Este documento cuestiona si las celebraciones navideñas son un gasto innecesario y si realmente se viven los valores familiares y de generosidad que se supone representan. Argumenta que los regalos, cenas copiosas y reuniones familiares se hacen más por obligación social que de corazón, y propone que en lugar de gastos excesivos deberíamos ayudar a los más necesitados y valorar lo que tenemos.