aún así se cree falible y entonces busca el error? Mira, habría de suceder, despedida a las sorpresas Así se acuña el cansancio, en una lealtad inhóspita Construcción de conceptos perdidos bajo el polvo El castillo de naipes, y el viento norte en la ventana. Aflicción ajena, vocales estereofónicas, neuróticas Lánguidos botones dispuestos al capricho de las yemas Y aquel pedacito de carne oculto entre las sábanas frías Como si fuese algo que tuviese un nombre y una hora. Todo en orden, salvo la mancha de vino en la alfombra El punto en el que un algo no encaja del todo nunca Y así la mirada que habita por fin en la lejanía sensitiva Arropándose con el basalto de la única certeza: incomprensión. Cuando lo mejor que se tiene es lo peor, pero seguro Como el sol acribillando a la arena que cubre el cadáver Como la lengua de las iguanas lamiendo el mismo aire Que transportará la respiración del que nace y del que ama. Queda el mañana, el clavo ardiente de la imaginación Después de estas horas que llamaremos lo que fue Ese peldaño infinito al que es preciso trepar una vez más Aunque no sea más que para dibujar el reproche de la no cita. Fallamos todos, esta vez, como siempre, por pretender poco Por no decir la mentira sutil, el engaño condescendiente Por acomodarnos a las mejores definiciones de nunca Aquellas que despreciamos y que aprendimos a menospreciar. Faltó el grito, o la jugada genial, quizá la frase precisa Crítica de los entusiasmos puros, los desfasados por tímidos Con la conciencia del remordimiento para el fuerte callado Y la tenue aflicción de la debilidad carente de astucia. Ni el gesto brutal, ni la mirada que compromete Sólo la protesta tardía de quien pudiendo poseer no lo hizo No por piedad, menos por respeto a nada 7
  • 8. La quinta estación Sino por ese afán supremo de ver en otro a sí mismo. Andrea 20.03.01 23:43 Nocturno III Había llegado ya el alba, con su carga de navajas Camufladas por el brillo de un sol de pura furia, Cuando el cuerpo nacía enredado en su signo frugal Sabio cumplidor de reglas, ávido bebedor de venenos. La mañana se anticipaba demasiado al dolido despertar De ojos entreabiertos, fijos en las pecadoras cortinas Que lo apartaban – por espacios – del juego de nombres De la guerra de los títulos, del bullicio del carenciado pueblo. Roces superfluos, toda la insidia erigida en un tacto ausente Como antesala preparatoria a los ritos de vida fúnebre, Los de la cordialidad de bolsillo y la sencillez de manual Como si no se comprendiese que no se será comprendido. En la errónea mitad del tiempo diurno1, todavía sin latir, A la izquierda del pecho un trozo de carne inicia la sospecha La premonición de doce discípulos que caerán de a uno2 Escalera espiritual, ascensión lastimera, prefacio de la corona.3 Sin embargo, el engaño se hace de mármol, sólida realidad El camino a la cima como un deslizamiento sobre negros filos Los peldaños vueltos polvo, alimentos de la diáspora sutil Atisbo de la certeza, animal nocturno regido por la luna. Entonces el regreso, la vuelta al paisaje de cortinas bien cerradas Con dos niños hambrientos durmiendo en cada rodilla Y la vejación cotidiana anotada en una libreta imaginaria Donde también – si cabe – se apuntan los sueños secretos. Salutación al hambre, la premeditada hora de piernas rotas Ahí, cuando la tierra no será alfombra ya de los pasos Donde los llantos ajenos son lejanos y de pleno vanos Matrona prima, la materia que pariste ahora tiene alas. Andrea 21.03.01 23:54 1 Mediodía 2 Los discípulos se convierten cada uno en cada hora que falta para la medianoche 3 Al ir cayendo, en orden, forman una escalera 8
  • 9. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Nocturno IV Como un adicto que recae en temporadas A la infamia de sus vicios más ocultos Así me trepa desde este suelo de nadie La humedad de tanta sórdida estulticia. Desterrado de mí mismo, sin nave y sin puerto Fantasma inútil vacío de llanto Me quedo fijo en una insospechada rutina Que aunque me va matando me sostiene vivo. Sé dónde está lo perdido, sé como recobrarlo todo Pero he extraviado el sentido, porque no me basta Y encima tu imagen, de boca entreabierta y ojos bobos Qué sabrías, qué dirías, y acaso, qué podrías hacer? Es la peste; la inacción cómo única vía de escape Para el chivo expiatorio que terminará sin expiar nada Decrépita sangre, todo gris pese a Masaccio Nos mintieron hasta en los colores, viva el asco republicano! Así, cariño mío, así mismo como yo te digo El freno roto y los pedales sin atadero Para que me cubras con tu mugroso manto de colegio privado Y me disfrutes en la carne como jamás leíste en tus fotocopias. Y afuera, en el afuera individual de la masa creyente El perfil de un pueblo, el tuyo, que es feliz con nada Que atesora con arrugadas manos de ciego y senil avaro Los billetes de las quejas, acciones únicas del hastío. Mejor el desorden de las habitaciones oscuras El pecado respirando el mismo aire que el del monje Última escalera en espiral hacia una posibilidad incierta La tensión nocturna, los flagelos de las horas verdaderas. De todos modos, justo a tiempo pediré perdón Por no dejar que crezcan en mí las infectas larvas De una felicidad aprendida en los libros de lectura Por el pacto que firmé conmigo mismo, dejándote fuera. Qué me importa nada, cuando todo me importa? Yo vi cuando murió un amor, con mis ojos y mi piel Duró seis horas, seis días y seis largos años Y aunque estuvieron todos, nadie miró al que partía Miraban otra cosa, este tiempo, este que quieren olvidar. 9
  • 10. La quinta estación Andrea 26.03.01 23:43 Nocturno V Ese sonido, que creías sería creado Ya estaba aquí, dentro mío, en tu ausencia Sin precios, sólo con miradas ciegas Instantes en los que las cosas dejan de ser. Cerca, tan cerca ya de ti como el dolor y su cura Sensación de poder, realidad olvidada de fuego Donde los predicados mueren y la sed se agolpa Merodeando tu boca, hospedado al borde de tu alma. Mis manos tuyas, como agua que rompe el dique Todo esto que muevo y que ha sido inventado atrás Dirigido sin querer pero a voluntad solitaria y plena Finalidad de estrellas, vivirte para no morir temprano. Si me hablaras, si tan sólo me hablaras aire móvil Pudiera encontrar precisión, la simetría fonética El abanico persa de dibujos de tigre y palmeras El muelle fatal donde siempre atracaría mi barca. Sigamos jugando, para que mi vuelo siga enloquecido Y en la altura, mirando como sonríes a los otros seres Encuentre que mi sangre es ya de cristal envenenado Lasitud y placer, la espera de tu llanto anidado en mi risa. Te cedo fortaleza, y todo cuanto más quieras desde ti Piérdelo todo, o reserva cualquier vida ajena para después Mi impotencia es de sierpe, el cuchillo entre los cuchillos El mueble guardado, el leño que sueña con el invierno. Invitación a ser como yo, a contemplarme un momento Para verme cierto, con esta cara fija en la luna meridiana Con estos latidos que repiten una y otra vez tu oculta esencia Y así, por fin, hablar contigo verdaderamente de cómo te quiero. Cosas que desde arriba, que te entran y se instalan en el pecho Que te golpean al tiempo que llegan munidas de compresas Que te cortan en silencio guardando los hilos para las cámaras Mientras construyen las horas históricas que de mi te alejaste. Andrea 01.04.01 22:46 10
  • 11. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Nocturno VI Entonces quise dejar de ser queja para ser relato Pero me vino encima el tiempo, su carencia Y recordé que yo no soy del tiempo, ni él de mí El tiempo es tuyo y de los tuyos, los relojes a pila. Pretendí también una fábula, lecciones ciertas Pero, como todos lloran comprendí que no existen Que aunque las palabras pudieran llevar a la acción Son aquellas las que nacen de estas, lo creas o no. Maravilla de mi mente, nihilismo de cronómetro Precisión absoluta de cirujano cibernético, virtual Para ingresar a través de una ranura hecha al alma Al pozo infinito de la dulce estupidez ambiente. El bálsamo de la fe como un cuerpo sin estática Pierdes en física, en química y en toda ciencia Ganas siempre, no sé qué, pero ganas siempre Aunque en cada galardón esté grabada una mentira. Fascistas todos, o socialistas puros y de buena cepa Diderot a la derecha, Voltaire a la izquierda Y en el pecho de Nietzche mi errónea verdad Al final de cada obra de Márquez el beso crucial, imposible. En este paraíso así descrito, llamado contexto histórico Sé muy bien que aunque duelas podrás comprender Que el respirarte me hace bien pero no me calma el ansia Porque no hay quietud cuando se sabe que toda flor nace En tanto sabe que habrá de morir. ¿Qué habrá de quedar, de ti, de mí de los que creen Cuando mañana otro más muera sin haber leído nada Y otro más ascienda a la renovada caída de su especie Cuando, por fin, sea un día nuevo y digamos: es uno menos? Saxo y sexo, nexo desde lo exógeno hacia... Despertar de un grito lastimero, matrimonial Convención necesaria, tácita y fraudulenta Los latinos y el dumping a los sentimientos castos. Confieso que no me divierto, ergo no me realizo Pero al menos soy feliz, falsamente, pero feliz Porque no tengo motivos, porque no tengo razones Porque aunque no quiera, todavía quiero, casi sin querer. Andrea 02.04.01 11
  • 12. La quinta estación 22:34 Nocturno VII Sumergido dentro de una burbuja sonora, y luego en otra, y después en otra más sucesión limitada por la energía, propia la convicción fijada en la primera hora matinal. Sobrevivir es un misterio, tratándose de mí Y no lo termino de creer, posible mar traicionero Que alguien pueda soportar siquiera un solo día Todo el travestismo emocional de que soy sujeto. De mí no queda nada, nada que no sea reflejo Imágenes clandestinas de una cabellera oscura Lenguas de sombras danzando en la azotea Sobre mis nervios – imaginados – arados en la raíz. Envoltura ambiental, atmósfera individual Así tu imagen en la memoria, la memoria en el recuerdo Como un cuadro instalado en una pared rota Un cuadro del que mi alma tropezando busca escapar. Una pastilla, por la negación a los dioses Y dos botellas de lo que sea y pueda Para repudiar el hábito y la disciplina Vicio y virtud, corazón dual de las acciones, de lo efímero. Crimen y absolución, castigo y piedad El perro que muere a unos metros, ignorado Salvo por la instantánea gravada en el rabillo del ojo Secuencia mental, cadena inmaterial hasta el fin de los tiempos. Se me pudre la boca de tanto callar Tengo irritados los ojos de tanto no mirar Las manos encallecidas por las caricias que negué Y el corazón hipotecado en un banco del tercer mundo. Y sin embargo, todo esto que no soy puedo ofrecerlo Todavía de arcilla, abierto a nuevas vejaciones paganas Todavía algo de roble para las manos que busquen su forma Es mi virginidad eterna, lo que queda, lo que queda de mí. Lo que el infinito es, lo que no es, la palabra El verbo, el corcel al que todos desean montar Rotos los pies, de tanto esperar corriendo Ahuecado el pecho, de tanto querer abrazar lo imposible. Andrea 12
