La ciudad de Mérida fue fundada en el 25 a.C. por el emperador Octavio Augusto para los soldados retirados del ejército romano de las legiones V Alaudae y X Gemina, y se convirtió en un próspero centro urbano del Imperio romano, como demuestran los numerosos edificios públicos aún en pie como teatros, anfiteatros y acueductos.