  • 13. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 16.04.01 23:16 Nocturno VIII Maneras fijas de lo definitivo, el sujeto que así se observa Lloviendo fuego sobre todo el sol, sin inefables testigos La mano prevista, que surge de la nada y se posa sobre el hombro Un calor sacro, a un paso humano del culto, umbral de la emoción. No, no es desde la tristeza que se comprende enteramente la alegría No es cuando se pierde, y tampoco es cuando no se tiene Es cuando se quiere, estando inserto en un mundo de sospechas Es Garrick, es Juan de Dios a la mañana, y el polvo de años exagerados. La verdad es que no veo lo que miro, no me alcanzan mis ojos negros Fija en algo mi mirada, me gana la imagen de un desierto y dos lunas Una sierpe luchando con una grulla, un acantilado jamás visitado Y la obsesión forjada a golpes, la pura necesidad de parar alguna vez. Ríos de agua, sangre, canales de salinidad desde dentro de toda la piel Donde impensables bucaneros también realizan sus perdidas batallas Con las banderas izadas para ser incendiadas, tragadas por lo oscuro Fijando el destino de maderos y algodones hundidos en un devenir impío. Si las palabras fuesen por una vez gaviotas azules de fácil comprensión Y las gentes todas fuesen por siempre metáforas de difícil utilización Bastaría para el principio del camino, para la idea de esta falta sin bautismo Y entonces en verdad daría igual, expresar o no lo que se sabe y se oculta. Si ignorase lo que aprendí, y todavía creyese en el fragor de un abrazo Pudiera salvar las distancias y los huecos, sin puentes, sin viajes Pero los suicidas cometieron homicidio, y los homicidas suicidio Matar es matar, y asesinar también es matar, aunque sea a lo intangible. Que no fuese volar, ni caer, ni permanecer, ni avanzar, ni detenerse Algo que cruce relampagueante el vacío imperfecto, y el lleno posible Sin descripciones, anulación de toda probabilidad imaginada o soñada Fuera del éter, en la esencia de lo que no habita y de todos modos es. El fin de mí, la paz del entendimiento de que pudiera ser tan cierto Que jamás dejaré de no ser, un trampolín por el que muchos pasan Y un charco cristalino que acoge en su calidez lo igualmente perecedero Para ser sin para qué, sin por qué, con un cómo y cuándo predecible. Lástima el afecto, el tamaño geométrico de los sentimientos Aeropuertos, hoteles, y las manos demasiado libres, pura certeza Cuando hubiese sido tan sencillo que nada fuese sencillo nunca Y que todo se redujese a una lucha contra inferiores, iguales o superiores. 13
  • 14. La quinta estación No es grave, al final puede que la deuda sea verdadera y la cobre entera Quizá todavía esté para ver lo que habré de hacer conmigo, y me agrade Cómo mi frente convertida en flecha dance a los copos de nieve y roca Y ya sin furia se clave en el pecho de un amor de Leteo y Providencia. Andrea 13.05.01 13:22 Diurno I En horas, donde la rama seca Hacía contacto con el agua del arroyo En lugares, cuando el gusano era arrastrado Por la corriente del río y le fallaba la ceda Tenías las palabras, y podías decirlo. Pensaste en los que sienten, sin posibilidad de expresión Y en aquellos – incluso tú – que expresan lo inentendible Y te vino a la mente la vieja idea del puente y el pontífice Pero ellos no quieren pagar, y tú que ya has pagado No sabes qué hacer con lo que tienes para ofrecer. Estiras la horas, y buscas hacerlo soportable Como ya no te basta saberte tan del otro lado Buscas convencerte de que todo esta bien De que al final todos tienen razón, y ninguno. Sonríes, después de todo, y con cierto temor Porque nunca nada te ha sido tan fácil Porque todo en ti es lucha cuando no juego Porque no te animas a creer que en verdad ya pagaste. Hay veces que tienes una visión, y eso es todo Hay todos que caben en una visión Hay gente que ve, y que es vista Siempre habrá alguien, cuando yo ya no esté. Por eso conmigo nadie está, sólo tú, en mi mente Y nadie está cuando contigo estoy, en tu cuerpo Mar sin fondo, paraíso de la inexistencia Una burbuja que es un suspiro y dentro de ella el corazón. 14.04.01 13:44 Andrea 14
  • 15. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Laudes 15
  • 16. La quinta estación Unos días más El frío mordaz se clava en las baldosas, Aquí, donde la noche es hierva marchita, Y la sirenas todavía callan su conocer De cadáveres jóvenes, arrojados al cemento. Donde todavía está la presión del tiempo, Señalando el principio del fin, Es donde late un músculo imperfecto Necesitado, hambriento, enfermo. No te acerques todavía, no llegues. Me encontrarías sin armas, Sin máscaras y sin pretextos. Tendría que ser lo que soy. Dame tiempo, que aprenderé a mentir, Sólo te pido unos días – estaré entre la gente – No necesito mucho, unos cuantos saludos, Un par de citas, y una cena fría. Entonces podré mirarte, bajando los ojos, Para que creas que mi pecado es pudor, Que mi riqueza ha sido bien ganada Y que mi cama la he arreglado yo. Detén tu marcha presurosa, Todavía el cincel tiene tarea, Demora tu llegada un poco más Todavía debo aprender de ellos. Me quedan engaños que repasar, Y Traiciones que cometer. Me faltan excesos y abstinencias, Me falta experiencia de vivir. 16
  • 17. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Pero si quieres, ven ahora mismo Encontrarás rosales sin rosas, Pero no habrá dinero detrás De las manos de un jardinero ebrio. Si quieres ven ahora, Quizá no todo esté en su lugar, Pero la mano que buscará la tuya, Será la misma que tendió el lecho. Si no puedes darme unos días más Ven ya, con la sonrisa segura Y el alma abierta Para ver que aún no te amo. Decide entre experiencia y pureza, Que juntas, lo sabes bien, no caminan. Todavía soy un puro intento Un renegado de toda imagen. Mejor no vengas, podría dolerte Comprobar que no soy para el amor. Que lo mío es simple pasión: Brutal, animal, sincera. Eliet Si yo pudiese verte capaz de desprenderte Puede que llegase a lograr una emoción, Distinta, inusual, atemporal y, sin duda Fuera de todo lugar, fuera de toda moral. ¿Qué es este cuerpo encajonado, que en el pasillo húmedo transita? Es esta tu memoria y los restos de piel, Es este el momento, donde el tiempo fue. No más el reproche, la llegada tardía. Ahora es lo que queda, sin ejemplos, Los nombres sin direcciones Las direcciones sin remitentes. Te escribí, a plena conciencia De que nunca me leerías, Y ahora, que ya no escribo, A quién reprocharé el olvido? Habías adivinado mi propia consecuencia, La vida ajena desde los ojos de madre. 17
  • 18. La quinta estación Justo la mía, cuando yo te veía niña, Cuando placentero era someter el orgullo. Ahora entiendo que jamás cediste, Que me dejaste ser el bambú oriental, Mientras yo creía en toda mi lejanía, En toda la escultura de mi vanidad. Tu silencio fue parte de mi cruz Y tu ausencia, hoy, parte de mi muerte. Ya no estoy vivo, no puedo Y cuando lo estuve, no lo supe. Me robaste juventud! grité en silencio, Alguna vez, acurrucado entre las sombras. Y me dolieron los límites de tus formas, El cerrado marco de tus sentimientos. Pretendí huir, en mi negación a todo, Supuse salvarme detrás de cada destrucción. Y fue así que perdí lo que no nombraste: La posibilidad de eso que llaman plenitud. De los dos, uno debe ser hallado culpable. Espero que sea a ti, es mi última carta. Porque yo, ya no estoy vivo. Porque cuando lo estuve, no lo supe. Andrea. 25.07.00 23:20hs. Reproche del lunes Llega a mi boca, premeditada Se desliza por mi garganta, húmeda. Sin pudor me recorre el cuerpo Con sapiencia de serpiente. Sé que mastica mi cansancio Como el tabaco una anciana, Allá en Alabama, hace cien años Cuando criaba negritos. Nubla mi razón, según parece Y el trato tácito es matarla Entre nosotros dos, sin culpables Y pasar a ser sospechosos. Es un candombe en el corazón, 18
  • 19. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Es alma de puta, cuerpo de diosa. Mi ser entero como una postergación, Un hálito de definición que no llega. No entiendo, mi bien, de comas De esas señales en el papel, Mas tengo una copa diamantina Donde guardo un beso infinito. Me divierto en soledad Alterando el orden de tu escuelita Donde cantabas el himno Y cotidianamente te mentías. Por eso es este odio liviano, amor Porque la carne de mis labios sufren Tanto, que mis ojos son el funeral De un general muerto en su batalla. Si uno es de donde viene, De dónde soy? El acontecimiento de tu nacer Se registró en papel, eso importa. Voy a apagar un rato las estrellas, Te regalaré la oscuridad, así No tendrás que mirarme Así, podrás verme. Si no quieres, y no deseas Tampoco importa, basta lo mío, Donde no hay himnos, señales Realidades flacas de emoción. No creo en tu distancia, No me miento con tu presencia, Estoy al otro lado de las afirmaciones No soy, todavía, lo que seré. En un reglón juego a los tiempos, Señal de mi poder, que necesitás, Para afirmar un poco más tu inseguridad, Ese temor de nena asustada en la lluvia. Así se busca la protección del macho, Y así quedás definida, como en la escuela, Con una lista y tu nombre dentro de ella Y más tarde, quizá, en una comisaría. Por supuesto, no se trata de vos, 19
  • 20. La quinta estación De tu inexistencia puntual, Soy yo, el ser de sed quien lamenta Su condición insaciable. Andrea 01/08/00 00:24 Hs. Mañana, en Asunción Es o fuerza, o fineza, ambas contenidas Ya en el primer trazo que comienza, Cada atardecer en Lanzarote, sin el mar Con un paraíso de sólo arena con piel. Aquí las cosas suceden a distancia, Programadas por un muchachito joven Que de razones no entiende, ni de piedad, Tan únicamente una tecla, sola, en sí. Conocerte despacio, a través de una tecla Insistente, a través de otro, otro alguien, Sin permitir mucho que el mundo sepa Para jugar también al secreto, a los nombres. Es un ejercicio que me corresponde Hilar no las palabras, sino sus intenciones, Sin nombrarlas a cada rato, indicándolas A ver si acaso reposás tu mirada en ellas. Una tecla en el mar desierto, casi igual Que el mundo que ves y estudiás, Como la demora precisa que antecede A esa entrega privada, la que tarda. No te negaré, estás, ya estás. Tenerme es tu oficio, Pertenecerte es mi transito Y no lo sabemos, todavía. Asunción es así, soleada y anciana Historia cálida pero no dulce, Un lugar sin recuerdos ni memoria Que no sean las del más puro deseo, antiguo. Aquí estuvieron Inglaterra, y otras naciones, Tejiendo desde Claudio hasta hoy, Lo que desde una isla pasa a ser corazón, Punto en un mar, centro en un continente. 20
  • 21. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Opuestos sencillos de comprender, de lamer Un poco el naufragio de tus comprensiones Un poco la desolada siesta de mi sed Tendríamos que estar en otro lugar, hoy. Callejas sin rascacielos, callejones de cuchillos El empedrado sin orden, el asfalto en trozos Y el olvidado tranvía criando arañas en su seno Ese que me vio ver la primera vez, ayer. La noche será siempre cálida y húmeda Como el músculo que llevo dentro del pecho, Para que así todo sea más lento y cadencioso, Como tus formas, las cortinas de tus ansias. Sé, sin certezas, de una montaña cruel Pila de cuerpos sin vida, sin sentido Y entiendo así, con fe, el valor callado De masticar raíces para ser un árbol. Es alejarme mucho, a cada rato Para que no puedan alcanzarte, Cuando me tengas aún más, En aquella palabra de puñal: mañana. Andrea 08.08.00 00:32hs. Una mañana cualquiera Fuera de tu cuerpo la Cábala me atrapa, En el laberinto eterno de sus dominios, Donde para entrar dejo mi persona, Esa parte de mi historia que sin ti no existe. Haber estado ahí, sin que me permitas llegar Negarme no el intento, sino la realización De una mano sobre la otra, una mejilla tibia Pequeñas humanidades que me salvan el día. Y eso que yo me había negado a mostrarte El mundo sin sol, los retornos, los finales, Para que jamás te doliera lo que a mí Para que no pudieras ver lo que mis ojos. Sé, ahora, que el precio es este, y confieso Que ingenuamente no lo había esperado, Que confié en la ternura de la ignorancia, 21
  • 22. La quinta estación En la calidez de un corazón no atormentado. Sólo un tigre comprende a otro tigre, Pero, pobre de ti, ya no busco comprensión, Justo ahora, a la altura de mi edad, Cuando no te pediría jamás entendimiento. Una pequeña burla más de la vida, Mostrarme así, con cierto anhelo lejano Queriendo dar, dispuesto a recibir, Sin la distancia de los momentos exactos Y aún así, comprender, que no se pudo Que para que sea deberías haber sabido Atendido, sentido, las cosas que ocurren De este lado del puente sobre el fango. Habiendo pecado por pedir el imposible, Cambié mis rumbos, con resabia viril Y volviéndome pétalo bello y resignado Me entregué al destino del rocío y el sereno. Pero no hay agua fresca en mi existencia Pues desde ti se tendió la distancia, Una mañana cualquiera, la de hoy, ayer Cuando el logro de un instante me movía. Que sepan los dioses y los mortales Que al conocerte quise ser simple Que no te ofrecí ni dolor ni extremos Que no pedí a tu alma oscuras pasiones Que sepan todos que tuve un nombre Para que el llamarme te sea sencillo Y que vestí el ropaje tradicional Para que en la distancia puedas verme. Pero fue en vano, y fue en el tiempo Llegué sin armaduras, con querencia Y al encontrarme contigo no sabía Que no me esperabas, que no me querías. Andrea. 09.08.00 23:49hs. Una siesta, en ayer Atreverse un poco, entre las cuerdas de acero de un chelo Y que te sangren los dedos, azules, encallecidos 22
  • 23. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Hasta encontrar la nota perfecta, ajustadas a tus oídos Con el pecho puesto en el cuerpo de madera, generoso. Lo demás es escuchar, y no me asusta, y no le tengo miedo Y la estructura de interpretar tampoco es sabia, del todo. Así es rayar un papel, soñar una realidad pretérita El imposible anidado entre las cejas, y en el corazón. Tengo la culpa de mi sensibilidad, lo admito Soy responsable de todo el afecto que he acumulado Y negado, y postergado, y disimulado hasta la risa Para que nadie venga jamás a mostrarme lo que soy. Y sin embargo siento, todavía, con mis pies en la tierra Una fidelidad que es un camino, y que es una fuerza Que hace, que a pesar de las nieves en mis entrañas Imagine un algo táctil, a una hora, en un cuello cálido. Porque hoy, como aquella noche, me di la razón Cuando el anciano de segunda edad, en la siesta, Me lloró su renuncia a ese mundo en donde vivo Al que él renunció por un par de billetes y una dirección. No me dolió su dolor, me dolió acertar aquella vez, Y entendí, una vez más, que saber es juzgar con acierto Tanto el momento, el lugar y esa persona que espera Lo sepa o no, el momento que es posible crear. No voy a dormir temprano, nunca, lo decidí atrás Y voy a levantarme tarde, y también temprano, Y pase lo que pase en el mundo no voy a cambiar Soy una roca, formada de polvo, con carne dentro del pecho. Lo siento, lo siento, lo siento, mil veces Pero si tuya fue una elección, mi privilegio es el mismo, Aceptar una sed que no se acaba, y rasga Y estar así, con el alma en pena sin jamás demostrarlo. Pero más allá de estos pocos años, te diré, mansamente Que me importaron tus cartas, las que no enviaste Y que no dije nada, cuando otro hubiese reclamado Y que atendí el reclamo, sabiéndolo injusto. Qué me queda? Acaso sólo esta docta vanidad De poder estar sin nadie, de saber de dependencia ajena Y poder no ceder ante la pueril necesidad emocional De quien no pueda crear un beso en horas sin convención? No hay nadie, y hoy me dieron la razón, un par de veces No hay nadie, dije, cuando me la negaron 23
  • 24. La quinta estación Y también esto lo dije, que estando arriba, o abajo, Somos únicos, solos, entregados a nadie, y entonces... Seguiré, y si al final me equivoco, seré yo quien lo haga No un libro, ni una recomendación, ni un comité Seré yo, infinitamente yo, hasta que me muera Y mis tripas se conviertan en invernadero de grises larvas. También, lo acepto, puede que termine yo llorando La confesión de lo que no fui y quise ser, Pero no será la primera vez, cuando nada pueda hacer Ya lo hice, ya lo hago, ya lo vengo haciendo, sin nadie. Juego conmigo, y nadie más cruel, nadie más preciso, Porque si veinte años puedo estar pidiendo que vengas, Sé ahora, por ejemplo, que luego pediré que te quedes Y esto no es mañana, ni pasado, donde habrán más palabras. Tan solo tengo deseos, y estoy llorando Por que sé, desde mis limitaciones Y entre mis aciertos Que el deseo es todo, y no me basta. Por favor, bésame, como imagino, dame olvido Tócame despacio, como anhelo, sin piedad. Mira, soy el mismo, inalcanzable Con el terror de quererte. Andrea 26.08.00 00:22 Entretanto sueña No es apego al llanto, ni cariño al látigo Es simple confesión de un espacio sordo La historia de ciertos minutos que guardo Bajo llave, en un arcón, entre mis huesos. No me queda ya el consuelo de poder A ciertas horas por nadie recomendable Acudir a cierto aturdimiento de sin razón Apoyando el rostro en un pecho desconocido. Me queda la nada entre las manos Como punto de partida de lo que fue, Y un hilo de voz que se oculta Huyendo de mí para no saberme. Es cierto, mis actos mienten, por abundantes, 24
  • 25. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Pero, acaso no es más que el rito puntual En donde puedo sentir que el mundo cita El fragmento de vida en donde hallé tu herida? Siento así, en la memoria, el instante previo Casi eterno, en el que con tus manos Velas mis ojos desde el olor de tu piel Sugiriendo una muerte, la de los dos. Quizá por todo esto que casi digo No vaya nunca a reconocer Que antes de la prisa el tiempo ya pasó Dejando una potencia inerte, flecha sin blanco. Desconociendo, lo sé muy bien, naceré A un nuevo día, concebido en oscuridad Para así poder hacer desde mí, no la ruta Sino el destino final de tu alma preciosa. Ganaré hoy, y mañana, antes y después, Lo haré en la renuncia, y más en la entrega Y seré capaz de sentir y saber que no basta Aunque sea que pudiera parecer suficiente. Esto y más, lo haré, y más imaginaré Y será sólo el principio, o sólo el final Desde todo cariño y toda necesidad Hasta toda imagen y todo éxtasis. Para poder intentar encerrarte en un puño Sabiendo que jamás podré hacerlo Pero al menos intentarlo, por que sé Que es la única forma de que te fijes en mí. Lo quieres todo, y yo sólo te quiero a ti Aunque digamos lo contrario, en silencio. Y duele, y aún así es bello Porque no tenemos otra forma, ni otro modo. Disculpa, esto de no hablarte De no escribirte, de no mostrarte nunca Todo el precio, lo que llaman real Intuyo que no será necesario, lo sabrás. No hay certeza, pero quizá sea este el camino Para poder llegar a decir lo que nunca dije Eso que al verte me aquieta la vida Y me la devuelve con más fuerza. Descansa, y entre tanto sueña y piensa 25
  • 26. La quinta estación Que no estoy y no soy, para tejer despacio La certeza de que estoy en camino Desde la raíz misma de todo imposible. Andrea 14.09.00 00:08 Creencia de que soy, lo que no soy Llamas, con gente que habla detrás Me llamas, con imposibilidad de oír Y así el puente se sostiene en sí Pero queda sucio, con la roña de tu historia. El asco, entonces, como segunda piel Una lista precisa de todas las imprecisiones Allí donde todo fue carencia de lo exacto Y abundancia de lo que no tuvo nombre. Conservo aún, aunque solo por una simple Negación, el tiempo que músculos atrofia La carta de venganza, pequeña recompensa De saber que crees, porque no tienes remedio. Sé que confías en los simples y frágiles hilos De sucesos ocurridos, de vidas ya pasadas Incapaz de dar el salto que esperamos juntos Por palabras desde ti, por sangre desde mí. Siento en mí el poder de la impotencia Y desde ella esquivo el golpe real Para poder girar y entreverte de espaldas Con el puñal en mano, y el veneno en tu copa. No habrá tristeza, tengo el corazón quemado Y no habrá culpas, así habrás de salvarte Pero, en este mundo, de tus horas y tus viajes En la abertura de tu boca el polvo yacerá. Y será por mí, por mi cuerpo y mi mente Enajenados y reconciliados en la crueldad De emprender la tarea de odiarte, de verdad Por la impertinencia de rozar lo que soy. Quiero que no existas, nunca Y si para ello borrar el mundo es necesario Quiero borrarlo una y otra vez Y estar solo, por el resto del pasado. 26
  • 27. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Tengo este deseo, qué haré con él? Decírtelo entre las miradas de otras gentes? Mostrártelo mientras firmas papeles vanos? Callármelo y sangrarlo hasta beber mi nada? No hay preguntas que pueda hacerte No estarías, y si estuvieses no habría más Que una caricia tenue, bañada por completo De un creencia de que soy, lo que no soy. Ya lo dije, por palabras no habré de cambiarte Se me dijo, no habré de dar contigo Y ambos sabemos que no debo renunciar Tu y yo dependemos. Espérame, siempre, por favor Creo comprender, en este ahora Que la inocencia y la grandeza Está en construir el puente, y cruzarlo. Andrea 21.09.00 00:00 El nudo La tarde se vaciaba de todo color Livianamente caía en aquel anhelo Borroso, nunca dicho y tan sentido De no más ceder a la desesperación. Llegar a un día, sin humo, sin el sin Y habitar ahí al menos un instante Respirar profundo con ojos cerrados Y en los labios sentir la misma vida. Este nudo anidado en mi garganta Es toda la ofrenda que llevo encima Con la altiva humildad del mendigo Y las manos ciertas de toda soledad. Son reglas mías, todas crueles, duras Sostenidas en la pocas veces probada Certeza de que espacio requiere todo Lo que habrá de llenar este pecho solo. Sé que es una ola, y que será pretérito Alguna vez, cuando la bellas águilas Silenciosas y satisfechas, decidan ya 27
  • 28. La quinta estación Detener el vuelo y sostener la montaña. Pero ahora, este ahora que pasa A metros del suelo, con las baldosas Todavía calientes del sol de septiembre Tengo la quietud del que ha sido robado. Las ilusiones fueron mías, siempre Y a mí me he mentido, para tenerte Para creer por algunos días memorables En algo que fuera mío, sólo mío. A quién le habré de cantar esta pena? Quién podrá apiadarse, o asombrarse Si desde el principio fui yo, sin inocencia El que movió las estrellas y aquietó la tierra Para que el cielo mismo se vea mejor De lo que hasta antes de fijarme en ti podía Sabiendo que el deslumbre no duraría Que al final de la jornada, ayer, anoche, Qué importa Habrías de volver, a tu suelo amado A los años ciertos de verdades tontas Para negarme, sin usar palabras o gestos La duración de mi instante anhelado? Duele menos, al ser consecuente Pero queda el aroma preciso, inconfundible Que puse en la memoria de tu ser Haciéndolo único y distinto Para convertirlo así en una espina de acero Y llevarla dentro de la piel, sin atrocidad Pero con la constancia decidida aquí En el corazón, al que le falla el olvido. Ahora es respirar, con el hombro cansado Sosteniendo como pueda la frente Y mover mi coraza entre las horas Convenciéndome de que no llevo heridas. Así sobrevivo, y seguiré sobreviviendo Hasta aprender, quizá en un incierto futuro A escucharle a mis ojos cuando brillando Y en el principio me dicen: no la mires. Juraré que no me importa, finalmente Y aunque he sido derrotado, esta vez 28
  • 29. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Otra vez no he perdido, porque tengo El oro del príncipe, el fuego del intento. Se acerca la noche, la madre de mis sueños Mi compañía de siempre, mi consuelo Llega y me señala el nudo, duele?, pregunta No es nada, digo, cerrando los ojos. Andrea 29.09.00 20:24 La siesta Al verte, siento. Un hilo de sudor se atrinchera en mi frente Todos mis músculos en tensión, todos Al tenerte ahí, tendida en mi lecho Esculpiendo segura la piedra de mi memoria. Se gesta el grito, desde el primer momento Y se contiene y crece, mientras me acerco Y el aroma de tu cuerpo, de tus partes Me envuelve y me ciega, y me exalta todo. Turbulenta fuerza me anima, me domina Cuando voy rozándote, adivinándote Con mis labios de anhelo y mis manos sabias Explorando mis tierras, sin alforjas y sin tiempo. Solo al fin, con tu cuerpo ofrecido en un clamor Sin otro motivo que dar curso a esta siesta tórrida Donde la ciudad se adormece entre el cemento Con sus gentes aprisionadas como ratas drogadas. Aquí adentro, con mi pura lujuria, fuera de miradas Nuestro mutuo escándalo, el pecado del mundo Aquí, carne mía, donde daré la vida a cada paso Con tal de escuchar un gemido que me de aliento. Habrás de beber de mí, hasta saciarte impúdica Luego que coma de ti, hasta que me duela el alma Y haga mío todo el arrepentimiento posible Y pida perdón, y entonces, vuelva a pensarte. No es fácil estar aquí, en el punto previo Todavía hilando o tratando de hilar Grafías que habrán de condenarnos aún más Pues los vestigios son más fuertes que los hechos. 29
  • 30. La quinta estación Pero es duro, y es cierto, y es pleno Mi criatura elegida, la más dulce de mi historia Como aquellas noches de gritos y borrachos Peleas pobres, mejillas baratas cortadas y olvidadas. Por eso transito un poco el antes, para tenerte más Y negarme así toda posibilidad de olvido Sin traerte de este lado nunca, fingirlo mentidamente Dejar una huella un poco antes que mi mirada. Forma, imprecisa pero perfecta del abandono Postergación que lleva al punto exacto En donde habremos de negarlo todo, condición Primera, para lograr la entrega, la piel justa. Después volverás al mundo, mucho después Cuando el sueño me visite y puedas con tacto Salirte de mis brazos, sonriendo benévola Con el triunfo en tus ojos, tu victoria real. Y estará la calle, un poco más poblada Y al verla sonreirás, otra vez, una vez Al pueblecito de hombres frágiles, preocupados Por los derechos humanos de las ranas. Andrea 01.10.00 15:00 Llovía El sol te mostraba el día, y mirabas La gente en su respiración, el tránsito Llenando las plazas y las calles Para el bien de tu sonrisa, mueca exacta. Latía el ímpetu en cada paso que dabas Y por entre los pliegos de tu falda Dejabas escapar tu olor de hembra Confundido con el del algodón de tus bragas. Y era todo, porque sabías que yo huía Que a mí me perseguían y yo triunfaba Y que luego del escape llegaría a ti Con ganas de tenerte y hacerte arcilla. Pero para mí llovía todo el tiempo Llovía en los zaguanes de ancianos olvidados Donde la carencia era de hijos y no de padres 30
  • 31. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Y la humedad trepaba y formaba otra lluvia. Y llovía en los casamientos, de ricos y pobres Y la torta se echaba a perder, y los vestidos Y llovía en las sonrisas disimuladas, toda agua Mezclando las lágrimas, ese temor confirmado. Llovía en todos los prostíbulos, sin permiso Y no se podía hacer el amor, aún pagando Los colchones acuosos se volvían duros Y el aroma de hacía el de casa, de la que se huía. Llovía en los velorios, sobre las velas blancas Y la viuda olvidaba al marido, paraba el llanto Preocupada, junto a la cuñada iba por más vino Para hacer pasar el tiempo, un tiempo de lluvia. Llovía en los cementerios, los viejos y los nuevos Y el agua rompía los putrefactos maderos Haciendo de canal sin venas por el cual Huesos desconocidos se daban besos subterráneos. Llovía en las guarderías sobre todos los niños Y las maestras daban el calor y el abrigo Mientras pensaban con decidida insistencia En las veces que copularon esa semana. Llovía en los bares y en todas las posadas Donde las paredes no alcanzaban para nada Ni los guardias, ni las cajas registradoras Ni las sábanas, ni los leños, no alcanzaba nada. Llovía en la ciudad, inundando las alcantarillas De donde emergían ahogadas ratas distendidas Como capitanes improvisados pero decididos, De ropas pobres, de barcos rotos, de fe en el vacío. Llovía en el campo, desarraigando toda semilla La promesa de alimento flotando sobre el fango Ante la impotencia de hierro de todos los capataces Mojados en sus galpones, entre garrapatas suicidas. Llovía en la tierra, en toda la tierra, sobre los hombres Que buscaban consuelo en aterradas mujeres histéricas Que buscaban abrigo en los celulares de sus hombres Pero lo celulares no funcionaban, llovían por dentro. Llovía en el cielo, y la puerta había quedado atascada Los mártires confundidos con los pecadores, agolpados Todos, comunión horrible, auditorio esquizofrénico 31
  • 32. La quinta estación Para una lira húmeda, y un ángel de dedos entumecidos. Llovía en el infierno, sobre los ángeles de rodillas rotas Pero nadie escapaba, fijos en un temor de consecuencia Inmóviles en el terror de un castigo cada vez peor Incapaces ya de distinguir una cosa de otra, en la lluvia. Llovía en el purgatorio, por entre los corazones confusos Y el agua en canal sin venas, otra vez, siempre otra vez Se hacía un único mar que absorbía y unía lo imaginado Volviéndolo todo temor primero, y luego decepción. *-- El sol te quemaba hasta el aliento, ardía en tu piel oculta Un hilo de sudor se dibujaba bajo tus ricos senos Contraía tus pupilas y te hacía más carne, más deseo Y para mí llovía, mi amor, llovía todo el tiempo. Andrea 10.10.00 00:35 Entre los dos Cómo poner en tu mente, que mi ruta No es la conquista de tu cuerpo Que mi norte no es tomar lo ajeno Y a cambio de mucho olvidarlo? Un cigarrillo es una no explicación Una jarra de cerveza enfriada en el Nilo Una copa de coñac entibiada por una vela Un vaso de agua de un río virgen, el tuyo. Allá en la infancia me decían: todos iguales Y lo creía cuando me convenía, más nunca Pero hoy me cuesta crecidamente seguir así Sobre todo cuando te miro y en ti no me veo. No te quiero igual a mí, todo lo contrario Te quiero diferente, para tener el derecho De odiarte, de reclamarte, de exigirte Cualquier cosa, a cualquier hora, cuando quiera. Y si lo opuesto habrá de doler, y mucho sangrará, Lo pago, las monedas me sobran, yo las creo. Respirar, y aspirar, y en los labios tener pronto El nombre de quien busco, tal es la riqueza cierta. 32
  • 33. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Semejante a mí, perdería la ansiedad del alumno La pasión del maestro, la intensidad de los dos. Y qué nos quedaría entonces sino olvidar el mundo Fundirnos en poético abrazo, con el mañana, mañana? No, me opongo, y tenaz resistencia es mi piel si quiero. No quiero olvidar nada, ni simplificar lo imposible, No quiero ni renuncia ni posesión en términos simples No quiero, porque no puedo, no puedo, porque no quiero. Concédeme el error, mi enorme capacidad de reclamo Para sentirme grande cuando callo una ofensa, inventada Para sentirme pequeño en el calor de tu piel, ahora mía Para ser yo, a través de ti, y entonces, agradecer la vida. Ven aquí, en este punto completamente confuso Y luchemos a ver quien termina destrozando a quien Dame, por una vez, posesión de una sola certeza La de que no habré de preocuparme por ti. Dame la promesa de que me dejarás luchar como sé Y que si venzo en tus ojos brillará el orgullo Y de que si caigo derrocharás ansias de compartir Conmigo, como yo, tan sólo esto, un segundo Entre los dos. Andrea 11.10.00 00.17 Difícil No es parte de mí, es solo una forma de ser Cuando cruza el aire un sonido Stereo Que dice “y aunque pareciera que el invierno No tiene final, y aprieta el alma...” Algo se resquebraja, y casi sale a flote el animal Pero queda preso, dando vueltas en su jaula mental Y el prisionero no es capaz de llamarte, buscarte Queda agazapado, con los ojos atentos, latiendo. Todo sea por la prudencia, incluso la nada Con las manos demasiado limpias, y la historia Turbia, llena de tempestades, del único beso que nos dimos Desde una boca que no me pertenecía, que no sabía quería. Cómo ahora dibujarte en un trozo de papel los años? Será de nuevo la sentencia eterna, la renuncia cotidiana? 33
  • 34. La quinta estación O debo, una vez más, cruzar por mí mismo la frontera Para evitar el temor de esperar una invitación que no llegará? No hay otro sueño en todo gran conquistador, que no sea El de lograr tantos triunfos, variados en calidad y cantidad Que nadie pueda negarlo, que nadie pueda dejar de admirar Y así, poder aguardar con ansias, la llegada de quien lo conquiste. Es cierto, posiblemente cierto, que para amar hay que amarse Mas entonces, habrá que reconocer que para admirarse, un poco Es preciso saber admirar mucho, para dar con la vía victoriosa Que conduce a sólo a la posibilidad de un fracaso dulce, ajeno. Supiste, que no sabías, y al hacerlo me impusiste el alto Y quedé en tus manos, como un puñal de ónix en las manos de un niño Arcilla letal tocada al infinito pero inmoldeable hasta este tiempo En el cual, tú, apareces con el talento en las manos, y me rozas el pecho. Siempre supe qué pensar, y cuando no, me entregué a sentir Ahora no sé qué sentir, y no puedo entregarme a pensar Me absorbe la visión de tu cuerpo, del jade caliente de tu piel Hasta no saber si fue en tu espalda, o en mis manos, donde más habitó el calor. Me arreglo el pelo, enciendo un cigarrillo, la máscara mía, la noche Para no confesar, ni señalar, que no he sido construido para nadie Sino quizá, para construir cosas, gentes, universos enteros, para mí, Y olvidar un poco mi odio al mundo, y el intento de llegar a su antónimo. Andrea 14.10.00 22:23 Dos Era noche, la hoguera, leños de pino, y una rama de terebinto Más atrás los guardias, a veinte kilómetros de Constantinopla Ambos rostros, iluminados por el fuego, se hacían más bellos Cuando un par de frases, a veces, reemplazaba al silencio Dos hombres duros, dos niños seguros, dos almas sin disputa El uno venía de lejos, el otro de aún más lejos - no había distancia Momentos en los que basta, la historia del hierro, el oro preciso Y el ojo recorriendo las cicatrices del otro, adivinando el origen. También dos esclavas, cada una más bella - no había comparación Escanciando en las copas de oro lo que un tiempo se llamó sangre Admiraban, mientras servían la propia vida bajo el manto del acero El extenuante placer, de ser, de estar, en un momento exacto, escrito. 34
  • 35. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo --- Es común que a los ancianos nos guste hablar de muchas cosas Máxime si hemos viajado mucho, y vivido muchas aventuras Por eso no ha de extrañarte, finalmente, que prefiera callar Ahora que también soy joven y tengo todo tu cuerpo por delante. Mi pretensión es, como toda pretensión, vana, pero también pura Busco contarte cosas, sin hablar, como los mejores amantes Y no se da, no porque no podamos, o no lo deseemos intensamente Es solo que nuestros cuerpos se interponen, y no queremos, interrumpirlos. Mejor así, que nuestras ojeras publiquen nuestra cópula clandestina Que el apetito nos haga buscar comida a una hora y en un lugar Cuando y donde no habíamos ni imaginado buscaríamos algo que comer Tropezando con gestos, con palabras, y aún así seguir, directamente. A lo mejor mañana, o pasado, a unos días de haber partido Mis ojos se tiñan un poco de rojo, ya por el vino, ya por un libro Mientras tanto, este mientras tanto, hay dos águilas, dos cuerpos No se puede extrañar, está negado, nos tenemos, y habiendo - no hay mañana. A lo mejor en dos días, encendida la hoguera, alguien se presente, con obsequios Y deba, a pesar mío, ofrecerle hospitalidad, cena, y oídos atentos Si esto ocurre, sólo espero, que sea alguien como yo, anciano, viajero Para poder contarle, sin hablar, que tengo un alguien, un alguien como tu. Andrea 14.10.00 23:00 Tres horas Tengo tres horas, para sentirme bien y descansar Dos variables bajo el ala oscura de la condición de tiempo Gruta lejana, viaje en ascenso con el juramento de volver Y así ya se te gasta la emoción, antes de ir, en la partida. Subir sin llegar a la cima, y estacionarse en un hueco Como el que forma las manos buscando contener el agua Que cae, reposa un instante y se escurre movediza Hasta el suelo, hasta el mar, dejándote el recuerdo de un mohín. Es rápido, y muy lento, cuando sabés que tenés todo el tiempo Porque alguna vez lo has perdido, y entonces comprendiste Que no tiene caso exigirse demasiado, si no habrá premio Consuelo, soborno, de aflojar un poco el cinturón, y no ser. Un hilo de palabras, bien derechas y alineadas Conducen, sin quererlo yo, sin quererlo ellas 35
  • 36. La quinta estación Un sendero de escalas extrañas, jamás pulidas, ni recorridas Pero pensadas y deseadas, desde alguien que no soy yo, ni ellas. Buscaría yo una explicación? Tengo toda una biblioteca de ellas Soy más preciso, la verdad, y orgulloso, claro, porque sé Por ejemplo, que hoy cuando almorzabas, entre el pan y el cuchillo Rozaste sin querer, en tu mente, mi nombre, por eso, aquí estoy. Todo lo que tuvo que ser tu vida, y la mía Para que sin saberlo vos, y sin quererlo yo Converjamos en un deseo de rotonda calurosa Donde ha llovido y ha sido noche, y aguarda, estando. Fruto, resultado, consecuencia, narración, predicado Principio, separación, rotura, sangre, finalidad Volver, desear volver, estar, tener que estar Y en medio de todo, las palabras, para extrañarte más. Y esta certeza que me rompe los labios Y me llena los ojos de un líquido salado Al tiempo que sonrío y abro el portón, el solitario potrero Nadie llega en vida, y vivir es tratar de llegar, río, otra vez. Una vez más, el espectáculo de tu espalda desnuda Mil veces más, un millón de veces, en mi memoria Mi cuerpo caliente, por tu imagen, que fue mi cuerpo Bajo la lluvia, bajo un techo, con el abismo como colchón. Andrea 15.10.00 14:27 Estar Interactúa, te hará bien aprender un poco el oficio de actor De todos modos has representado ya demasiados papeles Y la crítica, puesto que vives como vives, ha sido buena Ya con tu depresión a cuestas, ya con tu entusiasmo salva vidas. Odio las imágenes – por eso tantas veces me odio todo el tiempo Y, sin embargo, hay que aceptar que cruzada la hora precisa Y comprendiendo entonces la cercanía de estos sentimientos Así como la prisión hace que más brille el prado, así el amor, sincero. Qué hacerle a cierta incomprensión, a ese “el calor dilata los cuerpos” Sin caer en los ocultos secretos, conocidos y divulgados por todos Como quien se abandona a una madriguera tibia, con la nieve afuera Con el bienestar presente y la insatisfacción asomando en la retina? Los caballos corren porque quieren, no porque los obligan 36
  • 37. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo No puede ser que haya gente que muera sin saberlo, comprenderlo Pero ocurre, existe, es tangible y registrable, como tu sueldo Como el niño que acusa al chita de cazar una gacela joven. Ternura para la inocencia, asco para la estupidez Y en el escaso margen de ambas situaciones Levantar un palacio, con un lecho inaccesible a nadie Y ahí tomarte, en un instante, sin olvido, pero no sabiendo. “Barquero que transportas las sombras, espera!4” Disculpa, no soy de aquí, no leo los protocolos Estoy por ahí, por si me esperes. Andrea 16.10.00 23:54 El otoño del melómano En la ciudad, bajo el techo que no filtra gotas de agua Y entre paredes que no dejan salir los sonidos combinados Siempre hay un melómano que busca el silencio ideal En la noche exacta, que a veces le cede la rutina. Y entonces, cuando ya todos duermen, y seguro se cree En su atalaya de distanciamiento social, se torce la aguja Y todo coincide con alguna fecha – que él las odia – histórica Para alguien, quién sabe qué, y así, suenan las bombas, histéricas. No es decepción, pues todo melómano también lee Y por esto comprende que los espacios justos son escasos Que cuando uno falla, es porque otro mejor se está gestando Al menos eso cree, y eso lo mantiene, porque ya lo ha vivido. De todos modos, tal como la venganza, la sabiduría es lenta Y esta dice, tal como aquella, que el trago no se apura Cuando es denso por el sabor que implica, tiempo, esta vez benévolo Como hojas solas, de la rama al suelo, a la vista de nadie, verdadero otoño. No tocar lo que no se puede aprisionar, tal a veces mi ley Para no dejar que toquen nada de lo que puedo aprisionar Haciendo así real la sentencia no dicha pero siempre real De que vivir es un riesgo, cuando vivo es un anhelo, que nombre tiene. Es extraño, o normal, no estoy del otro lado del estrado Pero en verdad que conozco tapices tan hermosos, imposibles a veces Y conozco también tu cuerpo, y no es el calor, ni tampoco las fechas De construcción y fabricación, lucha de mi memoria, de mis gustos... 4 Emma 37
  • 38. La quinta estación Y jardines, de tantos lugares, palacios y selvas, en verano y primavera Y el tuyo, siempre el mismo, a todas horas, todos estos años Junto con las bibliotecas más famosas, repletas de almas que todavía laten Y la tuya, de volúmenes infinitos, entre tus labios, tus sueños y tus ojos. Conjurar sin ninguna prisa, a través del nexo del primer verso Con el último, el que se desconoce, un hallazgo, una coincidencia Ese encuentro imposible entre el poeta que te cante y tus oídos despiertos Desde aquí, hoy, diez y ocho de octubre de un año mentido, como todos. Es un tren, y es estar adentro, mientras los turistas caminan apuradamente Barandas de hierro, metros, protección del césped, cosas de los hombres Mirándote, mirando, hallando en cada mirada una espera, una postergación Hasta que te sorprenda el cansancio, con una mejilla en mi hombro, tus labios entreabiertos. Andrea 18.10.00 00:23 El inocente pecado de la trasgresión Como llegar a más si sigues en lo mismo? Si llegar implica un camino, acaso no es todo tan claro? Sin dormir no es posible despertar, coincidimos? Entonces, a qué despreciar parte del mismo todo? Gran sueño del Gran Rey, pura voluntad Todas las mujeres en una Todos los hombres en uno Un punto, donde se cierra el circulo Y nace la espiral. Te llamo desde siglos, eso que llamas Historia Te huyo desde mi propia historia, la de los años Te rechazo desde la tuya, esos nombres que llevas en una agenda Y eso es todo, para abrir la puerta, y cerrarla... del otro lado. Tiempo, lo que tardarás en olvidar lo que quieres recordar Te imaginas, por un momento, que todos los desiertos del mundo Fuesen uno solo, y que en este único infierno, paraíso, de arena y Helios Se teja la ruta por la que Faetón cruce en el carro y vea tan solo tu cuerpo? Vos no sabés, tú no sabes, vos no sabéis lo que es morir de sed No porque no quieras, no porque no lo desees, no por nada Todo esto es sencillamente porque seré yo quién se ahogue y muera Para poder así, apenas, llegar a percibir un solo perfume, tu imagen. Mil hierros, diez mil traiciones, suicidarme, cadalso, guillotina Sencillez de un estado a otro, de un mundo a otro, todo igual en mi retina 38
  • 39. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Y a pesar de todo, el ancla de tu piel, lo odioso y amoroso de tu realidad Ofrecerme así, a mí mismo, víctima y verdugo, conciencia de ti, puro mar. Imposible ser feliz así, e imposible desear la felicidad Puesto que así, en la desesperación de tus caderas a mí negadas Me toca la oportunidad, tan solo la oportunidad, de un roce frugal Y después la nada, el resto de los días, y desearlo... no sabes. Saberte fuego, halcón sin alma, y decidir no creer en nada O confesar públicamente la fe en los discursos, da igual Seré yo quien muera, serás tú quien alguien memore Entre ambos, algo que guardo, lo que no habita mientras duermes. La vida es así, la mía, desaforadamente Cuando caigo en la cuenta, luego de todos los ritos posibles Al borde de todos los acantilados del mundo, y todos los fondos Que no es nada, sino solo el principio del principio. Andrea 19.10.00 23:54 A ver vos Se tiñen el pelo de rojo, es notable, para algunos O hacen cuadros, llenos de números, que mienten Inventan la rueda todos los días, y se la creen Y aquí yo, que dejo la puerta entreabierta para nadie. La castidad de un disco todavía arropado en su envoltura Una botella agazapada en la nevera, la presión del corcho El apretujamiento de blancos cilindros que serán colilla Y allí vos, con las puertas cerradas, y el corazón abierto. Te das cuenta cómo se tejen los antónimos que no lo son? A veces creo que soy yo, y entonces rechazo toda vanidad Me digo que son otras cosas, las lecturas que no compartimos Para evitar en lo posible, todo estallido de cualquier necesidad. Cae el ritmo, lo sé muy bien, adiós a toda musicalidad, la tuya Yo me invento otros pentagramas, con otras claves, de lunas Y si de por ahí me faltan peldaños, salto al vacío sin temor No será peor que el día que pasé, contigo cerca, pero sin saberte. Qué me voy a hacer, si lo tuyo no tiene remedio? Te hablo para quejarme, por eso te escribo públicamente Yo que domino el arte de gritar que me importa lo que no Para que nadie llegue jamás a las piedritas que sí me gustan. Qué me importa si no entendés, finalmente, si sé que lo hiciste 39
  • 40. La quinta estación Acaso no sé, no sabemos, no lo saben todos, que allá en la memoria Habita el momento exacto en el que el mármol se quebró impreciso Y fue tan necesario disimularlo, hacerlo pasar, para llegar a este ahora. Aquí, en silencio, no me engaño nunca, digo la verdad, en la noche Y mañana me callo, diciendo otras cosas, las que todos se derriten por oír Transeúntes baratos, incomprensores por naturaleza, contradictoriamente Pero humanos, hermanos, como vos, como él, ustedes, los falsos tuertos. Cumbia o tango, siempre en verano, sudor entre las bragas New Age, la era de Acuario y las lecciones de yoga La oración cotidiana bajo el vidrio del escritorio, la que no se lee jamás Vení aquí, contáme cómo estuvo el bautismo, los caramelos por el suelo. Parece que las monedas existen, ya sabés, dos lados, dos caras Todas con el vientre abultado de fetos que son Julio, que son Wagner Todas con y sin enema como antesala emocional de Louis, de West Aquí, en el bolsillo, tintineo bajo el golpe de mi mano, las cosas de ustedes. Y qué querés entonces en este panorama de riqueza abrumadora Dos lados mi amor, el odio triste y mundano de los muertos El amor cotidiano y aprendido por los vivos que no te hacen caso Y qué más mi amor, la incomprensión y lo compartido, dos lados. Te cuento lo que sospechabas, las monedas no me bastan, corazón Ni a vos tampoco, ni a nadie, y otra vez somos dos lados, parece Yo que lo digo, cosa que molesta a más de uno, porque hablo sin hablar Y los demás, como vos, que no lo dicen, pero lo sienten, callando al hablar. Qué me importa mi amor, así, destruir tu vida, la de todos Si lo han aceptado desde hace tanto, ese lamer las horas del hastío Con la sola y mínima satisfacción de desconocer lo que depende de otro El cuando, el momento en el que te señalen que tu máscara es transparente. Sé, que lo sabés, que lo saben todos, que lo sabemos Y disculpame un ratito, llevo años en esto, que son pocos Pero son ciertos, como tus lágrimas horrendas, redondas Las mismas que arrojaste cuando dijeron que “eres mujer”. A ver, si después de esto que viene, siempre todo mal Te animás un poquito a darme fe, ser como yo, más que yo, Y matar al mundo entero, con sus histriónicos calendarios Con mi apuesta total, la verdad, encontrarte, y nada más. Andrea 26.10.00 00:30 La traición 40
  • 41. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Con sinceridad, morir no me bastaría, nunca Si supiera, repleto de certezas, o de dudas Que acaso un solo instante, un solo fragmento De vida, de tiempo, tus labios no fueron míos. Si el beso furtivo en el portal de tu casa Fuese el broche de una noche oculta Ignorada por todos, pero sentida en tu alma No fuese el mío, qué me quedaría, acaso los días? No sé cómo explicarte este temor que no es tal Por eso no te lo diré nunca, porque duele Sin que ocurra, tanto como si ocurriese Soy el innegable, porque no niego posibilidades. No se trata de ti, no se trata de mí, me desnudo Me duele el hombre, y la mujer, la madrugada Es verlo, y dejarlo pasar, y sostenerse de nada Cuando las cosas ocurren en algún lugar, en el tiempo. Nadie obliga a exponerse, pero si así se ha decidido Menester es asumir los riesgos, arrodillarse sobre sal Callarse la vanidad y arroparse de orgullo, con ritmo Y ser ella, y ser él, y ser el que pierde, y el que gana. Si allí pudieras situar tu mirada, con tu piel y tu sexo Te apreciaría tanto, pero tanto, que daría con la palabra Y te haría tan de mí que nada más tendría realidad Mientras dure la noche, entre dos, mirando lo mismo. Andrea 13.10.00 00:27 Esto que es El futuro es así, no decir tu nombre Cambiando ordenes, buscando energía Con la carne que se vuelve amarga en la boca El cuerpo que viene y se va, para obligarte a fingir que estuvo. Hoy, por fin es temprano, y ni aún así... Habrá que tirar comida, habrá que tener pena. Andrea Nov/00 Errónea renuncia Como una abeja intentando atravesar el ventanal 41
  • 42. La quinta estación Así el movimiento de tu vida, en una tarde olvidada Desesperación de inventarse una tragedia, la dura Inutilidad de tejerse un triunfo a costa de alguien. Una parte de la historia, niña, es la que ofrece gloria Y otra, muy otra, es a veces la que ofrece el triunfo, Y para renunciar a la gloria, a favor del triunfo, Es necesaria una madera que sólo crece en la juventud. Mezcla de absurda alegría y suave tristeza, Este verte, justo a ti, con la risa fingida La piel aflojándose irremediable en tu rostro Y tus fichas, que las creí caras, casi sin valor. Es cierto que fui yo el que eligió su imagen, Por esto no hay reproche, y tampoco consuelo Y por esto sabré escucharte, y soportar alguna queja Por esos momentos de antes, en los que te anhelaba. Y ahora gracias, por recordarme una lección nueva Que enseña no es tan importante el fin mismo Sino la capacidad de fidelidad a la renuncia Pues en esta se erige el templo de la restricción al vulgo. No sé si es bueno, no sé si es malo, y no me importa Aunque sé, que esto que veo es derrota, tuya Y que deprime un poco, aquí, en un rincón algo oscuro Donde me obligo a no perder en lo mismo, pero intentarlo De todos modos. Espera... Recuerdo – a veces siempre recuerdo – en mi piel Que el llanto no me gusta y sé vencerlo Que los momentos no se dan, sino que se los crea Y que tus labios, diminutos, flotaban en mis sueños. Quizá ya sea demasiado tarde, el tiempo es tan preciso A la hora de descubrir alguien semejante, otra roca Acantilado sin agua, montaña sin cielo, calma sin oxígeno Y este saberte no compartido, esta imposibilidad de hablarte. Y pensar que nos entendemos, y pensar que nos sabemos Acaso no has elegido también una imagen, una traición? Todos los zapatos me quedan bien, mayor o menor presión Y los míos, los propios, al hombro, como contrapeso a la tierra. Y ahora que lo imagino, es mejor así, si no peor Torpe esperanza de no negar posibilidades Como si no supiese del tedio entre tus cejas 42
  • 43. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo De la noche hecha ruido, los días todos de resaca. Entre las cosas que guardo, con el desorden de siempre Un beso tuyo, sin querer, el más preciado Y un atardecer al borde de una colina sin nubes Y nada más, tu cuerpo en movimiento, danzando con mis ojos. Aquellos gestos que terminan en esta inmovilidad De piernas cruzadas y el cigarrillo entre los dedos Un poco de humo, algodón intangible cruzando la garganta Recordar el futuro, borrosamente, confiando en la equivocación. Despacio, saber, y no quererlo Porque sencillamente no se conocen alternativas Porque si no eres tu, no es nadie, o es alguien Y el alguien no está, y nadie me habita, y no es la verdad, y la es. Tocarte. Andrea 20.11.00 23:33 Ya desde entonces Hubo un tiempo en el que sólo deseaba Que tú, desde mis ojos vieras lo que yo Que cada sonido de madera o metal Lo percibas desde la historia de mi piel. Quise, a cada hora del día quise Bien saciar el anhelo de comprensión O hallar el consuelo de una certeza Aunque fuera efímera, aunque fuera cruel. En mis ansias, luché contra las razones ajenas Y una vez que vencí, también vencí la mía Y entonces, en mi desvarío, juré por mi vida Que no la acabaría antes de encontrarte. Desde entonces, loco empedernido, analfabeto de la piedad Pero fiel como todos los perros del mundo Voy vagando, por polvorientos siglos pasados Por las calles presentes, por edificios futuros Buscándote, porque he jurado encontrarte Porque he aprendido ya a necesitarte desesperadamente Y enajenado no me queda otra que seguir así Creyendo lo que no es, fingiendo que lo ignoro. 43
  • 44. La quinta estación En mi locura, confundo los cuerpos, los ojos Mi sed crece, pero me abstengo... hasta que caigo Y bebo del estanque creyendo que no estaba envenenado Y me despierto después, con dos fantasmas a mi lado. Así termina el día, que comienza cada noche Sin puntos cardinales, sin almanaques emocionales La vida sin fechas, la memoria sin recuerdos Y los bolsillos llenos de arañas hambrientas. Andrea 09.12.00 13:42 Cuando me ocupe de ti Esta vez no te acusaré, no estará el reproche ni la queja Solo el relato cierto de lo que habrá de ocurrir mañana Cuando se abran las puertas y el viejo puente se leve Sea con el rocío o con el sereno, antes de lo expuesto. No llegaré de pronto, no aturdiré a nadie con mi llegada Serás tú quien finalmente comprenderá que he estado Desde un antes que no podrías precisar en el almanaque Instalado en la paciencia del cazador que observa su presa. Es este sólo el primer paso, las piernas débiles, sin alas Sorpresa y confusión, dicha y efervescencia de hallazgo Éter sólido de una idea que se comprende y se aprisiona Bajo los párpados cerrados y un suspiro en la almohada. Después será la carrera, el mundo entero en la retina La historia de la Historia narrada desde los huesos La fuerza expresada en un abrazo imposible de modales El torbellino pasional de lo que en verdad no se espera. Crecerás a prisa, con armas y con artimañas estudiadas Ingenio despertado, enloquecida imaginación que nace De espaldas al abismo, con el cielo mismo en la mira Todo el milagro de una sola flor aprisionado en tu sed. Y en este vértigo que también será cierto, día a día Habrás de lamer la miseria de tus horas pretéritas Como el perro solitario que en la madrugada busca cura Y sin saberlo piensa que lo que tiene pudo tenerlo antes. Y del callejón a todas la calles de todas las ciudades Para que de la miseria misma de toda humanidad Nazca para tus ojos lo más cruel, y así lo bello El poder de tener en el pecho el musgo en el asfalto. 44
  • 45. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Entonces habré de irme, para que sobrevenga el juicio Para que digas de mí lo que jamás quisiste decir Para que en silencio sientas que he tenido razón Y entonces roces ya sin piel mi estadía en este valle. Por mí, por mi causa sabrás, y serás lo que no fuiste Y vivirás la conciencia del que ha en verdad perdido La realidad del que ha expandido sus emociones Y luego, acongojado, debe aquietar sus alas. Sin embargo, si algo es posible que puedas aprender Será lo más simple, que te he dado y te he quitado Que aunque lo he decidido yo, tú lo permitiste Y que no hay nada, salvo el vacío, que impida mi regreso. Cuando alguien llega, nos expande. Somos también esa parte de ese alguien que vamos conociendo, a fuerza de explorar un terreno nuevo que entonces nos importa. Nos hacemos parte de sus vivencias, pasadas o presentes, de sus recuerdos, de sus ilusiones, anhelos y dolores. Pero, el precio es obvio. Cuando ese alguien se va, con quién compartir lo que se ha llevado? Un alguien nos amplia, pero bajo la condición de ser quien nos amplia. Después, cuando se va, qué hacer con haber expandido lo que somos? Parecería un lamento, a menos que se entrevea un juego más exquisito, y exponerlo en una pregunta: qué impide que no vuelva? A veces somos una pista de aterrizaje forzoso, o una rama extendida justo ante el cansado vuelo de un ave de presa. Y así, después, la nave que carga gasolina e inicia el nuevo despegue; entonces, el ave que repuesta del cansancio inicia un nuevo vuelo... y si la muerte es la que impide el regreso, qué impide que uno mismo no inicie un nuevo recorrido? Otras pistas, otras ramas estarán esperando ser el destino de nuestro fugaz vuelo entre los juicios. Andrea 13.12.00 23:58 Aproximación Gestos, y a veces también palabras no buscadas Que como piezas artesanales con lacónica precisión Se incrustan sin asomo de piedad y sin esfuerzo En la tortuosa estructura de mis gustos duros. Mi mente, adicta a los viajes de difícil retorno Se enfrasca cada vez más horas en la tarea De buscar en las ciencias sagradas y en las temporales Un apoyo o un rechazo a la certeza de mis juicios. Puedo, lo sé muy bien, mover los hilos hábilmente Como el orfebre que encorvado sobre la inerte materia Diseña y crea la máquina que gira en torno al polvo Y que permanece más allá de quien la hace y usa. 45
  • 46. La quinta estación Pero mi placer, de intensidad insoportable Para nacer y darme un sorbo de vida Necesita que todo acto construya diversidad de vías Por donde se dará el tránsito de lo tuyo y lo mío. Quiero que cedas, pero con convicción No voy por la victoria de la premura Ni por el triunfo del chantaje emocional Voy por lo puro, por tus labios que digan: quiero. Andrea 25.12.00 Villarrica. Condena y absolución Soy capaz, para huir del mundo De denunciarlo junto con sus desgracias Y, si acaso la piedad aquieta mi voz Me hago contradictorio para escapar de mí. Me tengo a mí, objeto favorito de mi experimento Porque aunque mi queja es más ancha que el mar Soy sólo yo quien puede superar mis pruebas Nacidas todas en la furia de mis noches negras. Mis besos, forjados en la fragua de la ansiedad Que te mostraron el vértigo de la desesperación Por los que has corrido distancias y renunciado al sueño Acaso piensas no están en mi el querer dártelos de nuevo? No busques explicación, la explicación soy yo Para saberme debes primero cambiar el miedo Por la duda más grande, renunciar a lo establecido Y abandonarte a la irracional tortura de mi cariño. Y no hay tiempo, la fragua no se detiene Tengo más besos de los que puedo darte Tengo más cariño del que puedas, sola, aprisionar Soy de los que tienen un futuro culpable, por querer - no me has condenado ya? ¡Corre, es inútil, pero corre, todo lo es! Aquí quedo yo, siempre a punto de emprender viaje Congelándome a voluntad frente al fuego de la hoguera Derritiéndome en mi llama en el corazón del Ártico. Y cuando venga el sacro tiempo del lamento Recuerda que ambos quisimos ser lo que fuimos De manera que al ordenar me ajusten las cadenas 46
  • 47. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Tampoco olvides que en mi mente llevo piedras - todas con tu nombre Candidez o estupidez, hay alguna diferencia? Lo siento, no tengo tiempo, y no lo entiendes No tengo pasado, ni futuro, lobo inteligente Como culpar lo que no puede tocarse? Yo, me perdono, por haberte advertido siempre Por hacer de lo confuso claro manantial Donde nadan, junco con dulces doradillos Pirañas y culebras, criaturas que yo no creé. Ya olvídame, y perdóname tu también Otros vendrán a querer cobrar la recompensa Acusándome de corromper lo que ellos no pudieron Tengo las teas esperando, una para cada cual. Me place la lentitud precisa de mi venganza Soy fuerte para este dolor infame Que cubriéndose de odio y amargo rencor Sabe guardar aún, la fragua de los besos, que para ti nacieron. Andrea 28.12.00 16:20 Villarrica El precio Lo acepté hace ya mucho tiempo Cuando mi violenta carcajada hería La inteligencia de los débiles Con el total desprecio hacia falsos zorros. Me puse esta careta de niño distante Estos gestos que todo y a todos esquiva Esta costumbre de tensionarme con fuerza Sobre mis dedos, hombros y piernas duras. Me guardé la franqueza de mis afectos Como el que con gafas oscuras oculta sus ojos Sabiendo por cultura que al no mirar a nadie Los simples se sienten observados, los tontos. Complicado no resulta mentir sin mentirse Aunque requiere memoria y un poco de magia Para hacer pasar el tiempo poblado de nadies Hasta llegar al momento en donde se busca alguien. 47
  • 48. La quinta estación Por esto que es el juicio ajeno y sin clase Mis placeres se volvieron subterráneos y alados Ya que en el fondo también existe el vacío Lugar en donde habitan las mejores presas. En la superficie debo ser otro Para por dentro seguir siendo el mismo El que no se sobresalta por ningún sonido Quien por horas yace sin mover la piel. Ser lo que quieren hasta llegar a la lástima Y en la cima de la ajena cándida pena Abrir mis ojos todavía sangrantes de sal Y entrevisto así el error extraviarles el alma. Debería ser diferente, pues yo lo soy Tomar o dejar partir por siempre El objeto del anhelo, cáliz oculto Y no pensar más que en más sentir. Pero en bodas no termina esta comedia Ni en muerte terminará tu tragedia Desde mí será la novedad auténtica Que soy yo el que entrevé el horrible después. Atiende entonces a lo sincero de mi reto Que tengo a quien quiero, cuando y como deseo De ti no depende el que así siga siendo Si no tan sólo que me lleves sobre el agua. Si contigo logras que sea lo que soy Te haré de mí y habré de conservarte La dicha será tuya en el inmenso del ahora Hasta que en sueños una voz lejana te diga: “Yo soy el después, el más fuerte de tenerlo no habré de privarte pero para conservarlo vencerme tendrás aburrimiento es mi tierra, hastío mi morada”. Andrea 28.12.00 Villarrica Tristeza Tiene su origen en el fondo de un patio de escuela Donde papeles ya podridos se mezclan lejos del pudor Con el distraído vaivén de las siempre solitarias cucarachas Bajo un cielo confuso, atravesado de aves sin nombre. 48
  • 49. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo En silencio, con la sordera propia de las videntes víboras Con sigilo aprendido se arrastra imperceptible hasta el portal Por debajo del cual desliza su inmaterial realidad de sombra Para erguirse como rata olfateando el aire, buscándome en la niebla. De aquel día no guardo memoria, aunque sí paciente conciencia Que me hace y me lleva a ser un extranjero en cada ciudad nueva O vieja, aprendida u olvidada, por donde traslado mis huesos Y lo que de mí va quedando, tras el trágico día y la bruna noche. Aunque el espacio lo llene y sature de raras danzas orientales No es sencillo hacerla a un lado, como cuando se olvida a un muerto Pues en su silente golpeteo mental se sabe de capo a fine Casi todos los caminos por donde gusta viajar al alma mía. Tristeza, alocada selección de polvos que fueron nombres El cine en ruinas donde en soledad una butaca se desploma Como un pájaro que de pronto dotado de única inteligencia celeste Abandona el aleteo y en paz fallece antes de tocar el viejo suelo. La misma que en el ahogo del movimiento dibuja su grito guerrero Y se cree es sólo una brisa cruzando los pasillos del hospital de ciegos La misma que arroja su burla y hoy eterna desde hostiles campanas Cuando por el asfalto el burdo catafalco monetizado exhibe su posesión. No habré de cerrarte las puertas, diamantina compañía inefable Te aguardaré siempre, sapiente de que a causa de tu abyecta timidez De frente no puedes llegar, que sólo rodeos puedes hacer ante mí Hasta el día que cruces frente a mis cejas y de mis labios lamas mi sonrisa. Andrea 28.12.00 Villarrica Voluntad del que imagina No son falsos los reflejos Sólo incompletos, como yo Proyección de lo que se recibe Y no se puede transmitir. Humanidad de la sed exacta La que se sacia entregando Maldito egoísmo de tener Lo que no se puede entregar. Solitario debe ser el diamante Cruel ermitaño el difícil ónice Ante el cobre tan compadre 49
  • 50. La quinta estación Y el barro, tan de barrio siempre. Si el que encuentra lo vende Y el que lo compra no lo halla Qué decir del objeto preciado Que sólo brilla en su expresión? El barro quiere ser catedral El diamante quiere ser mural Y todo es imposible, todo Hasta que el que imagina quiere! Hay algo mejor que morir Y es morir habiéndolo intentado Y algo mejor aún, de cierto Y es morir habiéndolo logrado. Puede muy bien que haya más Todo es posible, todo Hasta que el que imagina no quiere Y así, otra vez, sólo cielo y tierra. Y esto que digo, que te digo De qué habrá de alimentarnos Cuando las tristes sombras lleguen Sólo a mostrarte donde vivo? Andrea 29.12.00 Villarrica Fácil El miedo me ha ganado una batalla Y aquí, derrotado, me lamento lastimero Soportando los sudores de la quieta rabia Endureciendo el rostro de frente a la nada. Cuencas vacías serán mis ojos, un día, Estos que ahora huyen de lo que buscan Por el conocimiento de una posible prisión La tuya, la de tu aromática compañía. Temo el compromiso, la firma de papeles Y las horas solas con alguien al lado El silencio condenable de ya no decir Lo que siento, lo que quiero, lo que soy. Es que no sé cuidar de nadie 50
  • 51. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Y aunque las horas las puedo todas No sé que habré de hacer con los días Ya que los míos no son más que de guerra. Manejo espadas, no tijeras afiladas Aunque me rinda al espectáculo de una flor No soy jardinero, sólo un bruto animal Que contempla lo que al tocar puede destruir. No termino de entender qué profunda convicción Te mantiene atenta y distante en una espera Que habías negado, a la que habías renunciado Cuando supiste lo que yo era entre odios y reclamos. No soy de aquí, no acepto ciertos sentimientos Y aunque todo lo niego, sé que voy dando con el rumbo Cuando también en mi espera se levanta un sacrificio Al que te arrastro bajo la sombra de lo posible. Ve y ríe mundanamente entre los monstruos Que la solicitud de perdón es para los que ignoran Y no para los que como yo en la ciencia encuentran Mil excusas supremas que arrojan al pozo del ateo. Has que tus penas se tornen leves y curables Como en el tiempo en el que yo no estaba Y bastaba ir al cine o comprar un disco Para que las cosas coincidan y aparezca la risa. Finalmente, es para mí que no es suficiente Ni esto, ni lo otro, ni la nada, ni el vacío Qué culpa tendrías, en medio de la multitud De que busque perfección y no repetición de lo sabido? Soy responsable de ser lo que he hecho que soy Y luego, de estar en un punto en donde no hay Espacio ni tiempo que sea sencillo atravesar Para quien por nada no guste arriesgar demasiado Mañana puede ser genial, si no te quiero Algo que de entenderlo lo negaría a todo pulmón Para sobrevivir a los embates del remordimiento Esa carta que todas llevan oculta en el bolso. Que mi fama me anteceda, sin rubor Para mí no cuesta mucho decir lo cierto Es difícil este momento, estas miles de horas En las que sé exactamente de qué carezco. El inventario baratísimo de pérdidas y ganancias 51
  • 52. La quinta estación Todas las estrategias, torpes ridiculeces Y en medio una certeza tan simple Estos labios que quieren, y no tienen. Andrea 29.12.00 Villarrica El estúpido Soy la incertidumbre de que no todo es igual A mi enfermizo apego por el orden más preciso Y al extenuante cariño por toda disciplina dura Le sigue, abiertas las compuertas, las pasiones del exceso. Tengo miedo, pero no temo vencer a mi miedo Cuando la rutina meridianamente dista de lo cotidiano Y lo extraño no forma parte de lo sorprendente No existe otro miedo Que el que al descubrirse a uno mismo se de con una vía Yo sé tus dudas, y sé muy bien tu egoísta anhelo En esto vamos iguales, no hay fe humana en las personas Mas, a la hora de los temores, los tuyos me fortalecen Pues, qué placer más inmediato que confundir tus creencias? En este mundo mío donde todo está mal En el que para justificar cualquiera de mis actos Bastaría con decir la mitad de lo que sé Qué podrías ofrecerme que no pudiera esperar? Quisiera que no seas la certeza de que todo es igual El principio cálido de trampas a lo social Y el final apagado de llovizna en el cuello desnudo Con la sonrisa distante de quienes dicen: yo sabía. No me impresionan ya las tretas y los rebusques Ni los gestos, ni los regalos, ni las visitas Mi gusto se ha expandido a diversidad de mundos A través de los cuales sin perder el orgullo, he mirado. Sé lo que piensas, y el tamaño de tu espera Y sé que sabes que el esfuerzo sin pericia Es tan inútil como la astucia sin acciones ciertas Y aún así, también yo espero que des la nota justa. Te exijo demasiado, mariposa de buenas horas Y lo que doy es poco si se observa la carga entera Pero, no es cierto entonces lo frágil de tus alas Que llevan la mirada de este ser forjado en lo cruel? 52
  • 53. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Renuncia! Me gritan los que viven la pasión Hazlo! Me gritan los que viven la esperanza Y yo, al recordarte, suspiro desde lejos Mientras la lluvia desenmascara la verdad de las calles. Hay un dios que hace cosas buenas Hay un demonio que hace cosas malas Si esto no es totalmente estúpido El estúpido debo ser yo. Y pensar que al tenerte Al tomarte y doblegarte En estas cosas no pienso Y es tu ser el que el mío retiene. Andrea 29.12.00 22:00 Villarrica Voluntad de cualquiera Para ti no hay prisa, hartazgo de lo dulce Ni horario de ley, ni día confirmado Colores o días igual en importancia Que dioses y ciclos de edades históricas. Lo tuyo no es el momento logrado y vivido Ni la victoria ni la derrota, prestigio o denuncia Tan sólo el frío transcurrir monótono, secundario De lo explicable a los ojos del experto en nada. Te hallo hermosa, criatura excesivamente genial Para la fertilidad de todo lo normal y tenue Y tan resentidamente incapaz de volar Al más solo de los cielos, donde el público muere. Cuando te beso, en mi mente o en mi cuerpo Además de los labios que tanto deseo hoy Beso también los de la senil, los del cadáver Y aún así beso los labios que yo elegí. Murieron, mueren y morirán, cariño mío Esta es mi primera distante desesperación La de conocer el tiempo y así su valor Y entonces la del intento, del logro y del fracaso. El llanto que doy en el fuego de mis ojos No es más que el dolor de mi gran impotencia 53
  • 54. La quinta estación De mi orgullo quebrado en la derrota de quien quiero De ese quien que pudo haberme hecho compañía. Lloro por mí al llorar por los que caen Porque son mutilaciones a mi posibilidad de querer Porque son negaciones inmensas al centro mío Donde habita el clamor que pide lo que todos: La tarde quieta El día aprisionado Ser en dos. Andrea 29.12.00 22:37 Villarrica Lo pendiente Me hace falta un cuaderno de notas Para escribir en él a cada hora del día Que alguna vez debo crucificarte sola Y sepultarte luego en algún arroyo seco. Debiera escribir también, exageradamente La lista de tus faltas y la de tus vecinos Y encontrar la relación proporcional Entre las casas que visitas y tus tenues fracasos. No es de mí este desprecio que te habla Yo nunca tuve parte en las cosas que siento Mis dedos se contraen y se distienden solos Y al no tener ya que tocarte se amargan tu ausencia. Sé que a veces me parezco un poco a mis dedos Pero somos diferentes, no somos lo mismo No sé si esto, que resulta tan sencillo para unos Pudiera serlo siempre también para los otros De todo modos no importa, suponiendo nocturnamente Que algo sea importante, y que exista y sea definido Mejor es no pensar ni en lo peor ni en lo mejor Solo flotar espesamente entre mis dedos y yo. Mientras todo esto ocurre sin ocurrir del todo Ir guardando la explosión del miasma sanguíneo Arremeter la quietud sin una nada de calma Y vivir serenamente entre fingidas carencias. Andrea 54
  • 55. Silvio Manuel Rodríguez Carrillo 30.12.00 20:30 Hs. Villarrica Canción Piérdeme esta noche Que las calles me calman O me duelen Dame respuestas sin hablar No mires lo que yo Comprende lo que yo Llévame contigo Todavía tengo sonrisas Esperando ansiosas Trae las llaves Libérame esta noche Arrójame al cielo Y disfruta la espiral Que también yo Necesito que tus labios Sonrían para mí. Andrea Villarrica Este Yo pretendo encerrar en 30 minutos 28 años Es burdo, fácil e imposible, pero es sencillo No es más que un ritmo previsto y previsible Un poco de cansancio, hartazgo y entusiasmo. Hay una demora lenta, el no decir su nombre Y la visión del futuro, en donde lo buscarán Así, la exacta duda entre vanidad y orgullo Escribiría, nenita mía, tu nombre en mi sed? Me cansa tanto adivinar lo que dirán y sentirán Hasta el hartazgo de saber lo que habré de decir Y sólo me sostiene el entusiasmo preciso y cruel De que el líquido de tu sexo es el leteo5 de mi alma. Todavía se puede fumar, hay otra función para el pulmón Que no sea la de purificar lo más fúnebre del aire? Acaso no es el cuerpo cremado lo que más duele en el olvido Cómo entonces no admirar a quien hace parte de sí las cenizas? Y beber, ah Baco! Si tuviese ejércitos como los sé hubo 5 Hace falta aclarar? 55
  • 56. La quinta estación Me darías loca alegría y el fin a todo remordimiento Pero el pueblo es nefasto, y la corona no me bastaría nunca A cambio tengo una lucha precisa, el hígado contra lo gris6. No me pierdo en los arcanos que ya nadie desconoce Adivino cosas más ciertas, y mucho más agusanadas Voy más allá de la pena del idiota que se sabe idiota Llego hasta el imbécil que reconoce a los imbéciles. Y entonces te extraño, maldita sea, araña de cristal Y en mi corazón podrido de hazañas imposibles de decir Late lo que detesto desde que sé en lo que habré de convertirme Y me felicito por haberte dicho, voz a voz, que te odio impunemente. Te odio, amor, por que ya sabía que iba a reclamarte Porque yo sabía las cosas, porque yo sabía todas las cosas Incluso lo peor, que podría llegar a pedir sentir de nuevo lo absurdo Esto que ahora vivo y que quiero que dure, y que sé no durará. Yo soy tan sólo un imposible que busca su propio imposible Y en ti no veo más que comprensión y ternura como nunca antes Y sed despiadada, y atolondrada valentía de ser tan, pero tan fuerte Que me lastima que me sea fácil herir lo más puro que puedo recordar. Amor mío, Inteligencia mía, mi desastre doloroso Mira que Baudelaire me acompaña, mirado por Flaubert Mira que no te importa, mira que no hay nada que hagas Que cambie o estanque, mira lo que has hecho sin querer. Te odio, amor, porque me ofende que alguien te imagine El mundo es un asco, desde hace tantas décadas para mí Y eso duele, y eso lo sabes, y nunca entonces podrá ser justo Que te baste estar cerca para arrancarme un sonrisa, un querer. No importa, habré de destruirte, no temas, habrá de doler Secaré tu alma, infectaré cada pensamiento que puedas concebir Haré todo lo posible por truncar lo que has construido con afán Y así seguiré siendo el rey, amo y señor de todo lo que me ocurra. Pero, como el tiempo está de mi lado todo el tiempo Te pido un último favor, el que el verdugo solicita a su víctima No hagas todo lo posible por destruirme, sólo destrúyeme Hazme sonreír, amor mío, la muerte es fácil para mí. Recurre a los presagios, recurre a todas las magias, vence! No me cansaré nunca, lucharé hasta el fin de los tiempos Ni siquiera desnudarme habrá de servir, ni siquiera no tener armas Nada será suficiente, nada, y en la nada encontrarás el veneno. 6 Cerebro = materia gris. 56